La División Aerotransportada una unidad de lujo…
Carabinas, ametralladoras, raciones k y las piernas para desplazarse… De a aquí a contemplar en una unidad aerotransportada una unidad de infantería ligera, es olvidar que antes del combate, hace falta entrenarla, equiparla, llevarla por el aire “a pie de obra”. Todo esto hace de la Airborne Division, americana o británica, una unidad de élite, es cierto, pero a un coste elevado.
ENTRENAR…
El paracaidista de 1944 en ante todo un soldado como los demás, recibe un entrenamiento básico idéntico de trece semanas, pero más exigente y más selectivo, de este modo, solo uno de cada tres es seleccionado en las pruebas de acceso a la 101 Airborne Division, que comprende sobre todo una marcha forzada de 225 km en tres días. A esto hay que añadir a diferencia de las unidades de infantería, la escuela de salto de Fort Benning (Georgia) donde los alumnos “paracas” aprende a saltar desde torres especialmente construidas. Es allí donde los reclutas reciben sus “alas” de paracaidista tras cinco saltos desde un avión. Un último curso perfecciona la experiencia táctica. Principalmente a causa del coste de los saltos, el entrenamiento de un “paraca” es tres veces más caro que el de un infante lanzado en planeador. Con el fin de reducir los costes, los tres primeros saltos de los paracaidistas ingleses se efectúan desde globos, aparentemente sin incidencias sobre su calidad operacional.
fuente https://www.paradata.org.uk/article/balloon-jumps
EQUIPAR…
El paracaidista solamente lleva consigo armas ligeras ( la artillaría divisionaria es transportada en planeador, se limita en 1944 a 60 obuses ligeros de 75 mm, contra 36 de 105 mm y 12 de 155 mm de una división de infantería) Pero recibe también, un doble paracaídas: principal y de reserva, con un coste de 288 dólares (3.570 actuales). De los que una buena cantidad se avería irremediablemente o se abandona sobre el terreno en cada operación.
DOTAR DE VEHÍCULOS…
Una Airborne es sobre todo una división de infantería motorizada abundantemente como debe ser en el US Army a finales de 1944, posee más de un millar de vehículos ( sin contar 260 motos). Pero es, sobre todo, en aviones y planeadores donde se miden las exigencias. A razón de 18 a 20 hombre por avión, los 7.000 paracas de la 101 Airborne lanzados sobre Cotentin movilizan ellos solos una flota de 433 transportes C 47 (la versión militar del DC-3) a los que se deben añadir otros 52 C-47 que remolcan 52 planeadores Waco CG-4ª. Estos últimos diseñados para ser baratos aprovechando su reutilización, se revelan de hecho un “sumidero” financiero: cada planeador cuesta tanto como un tanque Sherman (y los Horsa y Hamilcar británicos cuestas dos y tres veces más). Así pues al final del día D, 15 Waco de los 295 utilizados, es decir, 5% es recuperado, ningún Horsa de los 222. En el transcurso de la operación Market, en Holanda, fueron sacrificados 1.128 planeadores. Lo que equivale a esparcir sobre las praderas, antes de disparar un solo tiro, la dotación de carros Sherman de … ¡siete divisiones blindadas! En cuanto a los aparatos reacondicionados , fueron considerados como pocos seguros y nunca fueron reutilizados.
ver en grande https://fotos.subefotos.com/d5bb12a1c96 ... 9b098o.jpg
PAGAR…
A causa del riesgo unido a los saltos, cada paracaidista americano recibe una prima mensual de 50 dólares, (unos 1.000 actuales en su equivalente al valor de compra) el doble para los oficiales, lo que no es “moco de pavo” para le época.
GASTAR…
Una unidad paracaidista es un enorme gasto, lo hemos visto. Y la duración de la “inversión” es cada vez más problemática puesto que el mando no ahorra. En términos cínicamente estadísticos, la vida operacional de un paracaidista americano en el verano de 1944 está limitada a 2,44 saltos de combate. Y una vez en tierra las unidades pagan muy caro su “status” de élite. Así, la 101 Airborne que cuenta 1.240 hombres fuera de combate al anochecer del día D, pierde otros 3.430 hasta finales de junio y su regreso a Inglaterra. La división pierde más de la mitad de sus efectivos iniciales. Falta de paracaidistas de relevo, la 101 pierde 2.938 hombres más en Holanda, en septiembre, otros 3.458 en las Ardenas. Las estadísticas de las campañas cuentan los desaparecidos, muchos de los cuales eran prisioneros, lo que explica el recuento final de bajas inferior a las pérdidas sufridas en cada campaña… Cuando termina la guerra, las bajas (1.766 muertos, 6.388 heridos, además de 328 fallecidos posteriormente a causa de heridas graves, en total 8.478 bajas) casi exactamente el equivalente de una división de agosto de 1944, 8.498 efectivos.
Fuente: Traducción y adaptación propias de un artículo de Pierre Grumberg en “Guerres et Histoire” nº 3 de otoño de 2011.
À bientôt.