Soldado de butaca

[Mariscal Von Oli]

Porque llamo Rommel a Jodl "soldado de butaca"?

[Juan M. Parada C.]

Un claro adjetivo despectivo,heer mariscal von Oli,de un oficial combatiente hacia otro que solo se limita estar en un cómodo despacho lejos de los embates del frente de batalla.Aunque Jodl,en mi pobre parecer, tenía una gran visión estratégica que lo hacía merecedor de tal puesto administrativo.
El general Keitel también era llamado así,aparte de otros motes más ofensivos (como "Lakaitel"), por su condición de oficial burócrata.Otro sinónimo de esta expresión descalificativa es: "Oficial de salón".
Saludos y bendiciones a granel.

[Mariscal Von Oli]

Gracias amigo, el concepto mas o menos lo imaginaba. Mi problema ha sido no exponer bien la pregunta, que mas bien seria:
En que momento, en que contexto y porque motivo llamo Rommel a Jodl "soldado de butaca"?

[José Luis]

¡Hola a todos!

Porque llamo Rommel a Jodl "soldado de butaca"?

En que momento, en que contexto y porque motivo llamo Rommel a Jodl "soldado de butaca"?

Por curiosidad, ¿de qué fuente extraes tú ese supuesto comentario de Rommel sobre Jodl? ¡No me dirás que lo has leído u oído por ahí! Te pregunto esto porque sería de suponer que donde has obtenido esa información también deberías encontrar las preguntas que haces aquí.

Saludos cordiales
JL

[Mariscal Von Oli]

Lo he leído en este foro, en el subforo de biografias en un topic sobre Alfred Jodl datado en el 2008. Siento no poder poner el enlace porque escribo desde el móvil y no se hacerlo.
Gracias por contestar

[José Luis]

Ya, aquí:
http://forosegundaguerra.com/viewtopic. ... dl#p212299

Pero no hay fuente de ese supuesto comentario.

[von Thoma]

Yo he leído esa denominación, pero como "General de Butaca", en la enciclopedia "Crónica Militar y Política de La Segunda Guerra Mundial", concretamente en el volumen dedicado a personajes.

[José Luis]

¡Hola a todos!

Bueno, gracias a von Thoma ya podemos decir de dónde sale el comentario: de la colección Crónica Militar y Política de la Segunda Guerra Mundial. Tomo 8: Los Protagonistas (Madrid: Sarpe, 1978), pp. 186-190. En la página 186 se encuentra la entrada a la jota, con el siguiente título: Alfred Jodl. Un general de butaca.

No sabemos quién es el autor del breve biográfico ni en qué fuentes se basa, pero dice en las páginas 186-187 (negrita mía):

Pero desde el momento de la subida del nazismo al poder, y durante cinco años, Jodl seguiría desconocido en el Alto Mando. Era el típico oficial de Estado Mayor que trabajaba metódicamente en su escritorio, junto a los teléfonos, los mapas y los teletipos, para resolver cuestiones militares. No le gustaba el servicio con la tropa, rehuía instintivamente [página 187] los gestos petulantes y obedecía por convicción al dictado de Von Schlieffen: "Ser más que parecer". Años después, Rommel, hablando de él y de Keitel, los inseparables, les definirá sarcásticamente "Chairborne soldiers" (soldados de butaca, juego de palabras inglesas basado en "airborne soldiers", tropas aerotransportadas), pero la verdad es que a Rommel, puro "animal de combate", le faltó siempre una visión estratégica de la guerra, mientras que Jodl, ya a finales de 1943...supo indicar con asombrosa claridad el nudo del conflicto, previendo que el desembarco angloamericano tendría lugar en primavera y en la Europa occidental; que "decidiría la guerra" y que "las fuerzas alemanas no serían suficientes" para hacerle frente.

Bien, yo todavía recuerdo con nostalgia cuando allá por finales de la década de 1970 compraba los fascículos de esta voluminosa colección que llegaban semanalmente al quiosco de mi pueblo. Entonces ya devoraba todo lo que podía sobre la IIGM, y ésta, como otras coleccciones de la época, eran muy interesantes, sobre todo por su estupendo material gráfico. Sin embargo, el tiempo y el conocimiento que fui adquiriendo sobre la IIGM en el transcurso de los años me hacen contemplarlas hoy, tantos años después, como lo que realmente eran: trabajos populares no sujetos al rigor académico.

Para empezar, desconozco si realmente Rommel llamó "Chairborne soldiers", un juego de palabras inglesas: "chair" (sillón, silla, butaca...) y "airborne" (aerotransportado) a Keitel y Jodl, aunque me extraña que utilizara esta expresión, pues no creo que su inglés fuese tan refinado. De todas formas, es perfectamente plausible que, cualquiera que fuese la expresión utilizada, Rommel se refiriera despectivamente a esos dos jerifaltes del OKW (aunque más a Keitel) (y a Halder en el OKH) en el sentido preciso que encierra el significado de ese juego de palabras inglesas, esto es como soldados que tenían todo el día el culo pegado a una silla de un despacho en el Cuartel General del Alto Mando (de la Wehrmacht, por Keitel y Jodl, y del Heer, por Halder). Y el motivo de Rommel para dedicarles tal desprecio seguro que tuvo que ver con la incomprensión y rechazo por parte de esos caballeros a sus pretensiones y solicitudes en diversos momentos de la guerra. No hay que olvidar que este "trío de la bencina" ya intentó cercenar la solicitud de Rommel a Hitler cuando le pidió, tras la campaña polaca, luego de que el Führer le preguntara qué deseaba más, el mando de una división panzer. Halder ordenó inmediatamente que le dieran el mando de una división de montaña, y tuvo que intervenir personalmente Hitler para que se empleara a Rommel como comandante de una división panzer, que resultó ser la 7ª. A partir de entonces, a Halder y Cía. les quedó una espina clavada que fue penetrando más y haciéndose más y más insufrible a medida que crecían los éxitos de Rommel y aumentaba el favor de Hitler hacia su persona. Rommel, efectivamente, mostró varias veces su desprecio antes esos jefes militares y en más de una ocasión se los expresó directamente en la cara o por teléfono (aunque yo, ya digo, que no recuerdo esa expresión), especialmente a Halder y Keitel. En más de una ocasión, también, el ayudante de Hitler para la Wehrmacht, Schmundt, que conocía a Rommel de antiguo y sentía un gran aprecio por él, advirtió al intrépido mariscal que cuidara sus comentarios sobre Hitler y la guerra, pues tenía a sus peores enemigos en el OKW (por esas fechas, Halder ya había sido tiempo atrás destituido como jefe del EMG del OKH).

Ahora bien, el autor desconocido de esa entrada biográfica de Jodl de la Sarpe hace algunos comentarios que son gratuitos, cuando no falsos. En primer lugar, Jodl -que era bávaro como Rommel y año y medio mayor que éste, pero del arma de artillería- demostró su valor de combate en la IGM, donde ganó la Cruz de Hierro en sus dos clases. En segundo lugar, no fue Keitel quien lo trajo al recién creado OKW en 1938, sino Ludwig Beck, que había sido su jefe en el Truppenamt. Beck tenía formado un alto concepto sobre la capacidad profesional de Jodl, y decidió "infiltrarlo" en el OKW para que defendiera los intereses del OKH, aunque luego le salió la criada respondona. En tercer lugar, Jodl no era un pelele como Keitel ni un pusilánime como Halder. Cuando tenía que decirle algo a Hitler se lo decía, por mal que le supiera a éste. Así lo hizo con la muerte de Fritsch, durante la invasión de Noruega y, más tarde, en el Frente Oriental, hasta el punto de que Hitler le retiró el saludo y su presencia cuando Jodl se empeñó en defender a un comandante de campo. El gran problema de Jodl fue su fanática devoción y lealtad a Hitler, a quien defendió, a diferencia de otros colegas suyos, hasta el día de su muerte en la horca.

Que el autor desconocido subtitule la entrada a Jodl con "Un general de butaca" supone que ha inferido que Rommel dedicó esa expresión a Jodl, cuestión que dudo (almenos no lo recuerdo). Es más plausible que la hubiera dedicado, esa expresión o la que fuera con ese significado, a Keitel o Halder, aunque no puedo descartar que la aplicara también colectivamente a los tres. Es cuestión de repasar las monografías sobre Rommel, pero no estoy por la labor. Algún día ya me toparé con ello y volveré a este hilo.

Saludos cordiales
JL

[azurzazarraga]

Perdona Jose Luis,pero ¿No era Rommel suabo de Baden wurtenberg ?. Un saludo. Josan

[José Luis]

¡Hola a todos!

Perdona Jose Luis,pero ¿No era Rommel suabo de Baden wurtenberg ?. Un saludo. Josan

Tienes razón, Josan. Un error de mi parte. Digamos que eran vecinos estatales

Ahora, cuando acabé de escribir el mensaje anterior, cavilé de dónde podía haber sacado esa información el autor de la Sarpe. Sabiendo que esa obra es de 1978, me propuse revisar dos biografías de Rommel primerizas: la de Desmond Young, que es de 1950, y la de Lutz Koch, también del mismo año. Yo tengo una edición de Young en inglés (1955) y español (1972), y la primera edición de Koch en español (1954).

Así que eché mando de Young, et voilà!:

Por encima de todo, Keitel, Jodl y Halder tenían celos de la estimación que profesaban a Rommel tanto Hitler como la opinión pública alemana, envidiando sus hazañas bélicas y la indiscutible suerte que tenía pudiendo mandar con plena independencia, lejos del Führer. Y la mejor manera de desembarazarse de Rommel era subrayar que...Por su parte, Rommel tenía formada una pobrísima opinión acerca de Keitel y Halder. No era el único en pensar así...En cuanto a Jodl, dotado de aquella maleable clase de cerebro y de carácter que reclamaba el Partido, diremos que se tomaba la guerra como si fuera una partida de ajedrez... Rommel los despreciaba a los tres: a los tres los consideraba “soldados de oficina”... (Desmond Young, Rommel. Tomo I. Barcelona: Círculo de Amigos de la Historia, 1972, pp. 227-230. La frase “soldados de oficina” está en la página 230). En la edición inglesa de Fontana Books (1955) (la primera edición es de 1950), que es un único tomo, se halla en la página 92: “Rommel despised all three of them as 'chairborne soldiers'”.

El problema con Young es que no anota la fuente, y posiblemente sea una información de segunda mano sacada de sus entrevistas con los militares que sirvieron con Rommel. Unas páginas antes (p. 226 de la edición española, y 90-91 de la inglesa) Young escribe:

Finalmente, Halder olvida con toda la tranquilidad del mundo mencionar el hecho de que Rommel le había tratado un día de “condenado idiota” (o el equivalente alemán de esta expresión), preguntándole si había hecho por la guerra algo más que estar sentado en un sillón. Es lícito pensar que Halder no olvidó jamás este insulto.

Lastly, Halder, perhaps naturally, omits to mention that Rommel once called him a bloody foul, or the German equivalent, and asked him what he had ever done in war except sit on his backside in a office chair.It is not to be supposed, however, that he has forgotten it.

Y ahora voy a mirar el de Koch.

Saludos cordiales
JL

[José Luis]

¡Hola a todos!

Koch fue protagonista de varios de los episodios que narra, como corresponsal de guerra y amigo de Rommel. Lamentablemente, su libro no tiene un índice y he tenido que hojear y ojear sus páginas un poco de prisa, pero no me he fijado en nada parecido a lo que comenta Young. Lo que dice de la relación de Jodl y Rommel está en la página 122:

Jodl se mostró siempre muy renuente en recibir a Rommel, tratándole constantemente con ostensible falta de consideración. Con un morboso sentido de la ambición y una maldad calculada, le hacía aguardar en su antesala, tratando de humillarle. Rommel le correspondió con parecida aversión, que gradualmente fue convirtiéndose en odio hacia el hombre del que reconocía sus cualidades militares, pero cuyo servilismo le parecía aún más despreciable que la ilimitada complacencia de Keitel, cuyo valor personal era nulo. Después de la retirada de El Alamein, el mariscal ya no fue para Jodl más que "un hombre cansado de guerra, desalentado, un peligroso pesimista", que según él "debiera haber obrado de muy distinta manera". Con un constante trabajo de zapa, con su continuo denigrarle, logró crear entre Hitler y Rommel un clima de desconfianza, cuando la verdad era que en un principio aquél se inclinaba a escuchar y seguir las opiniones de este último.

Una conversación sostenida en aquella época por el coronel Waizenegger, ayudante de Jodl, y un oficial del Estado Mayor de Rommel es buena demostración de las relaciones que mediaban entre ambos militares. Waizenegger le pidió a su interlocutor que le dijese con absoluta franqueza lo que le parecía el mariscal, confiando en que aquel oficial, que con anterioridad había expresado grandes reservas a propósito de Rommel y que precisamente por ese motivo había sido destinado a su Estado Mayor, le proporcionaría nuevas armas contra él. Pero el oficial, que ya hacía varios meses que trabajaba con Rommel, había tenido ocasión de observar y admirar las grandes cualidades de aquel extraordinario jefe. De modo que Waizenegger quedó muy sorpendido al escuchar un comentario tan elogioso. Al oírlo, respondió con la opinión de Jodl, arguyendo que no por ello dejaba de ser un tremendo pesimista, que de no ser así habría tomado decisiones y dado órdenes muy distintas. No había hallado la manera de detenerse después de El Alamein porque estaba "pura y sencillamente dominado por el miedo al enemigo". Jodl salió bien chasqueado con aquella tentativa de Waizenegger, pero eso no fue óbice para que, en aquel momento en que el poderío militar alemán empezaba a declinar, mantuviese apartado del dictador a un consejero que entre todos los mariscales y generales era casi el único que podía hablarle francamente y sin reticencias. Por ambición, Jodl puso a Rommel en mal lugar ante Hitler, y al impedir una posible evolución de la situación, contribuyó sin quererlo a hacer de él un revolucionario dispuesto a defender al pueblo en contra del dictador y de sus colaboradores ineptos o inconscientes de su responsabilidad.

Saludos cordiales
JL

[Mariscal Von Oli]

Ante todo, gracias por la respuesta respuesta. Siempre me ha parecido muy interesante la relación entre los mandos de la werhmacht. Una pregunta, en tu post se menciona que Jodl trataba a Rommel con enorme desconsideración, pero ¿quien era el superior de quien? Es decir. Jodl era general y jefe del OKH, pero Rommel era mariscal ¿Quien debía cuadrarse ante el otro?

[José Luis]

¡Hola a todos!

Ante todo, gracias por la respuesta respuesta. Siempre me ha parecido muy interesante la relación entre los mandos de la werhmacht. Una pregunta, en tu post se menciona que Jodl trataba a Rommel con enorme desconsideración, pero ¿quien era el superior de quien? Es decir. Jodl era general y jefe del OKH, pero Rommel era mariscal ¿Quien debía cuadrarse ante el otro?

Cuando comenzó la guerra, Jodl era Generalmajor (desde el 1 de abril de 1939), igual que Rommel (promoción retroactiva desde el 1 de agosto de 1939). Tras la victoria militar sobre Francia, Hitler ascendió a Jodl a General der Artillerie (19 de julio de 1940), saltándose el escalafón de Generalleutnant. En cambio, Rommel fue ascendido a Generalleutnant en enero de 1941. Ahora, Jodl no sería ascendido al siguiente y máximo escalafón del generalato hasta el 30 de enero de 1944, aniversario de la toma del poder nazi, cuando fue promocionado a Generaloberst. Rommel fue ascendido a General der Panzertruppen en julio de 1941, y a Generaloberst el 1 de febrero de 1942. El 21 de junio de 1942, tras la captura de Tobruk, sería nombrado Generalfeldmarschall. Bien, estos datos los he tomado, por comodidad, de la wiki alemana, pero advierto que no los he verificado. Sólo tienen interés para contrastar la graduación de ambos militares y la antigüedad en el escalafón del generalato.

Ahora bien, más allá del escalafón, un oficial de grado superior puede estar sujeto a las órdenes de un oficial de grado inferior, incluso dentro de una formación de combate (por ejemplo, un Generalmajor al mando de una división tiene que seguir las órdenes operativas que le curse el jefe del estado mayor del cuerpo de ejército al que está subordinado, que normalmente es un Oberst de EMG. Esto no quiere decir que el Oberst no deba cuadrarse ante el comandante divisional y tratarlo con el debido respeto al que obliga el rango).

Para el caso que preguntas, Jodl era el jefe del EMG de Operaciones del OKW (Wehrmachtführungsstab a partir de 1940) y la formación de Rommel en África (a lo largo de todas sus denominaciones) estaba sujeta, y Rommel con ella, a las órdenes operativas de esta oficina. Así que, cuando Rommel iba a esta oficina, Jodl podía hacerlo esperar en la antesala el tiempo que quisiera con el fin de humillarlo, aun cuando este último tuviera una graduación superior. Lo que no podía hacer, sin saltarse el protocolo, era no realizar el saludo pertinente tan pronto viese a Rommel, saludo que éste tenía la obligación de devolver. Y por supuesto, tampoco podía faltarle al respecto en su cara, aunque esto era recíproco. Pero cada uno de ellos era el máximo capo (aunque Keitel estaba por encima de Jodl) en su dominio; es decir, si Jodl se hubiera desplazado a África al cuartel general de Rommel, éste podría, todavía con más descaro, humillar a Jodl. Lamentablemente, Rommel dependía más de Jodl que viceversa. Sin embargo, en la práctica y sobre todo en África, Rommel pasó por encima de Jodl (Keitel, Halder, Kesselring y de los propios italianos) las veces que quiso, recurriendo directamente a Hitler. Este proceder debió escocer tremendamente en el ego de Jodl, así que cuando Rommel comenzó a perder el favor de Hitler, Jodl se vengó vilmente.

Saludos cordiales
JL

[Chepicoro]

Los recursos bibliográficos de los que dispones José Luis (y la memoria para acordarse de donde lo has leído) son sorprendentes, creo que la pregunta de Mariscal Von Oli, esta más que respondida.

Aprovecho para preguntar, ya que han mencionado en el hilo a Keitel, es cierto que otros generales alemanes se referían a él como "el burro que asiente"??

Creo recordar haberlo leído en algún libro de Beevor pero a estas alturas ya no estoy seguro.

[José Luis]

¡Hola a todos!

Los recursos bibliográficos de los que dispones José Luis (y la memoria para acordarse de donde lo has leído) son sorprendentes...

Bibliografía, con los años, nunca me ha faltado, pero memoria, ¡ah!, ya no es lo que era

Aprovecho para preguntar, ya que han mencionado en el hilo a Keitel, es cierto que otros generales alemanes se referían a él como "el burro que asiente"??

Creo recordar haberlo leído en algún libro de Beevor pero a estas alturas ya no estoy seguro.

Sí, es cierto. Los dos motes despectivos más comunes con que se referían a Keitel eran "Lackeitel" y "Nickesel", el primero un juego de palabras con "Lackei" ("lacayo" en alemán) y su apellido; el segundo haciendo referencia al "burro (o asno) que asiente", un juguete de niños. Las fuentes son múltiples, aunque todas, lógicamente, de segunda mano (de entrevistas a sus colegas, especialmente en Nuremberg). Speer aplicaba este último mote de forma colectiva a todos los que siempre decían "sí" a Hitler. La revista LIFE de 17 de diciembre de 1945 publicó un artículo firmado por John Kenneth Galbraith (el editor de la revista Fortune) y George W. Ball (un abogado de Washington) -ambos integrantes del U.S. Strategic Bombing Survey enviado a Alemania para valorar los resultados de los bombardeos aéreos aliados sobre dicho país- y titulado "The Interrogation of Albert Speer. Germany's Wartime Production Minister tells the inside story of the Nazi collapse". Bien, en la página 64 escriben lo siguiente (negrita mía):

Speer told, with a good-humored smile, how he had caught the enthusiasm for plans and had made some himself. One called for loading all the "nooding donkeys" (Speer's name for Keitel, Jodl, Himmler an the other Yesmen around Hitler) into a transport plane and delivering them to the Allies with the message, "We give you these as an evidence of our good faith. Now take a gentle view of the German people".

"Nooding donkeys", como sabréis, es la expresión inglesa de "burros que asienten".

Paul Roland (The Nurfemberg Trials. London: Arcturus Publishing Limited, 2012), escribe:

Hitler had appointed him chief of staff to the German High Command (OKW) because he would make the ideal 'office manager,' they said. His colleagues called him 'Nickesel' behind his back, a reference to a toy donkey that nodded obediently when tapped on the head, while Hitler condemned him for having the brains of a cinema usher. (p. 59).

De todas formas, todos se han pasado con Keitel. No me refiero a la manera en cómo ha descrito, despectivamente, su personalidad, sino a que Keitel era un militar brillante en su auténtico cometido, que era la organización militar. No fue él quien quiso ser el "jefe" del OKW, sino que fue un azar del destino lo que lo condujo a ello. Primero, cuando murió su padre, en 1934, quiso retirarse del ejército (en el Reichswehr había servido hasta entonces en el departamento de organización -T-2- del Truppenamt), pero lo convencieron (Schwedler en nombre de Fritsch) para que se hiciese con el mando de una división de infantería (escogió la 22ª); luego, en 1935, lo destinaron a ocupar el puesto que Reichenau ocupaba en la Wehrmachtsamt, en el ministerio de defensa de Blomberg. Y en 1938, con el affair Blomberg-Fritsch y la consiguiente purga que Hitler llevó a cabo, jugó el destino. Cuando Hitler, buscando a alguien que se hiciera cargo de la nueva agencia que iba a crear (el OKW), le preguntó a Blomberg cómo se llamaba el general que trabajaba en su oficina ministerial, Blomberg se sorpendió diciendo que Keitel sólo era el encargado de poner en orden sus papeles, pero Hitler le respondió que ese era precisamente el hombre que estaba buscando. Esto según lo contó Warlimont; según otras fuentes, fue el propio Blomberg el que recomendó a Keitel. Sea como fuere, la responsabilidad de colocar a Keitel al frente del Alto Mando de la Wehrmacht no fue de él, sino de Hitler o quienquiera que se lo recomendase. Luego Keitel se fue ganando, por mérito propio, el desprecio general de sus colegas. Y ya cuando Hitler lo nombró Generalfeldmarschall, la burla fue mayor, pero también la envidia. Hitler había roto, ya antes con Blomberg, la tradición prusiana de otorgar el título de mariscal de campo (que en el Tercer Reich fue sólo un grado más del generalato) sólo en tiempos de guerra, y por una acción muy meritoria, como ganar una batalla importante o capturar una fortaleza igualmente importante. Pero en fin, Hitler despreciaba a la casta de oficiales de EMG.

Saludos cordiales
JL