Albert Speer en Nuremberg

[maxtor]

Saludos cordiales.

Speer merecía la pena de muerte y yo comparto esa opinión.

Dentro de una estrategia de salvar el pellejo es normal que Speer negara cualquier participación en crímenes tan horrendos como los perpetrados por los nazis y en concreto por las altas jerarquías en su responsabilidad directa en el Holocausto y en la trata de esclavos en forma de mano de obra extranjera, pero no es que mintiera en el juicio sino que posteriormente en todos sus libros maquilló su participación criminal, lo triste es que tales mentiras se las “tragara” el tribunal de Nuremberg, y personalmente creo que todos los encausados merecían la pena de muerte.

Por ejemplo en el primer borrador de sus memorias Inside The Third Reich, Speer no comenta el episodio de la noche de los cristales rotos, y sólo ante la insistencia de su colaborador y periodista Joachim Fest accedió a un introducir un pequeño pasaje.

Pero reitero la idea que pivota en la defensa de Speer y de sus auto-excusas y que asumida por buena parte de la población alemana, con o sin responsabilidades directas políticas en el régimen nazi, esto es, “desconocimiento” de la actividad criminal nazi o por lo menos no conocerla en toda su magnitud.

Es una vieja historia y es de admirar la nueva generación de historiadores alemanes que han cogido el toro por los cuernos y han asumido su parte de culpa colectiva en un hecho singular como el genocidio, Speer se convirtió en el “arrepentido nacional” no tanto por lo que supo o hizo como por lo que había decidido no saber. Si Speer había sido cautivado por Hitler mientras millones de judíos y otras personas desaparecían misteriosamente, ¿acaso aquello no constituía una coartada para todos los alemanes que luchaban por recuperar las riendas de su pasado?. Tal y como Fest escribió en su última biografía de Speer, “Speer ejemplificaba un modelo en el que muchos se reconocían”, es decir un hombre que fue capaz de apoyar al régimen nazi – como muchos de sus conciudadanos – por su vigor nacional y por la decisión mostrada a la hora de luchar contra el comunismo, el azote de los años de entreguerras y de la posguerra, que supo descontextualizar las terribles acciones de otros mientras trazaba una línea entre las pesadillas que poblaban la esfera pública y el confort de la privada, una características que según Fest, estaba “profundamente arraigada en el carácter nacional germano” (Fuente: Joachim Fest, “Speer: The final Verdict – New York: Harcourt, 2001, pp. 3-4).

Speer dio un nuevo giro de tuerca a su historia en los años 70 con la publicación de las memorias citadas y de los Diarios de Spandau, donde amparándose en su ceguera de los años pasados para calibrar convenientemente a Hitler y sus políticas y con un halo de humildad y de acatamiento de la sentencia, trabajó afanosamente junto su familia por no cumplir plenamente su pena de prisión.

Durante la década de los años 80 muchos historiadores se dedicaron a desmontar una por una todas las mentiras de Speer recurriendo tanto archivos oficiales nazis como a los del propio Rudolf Wolters – que era amigo íntimo de Speer y en 1975 se distanció del mismo – La “crónica Wolters” es un conjunto de anales oficiosos que se inicia en enero de 1941 y donde estaban consignadas todas las obligaciones de Speer, dicho volumen estuvo oculto tras la guerra y durante el juicio de Nuremberg fue purgado de cualquier referencia a los judíos y depositado en su formato original en los Archivos Federales de Alemania después del distanciamiento entre Speer y Wolters. Si los jueces de Nurembeg hubieran tenido acceso a dichos documentos, a buen seguro que hubiera acabado en la horca.

La lealtad de Speer al régimen nazi obtuvo su premio después del suicidio de Hitler, cuando conservó una cartera ministerial durante los 23 días que duró el gobierno de Dönitz, Speer confiaba en tener un papel importante en la Alemania de la posguerra y se quedó atónito cuando los ingleses lo detuvieron en el castillo de Glücksberg, cerca de Flensburg, en el norte de Alemania, el 23 de mayo de 1945 para finalmente ser condenado como uno de los principales criminales de guerra.

En el juicio de Nuremberg Speer no se presentó con las manos vacías, su abogado Hans Fläschner, en contra de su criterio pero que a la postre le salvó la vida, basó su defensa en asumir las responsabilidades que el resto negaron, no significaba como hemos dicho anteriormente que Speer asumiera crimen concreto alguno sino asumió una vaga culpa colectiva general – como el resto del pueblo alemán – confesó haber trabajado para el régimen alemán pero negando cualquier implicación directa en las atrocidades o incluso estar al corriente de ellas. “Este juicio es necesario” comentó Speer ante el capitán del ejército norteamericano Gustav M. Gilbert que se encargó de los exámenes psiquiátricos de los acusados en los juicios de Nuremberg. Speer declaró que:

“esta guerra sumió al pueblo alemán en una catástrofe inconcebible y fue el detonante de una catástrofe a escala mundial. Por lo tanto, es sin duda alguna mi deber asumir, ante el pueblo alemán, mi cuota de responsabilidad en este desastre. Y más aún: es mi obligación… pues el jefe del gobierno ha rehuido su responsabilidad ante el pueblo alemán y ante todo el mundo” – Fuente ( TWC-CC10 – Estados Unidos. Trials of War Criminals befote The Nuremberg Military Tribunals, octubre de 1946 – abril 1949, vol. 16, pp. 483).

Saludos cordiales desde Benidorm.

[renibet]

He leído alguna vez en alguna parte que Speer en sus alocuciones en Nuremberg criticó al fuhrer.
Saben que dijo al respecto, es decir que habló Speer del fuhrer en Nuremberg? No del régimen nacionalsocialista, sino específicamente de su líder.

[Schwerpunkt]

¡ Saludos a tod@s !

Coincido plenamente con Maxtor en el cinismo, hipocresía cuando no la mentira pura y simple sobre las versiones de Speer en su papel durante la última época del III Reich.

Hablando de mentiras él señaló que no había estado nunca en un campo de concentración ni tenía idea de las espantosas condiciones allí. Pues bien, visitó el complejo de Mittelwerk donde se fabricaban las armas V en diciembre de 1943 y fue testigo de las horripilantes condiciones. Los deportados vivían en túneles laterales del mismo complejo subterráneo que excavaban y el lugar estaba plagado de cadáveres e internos moribundos. El mismo Speer felicitó poco después de la visita a Hans Kammler, alto cargo de las SS encargado de la "gestión" del lugar. El negó haber estado nunca en el lugar. En fin, hay una serie de detalles similares que ofrecen un perfil más ajustado a la realidad que la versión falsificada del tecnócrata impoluto que nos quiso transmitir...

[Juan M. Parada C.]

Fuente: http://www.dibujosmil.com/albert-speer-arquitecto-2/

Hitler decía,en varias ocasiones,que sólo tenía un amigo en verdad,como era Albert Speer y de ahí las especulaciones sobre su rol durante esa era tan oscura.No podemos olvidar,sin embargo, que tanto Speer y todos aquellos que formaron parte del aparato político-militar de Alemania durante esos nefastos años de la segunda guerra estaban conscientes de los horrores y desgracias que acarreaban sus mandatos,que hacían en nombre del Fuhrer.Speer ciertamente fue muy habilidoso en Nuremberg para librarse de la horca,al punto de forjarse la imágen de un "nazi bueno",que mantuvo por espacio de varios años después de terminada la guerra pero que ahora se está develando su verdadera cara de manipulador y de hostigador de estos horrendos crímenes.

[Antonio Machado]

Hola estimados amigos:


A quienes interese el tema de este Hilo, les recomendaría la lectura de la obra "Speer: su lucha en contra de la verdad" ("Speer: his battle against the true"), escrito por Gitta Sereny, son 800 páginas cuajadas de información e incontables detalles mega-interesantes:



Uploaded with ImageShack.us
Fuente: http://www.amazon.com/Albert-Speer-His- ... h+the+true


Desconozco si ha sido traducida al Castellano, pero la menciono pues muchos de Ustedes dominan el idioma inglés.



Saludos cordiales desde Nueva York,


Antonio Machado

"In libris libertas" ("En los libros está la libertad")

"Omnia cum Honore, Omnia cum Decorum" ("Todo con honor, todo con decoro")

“La religiosidad es una enfermedad infantil colectiva: las religiones son el sarampión de la Humanidad. Con el tiempo y la razón, las supersticiones religiosas desaparecerán de la imaginación humana.” Sigmund Freud.

"Hace 300 años me hubieran quemado vivo en la hoguera cristiana de la Santa Inquisición, hoy las hordas nazis solamente queman mis libros: algo hemos avanzado". Frase pronunciada por Sigmund Freud, en tiempos en los cuales aún no se sabía del Holocausto, ese horror desatado por los Nazis del en contra de la admirable raza Judía.

"Las religiones son el opio de los pueblos". Karl Marx.

"Tú no vengas a rezar a mi casa, yo no iré a pensar a tu iglesia..."

"Odi profanum vulgus at arceo" ("Odio la vulgaridad y la mantengo a distancia"). De las "Odas" de Homero.

"Quien mira hacia afuera sueña, quien mira hacia adentro despierta" (Karl Gustav Jung, Filósofo y Psiquiatra Suizo, 1875-1961)

[pastelsjl]

No creo que Speer mereciese la horca mas que Sauckel. Sauckel fue el que organizo la deportacion de 5 millones de ciudadanos sovieticos a Alemania para servir como mano de obra esclava (un alto porcentaje moriria en el proceso). Es cierto que la industria armamentistica que Speer lideraba utilizo esa mano de obra, pero el tribunal entendio que las responsabilidades de ambos no eran las mismas.

Speer era un manipulador decía lo que deseaban oir los aliados occidentales muchas veces con mentiras o sin pruebas. Recuerdo que en los anexos de su libro Trilogía sobre Auschwitz de Primo Levi, en sus escritos y entrevistas atacaba a Speer y nostró su cabreo y su enfado por no haber sido considerado de morir ahorcado. Lo hizo responsable de la esclavización de los trabajadores y su inclusión en los campos de concentración y exterminio. Muchos historiadores apuntan que su amargura lo arrastro a suicidarse. Quiero dejar sentado que escribo de momoria, no se si me equivoco en algo, pero estas son mis reflexiones de lo que recuerdo