El anschluss Austriaco

Acontecimientos políticos, económicos y militares relevantes entre noviembre de 1918 y septiembre de 1939

Moderadores: José Luis, PatricioDelfosse

Avatar de Usuario
Francis Currey
Administrador
Administrador
Mensajes: 3176
Registrado: Vie Jun 10, 2005 8:50 am
Ubicación: España
Contactar:

El anschluss Austriaco

Mensaje por Francis Currey » Mar May 02, 2006 3:39 am

La postura del clero Austriaco ante la anexión queda latente en el siguiente documento.

Carta del Cardenal Innitzer, primado de Austria adjunta con la declaración de cinco obispos austriacos.

Remitente: Cardenal Innitzer
Receptor: Gauletier Bürkel
Fecha: 19 de Marzo de 1938

Sr. Gauletier:

Le envío adjunta la declaración de los obispos. Podrá usted ver, en esta declaración, que nosotros, los obispos, hemos cumplido, libremente y sin coacción, con nuestro deber nacional.

Y sé que esta declaración será seguida de una estrecha colaboración.

Le saluda atentamente Cardenal Innitzer


Heil Hitler


Declaración solemne

Nosotros, los obispos abajo firmantes de la provincia eclesiástica austriaca, declaramos lo que sigue inspirados por nuestra convicción profunda y con plena libertad, en ocasión de los grandes acontecimientos que acaban de producirse en Austria alemana:

Reconocemos con alegría que el movimiento nacionalsocialista ha hecho una y otra vez cosas extraordinarias en el campo de la reconstrucción nacional y económica, así como en materia de política social, para el Reich y para el pueblo alemán y muy en especial para las capas más pobres de la población. Estamos igualmente convencidos de que la acción del movimiento nacionalsocialista ha apartado de nosotros el peligro del bolchevismo ateo, destructor, destructor de todos los valores.

Los obispos dan sus mejores bendiciones para la prosecución de esta acción en el porvenir y exhortaran a sus fieles en este sentido.

En este día del plebiscito, es para nosotros, obispo, un deber nacional indiscutible afirmar, como alemanes que somos, nuestra pertenencia al Reich y estamos seguros de que todos los cristianos convencidos sabrán también cuál es, en esta circunstancia, su deber para con su pueblo.

Viernes 19 de Marzo de 1938


Traducción: Enrique Sordo

Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

Mensaje por David L » Vie May 19, 2006 6:11 am

Tal vez la jerarquía eclesiástica austriaca apoyará el anschluss acogiéndose al concordato firmado entre la iglesia alemana y el gobierno de Hitler en 1933, eso les permitiría disponer de un pequeño margen de "libertad" del cual no disfrutaban otros grupos(judíos, comunistas, socialdemocratas, etc..)

Un saludo.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Avatar de Usuario
Calígula
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 666
Registrado: Jue Jul 14, 2005 11:25 pm
Ubicación: No se dice este país, sino ESPAÑA

Mensaje por Calígula » Vie May 19, 2006 7:37 am

Desde los tiempos del Sacro Romano Imperio, Austria ha constituido para la Iglesia un país de especial atención. Es verdad que en 1938 estaba reducida a su mínima expresión -una república de seis millones de habitantes-, pero aún así, por su historia y por su catolicismo, la Santa Sede la trataba privilegiadamente y rechazaba toda maniobra dirigida a conseguir el Anschluss. De hecho, el Vaticano aprobó la Declaración de Francia, Inglaterra e Italia de 1934 garantizando la independencia austriaca. Por este motivo causó estupor e indignación el comunicado del episcopado austriaco invitando a sus fieles a votar a favor de la anexión en el plebiscito convocado para el 10 de abril de 1938. Hitler necesitaba este llamamiento para convencer al mundo de que la mayoría popular era favorable al Anschluss, y para conseguir que fuese más digerible su actuación. La declaración episcopal elogiaba los resultados obtenidos por el nacionalsocialismo en materia social y económica y le animaba a continuar su lucha contra el ateísmo. Afirmaba también que su deber como obispos les llevaba a reconocer su ciudadanía alemana y a proclamar su lealtad al Gran Reich. Pío XI, profundamente indignado, escribió personalmente el editorial del periódico vaticano del día siguiente, desautorizando la declaración episcopal y reprochándole haber actuado sin su conocimiento y consentimiento. Llamó, además, al cardenal Innitzer, arzobispo de Viena, quien se presentó en Roma inmediatamente, y fue obligado a firmar una declaración que equivalía a una retractación:"La solemne declaración del 18 de marzo del episcopado austriaco no quería ser evidentemente una aprobación de aquello que no es compatible con las leyes de Dios y la libertad de la Iglesia católica. Esta declaración no debe ser interpretada por el Estado y por el partido como una obligación de conciencia, y no debe ser utilizada como arma de propaganda".El suceso demuestra, por una parte, la actitud favorable al Reich de buena parte de los católicos y, por otra, la conciencia del Papa de la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre el nazismo y la Iglesia. La verdad es que la actitud "colaboracionista" de la jerarquía no impidió la política antieclesiástica nazi en Austria, puesta en práctica desde el primer momento.

Fuente: Coleccion 100 (c) 2001 Ediciones Dolmen S.L.
Heinrich Heine [i]Allí donde se queman los libros, se terminaran quemando personas[/i]

Avatar de Usuario
José Luis
Administrador
Administrador
Mensajes: 9910
Registrado: Sab Jun 11, 2005 3:06 am
Ubicación: España

Mensaje por José Luis » Vie May 19, 2006 4:52 pm

¡Buenos días a todos!

La anexión de Austria por Alemania era un objetivo esperado y deseado tanto por austriacos como por alemanes (por las mayorías, se entiende).

Para comprender este proceso hay que remontarse a 1814-1815, al Congreso de Viena donde se acuerda la formación de la Confederación Germánica y a su Constitución-marco fundacional, que fue firmada precipitadamente por 39 estados alemanes, con la inclusión posterior de Baden y Wurtenberg. Esta constitución, en su redacción final, fue aprobada por unanimidad el 8 de junio de 1820 por el Bundestag de la Confederación.

A partir de esos momentos y hasta las guerras de unificación de 1866-1871 (pasando por el período revolucionario de 1848, y otros conflictos), hubo una tendencia común: la búsqueda de un estado nacional alemán. Pero si el objetivo era común, no lo eran los medios ni las razones que había detrás de ese objetivo final. El conflicto de intereses se dio principalmente entre Prusia y Austria.

El reino de Prusia pertenecía a la Confederación Germánica sólo con los territorios que habían pertenecido anteriormente al Reich, es decir, quedaban fuera las provincias prusianas de Posen (Posen, Bromberg), de Prusia Occidental (Danzig, Thorn) y de Prusia Oriental (Königsberg, Tilsit, Allenstein).

Por su parte, el imperio austriaco pertenecía a la CG con los territorios que durante siglos habían pertenecido al viejo Reich, como Bohemia (Praga, Pilsen, Karlsbad), Moravia (Brno, Olmütz, Nikolsburg) y la Silesia austriaca (Teschen), quedando fuera sus territorios del Véneto, Hungría y Galizia.

El rey de Dinamarca pertenecía a la CG en tanto en cuanto era soberano del Ducado de Holstein y Lauenburg, pero el Ducado de Schleswig -unido "indivisiblemente para siempre" al Ducado de Holstein desde hacía siglos y poblado en su parte meridional por alemanes- no formaba parte de la CG.

El rey de Holanda también formaba parte de la CG como soberano del Gran Ducado de Luxemburgo. Desde 1839 lo sería además por el Ducado de Limburg (Maastricht).

Prusia no deseaba, en principio, la unificación por motivos que no vienen ahora al caso. Austria quería la unificación bajo su dirección, y en el resto de estados alemanes había quienes querían una gran Alemania (que incluía a Austria) y quienes querían una "pequeña" Alemania (sin Austria).

Con las diferencias políticas insalvables entre Dinamarca, por una parte, y Prusia y Austria, por otra, y a continuación entre Austria y Prusia, comenzarían las guerras de unificación en 1866-1871 (Prusia y Austria contra Dinamarca, luego Prusia contra Austria; después la Confederación de Alemania del Norte, constituida por Prusia en 1867 tras disolver la Confederación Germánica, contra Francia). En 1871 se creaba el II Reich.

Hay un libro muy bien documentado de Joaquín Abellán, Nación y Nacionalismo en Alemania: La “cuestión alemana” (1815-1990), Editorial Tecnos, Madrid 1997, de donde he extraído los datos anteriores, cuya lectura recomiendo para comprender mejor lo que acaeció en la Alemania de Hitler en el aspecto aquí tratado.

En la Red también se encuentra una información más o menos adecuada: por ejemplo
http://www.monografias.com/trabajos6/la ... html#norte

Saludos cordiales
José Luis
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Dom Feb 25, 2007 2:08 pm

Breve historia de Austria desde 1918 hasta el Anschluss
Por el profesor Juan Luis Pan-Montojo González.


La república de Austria9

El emperador austríaco Carlos dirigió al país un manifiesto el 16 de octubre de 1918 anunciando la derrota y pidiendo que se mantuviera la calma hasta que se negociaran las condiciones de paz con los aliados. Su intervención no hizo más que acelerar la descomposición de la Monarquía Dual. Diferentes comités nacionales, integrados por nacionalistas, se hicieron cargo del poder en las diversas provincias. Los alemanes del Imperio, ante la evolución de los acontecimientos, convocaron una asamblea provisional del "estado independiente de la Austria alemana" el 21 de octubre. Esta asamblea, integrada por los parlamentarios alemanes que habían sido elegidos en 1911, eligió un gobierno provisional de coalición, presidido por el socialdemócrata Karl Renner como canciller y con el también socialdemócrata Víctor Adler como ministro de Asuntos Exteriores. A la muerte de Adler, pocos días después, le sucedió en el cargo otro miembro del partido: Otto Bauer. El gobierno provisional coexistió con un último gobierno imperial hasta la renuncia "a la participación en los asuntos públicos", que no abdicación, de Carlos, el 11 de noviembre. Al día siguiente la asamblea instauró la república "como parte constituyente de la República Alemana". En febrero de 1919, se celebraron elecciones, ganadas por los socialdemócratas (72 escaños), seguidos de los cristianos-sociales (69) y los nacional-alemanes (26), junto con otros tres diputados de partidos pequeños.

El Gobierno se enfrentó a un panorama muy difícil. Al caos económico y a la destrucción bélica, y a la agitación de socialistas radicales y comunistas, se sumó el hecho de que no se sabía cuáles eran las fronteras del país ni en qué términos se acordaría la paz. Entre mayo y septiembre de 1919 se prolongaron unas negociaciones en las que las delegación austríaca careció de margen de maniobra, resueltas en la imposición del tratado de Saint Germain. De acuerdo con los términos de éste, Austria y Hungría fueron designadas como estados sucesores de Austria Hungría y por lo tanto responsables de las "culpas" de la difunta Monarquía Dual. Austria tuvo que aceptar en primer lugar la "culpa" por el inicio de la Guerra, por lo que debía hacer frente a reparaciones económicas a los aliados y desarmarse, reduciendo su ejército a un máximo de 30.000 soldados profesionales. Además se prohibió su integración en Alemania (solución que el presidente estadounidense, en coherencia con su principio de autodeterminación de las nacionalidades no veía con malos ojos, pero que los franceses rechazaron de forma terminante), salvo que lo autorizara la Sociedad de Naciones, autorización que resultaba prácticamente imposible. Las fronteras del nuevo Estado fueron fijadas también en flagrante contradicción con la idea de autodeterminación nacional. El Tirol del Sur, la parte de esta región que se hallaba situada en la vertiente sur de los Alpes -al otro lado del puerto del Breñero (Brennerpass)- fue cedida a Italia, en contra de la voluntad de sus habitantes germanófonos: el conjunto del Tirol proclamó su independencia y su integración en Alemania en un intento de evitar su división, pero los aliados impusieron las nuevas fronteras. También pasaron bajo el control de la nueva república checoslovaca el conjunto de los territorios germanófonos de los Sudetes (Sudeten) y algunos municipios de población lingüísticamente mixta de la Baja y la Alta Austria, lo que dejó dentro del territorio checoslovaco una minoría alemana de 3,1 millones en un estado de 11,8 millones de habitantes. Mejor suerte corrieron los alemanes de Carintia y Hungría Occidental (Burgenland), donde se permitió la celebración de plebiscitos que se resolvieron a favor de la pertenencia a Austria. También hubo problemas en la provincia de Voralberg, en la que se manejó la adhesión a Suiza primero, y la integración en Alemania después, aunque finalmente Viena logró retener el territorio.

A lo largo de 1919, mientras se negociaba en París, el gobierno austríaco se enfrentó a la subversión de los comunistas y sobre todo de los consejos de trabajadores y soldados, impulsados por la revolución en Baviera y Hungría. El gobierno pudo controlar la situación mediante la organización del Volkswehr (ejército del pueblo) y el control de los consejos de trabajadores por medio de los sindicalistas socialdemócratas. Pero el coste de las luchas internas y del difícil proceso de paz fue un debilitamiento del gobierno de coalición entre socialcristianos y socialdemócratas, que finalmente se rompió en 1920, dejando paso a un gobierno de gestión hasta las elecciones de octubre de ese año, que tuvo tiempo de pactar una constitución de compromiso entre las posiciones federalistas de la derecha y las centralistas de la socialdemócratas. Según el texto consitucional, el sistema político tendría su eje en un parlamento, formado por una cámara baja elegida por sufragio universal (Nationalrat) y con representación proporcional y una cámara alta (Bundesrat) integrada por representantes de las nueve provincias (Alta Austria, Baja Austria, Viena, Burgenland, Estiria, Carintía, Salzburgo, Tirol y Voralberg), dotada de veto suspensivo sobre la legislación aprobada por la primera. El presidente de la República sería elegido por ambas cámaras reunidas en asamblea nacional y contaría con poderes limitados (una fórmula sustituida en 1929 por la elección directa del presidente y la ampliación de sus poderes).

En las elecciones de octubre de 1920, ya bajo la nueva constitución, los socialdemócratas perdieron el primer lugar, ocupado por los Socialcristianos, aumentando la representación de los pangermanistas (Grossdeutsche Volkspartei) y accediendo al parlamento con ocho escaños el Partido Campesino (Landbund).


9. Barbara Jelavich, Modern Austria. Empire and Republic, Cambridge, CUP, 1987.


Continúa...

Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Erich Hartmann
Miembro fundador
Miembro fundador
Mensajes: 3644
Registrado: Lun Jun 13, 2005 4:15 am
Ubicación: Deutsches Reich
Contactar:

Mensaje por Erich Hartmann » Dom Feb 25, 2007 2:25 pm

Entre 1922 y 1932, la vida política austríaca estuvo dominada por el social-cristiano Ignaz Seipel (quien sólo estuvo fuera de la cancillería entre octubre de 1923 y diciembre de 1924 y a partir de finales de 1929). El gobierno con o sin el líder socialcristiano tuvo que hacer frente a la indefinición nacional de un país creado sin apoyo popular y sobre todo al enorme coste económico de la destrucción del Imperio, que segmentó un espacio hasta entonces integrado, creando enormes dificultades en la Austria macrocefálica, carente de materias primas y cuyas finanzas estaban sobrecargadas por el peso de las reparaciones. Seipel logró préstamos extranjeros a cambio de control político y de la renuncia a la Anschluss (unión con Alemania) durante 20 años. Estos préstamos y las medidas de estabilización interna detuvieron la inflación y pusieran las bases de un moderado crecimiento económico, pero condujeron a que la república coexistiera con un elevado desempleo. La situación política tampoco mejoró. La radical oposición entre los dos partidos de derecha (los socialcristianos y los pangermanistas) y el gran partido de la izquierda (los socialdemócratas), que fue aumentando sus apoyos populares y gobernó de modo constante el ayuntamiento de Viena, desbordaba las aparentemente radicales distancias ideológicas: la derecha instrumentalizó las fuerzas semi-ofíciales del Heimwehr, frente a las que los socialdemócratas crearon, tras la disolución del Volkswehr en un ejército regular, la Republikanischer Schutzbund, con lo que existían dos fuerzas armadas enfrentadas y con un elevado potencial conflictivo.

En abril de 1929, Seipel abandonó por voluntad propia la cancillería, aunque siguió siendo el hombre clave de los Socialcristianos. A partir de ese momento se inició el rápido declive de la estabilidad política, causada por la radicalización del Heimwehr, la división de la derecha y la incapacidad de la izquierda para hacerse con el poder, en el nuevo contexto crítico de la Gran Depresión. En mayo de 1930 el Heimwehr hizo público un programa, que en buena medida seguía las propuestas del fascismo italiano, rechazando tanto la democracia parlamentaria como el capitalismo, y afirmó su voluntad de conquistar el poder por las armas. Frente a esa declaración, los partidos de derecha se dividieron, pues mientras unos apoyaron al Heimwehr como un mal menor frente al socialismo, otros lo rechazaron como una amenaza al Estado. Las últimas elecciones libres del período de entreguerras, el 9 de noviembre de 1930, tuvieron como resultado un parlamento dividido entre los socialdemócratas (72 escaños), los socialcristianos (66), el partido del Heimwehr (8 ) y la alianza de los pangermanistas y los agrarios, en el Bloque Económico Nacional (19). Se formó un gobierno de coalición entre el Bloque Económico Nacional y los socialcristianos, dirigido por Schober, dirigente de los primeros. El nuevo gobierno negoció en 1931 con Alemania una unión aduanera para hacer frente a la crisis. Todos los vencedores de la Primera Guerra Mundial se resistieron y denunciaron el tratado ante el Tribunal de La Haya. Pero además Francia retiró sus fondos de los bancos austríacos, provocando la suspensión de pagos del Creditanstalt, la mayor caja de ahorros austríaca. La situación condujo a una serie de crisis gubernamentales, inestabilidad que se vio agravada por un intento de conquista violenta del poder por parte del Heimwehr en septiembre de 1931 y luego por el éxito de los nazis en las elecciones municipales en abril de 1932. Al mes siguiente accedió a la cancillería Engelbert Dollfüss, un socialcristiano que, como su partido en conjunto, se había ido inclinando cada vez más hacia el rechazo de la democracia. En marzo de 1933, aprovechando una confusa situación legal en el parlamento producida por la dimisión de su presidente y sus vicepresidentes, el canciller aprovechó para poner fin a la vida parlamentaria. De inmediato empezó a construir un régimen autoritario, concentrando en su persona el poder y limitando los derechos civiles y políticos. Con el apoyo del Heimwehr, dirigido por un nuevo grupo de líderes tras al fracasado golpe de 1931, de la Iglesia y de la Italia fascista, Dollfüss trató mantener la independencia austríaca frente a las presiones nazis y construir un austrofascismo, católico y corporativista. Actuó frente al ascendente movimiento del NSDAP austríaco y paralelamente contra los socialdemócratas, cuyo Schutzbund fue declarado ilegal y cuyas actividades fueron fuertemente restringidas. La falta de reacción de los socialdemócratas, que no querían dar excusas a una ilegalización completa de su organización, abrió paso a un acoso constante del Partido, que culminó en mayo de 1934 con su ilegalización (tras una revuelta tardía de la Schutzbund clandestina en febrero) y la prisión o el exilio de la mayoría de sus líderes. Ese mismo mes se aprobó una nueva constitución que definía a Austria como una república alemana, católica y corporativa, mezclando elementos del fascismo y de la tradición conservadora católica. Los partidos políticos fueron suprimidos (con la excepción del Frente de la Patria fundado por Dollfüss en 1933) y el parlamento pasó a ser una cámara corporativa, en la que se sentaban los representantes de los ramos económicos oficialmente reconocidos. También en mayo de 1934 se firmó un concordato con la Iglesia Católica, que aseguró el respaldo pleno del Vaticano al nuevo régimen.

La dictadura de Dollfüss tuvo sin embargo un fin inesperado. En julio de 1934 los nazis austríacos intentaron tomar el poder (sin el apoyo directo de Berlín), una operación que se frustró pero en el curso de la cual el canciller fue asesinado. Dollíüss fue sucedido por Schuschnigg, un monárquico que no pudo restaurar a los Habsburgo, ante la fuerte oposición internacional, y que continuó con la línea de Dollfüss, oponiéndose a los nazis, reprimiendo a la izquierda y suprimiendo incluso el Heimwehr para afianzar el poder de la dictadura austrofascista. No obstante, Schuschnigg dependía del apoyo italiano y éste se desvaneció en octubre de 1936, al firmarse el tratado del Eje Roma-Berlín. A partir de ese momento las presiones de los nazis alemanes y austríacos para conseguir algún tipo de unión austro-alemana se multiplicaron. Schuschnigg reconoció que Austria era el segundo estado alemán y debía cooperar con el Reich y aceptó integrar a nazis moderados en su gobierno pero resistió las crecientes presiones hitlerianas para dar pasos más audaces como los demandados por los que defendían el Zusammenschluss, una confederación de ambos países. El 12 de febrero de 1938, Schuschnigg mantuvo una reunión en Berchtesgaden con Hitler: éste otorgó garantías de la independencia austríaca pero exigió a cambio la amnistía de los implicados en el golpe que había traído consigo el asesinato de Dollfüss, la legalización de los símbolos nazis y otras concesiones políticas, incluido el nombramiento del nazi Seyss-Inquart como ministro del Interior. Schuschnigg aceptó pero legalizó a los socialdemócratas, tratando de obtener el apoyo de la izquierda, e inició la preparación de un plebiscito a favor de la independencia austríaca que, empleando todos los recursos de su poder dictatorial, debía tener por resultado un abrumador rechazo a la unión con Alemania. Ante las noticias de la proyectada consulta se iniciaron los preparativos alemanes para ocupar Austria y se sucedieron las presiones internas y externas para evitar su realización. El 11 de marzo, tras la renuncia de Schuschnigg y al tiempo que los nazis se hacían con el control de muchas alcaldías y con el gobierno de Estiria, Hitler decidió - una vez recibió la autorización de Mussolini- dar la orden de que al día siguiente sus tropas cruzaran la frontera. No hubo ninguna resistencia y esa misma tarde Hitler entró en loor de multitudes en su país natal, que el 10 de abril de 1938 votó -con algunas irregularidades pero sin modificar en lo sustancial el sentido de la opinión popular- de forma masiva a favor de la unión. Austria, convertida en Ostmark desde 1939, se convirtió en una región más de la Grossdeutschland.


Saludos cordiales

Avatar de Usuario
Blue_Max
Miembro
Miembro
Mensajes: 400
Registrado: Lun Feb 26, 2007 2:07 pm
Ubicación: Guadalajara (España)
Contactar:

Mensaje por Blue_Max » Lun Jun 04, 2007 5:56 pm

Estimados compañeros,

Casualmente, no hace mucho publiqué en otro foro un artículo al que llamé AUSTRIA: de Versalles al "Anchluss". Desde entonces mi intención había sido traerlo a este foro, aunque fuera "autoplagiándome" y, al hilo de los comentarios que me preceden y en especial el breve pero exacto (y puntual) análisis que del período ha hecho el compañero Erich Hartmann, creo que es este el lugar idóneo para publicarlo.

De modo que, aunque casi todo está ya dicho al respecto, permitidme que haga mi aportación, si bien quizá, un poco fuera de lugar, es posible que sirva de algo.

Un cordial saludo.
"Si vas a Esparta caminante, diles que cumpliendo la Ley, hemos caído"

"Austria es sin duda el pueblo más inteligente de toda Europa; nos hizo creer que Mozart era austríaco y Hitler alemán "(En algún sitio escuché esto)

ImagenImagen

Avatar de Usuario
Blue_Max
Miembro
Miembro
Mensajes: 400
Registrado: Lun Feb 26, 2007 2:07 pm
Ubicación: Guadalajara (España)
Contactar:

Mensaje por Blue_Max » Lun Jun 04, 2007 6:05 pm

AUSTRIA. De Versalles al "Anchluss"

Tratemos entonces de hacer una breve síntesis de la situación socio - política de Austria entre los años 1.918 y 1.939, en base a los siguientes epígrafes cronológicos:

1) Antecedentes Histórico – Políticos.( hasta 1.920)
2) El desmoronamiento de la democracia parlamentaria (1.920 – 1.934)
3) Del “austrofascismo” al “Anchluss” con el Reich alemán. (1.934 - 1.939)


1.- ANTECEDENTES HISTÓRICO- POLÍTICOS.-

El nombre de Austria (Österreich – “Reino del Este”) aparece ya en documentos del año 996 ( “in vulgari vocabulo Ester (r) ichi in marchia…” ) y del año 998 ( “… in pago Osterrichi…” ). La primera cristianización del territorio tiene lugar en el Siglo VI. Posteriormente, en los siglos VII y VIII se completa esta misión evangelizadora, realizada por monjes irlandeses y escoceses.

No se comprende la importancia de un país pequeño, como lo es hoy día Austria, (con una población aproximada 8 millones de habitantes y una extensión de 83.850 Kilómetros cuadrados) si no se tiene en cuenta lo que ésta significó en el marco europeo hasta fechas bien relativamente recientes.

Por ser el país en que vivo, ya en España la dinastía Habsburgo, presenta a lo largo de la historia una notable importancia. Comienza a reinar en 1.278 y perdurará por un espacio de 640 años, hasta 1.918, fecha en que, tras la victoria de las Potencias Aliadas, el último de sus miembros se ve obligado a abdicar. En 1.452, Federico III es coronado, en Roma, Emperador del Sacro Imperio Romano. En 1.521 la casa Habsburgo se establece en España con Carlos V, nieto de Maximiliano I del Imperio Austriaco.

Al margen de esta breve reseña, no podemos olvidar su papel de árbitro en el Congreso de Viena de 1.814, con el trazado de las nuevas fronteras y delimitación de esferas de influencia en Europa.

El Imperio Austro – Húngaro.- Desde 1.527 en que se coronó en Praga como Rey de Bohemia a Fernando I (Hermano de Carlos V) haciéndose cargo ese mismo año, ante el inminente peligro de la invasión turca, del Reino de Hungría, debemos trasladarnos hasta el día 2 de enero de 1.867 cuando se reconoce la igualdad de soberanía al Reino de Hungría, unido al de Austria bajo un mismo Rey – Emperador (1) . Cada uno de los reinos cuenta, a pesar de la unión, con una Administración propia, incluso a nivel de Ministerios.

El 21 de diciembre de 1.867 se aprueba la nueva Constitución para todo el Imperio. En ella se reconoce la existencia de dos Parlamentos, uno con sede en Viena, otro en Budapest, y el establecimiento de una delegación conjunta compuesta de 60 diputados de ambos Parlamentos como órgano legislativo (2) . Con esta misma fecha se promulga la Ley Fundamental sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos, que equivale a un catálogo de derechos y libertades, similar a la lista de derechos humanos recogidos en cualquiera de las Constituciones modernas. Tan completa y tan meritoria es esta lista o catálogo de derechos que fue recogida íntegramente en la Constitución austriaca vigente hoy día.

Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, nos enfrentamos a los acontecimientos históricos que dan paso al desmoronamiento del Imperio Austro – Húngaro y al establecimiento de la I República austriaca. Por no extendernos demasiado, e incidir quizá en aspectos meramente superficiales, repasemos cronológicamente los hechos más destacables, en este período que abarca hasta 1.920:

1.916.- Fallece el Emperador Francisco José. Le sucede su hijo Carlos I.

16 de octubre de 1918.- Se promulga un Manifiesto imperial por el que se otorga libertad de autonomía a cada uno de los grupos étnicos del Imperio en su lugar de residencia. Baste decir que no tuvo mucho éxito, ya que “de facto” habían comenzado ya a formarse de un modo u otro distintos estados independientes en el seno del moribundo imperio.

21 de octubre de 1.918.- Se reúnen en el Parlamento austriaco los diputados del Reichsrat (Senado) de los territorios de habla alemana y se constituye una Asamblea Nacional provisional para la Austria – Alemana. La Asamblea, formada representantes de los distintos partidos políticos, elige tres Presidentes ( Herr Seitz,; Hausser y Dinghofer) y una Comisión Ejecutiva.

30 de octubre de 1918.- Derrocamiento de la Monarquía; Instauración de la República y establecimiento de los principales órganos del nuevo Estado, entre ellos el Staatsrat (Consejo de Estado). Se publica en el nuevo Boletín Oficial (StGBI.. 1918/1). Queda pues, establecido un nuevo Estado denominado Deutsch – Österreich (Austria – Alemana).

Por otro de los acuerdos de esa misma fecha de la Asamblea provisional (StGBI. 1918/3) queda suprimida la censura de prensa, levantándose las restricciones respecto al derecho de asociación y reunión.

11 de noviembre de 1918.- El Emperador declara en un manifiesto o proclama (Kundmachung) que reconoce todas las decisiones adoptadas por los órganos del nuevo Estado. Ello supone una verdadera abdicación formal el día en que se firma el armisticio. El día 23 de marzo de 1.1919 marcha el Emperador a Suiza y muere en Madeira en el año 1.922.

12 de noviembre de 1918.- El día siguiente a la finalización de la Primera Guerra Mundial tiene lugar la proclamación formal de la República. Se promulga una Ley de reforma del Estado y del Gobierno, y como consecuencia de ello el poder legislativo se ejercerá por una Asamblea Nacional de carácter provisional. El poder ejecutivo pasa a ser ejercido por el Consejo de Estado, compuesto por el Canciller, tres Presidentes y 20 Diputados; estableciéndose de modo expreso en el artículo 20 de la Ley de Reforma que Austria – Alemana forma parte del Reich Alemán.

16 de diciembre de 1918.- Se convocan elecciones para el día 16 de febrero de 1.919, a fin de designar 255 diputados para los 38 distritos electorales en que se divide el país y formarán la Asamblea Nacional. Elecciones de carácter general, y que se caracterizan por el sistema de voto universal, secreto, directo e igualitario.

4 de marzo de 1919.- Se reúne por vez primera la Asamblea Nacional Constituyente

14 de febrero de 1919.- Se promulgan dos leyes constitucionales, una por la que se estructura el órgano ejecutivo del poder; se disuelve el Consejo de Estado y se crea el “Staatsregierung” (Gobierno del Estado), y un número determinado de secretarios de Estado bajo la presidencia del un Canciller. La Jefatura del Estado es ejercida por el Presidente de la Asamblea Nacional.

3 de abril de 1919.- Se promulga la Ley número 209 relativa al destierro e incautación de los bienes de la Casa Real de Habsburg-Lothringen. Ley que fue modificada por otras de fecha de 30 de octubre de 1.1919; 30 de julio de 1.925 ,y 26 de enero de 1.928, recogida en su espíritu y finalidad en el “Staatsvertrag” de 1.955 (art.10.2). Conforme al artículo 2 de la citada Ley quedaba claro que en interés de la seguridad de la República, se desterraba del país no sólo al “anterior titular de la corona (“Der ehemalige Träger der Krone”) sino a todos los miembros de la Casa Habsburgo – Lorena, en tanto no hiciesen renuncia expresa de su pertenencia a dicha Casa Real y de sus consiguientes aspiraciones sucesorias y se hubiesen declarado “fieles ciudadanos de la República” (Getreue Staatsbürger der Republik). Como nota anecdótica, 1.963 Otto de Habsburgo presentó tal renuncia para poder regresar a su patria y recuperar sus derechos políticos en Austria.

3 de mayo de 1919.- Se promulga la Ley número 211 sobre suspensión de los títulos de nobleza ( “adelgetz” ) y órdenes de caballería. Su artículo 2 prohibía la utilización de tales títulos imponiéndose en caso de contravención de la misma, una penalización de hasta 4.000 chelines austriacos o arresto de hasta 6 meses. El artículo 5º indica que, no obstante la supresión de las órdenes de caballería, pueden seguir utilizándose las órdenes y condecoraciones concedidas con anterioridad.

8 de mayo de1919.- Ley (St. GBI. Núm. 257) por la que se modifica el escudo y el sello de la Nación, desapareciendo así la simbólica águila bicéfala. En sustitución de ésta figura un águila “unicéfala” que sujeta en una de sus garras una hoz y en la otra un martillo..

10 de septiembre de 1919.- La Asamblea Nacional aprueba el Tratado de Paz de St. Germain. Como consecuencia del mismo, Austria queda obligada a cumplir con importantes cesiones territoriales a Italia, Yugoslavia y Checoslovaquia, sin perjuicio del también obligado reconocimiento a las minorías étnicas que establece el apartado V del Capítulo III del citado Tratado.

Al mismo tiempo que ha de proceder, en virtud de los Tratados de Paz a una inmediata rectificación y reducción de sus fronteras, Austria debe igualmente modificar, por imposición de las potencias vencedoras el nombre libremente elegido por sus representantes: Austria – Alemana (“Deutsch – Österreich”). Se prohíbe el uso de este adjetivo y pasa a denominarse exclusivamente “Austria”. De igual modo, se prohíbe expresamente toda posibilidad de anexión con Alemania, estableciéndose las necesarias y consiguientes limitaciones a la organización, estructura y tamaño del ejército austriaco.

Septiembre 1.919 / junio 1.920.- Es el período de gobierno de Coalición entre los dos partidos austriacos mayoritarios: Socialistas (Partido Social – Demócrata) y católicos (Social – Cristianos), liderados por Otto Bauer e Ignaz Seipel respectivamente.

1º de octubre de 1920.- Se aprueba la nueva Constitución de la República, sobre un texto redactado inicialmente por Hans Kelsen, y que será modificada posteriormente en 1.925 y 1.929.


(...Continúa...) :arrow:

_____________________________________
Fuente.- Rudolf Hoke. Prof. Historia de la Universidad de Viena. Síntesis de los apuntes de clase editados en ciclostil (bella palabra de gratos recuerdos para muchos de nosotros) bajo el título "Österrichische Verfassungs und Verwaltungsgeschichte", Viena 1.985)

(1) Francisco José es coronado como Rey de Hungría el 8 de junio de 1.867
(2) La participación de los gastos de ambas delegaciones, que en un principio fue fijada con un 70% para Austria y el 30% para Hungría, pasó luego a ser de un 36,4% para Hungría y del 63,6% para Austria.
"Si vas a Esparta caminante, diles que cumpliendo la Ley, hemos caído"

"Austria es sin duda el pueblo más inteligente de toda Europa; nos hizo creer que Mozart era austríaco y Hitler alemán "(En algún sitio escuché esto)

ImagenImagen

Avatar de Usuario
Blue_Max
Miembro
Miembro
Mensajes: 400
Registrado: Lun Feb 26, 2007 2:07 pm
Ubicación: Guadalajara (España)
Contactar:

Mensaje por Blue_Max » Lun Jun 04, 2007 6:19 pm

2.- El Desmoronamiento de la Democracia Parlamentaria (1.920 – 1.934)

Para tratar de comprender este significativo período de la Historia de Austria me serviré de la obra de Karl. J Newmann, titulado “Zerstörung und Selbstzerstörung der Demokratie”. Colonia, 1965. Este libro tiene por objeto relatarnos las causas socio – políticas y económicas que llevan a Austria a la situación por todos conocida de 1.938, que desemboca en su anexión al Reich alemán, y que trataré en el siguiente y último epígrafe.

Tras la Primera Guerra Mundial Austria queda reducida a un pequeño Estado con una población de seis millones y medio de habitantes. Pese a ello y a diferencia de la situación previa a la Gran Guerra, ahora es un país homogéneo en su lengua, en su historia e incluso en su religión. No obstante, las consecuencias de la desmembración del Imperio y la derrota de 1.918 han convertido a Viena, su capital, en una ciudad inundada por funcionarios en paro, aristócratas arruinados, militares licenciados forzosamente, etc. A esta situación social hay que añadir una progresiva y brutal inflación que afecta principalmente a la clase media. Otro dato sociológico importante y que a la larga tendrá sus consecuencias, es que la mayoría de los funcionarios del extinto Imperio eran Alemanes, de raza y lengua alemana, en los que pervive y se mantiene, ahora con mayor fuerza, un deseo de anexión de su país con la vecina Alemania.

Es innegable la repercusión que en las sociedades tiene en todo momento el factor y circunstancias económicas que las rodean. Newmann, hace especial hincapié, en su obra, en el descenso del nivel moral en la sociedad austriaca de los años veinte, especialmente en el sector comercial y bancario. No podemos olvidar que en aquéllos años Europa registra una fuerte depresión económica, un desplome de las bolsas, a lo que se añade el “crack” bursátil y bancario de 1.929; todo ello con la consiguiente e inevitable depreciación de la moneda.

Junto a todos estos factores, que ya de por sí son suficientes, Newmann hace referencia a otro dato sociológico que él mismo considera de primera magnitud y por ser fiel a la fuente citaré. Dice el autor: “… Am Bakgeschäft waren viele Juden beteiligt…”, es decir, “… en el sector bancario había muchos judíos…”. La consecuencia que Newmann extrae de ello no es otra que, a ojos de muchos ciudadanos y campesinos austriacos, se hacía responsables a los judíos de muchos de los males públicos de la postguerra. El hecho de que también los dirigentes socialistas, así como entre los “nuevos ricos” se encontrase un significativo número de miembros de la comunidad judía del país (austríacos judíos) fue un elemento que facilitó avivar la chispa del antisemitismo en Austria. Como dato anecdótico y “tirando” de hemeroteca en la red, el corresponsal del diario “El País” (España) escribía el día 25 de enero de 1.985, en una crónica sobre Austria, con motivo del regreso a su patria del nazi Walter Reder después de 34 años de prisión en Italia: “El alemán es un buen nazi y un mal antisemita. El austriaco es un mal nazi pero un buen antisemita” (en fin)

En cuanto a la situación concreta de la actividad política en Austria, tanto en el Parlamento como en la calle, la opinión pública se encontraba realmente dividida y los resultados electorales obligaban a gobernar en coalición a Socialistas y Católicos. Los comunistas por su parte, y a diferencia de sus vecinos alemanes, no quisieron o no se atrevieron a poner en marcha su maquinaria revolucionaria y con ello evitaron organizar revueltas armadas a raíz del desastre de 1.918, ni siquiera aprovechando la coyuntura psicológica tan inmediata de la Revolución Rusa y las experiencias alemanas, o precisamente por esto último, y quedasen a la “espera” a la vista de la experiencia sufrida en Munich tras el frustrado intento revolucionario bolchevique de 1.919 (“Räterepublik”) (como cita, y respecto de los acontecimientos vividos en Alemania en 1.918 - 1.919, aprovecho este punto para recomendar a todos los que no hayan tenido la oportunidad de leerlo una obra que resumo como breve y magistral: "La Revolución alemana de 1.918 - 1.919", Sebastian Haffner. Y hago hincapié en esta recomendación pues se ha vuelto a publicar en 2.005 en castellano por Inédita Editores)

La mayoría de los estudiosos de la historia política austriaca de aquéllos años coinciden en afirmar que si los socialistas, (encabezados por Victor Adler, Otto Bauer y Max Adler) y Católicos (representados fundamentalmente por el prelado Ignaz Seipel), hubieran llegado a entenderse, en vez de desgastarse mutuamente con las continuas campañas anti – clericales y anti - marxistas que se vieron, es muy probable que no se hubiera dado la posibilidad de jugar papel político alguno a los representantes de un exacerbado nacionalismo aleman, los pangermanistas, y con ello evitar dejar entreabierta la puerta al nazismo que venía desde la vecina Alemania.

Muy al contrario, la real situación política dio pie a la formación de gurpos políticos armados. De un lado, la “Republikanischer Schutzbund”, vinculada a los socialistas; de otro lado, la “Heimwehr”, que se nutría y representaba a los nacionalistas. Ello inevitablemente dio lugar a múltiples enfrentamientos armados. Fruto de éstos, en 1.927 se registra una víctima mortal, un militante socialista. Al juzgar los hechos, el jurado otorga un veredicto de inocencia a los acusados, que no eran otros que los nazis. Como respuesta a la Sentencia los socialistas prenden fuego al Palacio de Justicia, con lo que los dirigentes socialistas ven que ya no están en condiciones de controlar a sus seguidores y de que tanto unos como otros (socialistas y nacionalistas) no están dispuestos en modo alguno a aceptar pasivamente una convivencia pacífica dentro del juego democrático.

Mientras todos estos hechos tienen lugar, la presión psicológica desde el exterior comienza a sentirse con fuerza. Desde Baviera y desde los Sudetes (Checoslovaquia), el partido nacional – socialista (NSDAP) se hace sentir sobre propios y extraños, con su peculiar manera de hacer las cosas. Por otro lado, desde la también vecina Italia, se siente el Fascismo, y con ello la corriente corporativista prende en el seno del partido Cristiano – social austriaco. Me atrevería añadir, que dentro del pensamiento de éstos últimos, tienen un notable impacto las encíclicas papales “Rerum Novarum” (1.891) y “Quadragesimo Anno” (1.931), como refuerzo de las ideas de reforma social del grupo católico frente a las soluciones marxistas.

Ya en 1.932 la mayoría socialista es tan exigua en el espectro político austriaco que el día 4 de marzo de 1.932 el socialista Karl Renner prefiere dejar la Presidencia del Consejo Nacional para con ello poder votar a su propio partido, y darle al menos “un voto”.

La dimisión de Karl Renner significa el fin de la vida parlamentaria. El nuevo Gobierno del partido Cristiano con el Canciller Dollfuss inicia el período que algunos tratadistas denominan “austro – fascismo” y que es el que personalmente adopto para el epígrafe siguiente y último. Pero meses antes de que esto sucediera, y en el intento de frenar el creciente auge del partido nazi en Austria, los socialistas habían sugerido a los Cristiano – Sociales un Gobierno de coalición. Ante una oferta tan, en mi opinión “acertada” como necesaria, Dollfuss se mostró inflexible, en pago a la negativa reiterada de los socialistas a apoyarle en su gestión de gobierno en la etapa anterior, cuando aún existía un verdadero equilibrio de fuerzas en el Parlamento. Un error de tacto político que trajo funestas consecuencias.

Por el contrario, lo que se hace es ordenar la disolución del Partido Socialista Austríaco (SPÖ), y se encarga a Otto Ender la preparación de una nueva Constitución que será promulgada por el Gobierno el 1º de mayo de 1.934 (Este texto constitucional consta de 182 artículo, pero creo innecesario y quizá desmedido a los objetos de este “tópic”, por ahora, hacer un análisis de la misma, si bien debo reconocer que "no tiene desperdicio").

En febrero de 1.934, en Linz, la organización socialista armada (“Schutzbund”) se opone a que la fuerza pública lleve a cabo un registro en sus locales. Tienen lugar fuertes choques armados entre el “Schutzbund” y la “Heimwehr”. Los socialistas convocan una huelga general, y se organizan fuertes barricadas en los barrios periféricos de Viena. A la vista de la situación el Ejército se ve obligado a intervenir, empleando incluso piezas de artillería contra los huelguistas. Así las cosas, el máximo dirigente socialista Otto Bauer, huye a Checoslovaquia.

El 24 de abril de 1.934 se convoca al Consejo Nacional (“Nationalrat”), y se promulga el día 1º de mayo la nueva Constitución que durará hasta el “Anschluss” de 1.938. Los diputados socialistas son excluidos de las votaciones y la denominación de “Estado Federal” sustituye desde ahora al de “República”.

(...continúa...) :arrow:
"Si vas a Esparta caminante, diles que cumpliendo la Ley, hemos caído"

"Austria es sin duda el pueblo más inteligente de toda Europa; nos hizo creer que Mozart era austríaco y Hitler alemán "(En algún sitio escuché esto)

ImagenImagen

Avatar de Usuario
Blue_Max
Miembro
Miembro
Mensajes: 400
Registrado: Lun Feb 26, 2007 2:07 pm
Ubicación: Guadalajara (España)
Contactar:

Mensaje por Blue_Max » Lun Jun 04, 2007 6:26 pm

3.- Del “Austrofascismo” al “Anschluss” (1934 – 1938)

Engelbert Dollfuss (1.892 – 1.394) sucedió en la Cancillería a Burech, tras la dimisión de Karl Renner como Presidente de Consejo nacional, en mayo de 1.932. Pese a que como Canciller sólo ejerce el cargo durante dos años, pues es asesinado por los nazis en 1.934, en este período de tiempo deja sentadas las bases que concluyen en los hechos que precipitan la anexión de Austria al III Reich en 1.938.

Sobre la base de la imposibilidad de una acción parlamentaria consecuencia del enfrentamiento continuo entre los dos partidos enemigos (de los que he hablado en el “epígrafe” anterior), y la rápida expansión del nacionalsocialismo en Austria, Dollfuss viene a crear una situación de poder y gobierno autoritario que unos han denominado “Austrofascismo” y otros “Estado corporativo cristiano”, como única alternativa, a su parecer.

Mediante la creación de las denominadas “Cuadrillas de Acción Austriaca” o la misma “Guardia Patriótica” trata de renovar su partido, y estabilizar la situación política empleándolas en la lucha contra el nacionalsocialismo interior y exterior, pero al tiempo muy convencidas de un antimarxismo tan radical que implicaba necesariamente la aniquilación de la socialdemocracia del espectro político nacional.

El Austrofascismo pues, partiendo tanto de las “Cuadrillas de Acción Austriaca” como de las “Guardias Patrióticas” que simpatizaban con el vecino Fascismo italiano, se constituye como una alianza entre el catolicismo autoritario y una forma de poder duro y eficaz opuesto tanto al nacional – socialismo como al marxismo. Y son éstas las características políticas que reinan en el país hasta 1.938.

El ascenso de Hitler al poder en 1.933 tiene una notable repercusión en la política de este pequeño vecino, pues si bien ya tenían suficientes problemas para formarse, establecerse y actuar como nación independiente, vino a sumarse la necesidad de luchar contra una Alemania que a todas luces propugnaba por la anexión. Y estos son los parámetros entre los que tuvo que moverse el Canciller. Pese a su convencimiento y decisión primeros a favor de la unidad, se vio obligado a luchar contra el tipo de “unidad” que amenazaba con imponerse, esto es, la mera anexión, que implicaba la pérdida de su propia soberanía como Estado.

La política de Dollfuss a lo largo de 1.933, y por resumirlo del modo más breve posible, no es sino un titánico esfuerzo por evitar la presencia constante de Alemania tendente a anular la existencia de Austria. Y siendo la anexión, la pretensión y deseo de gran parte del pueblo sólo pudo evitarse mediante el recurso a procedimientos “dictatoriales”. Así en marzo de 1.933, tras la dimisión del Presidente Miklas, Dollfuss se convierte en el dictador de la nación. Restringiendo libertades, prohibiendo reuniones públicas y gobernando mediante Decretos – Leyes, a fin de reducir la oposición de los socialistas mediante la fuerza, y llegando a la disolución de la “Shutzbund” socialista de Viena, como ya dijimos anteriormente.


La proximidad, no sólo geográfica, sino también personal entre Dollfuss y Mussolini hizo que la nueva dictadura austriaca potenciara sus matices resueltamente fascistas. Así, vino a aplicar los procedimientos políticos del Duce, proclamó expresamente la amistad italiana y en particular la de su Dictador. Férreo defensor de la independencia austriaca frente a Alemania, impuso a los funcionarios del Estado un juramento de fidelidad a las Leyes de la República donde expresamente se debía jurar la no pertenencia a “sociedad alguna extranjera de finalidades políticas”, en clara referencia o condena de las pretensiones y tesis de los nacionalsocialistas.

Esta lucha contra el nacionalsocialismo hizo que acabara por declararlo ilegal. Pero comoquiera que los nazis no tenían intención de abandonar sus intereses sobre Austria, Dollfuss optó por recurrir a la colaboración de potencias europeas al mismo tiempo amigas de Austria y opuestas o al menos preocupadas por el auge del nacionalsocialismo. De este modo procedió a enviar sendas notas a los Gobiernos de Inglaterra, Francia e Italia anunciándoles la creación de un cuerpo auxiliar de defensa, que fue aceptado por todos, con la única condición de no contravenir las cláusulas del Tratado de Saint Germain. Mientras esto tenía lugar, tomó medidas para proteger las fronteras con Alemania, mientras el territorio nacional era sobrevolado continuamente por aviones alemanes que sembraban de propaganda nazi y hostil a Dollfuss las calles de Austria, y complementándose con la difundida continuamente desde la radio de Munich.

Esta oposición frontal al nacionalsocialismo quedó coronada con la visita de Dollfuss a Mussolini en Riccione, en agosto de 1.933. En ella, y pese a la progresiva identificación formal entre el nacionalsocialismo y el fascismo, Mussolini reafirmó ante el Canciller austriaco su “identidad de criterios”, y la necesidad de una Austria independiente en el corazón de Europa central. Todo ello quedó rubricado con el ofrecimiento formal del Duce de apoyar incondicionalmente a Austria.

Esta política de tensión continua fue creciendo hasta que el día 25 de julio de 1.394 Dollfuss es asesinado por los nacionalsocialistas. Su sucesor en la Cancillería Schnuschnnigg, a la vista de las circunstancias opta por intentar llegar a establecer una coexistencia pacífica con el Reich alemán.

Desde este punto los acontecimientos se desarrollan según la siguiente cronología.

11 de julio de 1.936 Primer acuerdo austro – alemán de Berchtesgaden, celebrado entre Schuschnigg y Hitler. El preámbulo del mismo manifiesta que tal acuerdo se establece sobre un plano de igualdad de ambos Estados alemanes y se acuerda igualmente, “configurar de nuevo de forma normal y amistosa, sus relaciones”.

Los puntos de este acuerdo se reducen a tres:

1) El gobierno del Reich alemán reconoce la plena soberanía del Estado Federal de Austria.

2) Uno y otro Gobierno consideran la existente configuración política interior incluyendo la cuestión del nacional – socialismo austriaco como un asunto interno del otro país, no inmiscuyéndose ni de forma directa ni indirecta.

3) El Gobierno austriaco mantendrá una política basada en el hecho de que Austria se reconoce como un Estado Alemán.

En el mismo día de la firma del Acuerdo, el canciller austriaco Dr. Schuschinigg pronunció una alocución en la que entre otras cosas dijo: “Nosotros los austriacos somos alemanes y tenemos un país alemán”. Más adelante recordó las palabras pronunciadas por él en el Parlamento, el día 29 de mayo de 1.936: “Austria no ha dejado nunca lugar a dudas y no lo hará en el futuro, mientras vivamos, de que se reconoce como Estado alemán”.

Alemania en ese momento ejerce una gran fuerza centrípeta sobre Austria. Vive unos años de “resurgimiento” aparente, no sólo económico sino también en cierta medida “moral”. Es la época de los constantes éxitos del régimen de Hitler, y cuenta con el clamor popular. La población austriaca, alemana de origen y espíritu, que vive en un país también vencido y derrotado, tiene una tendencia natural a unirse a Alemania, incluso después de la derrota militar, en lugar de pugnar por su independencia o aislamiento. Los dirigentes políticos austriacos, sin embargo, que lo desearon en 1.918, se resisten ahora como pueden a esa tendencia natural, convertido en ferviente deseo, a partir del resurgimiento alemán.

En sus conversaciones con Hitler, Schuschnigg trata por todos los medios de conservar la independencia de Austria; al reconocimiento de su soberanía por parte de Alemania. A los ojos de los gobernantes austriacos, la unión con Alemania ya no supondría una unión dentro de la gran nación alemana. En la situación de 1.936 veían claro que se trataría mas bien de una inserción en la corriente ideológico – política del régimen nacional-socialista, como así fue al final. Hitler sabía que esa fuerza centrípeta de Alemania sobre la población austriaca era inicialmente irresistible.


12 de febrero de 1.938.- II Acuerdo de Berchtesgaden.

Si a la situación descrita en la época del primer acuerdo austro-alemán de 1.936, añadimos los éxitos políticos y económicos del régimen de Hitler entre 1.936 y 1.938, podemos llegar a hacernos una idea de la débil posición del canciller austriaco frente a un Hitler, también austriaco, y con un partido político potente y exultante de fervor, dentro de la misma Austria. Las conversaciones en Berchtesgaden el 12 de febrero de 1.938 tenían, necesariamente, carácter de ultimátum, como fácilmente se deduce del comunicado conjunto que firman Hitler y Ribbentrop por parte alemana, y Schuschnigg y G. Schmidtt por parte austriaca:

“I.- Como resultado del profundo cambio de impresión celebrado hoy entre el Führer y el Canciller del Reich y el Canciller Federal Dr. Schuschnigg, se acuerda dar a la prensa de ambos países el siguiente comunicado conjunto:

II.- El Canciller Federal tiene previsto adoptar las siguientes medidas, respecto a las cuales transmitirá una respuesta definitiva y vinculante antes del próximo martes 15 de febrero de 1.938.

1) El Gobierno de Austria tratará con el Gobierno alemán, por vía de intercambio diplomático, las cuestiones de política exterior que afecten ambos países (…) Austria prestará su apoyo moral, diplomático y político a los deseos y acciones del Reich Alemán, cuando lo solicite y en la medida de las posibilidades de cada momento.

El Gobierno del Reich adopta el mismo compromiso respecto al Gobierno Federal austriaco

2) El Canciller General Austriaco se declara dispuesto a incorporar al Consejero de Estado Dr. Seyss – Inquart en su Gobierno, encargándole de la seguridad del Estado.

3) El Canciller Federal declara que el nacional-socialismo austriaco tendrá fundamentalmente la posibilidad de actuación legal dentro del marco del frente patriótico y de las demás instituciones austriacas. Esta actividad tendrá lugar sobre la base de la Constitución y en plano de igualdad con los demás grupon.

Al consejero de Estado Dr. Seyss –Inquart le corresponde el derecho y el deber de ocuparse y de adoptar las medidas oportunas para que la actividad de los nacional-socialistas se desarrolle en el sentido antes mencionado.

4) El Gobierno Federal austriaco promulgará una amnistía general e inmediata para todas aquéllas personas en Austria, condenadas a consecuencia de su actividad nacional-socialista. A aquéllas personas cuya permanencia en Austria resulte inconveniente para las buenas relaciones de ambos Estados, después de estudiar cada caso concreto y de común acuerdo ambos Gobiernos, se les hará trasladar a su residencia a territorio del Reich.

5) Se anularán todas aquéllas medidas discriminatorias aplicadas en el campo de las pensiones, seguros o subsidios debido a actividades nacional-socialistas, e igualmente en el campo de la enseñanza prometiéndoseles su reparación.

6) Se eliminará toda discriminación contra los nacional-socialistas.

7) La puesta en práctica de la “paz de Prensa” acordada entre los dos Gobiernos quedará asegurada por la inserción del Dr. Wolf en un lugar adecuado del Servicio Oficial de prensa.

8 ) Las relaciones militares entre la Wehrmacht alemana y austriaca quedan aseguradas por las siguientes medidas:

a) La sustitución del General Jansa por el General Böhme.
b) Intercambio planificado de oficiales (hasta 100)
c) Conversaciones regulares de los Estados Mayores.
d) Estrechar los lazos científicos y amistosos

9) Se eliminará y se subsanará con efectos retroactivos toda discriminación contra los nacional-socialistas, especialmente en su admisión y prestación del Servicio Militar.

10) Se preparará la intensificación del tráfico comercial entre Austria y Alemania. A este respecto se colocará el Dr. Fischbock en un puesto adecuado.

El Canciller Federal se declara dispuesto a llevar a cabo, no más tarde del día 18 de febrero de 1.938, las medidas acordadas en el apartado II.1, 4, 5, 7, sujeto al comunicado definitivo convenido en dicho apartado.

III.- El Gobierno del Reich reconoce que el futuro ministro austriaco del Interior, Dr. Seyss-Inquart es la única persona competente para la realización del apartado II.2 de este protocolo. El Gobierno del Reich adoptará las medidas oportunas que eviten toda intrtomisión de los órganos de la prensa alemana en los asuntos internos de Austria. En caso de divergencias de opinión sobre la interpretación del apartado II.2 de este Acuerdo, se llevarán las negociaciones exclusivamente a través del ministro Herr Seyss-Inquart".


Como podemos ver el Canciller austriaco trata de salvar lo que puede de la soberanía política de su país, cediendo no obstante la mayor parte de esta, en un intento desesperado de retardar lo más posible la inevitable absorción por parte del III Reich. Se compromete a entregar la cartera ministerial más importante, la de Interior, a un nacional-socialista designado por Hitler. Asimismo se compromete a insertar en el Servicio Oficial de Prensa a un delegado nacional-socialista y sustituir a un general ferviente opositor al régimen de Hitler, por otro simpatizante, amén de una amnistía general para todos los nazis encarcelados o procesados. Y todo ello, en un plazo máximo de seis días.

Como contrapartida, Austria sólo logra que Hitler todavía siga reconociendo a Austria su condición de Estado soberano e independiente. En realidad ésta ya ha dejado de serlo, se ha convertido en un Estado dependiente de Alemania, vinculado a través de personas directamente designadas por Hitler.

En la organización de este encuentro entre Hitler y el Canciller austriaco tuvo un papel muy importante Franz von Papen. Así lo reconoce en un informe del 14 de febrero de 1938 el ministro alemán de Esteriores, Von Ribbentrop y el mismo comunicado oficial del Gobierno austriaco.

Así las cosas el día 16 de febrero de 1.938 Seyss-Inquart es nombrado Ministro del Interior y el Dr. Glaise-Horstenau, Secretario de Estado.

9 de marzo de 1.938.- El Canciller austriaco anuncia, durante un discurso pronunciado en Innsbruck, su decisión de convocar un referéndum sobre la independencia de Austria.

11 de marzo de 1.938.- Ante la amenaza de invasión por parte de Alemania, Schuschnigg renuncia a la convocatoria de referéndum y dimite de su cargo como Canciller.

El Presidente Miklas, por presión alemana, se ve obligado a nombrar a Syess-Inquart nuevo Canciller Federal, que establece un Gobierno compuesto por ministros nacional-socialistas. Es el último Gobierno austriaco formando parte de un Estado soberano e independiente hasta después del fin de la guerra.

13 de marzo de 1.938.- En la primera reunión del Consejo de ministros se acuerda enviar un telegrama, por recomendación de H. Göring al Gobierno del Reich solicitando la intervención alemana “para evitar la amenaza de una guerra civil” en Austria. A las pocas horas se produce la entrada de las tropas alemanas en territorio austriaco, que son acogidas jubilosamente por la población.

14 de marzo de 1.938.- El presidente austriaco Wilhelm Miklas se niega a firmar la “ley sobre la reunificación de Austria con el Reich alemán”, y dimite de forma irrevocable. Asume la Presidencia con carácter interino el Canciller Syess-Inquart, quien no convoca a la Asamblea Nacional para proceder a la elección de nuevo presidente. Aporvachendo su condición de presidente interino firma la precitada ley sobre reunificación, fijando la fecha del día 10 de abril de 1.938 para que se efectúe el correspondiente referéndum. Queda así “legalizada”, por llamarlo de alguna manera, la inserción de Austria en el Reich alemán

Desde este momento, Austria ha dejado de existir como Estado soberano, y su futuro se ve irremisiblemente unido al del III Reich hasta el final de la SGM.


Gracias a todos.

___________________________________
Fuente.- Rudolf Hoke. Prof. Historia de la Universidad de Viena. Síntesis de los apuntes de clase editados bajo el título "Österrichische Verfassungs und Verwaltungsgeschichte", Viena 1.985)
"Si vas a Esparta caminante, diles que cumpliendo la Ley, hemos caído"

"Austria es sin duda el pueblo más inteligente de toda Europa; nos hizo creer que Mozart era austríaco y Hitler alemán "(En algún sitio escuché esto)

ImagenImagen

Avatar de Usuario
Francis Currey
Administrador
Administrador
Mensajes: 3176
Registrado: Vie Jun 10, 2005 8:50 am
Ubicación: España
Contactar:

Mensaje por Francis Currey » Sab Mar 22, 2008 4:39 pm

Papeleta para la votación, perteneciente a mi colección particular.

Imagen

Akeno
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 1500
Registrado: Mié Mar 29, 2006 9:13 pm
Ubicación: Campanar (Valencia - España)

Mensaje por Akeno » Dom Jun 15, 2008 9:39 pm

Aporto mi granito de arena en este hilo, haciendo mención al plan para la ocupación de Austria por las fuerzas armadas.

Halder, en una amplia entrevista recogida en el libro "El Estado Mayor alemán visto por Halder", donde se repasa la historia y el papel jugado por el Generalstab desde su creación hasta la destitución del propio Halder, habla del plan Otto, la instrucción del Führer a la Wehrmacht para invadir Austria:
  • ¿No existía, pues, ningún plan del Estado Mayor para la entrada en Austria?

    No. El 24 de junio de 1937 se publicó por el OKW la "Orden de preparación metódica para la guerra de la Wehrmacht". En ésta se distinguen tres casos. El caso rojo se refería al avance habitual para la protección de las fronteras del Reich. EL caso verde estaba previsto para defenderse del ataque de una coalición enemiga superior, y en él debía comenzar la guerra en el Este con una operación alemana por sorpresa contra Checoeslovaquia. El tercer caso era el denominado Otto, que tenía como objetivo la irrupción en Austria, aunque solamnete en el caso de que debiese efectuarse allí una restauración con el fin de establecer la Monarquía. Este caso Otto apenas fue elaborado por el Estado Mayor. Y permaneció arrinconado en el cajón de una mesa.
INSTRUCCIÓN DE HITLER A LA WEHRMACHT
11 de marzo de 1938

Operación Otto

1. Me propongo, si con otros medios no se alcanza el objetivo perseguido, entrar en Austria con fuerzas armadas y crear allí una situación que impida que sigan los actos de violencia contra la población de sentimientos alemanes.

2. Yo asumiré el mando de toda la operación. Según mis instrucciones, el comandante en jefe del Ejército desarrollará las operaciones en tierra con el 8º ejército en la composición y fuerza que me ha sido propuesta y con los efectivos de la Luftwaffe, las SS y la Policía consideradas en el proyecto: el comandante en jefe de la Luftwaffe llevará a cabo las operaciones aéreas con las fuerzas que me han sido propuestas.

3. Misiones:

a) Ejército: La entrada en Austria se ha de efectuar en la forma que me ha sido expuesta. La misión del Ejército consiste ante todo en la ocupación de la Alta Austria, Salzburgo, la Baja Austria, el Tirol, la rápida ocupación de Viena y el afianzamiento de la frontera austro-checa.

b) Luftwaffe: Efectuará demostraciones aéreas y arrojará material de propaganda; ocupará aeródromos austríacos para el aterrizaje de unidades aerotransportadas; apoyará al Ejército en la medida necesaria y, además, mantendrá a punto agrupaciones de combate para cometidos especiales.

4. Las fuerzas de los Ejércitos de Tierra y Aire previstas para la operación han de estar a punto de marcha y de acción a partir del 12 de marzo de 1938, lo más tarde a las 12 horas. Me reservo la autorización para sobrevolar y cruzar las fronteras y la fijación del momento en que ello tendrá lugar.

5. El comportamiento de las tropas se ha de regir por el pensamiento de que no es nuestro ánimo hacer la guerra contra un pueblo hermano. En interés nuestro, toda la operación se ha de desarrollar sin hacer uso de la violencia y en forma de una entrada pacífica saludada por la población. Por consiguiente, se ha de evitar cualquier provocación. Pero caso de que hubiera alguna resistencia, se reducirá con las armas sin consideración alguna. Las agrupaciones austríacas que se pasen a nuestro campo quedarán inmediatamente bajo mando alemán.

6. En las fronteras alemanas con los restantes Estados no se ha de adoptar, entretanto, ninguna clase de medidas de seguridad.

Adolf Hitler



FUENTES

EL ESTADO MAYOR ALEMÁN VISTO POR HALDER (GESPRÄCHE MIT HALDER). PETER BOR. ESPASA CALPE S.A. 1955

EL TERCER REICH. SU HISTORIA EN TEXTOS, FOTOGRAFÍAS Y DOCUMENTOS. HEINZ HUBER Y ARTUR MÜLLER. PLAZA & JANÉS 1967


Saludos cordiales!

Akeno
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 1500
Registrado: Mié Mar 29, 2006 9:13 pm
Ubicación: Campanar (Valencia - España)

Mensaje por Akeno » Dom Jun 15, 2008 11:47 pm

Una vez que en mi anterior mensaje se vio que el Führer dejó claro que "él estaba al mando" en el caso austríaco, corroborado por las palabras de Halder afirmando que el Generalstab (Estado Mayor General) no tenía nada que ver en la operación (¿realmente no jugó papel alguno?), me gustaría tratar el papel de Göring en esos cruciales días, papel muy importante ya que tenía en sus manos los hilos de toda la acción.

Del contenido de todas las conversaciones telefónicas celebradas por Göring el 11 y 12 de marzo con Viena se desprende que fue él quien desde Berlín dirigió el golpe de Estado en Austria.

A las cuatro de la tarde del 11 de marzo, Göring exigía de su interlocutor vienés que antes de las cinco y media de la misma tarde habría de llegar "informe de cumplimiento" de que Seyss-Inquart había sido encargado de la formación del nuevo Gobierno. A las 1726, Göring habló con el propio Seyss-Inquart quien manifestó que el presidente austríaco se había negado a nombrarle canciller federal. A lo que Göring respondió: "¡Eso no puede ser! Por tanto, haga saber en seguida al presidente que ha de entregarle inmediatamente el poder y que él ha de aceptar la presidencia del Consejo de Ministros en la forma que se acordó. Si no son aceptadas sin dilación las condiciones en la forma expuesta, esta noche las tropas alemanas penetrarán en territorio austríaco. ¡Y se pondrá fin a la existencia de Austria!"

A las veinte horas, Inquart comunica que el presidente austríaco se resiste tenazmente a entregar el poder a los nacionalsocialistas. Y Göring dice: "Está bien, entonces daré la orden de invasión, y usted vea la forma de hacerse con el poder". La orden de marcha fue dada las nueve horas menos cuarto de la noche. Tres minutos después, Göring dio a Kepler, su instrumento en Viena, las instrucciones siguientes: "Preste atención: Seyss-Inquart debe transmitir el siguiente telegrama; escriba: "El Gobierno provisional austríaco ruega apremientemente al alemán que envíe lo más pronto posible tropas alemanas." Dígale que no tiene necesidad en modo alguno de enviar el telegrama, que sólo tiene que decir: "De acuerdo."

Una hora más tarde, Kepler decía por teléfono: "Seys-Inquart está de acuerdo." Jamás fue enviado el telegrama que debía facilitar el pretexto para la entrada de las tropas alemanas en Austria.

La postura de Italia en todo esto, donde Mussolini era el único oponente al que Hitler tenía miedo y quien se había mantenido ojo avizor por lo que se refería a la frontera del Brennero, se confirmó a altas horas de la noche de ese 11 de marzo, cuando el principe Phillip von Hesse (pariente del Rey de Italia y enviado por Hitler con un escrito personal a Mussolini pidiendo a éste que observara una actitud prudente y mostrara comprensión hacia sus repentinas acciones militares) llamó desde Roma y dijo a Hitler: "El Duce ha tomado el asunto muy, muy amistosamente. Le envía por mi conducto un saludo cordial." A lo que respondió Hitler: "Diga usted a Mussolini que esto no lo olvidaré jamás, jamás, jamás."

Y poco antes de la medianoche, llegó por fin de Viena la noticia de que el presidente Miklas había encargado a Seyss-Inquart la formación de nuevo Gobierno. Por tanto, se había conseguido legalizar la conquista del poder.

ARTHUR SEYSS-INQUART
CANCILLER FEDERAL DESDE EL 12 DE MARZO HASTA EL 24 DE MAYO DE 1938
Imagen
Fuente: http://www.law.umkc.edu/faculty/project ... nquart.JPG


En la madrugada del 12 de marzo, el doctor Seyss-Inquart ejercía la presidencia de un nuevo Gobierno nacionalsocialista. Había arteramente protestado contra el abuso cometido con su nombre, utilizado para enviar tropas alemanas a Austria. Pero ¿a quién importaba ahora este juego? Las tropas alemanas y las formaciones del partido fueron acogidas en Austria con un júbilo sin par. Al mediodía del 12 de marzo, Hitler cruzó también la frontera, haciéndolo por Baunau am Inn, su ciudad natal. El 15 de marzo, llegaba a Viena.

EL TERCER REICH. SU HISTORIA EN TEXTOS, FOTOGRAFÍAS Y DOCUMENTOS. HEINZ HUBER Y ARTUR MÜLLER. PLAZA & JANÉS 1967

Saludos!

Akeno
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 1500
Registrado: Mié Mar 29, 2006 9:13 pm
Ubicación: Campanar (Valencia - España)

Mensaje por Akeno » Lun Jun 16, 2008 6:27 pm

Me desorienta un poco esta respuesta de Franz Halder:
  • ¿No existía, pues, ningún plan del Estado Mayor para la entrada en Austria?

    No. El 24 de junio de 1937 se publicó por el OKW la "Orden de preparación metódica para la guerra de la Wehrmacht". En ésta se distinguen tres casos. El caso rojo se refería al avance habitual para la protección de las fronteras del Reich. EL caso verde estaba previsto para defenderse del ataque de una coalición enemiga superior, y en él debía comenzar la guerra en el Este con una operación alemana por sorpresa contra Checoeslovaquia. El tercer caso era el denominado Otto, que tenía como objetivo la irrupción en Austria, aunque solamnete en el caso de que debiese efectuarse allí una restauración con el fin de establecer la Monarquía. Este caso Otto apenas fue elaborado por el Estado Mayor. Y permaneció arrinconado en el cajón de una mesa.
¿No debía conocer Halder que Hitler no permitiría semejante restauración monárquica? ¿Debido a esto se arrinconó el plan en un cajón?

Por la restauración de la monarquía en Austria luchaba un grupo de monárquicos austríacos (denominados la Legión de Hierro), ansiosos por restaurar en el poder al exiliado heredero de la corona de Habsburgo, el archiduque Otto (del que se apropió el nombre la directriz del Führer vista anteriormente).

Pero Hitler veía a los Habsburgo como enemigos del nacionalismo alemán, y como así había repetido muchas veces, no permitiría el regreso de la monarquía a Austria.

Por esto, los nazis radicales austríacos fomentaban un complot, programado para abril, en el que se incluía el asesinato de una importante autoridad alemana por nazis disfrazados de miembros de la Legión de Hierro. La conjura le daría así a Hitler un pretexto para la invasión. El principal candidato para el asesinato era von Papen. Afortunadamente para el embajador, la policía de Viena descubrió el complot a mediados de enero de 1938.

Saludos!

Akeno
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 1500
Registrado: Mié Mar 29, 2006 9:13 pm
Ubicación: Campanar (Valencia - España)

Mensaje por Akeno » Lun Jun 16, 2008 7:45 pm

Francis Currey escribió:Papeleta para la votación, perteneciente a mi colección particular.
Una pequeña aportación más.

Ante lo esperpéntico de ver el círculo del SI (Ja) mucho más grande que el del NO (Nein), lo que me faltaba por ver eran las instrucciones tan "explícitas" que recibían los ciudadanos que acudían a las urnas, y con el retrato severo del Führer "vigilando":

CIUDADANO AUSTRÍACO (SEGURAMENTE VOTANDO SÍ :-D ) EN EL PLEBISCITO DEL 10 DE ABRIL PARA RATIFICAR EL ANSCHLUSS
Imagen
Fuente: El Tercer Reich. A la conquista de un Imperio (vol. 9). Time-Life Books Inc. - Editorial Rombo S.A. 1997


Ver para creer.

Saludos!

P.D. Por cierto, espero que se vea la imagen (yo no la veo). Confirmármelo por favor. Yo uso Microsoft Explorer para la navegación y me está dando muchos problemas con las imágenes después de los cambios recientes del foro. Tendré que pasarme al Firefox, como aconsejó Erich Hartmann.

Responder

Volver a “Temas generales”

TEST