Problemas de suministro en Leyte.
Desde tiempos inmemoriales, el estudiante promedio de Leavenworth ha buscado reglas generales, gráficos de "distancia normal" y plantillas para la solución de problemas tales como la ubicación de posiciones de artillería, reservas e instalaciones de suministros. Ha intentado compilar tablas en las que pudiera encontrar las respuestas a todos los problemas logísticos. Ha gastado mucho dinero en manuales, gráficos y guías en busca de una solución fácil y universal a las "bolas curvas" lanzadas durante los ejercicios requeridos.
Este artículo describe una situación en la que nada era "normal" y a la que no se aplicaban reglas. Era un caso en el que lo inusual era la norma y en el que lo imposible se convertía en la realidad cotidiana que había que superar sobre el terreno independientemente de la teoría. Ningún instructor jamás impuso tal requisito a estudiantes desventurados, ni ningún estudiante ofreció tal solución en la historia de la Escuela de Comando y Estado Mayor.
Esto no se ofrece como una "solución aprobada", sino que es la historia de una solución que funcionó en combate a pesar de todas las dificultades y en violación directa de muchos métodos enseñados en la escuela. El secreto impide la divulgación de muchos detalles, pero se espera que la naturaleza general de las dificultades superadas sea fácilmente evidente en los párrafos siguientes.
La historia del problema de suministro del XXIV Cuerpo en Leyte es principalmente una historia de distancias, transporte y lluvia. Las distancias eran grandes, el transporte inadecuado y la lluvia incesante. Para comprender la "situación especial" será necesario resumir brevemente las dificultades generales ya encontradas y suficiente información sobre la situación táctica para presentar los problemas logísticos inmediatos que enfrenta la 7º División de Infantería durante su ataque al norte desde Baybay (Figura 1).
Durante la fase de planificación, el Estado Mayor del Cuerpo enfrentó las dificultades habituales inherentes a cualquier operación anfibia: falta de unidades de servicio, falta de buques y cambios en los planes. El teatro carecía de muchas unidades de servicios consideradas esenciales. Se trataba principalmente de ingenieros, unidades de mantenimiento de municiones, unidades de registro de tumbas, policía militar, compañías de servicios y camiones de intendencia y unidades de operaciones portuarias. Después de muchas discusiones y algunos compromisos, la lista ajustada fue entregada a la Armada, que estaba tan escasa de fondos que hubo que dejar atrás un batallón de obuses de 155 mm. En aquel momento, esto no se consideró una pérdida demasiado grande debido al tamaño limitado de la isla objetivo. Sin embargo, cuando se cambió la ubicación a Leyte, se lamentó la omisión, ya que esta unidad podría haberse utilizado con excelentes ventajas en una masa de tierra más grande.
Las dificultades que surgieron durante la fase de carga fueron "normales". Se trataba de la sustitución de barcos y del descubrimiento de que las bodegas de algunos barcos habían sido alteradas. El cambio de horario de llegada requirió cambios en un programa de transporte y carga que ya era complicado.
El último y más importante cambio de plan (la operación en Leyte como parte del Sexto Ejército) se produjo el día antes de zarpar. Como todo estaba cargado, no había nada que hacer salvo esperar que las unidades y suministros transportados se adaptaran a la nueva misión y a la nueva zona objetivo.
Este artículo describe una situación en la que nada era "normal" y a la que no se aplicaban reglas. Era un caso en el que lo inusual era la norma y en el que lo imposible se convertía en la realidad cotidiana que había que superar sobre el terreno independientemente de la teoría. Ningún instructor jamás impuso tal requisito a estudiantes desventurados, ni ningún estudiante ofreció tal solución en la historia de la Escuela de Comando y Estado Mayor.
Esto no se ofrece como una "solución aprobada", sino que es la historia de una solución que funcionó en combate a pesar de todas las dificultades y en violación directa de muchos métodos enseñados en la escuela. El secreto impide la divulgación de muchos detalles, pero se espera que la naturaleza general de las dificultades superadas sea fácilmente evidente en los párrafos siguientes.
La historia del problema de suministro del XXIV Cuerpo en Leyte es principalmente una historia de distancias, transporte y lluvia. Las distancias eran grandes, el transporte inadecuado y la lluvia incesante. Para comprender la "situación especial" será necesario resumir brevemente las dificultades generales ya encontradas y suficiente información sobre la situación táctica para presentar los problemas logísticos inmediatos que enfrenta la 7º División de Infantería durante su ataque al norte desde Baybay (Figura 1).
Durante la fase de planificación, el Estado Mayor del Cuerpo enfrentó las dificultades habituales inherentes a cualquier operación anfibia: falta de unidades de servicio, falta de buques y cambios en los planes. El teatro carecía de muchas unidades de servicios consideradas esenciales. Se trataba principalmente de ingenieros, unidades de mantenimiento de municiones, unidades de registro de tumbas, policía militar, compañías de servicios y camiones de intendencia y unidades de operaciones portuarias. Después de muchas discusiones y algunos compromisos, la lista ajustada fue entregada a la Armada, que estaba tan escasa de fondos que hubo que dejar atrás un batallón de obuses de 155 mm. En aquel momento, esto no se consideró una pérdida demasiado grande debido al tamaño limitado de la isla objetivo. Sin embargo, cuando se cambió la ubicación a Leyte, se lamentó la omisión, ya que esta unidad podría haberse utilizado con excelentes ventajas en una masa de tierra más grande.
Las dificultades que surgieron durante la fase de carga fueron "normales". Se trataba de la sustitución de barcos y del descubrimiento de que las bodegas de algunos barcos habían sido alteradas. El cambio de horario de llegada requirió cambios en un programa de transporte y carga que ya era complicado.
El último y más importante cambio de plan (la operación en Leyte como parte del Sexto Ejército) se produjo el día antes de zarpar. Como todo estaba cargado, no había nada que hacer salvo esperar que las unidades y suministros transportados se adaptaran a la nueva misión y a la nueva zona objetivo.
Figura 1 - Área de Leyte.........................................
Fuente: Military Review. April1945.
Saludos. Raúl M .