¡Hola a todos!
Miguel Panzerkorps escribió:
Respecto a lo que dices sobre la batalla de Stalingrado tengo que hacer algunas consideraciones, si bien tu comentario es acertado creo que el mayor error de los alemanes fue no cruzar el Volga al menos por un cierto tiempo temporal, establecer cabezas de puente e interrumpir el trafico de refuerzos soviéticos a la ciudad.
Creo que mi comentario sobre los edificios y fabricas convertidas en fortalezas esta de mas o tal vez tenga un poco de razón, también es verdad que los alemanes no contaban con los vehículos de apoyo adecuados para destruir a grupos de resistencia soviéticos con mayor eficacia por eso se creo el SturmTiger después, y lo mas importante los soviéticos no ganaron la batalla por la ciudad por su resistencia en esta pues tengo entendido que de ese 20% restante que faltaba por tomar día tras día, edificio tras edificio, metro tras metro, los soviéticos estaban retrocediendo, lentamente pero lo hacían, lo que los salvo fue la Operación Urano lanzado contra las fuerzas Rumanas que cubrían los flancos en forma de compás del 6° ejercito.
Miguel, tus creencias son muy respetables, pero gratuitas cuando soslayan la realidad. Si yo fuese un fanático admirador del ejército alemán, por ejemplo, podría creer y decir que las fuerzas de Paulus debían haber ganado la batalla por Stalingrado haciendo esto y aquello. Pero estoy muy lejos de ser un fanático del ejército alemán (o de cualquier otro ejército de la IIGM) y por ello intento analizar siempre las posibilidades reales en base a las circunstancias y medios, y llego a una conclusión sobre lo que se podía hacer y lo que no se podía hacer. Lo de cruzar el Volga, establecer cabezas de puente y bla, bla, bla, supone ignorar los medios y fuerzas del ejército de Paulus, de una parte, las fuerzas soviéticas que le hacían frente, de la otra, y finalmente las especiales dificultades de una batalla de guerra urbana. Además, se ignora el hecho de que Paulus no contaba con una reserva operacional, ni siquiera táctica; como también se ignora el hecho contrario: que los soviéticos sí tenían reservas operacionales e incluso estratégicas, y que Stalin asignó fuerzas al frente de Stalingrado de forma paulatina y a cuenta gotas con el decidido propósito de contener y desgastar a las fuerzas de Paulus mientras agrupaba y amasaba en retaguardia las fuerzas que iban a llevar a cabo la Operación Urano para, finalmente, embolsarlas y destruirlas.
Si quieres tener una verdadera comprensión de lo que implica y significa una lucha urbana por la conquista-defensa de una gran ciudad, quizás puedas, si tienes ocasión, hacerte con el libro de Jason D. Mark,
Island of Fire. The Battle for the Barrikady Gun Factory in Stalingrad (2006). El título del libro ("Isla de Fuego") conceptúa muy bien lo que fue la terrible lucha por los complejos industriales de Stalingrado, una lucha casa por casa, piso por piso donde pierde sentido toda noción de una batalla convencional en campo abierto.
El 14 de octubre comenzó la ofensiva a gran escala alemana con el propósito de capturar todos los complejos industriales de Stalingrado, comenzando con el ataque a la Fábrica de Tractores de Dzerhezinsky, para continuar después y sucesivamente con la Fábrica de Cañones Barrikady, la Fábrica de Alimentos No. 2 y la Fábrica de Acero de Krasny Oktyabr. Para esta ofensiva Paulus trajo a una serie de formaciones que no se habían desangrado previamente, la 305 y 389
Infanterie Divisionen, la
14. Panzer Division y elementos de la
24. Panzer Division y la
100. Jäger Division.
El primer día de la ofensiva acabó exitosamente con la captura de la fábrica de tractores de Dzerhezinsky, pero a un precio que iba a sentar la tónica de lo que vendría después. Las dos divisiones de infantería alemanas sufrieron 87 muertos, 283 heridos y 15 desaparecidos; la
14. Panzer Division tuvo 31 muertos, 105 heridos y 2 desaparecidos, con la pérdida de 30 tanques. Al día siguiente, unidades de la
305. Infanterie Division y
14. Panzer Division recibieron la misión de acabar con la resistencia soviética entre las ruinas que circundaban la fábrica de tractores al oeste y noreste. En su tarea sufrió 53 muertos, 129 heridos y 1 desaparecido. La
14. Panzer Division: 3 muertos y 85 heridos.
El 16 de agosto comenzó el ataque en el área de la fábrica de cañones de Barrikady. La
14. Panzer Division sufrió 23 muertos, 125 heridos y 2 desaparecidos, con la pérdida de 17 tanques; la
305. Infanterie Division, 31 muertos, 79 heridos y 14 desaparecidos. Ese día los defensores soviéticos recibieron los refuerzos de la 138ª División de Fusiles, y los días siguientes el combate adquirió tintes dantescos. Por otra parte, el ataque contra la fábrica de acero de Krasny Oktyabr discurrió de tan mala forma para los alemanes que a finales de octubre las fuerzas allí empleadas quedaron diezmadas e inútiles para ataques posteriores.
La batalla por la fábrica de Barrikady no cesó hasta la rendición del
6. Armee a principios de febrero de 1943. Los combates no se parecían en nada a lo que habían experimentado hasta entonces las fuerzas alemanas. Unos pocos soldados soviéticos bien parapetados entre cualquier habitáculo ruinoso podían ofrecer una resistencia fanática y causar enormes bajas a los atacantes. Un ejemplo de esto sucedió con una pequeña unidad (cinco hombres) del 650º Regimiento de Fusiles bajo el mando del sargento Ivan Ilyich Svidrov. A partir del 24 de octubre defedieron una casa (Dom 31) de importancia estratégica para los soviéticos, pues bloqueaba el pasaje desde la retaguardia occidental de Barrikady y era una encrucijada para varias calles. Armados con tres fusiles, dos metralletas, una ametralladora ligera y granadas rechazaron una y otra vez los asaltos alemanes durante cuatro días, causándoles grandes bajas. Estos ejemplos fueron innumerables.
A finales de octubre la ofensiva alemana había sufrido tantas bajas, y gasto de municiones, que Paulus llegó a intentar usar parte de las tripulaciones de los tanques alemanes como infantería.
Por concluir, por mucho que lo intentó, los esfuerzos de Paulus fueron inútiles (y totalmente innecesarios) porque no tenía, simplemente, los recursos adecuados y suficientes para poder alcanzar sus objetivos. Los oficiales alemanes podían ser todo lo que se quiera, pero no eran tontos. Hicieron todo lo que sabían (que era mucho) y podían (que no fue poco), pero inútilmente.
Saludos cordiales
JL