I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Recensiones personales de libros leídos

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I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por axmann » Vie Jun 28, 2013 2:31 pm

Título: I was Hitler's chauffeur
Autor: Erich Kempka
Editorial: Frontline Books
Nº páginas: 180
Lengua: Inglés
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-1-84832-550-0
Año de edición: 2010
Plaza edición: Londres


Este libro es una nueva edición de las memorias del chofer de Hitler, Erich Kempka. Éstas fueron publicadas por primera vez en Alemania en el año 1951, bajo el título "Yo quemé a Adolfo Hitler". Posteriormente publicadas nuevamente con un título menos sensacionalista como "Los últimos días con Adolfo Hitler" en 1975.

Este libro forma parte de una serie de la editorial dedicada a memorias de personajes del entorno de Hitler, dentro de la cual han sido publicadas las memorias de Christa Schroeder (secretaria) y Heinz Linge ('valet'). Como señala en la introducción del libro Roger Moorhouse, estos tres libros muestran a Hitler tal como los miembros de su entorno más íntimo lo veían, no como un político extremista, si no como un hombre. En tal sentido, Hitler es mostrado como una persona que podía inspirar lealtad y afecto, caracterizándose por ser una persona encantadora con sus más cercanos colaboradores, a quienes trataba como miembros de su familia. Kempka describe que nunca vió a Hitler como un jefe, si no como un paternal amigo, con quien se podía discutir los problemas personales (p. 21). Así, por ejemplo, describe como cuando Hitler realiza su último viaje en tren para retornar a Berlin a las puertas del desenlace final en abril de 1945, a pesar de la hora y el cansancio acumulado, Hitler lo mandó a llamar para expresarle sus condolencias por el fallecimiento de su padre (p. 52). Asimismo, en marzo de 1945, Hitler le confió la misión de acompañar a Speer en un viaje para inspeccionar el frente de batalla. Ese viaje duró cerca de cinco días. Una vez regresó al bunker, la primera vez que se encontró con Hitler, éste salía de una reunión con sus consejeros, a penas se percató de su presencia, se distanció del grupo que lo acompañaba y fue a su encuentro, abrazándolo y agitándole ambas manos afectuosamente, así como agradeciéndole haber traído de regreso a Speer sano y salvo (p. 56).

El libro consta de 180 páginas, sin embargo, las memorias son apenas 90 páginas. El resto del libro está conformado por la introducción y unos apéndices que explican el contexto general de los acontecimientos descritos por el autor. Vale señalar que las memorias se enfocan principalmente en el último período en Berlin, en 1945; así como referencias generales a algunos personajes del entorno (Dr. Morell, Bormann) y algunas anécdotas vividas por el autor durante sus años de servicio.

En general, no me pareció tan interesante el libro, la razón puede que sea que ya he leído otras memorias de colaboradores cercanos a Hitler, así como otros libros sobre los últimos días en el bunker. Por consiguiente, estas memorias aportan poco a lo que ya uno conocía. Creo que las memorias de las dos secretarias de Hitler y Heinz Linge son más interesantes si se quiere leer acerca de ese Hitler más íntimo, más humano, distante de la típica figura del líder político que tanto se nos describe en los libros de historia. Estas memorias son bastantes genéricas, un cúmulo de recuerdos y anécdotas del autor, que en un día de lectura puedes completar fácilmente.

A continuación les dejo un resumen de algunos relatos del libro.

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por axmann » Vie Jun 28, 2013 2:34 pm

Kempka se unió al partido nazi en 1930. Trabajó como el chofer del líder regional del partido en Essen, Josef Terboven. El 26 de febrero de 1932 asiste a una entrevista de trabajo a Berlin para optar al cargo de chofer de reemplazo de Hitler. Otros treinta candidatos optaban a ese puesto, siendo todos choferes de distintas personalidades del partido. Ese día fue entrevistado personalmente por Hitler, quien le realizó una serie de preguntas técnicas que lo sorprendieron bastante. Posteriormente, recibió un telegrama que le confirmaba su selección para el trabajo y lo convocaba a presentarse ante Rudolf Hess en Munich, el primero de marzo de 1932.

El chofer oficial de Hitler era Julius Schreck. Kempka pasó a ser el chofer de reserva. Sin embargo, durante el año 1932, las constantes actividades de la campaña electoral a lo largo del país obligaron a que se dividieran el país entre él y Schreck, por lo que asumió un rol más activo. El 16 de mayo de 1936, Schreck falleció de meningitis. Por consiguiente, Kempka fue nombrado como el chofer titular de Hitler.

Una de las responsabilidades de Kempka era supervisar la construcción de los vehículos que serían usados por Hitler. Así, una vez sugirió a Hitler la necesidad de usar carros a prueba de bala, pero éste rechazó la idea, pues, consideraba que su vida no estaba expuesta a ningún peligro por parte del pueblo alemán. Asimismo, Hitler consideraba que las potencias extranjeras no atentarían contra él, pues sabían lo importante que era para el desarrollo de Europa. Ante la proximidad de la guerra, Kempka advirtió que la flota de vehículos no estaba preparada para tal eventualidad, por lo que retomó su idea de un carro blindado contra balas. Así, decidió hablar con Bormann para que financiara la construcción de un carro blindado, pero éste rechazó la sugerencia conociendo la renuencia de Hitler ante tal planteamiento. Por tanto, Kempka buscó donaciones entre las amistades adineradas y pudo materializar su idea (p.23).

El atentado contra Hitler acaecido el 8 de noviembre de 1939 le ofreció la oportunidad perfecta para mostrarle a Hitler el primer ejemplar de carro blindado, que era a pruebas de balas y contra explosivos hasta medio kilogramos de dinamita. Entonces, Hitler decidió que a partir de entonces solo usaría ese tipo de carro para evitar el riesgo de que cualquier otro idiota pudiera atentar contra él, le comentó Hitler a Bormann con una sonrisa (p. 24).

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por axmann » Vie Jun 28, 2013 2:37 pm

Kempka destina un capítulo a Bormann, expresándose negativamente de él. Explica como Bormann hacía todo lo posible para ser apreciado por Hitler: se volvió vegetariano, dejó de fumar y a sabiendas que Hitler era un entusiasta lector, tenía un grupo de ayudantes que lo mantenían informado de las nuevas publicaciones literarias y le proveían de un resumen de las mismas, de manera que durante la cena, Bormann pudiera comentárselas a Hitler. Bormann supo muy bien hacerse imprescindible para Hitler, quien sabía que podía confiar cualquier misión en éste, quien la cumpliría fielmente y a la mayor brevedad posible (pp. 44-45).

Kempka no mantenía una buena relación con Bormann, quien varias veces trató de despedirlo de su trabajo para reemplazarlo por alguien de su confianza, en ese proceso paulatino adelantado por Bormann controlar el entorno de Hitler. Como resultado de las ásperas relaciones entre ambos, Kempka una vez llegó a pedirle a Hitler ser transferido al frente, pues no soportaba más los roces con Bormann. Sin embargo, Hitler le insistió que era más importante la contribución que él le hacía a Alemania desde su puesto de trabajo a su lado que lo que podía aportar en el frente. Por tanto, le pidió que soslayara esa situación con Bormann.

Cuando Bormann emprendió la tarea de comprar las tierras adyacentes a la casa de Hitler en Obersalzberg, según Kempka, Bormann no tuvo necesidad de utilizar métodos soterrados, pues, Bormann ofreció pagar cuatro y cinco veces más el valor de las tierras a los granjeros. Sin embargo, Hitler estaba preocupado e que Bormann estuviera usando intimidación para forzar a la gente a vender, por lo que mandó a que le advirtieran a Bormann que si escuchaba alguna queja sobre el asunto detendría todo (p. 38).

Bormann y Eva Braun no simpatizaban, pero, el primero sabía que no podía actuar contra ella, por lo que siempre mantuvo distancia. En una charla que tuvo Kempka con Eva Braun los últimos días en el bunker, ella se lamentaba que Hitler hubiera dependido de Bormann por tanto tiempo. Sin embargo, explicaba que ello se había debido a la posición de poder que éste detentaba en el partido y las circunstancias de la guerra, lo que había impedido que Hitler pudiera prescindir de él, debido a su dificultad de acostumbrarse a caras nuevas en su entorno (p. 63).

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por axmann » Vie Jun 28, 2013 2:40 pm

Kempka defiende el coraje mostrado por Hitler, a quien, contra la recomendación de sus consejeros militares, le gustaba inspeccionar las maniobras en el frente de batalla. Por ejemplo, durante la campaña en Polonia, Kempka llevó a Hitler al frente de batalla todos los días. Asimismo, narra el vuelo de Hitler a Zaporozhye, durante el invierno de 1942, que estaba sometida a una intensa presión por parte de los rusos para recapturarla. Contra la opinión de sus generales, Hitler se quedó en ese lugar por cuatro días para tener información de primera mano, partiendo únicamente cuando ya el aeropuerto comenzaba a ser atacado (p. 49). El 15 o 16 de marzo de 1945 (el autor no recuerda), Hitler decidió inesperadamente visitar el frente de batalla, trasladándose a Frankfurt an der Oder. La presencia de Hitler generó gran esperanza y emoción entre las mujeres, hombres y niños en la zona. Durante el viaje de regreso a Berlin, Hitler se sentó en el puesto de copiloto por última vez y permaneció ensimismado en sus pensamientos (pp. 54-55)

El 29 de abril de 1945, a las 6 p.m., se reunió con Hitler por última vez. Hitler se mostraba tranquilo, en su mano derecha sostenía un mapa de Berlin, mientras que la mano izquierda le temblaba un poco. "¿Cómo ves las cosas, Kempka?", le preguntó Hitler. El autor respondió cómo él y sus hombres participaban en la defensa de la ciudad. "¿Qué es lo que piensan tus hombres?", inquirió Hitler. Kempka explicó que todos mantenían sus responsabilidades sin vacilación y que esperaban por la ayuda proveniente del General Wenck. Entonces, Hitler replicó rápidamente: "¡Todos estamos esperando por Wenck!". Entonces, por última vez, Hitler le extendió su mano. El autor explica que a pesar de conocer bien a Hitler como lo conocía, no pudo inferir de esa reunión que ya había decidido suicidarse (p. 72).

El autor describe los hechos conocidos por todos acerca de los últimos días de Hitler en el bunker y su suicidio, así como su participación en tales acontecimientos. Kempka explica que cuando llegó al bunker con los 200 litros de gasolina que le habían requerido, Günsche le informó del suicidio de Hitler. En ese momento, vió como el cuerpo de Hitler era sacado de la habitación donde había acaecido el hecho. De seguidas, vió a Bormann cargando el cuerpo inerte de Eva Braun. En ese instante, Kempka se precipitó sobre Bormann y le arrebató el cuerpo de Eva, pues, consideró un agravio a su memoria que fuera una persona a quien había odiado quien la cargara (p. 78). Luego, explica todo el proceso de cremación de los dos cuerpos.

Después de esos eventos, de regreso en el bunker, encontró a Magda Goebbels, hundida en una depresión. Ella le pidió que se sentara un momento. Ella le narró como le había suplicado a Hitler que no se suicidara, pero él tranquilamente le replicó que no tenía otra opción, que esa era la única manera como el camino quedaría abierto para que Dönitz pudiera salvar algo de Alemania. Kempka trató de distraerla un poco, por lo que le planteó la posibilidad de escapar de Berlin con tres carros blindados que tenía aún disponible. Ella aceptó y se vió aliviada. En ese instante, Goebbles llegó a la habitación. Ella le planteó mi sugerencia, pero él declinó, concediéndole libertad a ella y los niños de abandonar la ciudad. Entonces, Madga afirmó que su destino era quedarse con su esposo (pp. 89-90).

Finalmente, Kempka explica su escape de Berlin. En la descripción de dichos eventos, señala que presenció cuando Bormann falleció en su intento de escape el 2 de mayo de 1945 (p. 95). Asimismo, explica que pudo cruzar las líneas enemigas vestido de civil gracias a la ayuda de una joven yugoslava que le dio ropa de civil y lo hizo pasar como su esposo ante los rusos. Entonces, pudo alcanzar Berchtesgaden, donde se reunió con su esposa. No obstante, alguien denunció su presencia y fue capturado por los norteamericanos.

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por David L » Mié Jul 03, 2013 1:37 am

Gracias por la reseña Axmann. Conocía el libro, aunque no lo tengo en mi biblioteca , son como comentas unas 90 páginas de memorias...pueden ser pocas....pero bueno, realmente el papel jugado por este hombre en los últimos días de Hitler no pudo ser más cercano. Ahí radica la importancia de éstas.

Un saludo
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por Barbarossa » Mié Jul 03, 2013 8:11 am

Buenos días,

en la siguiente página, está disponible este libro aunque con diferente título: "Yo quemé a Hitler".

http://www.papyrefb2.net/frames/index.php

Un cordial saludo.

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por Antonio Machado » Jue Jul 04, 2013 9:42 pm

Hola Axmann, estimado amigo !

Otra excelente reseña, felicitaciones: muy completa, citando al autor y compartiendo tus impresiones sobre su lectura. Nos queda una idea bastante aproximada del contenido del libro, muchas gracias por compartir... :sgm120:

Siempre he estado pendiente de leer esta obra, pero la Edición más reciente (2010) no baja de precio en amazon, continuaré esperando... mientras tanto sigo con varias obras...


Axmann escribió: Este libro forma parte de una serie de la editorial dedicada a memorias de personajes del entorno de Hitler, dentro de la cual han sido publicadas las memorias de Christa Schroeder (secretaria) y Heinz Linge ('valet').
Creo que con esa Trilogía el lector puede formarse una impresión de Hitler en su intimidad cotidiana. Sin embargo, muy probablemente la obra que has reseñado sea la más completa pues siendo su autor el conductor de su coche lo acompañó a muchos lugares y diversas situaciones fuera de la Cancillería, algunas de las cuales comentas a lo largo de tu interesante recensión.


Axmann escribió: Así, por ejemplo, describe como cuando Hitler realiza su último viaje en tren para retornar a Berlin a las puertas del desenlace final en abril de 1945, a pesar de la hora y el cansancio acumulado, Hitler lo mandó a llamar para expresarle sus condolencias por el fallecimiento de su padre (p. 52). Asimismo, en marzo de 1945, Hitler le confió la misión de acompañar a Speer en un viaje para inspeccionar el frente de batalla. Ese viaje duró cerca de cinco días. Una vez regresó al bunker, la primera vez que se encontró con Hitler, éste salía de una reunión con sus consejeros, a penas se percató de su presencia, se distanció del grupo que lo acompañaba y fue a su encuentro, abrazándolo y agitándole ambas manos afectuosamente, así como agradeciéndole haber traído de regreso a Speer sano y salvo (p. 56).
Detalles muy curiosos que hablan elocuentemente de la dualidad que se observa en muchos altos personajes de la Historia: por un lado la responsabilidad de conducir asuntos mundiales y por otro lado los detalles personales mínimos que atendían cotidianamente.

Existen muchas anécdotas personales de otros grandes líderes: Roosevelt, Stalin, Churchill, Truman...

Solamente quien ha vivido el día a día, muy de cerca, formando parte de su entorno más privado, puede conocer y relatar ese tipo de pormenores, los cuales siempre sorprenden.


Axmann escribió: El 16 de mayo de 1936, Schreck falleció de meningitis. Por consiguiente, Kempka fue nombrado como el chofer titular de Hitler.
Entiendo que Schreck llegó a tener cierto grado de confianza con Hitler, desarrollando algo de amistad con éste y haciéndose acreedor a su aprecio personal, al grado de que el mismo Führer asistió a su funeral y leyó personalmente sus palabras de despedida ante el féretro de Schreck.

Mi pregunta es: habla Kempka algo al respecto ?

Axmann escribió: Una de las responsabilidades de Kempka era supervisar la construcción de los vehículos que serían usados por Hitler. Así, una vez sugirió a Hitler la necesidad de usar carros a prueba de bala, pero éste rechazó la idea, pues, consideraba que su vida no estaba expuesta a ningún peligro por parte del pueblo alemán.
Parece que más adelante el Führer cambió de opinión sobre la necesidad de blindar sus vehículos contra balas, al grado que le obsequió a Goebbels un Mercedes blindado como regalo navideño.

Menciona Kempka algo sobre el destino final de los Mercedes de Hitler y otros altos Nazis ? entiendo que actualmente se exhiben en diversos museos en varios paises...


Axmann escribió: Kempka defiende el coraje mostrado por Hitler, a quien, contra la recomendación de sus consejeros militares, le gustaba inspeccionar las maniobras en el frente de batalla.
No era el único líder arrojado: Churchill salía a las terrazas y a las calles de Londres durante los bombardeos alemanes, mostrando valentía e inspirándole valor y entereza al pueblo británico.

Menciona Kempka a Churchill en sus Memorias ? a Roosevelt ? menciona algo sobre la visita del ex-Rey Eduardo VIII a Berlín ?


Axmann escribió: Entonces, pudo alcanzar Berchtesgaden, donde se reunió con su esposa. No obstante, alguien denunció su presencia y fue capturado por los norteamericanos.
Cómo pasó el resto de sus días ? a qué se dedicó hasta el día de su fallecimiento en el '75 ?


Felicitaciones y agradecimientos por tan detallada, cautivadora reseña, estimado Axmann... :sgm111:


Saludos cordiales desde Nueva York hasta las Islas Británicas,


Antonio Machado :sgm65:
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por axmann » Vie Jul 05, 2013 11:43 am

Gracias a mis colegas foristas por sus comentarios.

De seguidas, paso a responder algunos de vuestros comentarios e interrogantes.
Antonio Machado escribió:muy probablemente la obra que has reseñado sea la más completa pues siendo su autor el conductor de su coche lo acompañó a muchos lugares y diversas situaciones fuera de la Cancillería
Ciertamente que Kempka jugó un papel muy cercano a Hitler, pero lamentablemente sus memorias no reflejan esa cercanía. Por otro lado, el hecho de que hoy estén disponibles tantas memorias de personajes cercanos a Hitler y que también vivieron en el bunker los últimos días del Reich puede que nos haga esperar más de este libro. Existen memorias más detalladas que éstas y que nos aproximan más a ese círculo de personas que circundaban a Hitler. Uno esperaría que Kempka podría ofrecernos muchas más anécdotas sobre sus distintos viajes con Hitler durante su tiempo de servicio, mucho más cuando él reconoce en sus memorias que pasó a formar parte de la comitiva que acompañaba a Hitler en todos sus viajes, aunque viajara en tren o avión. Si eso es así, imagino que tendría muchos relatos que ofrecer en sus memorias, pero, en estas 90 páginas no esperéis encontrarlos. ¡Una oportunidad perdida!. Esa es mi mayor crítica al libro y decepción, por lo que no recomiendo que incurráis en el gasto de comprar el libro.
Antonio Machado escribió:Entiendo que Schreck llegó a tener cierto grado de confianza con Hitler, desarrollando algo de amistad con éste y haciéndose acreedor a su aprecio personal, al grado de que el mismo Führer asistió a su funeral y leyó personalmente sus palabras de despedida ante el féretro de Schreck.

Mi pregunta es: habla Kempka algo al respecto ?
Una muestra de lo escueto de los relatos proporcionados por estas memorias puede ser este punto. Kempka se refiere muy poco a Schreck, en el capítulo relativo a sus inicios como chofer suplente de Hitler en 1932, a penas dedica unas líneas para explicar el buen recibimiento que le dió Schreck al incorporarse al cargo, así como la buena amistad que desarrollaron desde muy temprano. Posteriormente, en otro capítulo, se vuelve a referir brevemente a la enfermedad y muerte de Schreck para explicar cómo obtuvo la titularidad del cargo de chofer de Hitler. En general, no dice más nada de alguien con quien supuestamente le unía una buena amistad y un gran afecto. Tampoco se refiere a los funerales de Schreck, lo que tras tu comentario ahora me sorprende mucho más si consideramos su doble condición de amigo del difunto y chofer de Hitler (que se supone debió haberlo acompañado al funeral en auto). Este es un ejemplo de cómo Kempka omite muchos relatos que podrían diferenciar sus memorias de muchas otras, pues, serían vivencias que sólo podía narrarnos él.
Antonio Machado escribió:Parece que más adelante el Führer cambió de opinión sobre la necesidad de blindar sus vehículos contra balas, al grado que le obsequió a Goebbels un Mercedes blindado como regalo navideño.

Menciona Kempka algo sobre el destino final de los Mercedes de Hitler y otros altos Nazis ? entiendo que actualmente se exhiben en diversos museos en varios paises...


Sí, tras el atentado de noviembre de 1939 Hitler se convence de la necesidad de esos coches blindados. Por otra parte, Kempka comenta que Hitler obsequió algunos coches de este tipo a los jefes de Estados de algunas de las naciones amigas (Italia, Finlandia, Rumania, Bulgaria y España). En algunos casos, Kempka en persona viajó a entregar el obsequio de Hitler. Como anécdotas de esos viajes, comenta que cuando viajó a Rumania, Antonescu se encontraba en cama enfermo, pero apenas se enteró de su llegada con un obsequio del Hitler, se levantó al día siguiente para recibirlo en persona. Igual, comenta la buena amistad que había trabado con el Rey de Bulgaria en sus diversos encuentros en Alemania. Si no me equivoco, cuando viajó a entregar el coche blindado a Bulgaria, coincidió con el misterioso fallecimiento del Rey, aunque él ofrece la versión "oficial" de la muerte del Rey conforme con la información que le fue suministrada por la embajada alemana en ese país.

Por otra parte, Kempka no comenta nada sobre el destino de los coches blindados que conformaban la flotilla de coches bajo su mando, ni tampoco sobre aquellos de otros miembros del gobierno. En uno de los relatos sobre los últimos días de Berlín, sí comenta que los bombardeos habían afectado en cierta forma el garaje subterráneo de la Cancillería del Reich, dejando inutilizados muchos de los vehículos. Sin embargo, como narré supra, Kempka le dijo a Magda Goebbels que aún tenía disponible tres vehículos blindados con los cuales podían intentar escapar de Berlin.
Antonio Machado escribió:Menciona Kempka a Churchill en sus Memorias ? a Roosevelt ? menciona algo sobre la visita del ex-Rey Eduardo VIII a Berlín ?


Las memorias no mencionan a dichos personajes, puede que si acaso respecto a los dos primeros haga alguna referencia general con relación a la situación general de la guerra, pero nada relevante.
Antonio Machado escribió:Cómo pasó el resto de sus días ? a qué se dedicó hasta el día de su fallecimiento en el '75 ?
Kemmka termina sus memorias con su detención por parte de los norteamericanos. Las memorias no abarcan su período posterior a la guerra, quizás porque las mismas habrán sido escritas tras ser dejado en libertad, pues el libro fue publicado originalmente en Alemania en 1951.

En la introducción del libro se comenta que Kempka dió varias entrevistas en vida, siendo muy popular entre los periodistas por lo elocuente y descriptivo de sus relatos. Lástima que dicho talento no lo demostró con demasía al escribir sus memorias (en mi modesta opinión).

Espero haber respondido las inquietudes planteadas.

Saludos.

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por Antonio Machado » Vie Jul 05, 2013 10:01 pm

Hola Axmann, estimado amigo !


Gracias por dedicar parte de tu tiempo a contestar nuestras preguntas y aclarar dudas... :sgm120:

axmann escribió: Ciertamente que Kempka jugó un papel muy cercano a Hitler, pero lamentablemente sus memorias no reflejan esa cercanía. Por otro lado, el hecho de que hoy estén disponibles tantas memorias de personajes cercanos a Hitler y que también vivieron en el bunker los últimos días del Reich puede que nos haga esperar más de este libro. Existen memorias más detalladas que éstas y que nos aproximan más a ese círculo de personas que circundaban a Hitler. Uno esperaría que Kempka podría ofrecernos muchas más anécdotas sobre sus distintos viajes con Hitler durante su tiempo de servicio, mucho más cuando él reconoce en sus memorias que pasó a formar parte de la comitiva que acompañaba a Hitler en todos sus viajes, aunque viajara en tren o avión.
Ciertamente que alguien que permaneció tan cercano a Hitler, durante varios años, compartiendo la cotidianeidad de su vida, disponía de material abundantísimo como base para muchos relatos.

Guardando las distancias, acude a mi mente el caso de Kay Summersby, la motorista y asistente personal de Dweight Eisenhower en Inglaterra mientras éste fungía como "Comandante en Jefe de las Fuerzas Aliadas" ; ella era una mujer muy elegante y atractiva: después de la SGM ella escribió sus Memorias con el título "Olvidando el pasado" ("Past forgetting"), una obra muy interesante pues ofrece sus impresiones de varios líderes mundiales, siendo el principal por supuesto su célebre jefe, a quien inclusive acompañó al Norte de Africa.


En sus Memorias narra varios momentos de intimidad -emocional y física- vividos entre ambos, los describe con desenfado y cierto nivel de detalle; sin embargo niega haber sostenido relaciones sexuales con Eisenhower. Cuando ambos se conocieron, ella estaba casada y en proceso de divorcio; luego quedó viuda durante el transcurso de la SGM. Eisenhower fue precisamente quien le dió la noticia de la muerte de su esposo. Ella se trasladó a vivir a América, vivió mucho tiempo aquí en Nueva York y visitó a Eisenhower cuando éste era Presidente de la Universidad de Columbia; luego se limitó a verlo constantemente por televisión mientras era Presidente de esta gran nación.


En el transcurso de la obra, Kay Summersby narra con detalle muchos incidentes, describe personajes como Churchill y muchos otros, cuenta anécdotas sabrosas de la vida cotidiana en el Cuartel General, detalles de reuniones, aspectos personales, incidentes, etc.; es un libro bastante jugoso, me dá la impresión de que abunda mucho más que lo que hace Erich Kempka.



axmann escribió: (...) Kempka comenta que Hitler obsequió algunos coches de este tipo a los jefes de Estados de algunas de las naciones amigas (Italia, Finlandia, Rumania, Bulgaria y España). En algunos casos, Kempka en persona viajó a entregar el obsequio de Hitler. Como anécdotas de esos viajes, comenta que cuando viajó a Rumania, Antonescu se encontraba en cama enfermo, pero apenas se enteró de su llegada con un obsequio del Hitler, se levantó al día siguiente para recibirlo en persona. Igual, comenta la buena amistad que había trabado con el Rey de Bulgaria en sus diversos encuentros en Alemania. Si no me equivoco, cuando viajó a entregar el coche blindado a Bulgaria, coincidió con el misterioso fallecimiento del Rey, aunque él ofrece la versión "oficial" de la muerte del Rey conforme con la información que le fue suministrada por la embajada alemana en ese país.
Sabrosa y curiosa anécdota, gracias por compartirla... :sgm120:



axmann escribió: Sin embargo, como narré supra, Kempka le dijo a Magda Goebbels que aún tenía disponible tres vehículos blindados con los cuales podían intentar escapar de Berlin.
Recientemente he leído dos obras relacionadas "Goebbels" (de Ralf Georg Reuth) y "Magda Goebbels: La Primera Dama del III Reich" (de Hans-Otto Meissner), en ambas se narra con detalles lo ocurrido en los momentos finales de las vidas de ambos, sin embargo, curiosamente, ni uno de esos autores menciona ese ofrecimiento de Kempka a Magda Goebbels ni lo de la disponibilidad de los tres vehículos, etc. ; probablemente debido a la confusion reinante en aquel torbellino inexorable, el cual es recordado por cada quien de manera fragmentaria.


Todo muy interesante, estimado Axmann, gracias por dedicar parte de tu tiempo a aclarar nuestras dudas y ampliar tus comentarios sobre estos aspectos y detalles de la obra.


Saludos cordiales desde Nueva York hasta las Islas Británicas,


Antonio Machado :sgm65:
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por axmann » Sab Jul 06, 2013 12:02 am

Hola apreciado Antonio Machado,

Gracias por tus aportaciones, siempre interesantes. Lástima que Kempka no nos haya dejado unas memorias más interesantes como las de Kay Summersby, según tu comentario.

Por cierto, quería aprovechar a preguntarte tu opinión sobre ese libro que mencionaste: "Magda Goebbels: La Primera Dama del III Reich" (de Hans-Otto Meissner). Creo que referías brevemente en tu reseña sobre la biografía de Goebbels que el libro está lleno de anécdotas sobre la vida de los Goebbels. Estuve buscando alguna información sobre el contenido del libro en internet, creo que leí que el autor entrevistó a Eleonore Quandt (hermana del primer esposo de Magda), quien permaneció cercana a Magda durante su vida, y a la madre de Magda, quienes imagino serían la principal fuente de las anécdotas familiares reseñadas por el autor.

Pude conseguir este link (en inglés) que resume algunos aspectos del libro:
http://www.fsmitha.com/review/r-meisner.htm

Parece que el autor pretende justificar la decisión de Magda Goebbels de matar a sus hijos en su supuesta creencia budista (reencarnación), a lo que, sin embargo, parece que los historiadores no dan mucho crédito (según el mismo traductor del libro indica).

Aunque quizás mi pregunta sería más propia de otro hilo (según juzgue conveniente el moderador), aprovecho a formularte esta duda, pues, quisiera tener un poco más claro qué debo esperar del libro, pues, ya se ha escrito mucho sobre Goebbels y su difícil relación matrimonial, así que quizás no haya mucho más que agregar al tema.

Saludos.

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Re: I was Hitler's chauffeur, por Erich Kempka

Mensaje por Antonio Machado » Mar Jul 09, 2013 6:34 pm

Hola Axmann, estimado amigo:
axmann escribió: Por cierto, quería aprovechar a preguntarte tu opinión sobre ese libro que mencionaste: "Magda Goebbels: La Primera Dama del III Reich" (de Hans-Otto Meissner). Creo que referías brevemente en tu reseña sobre la biografía de Goebbels que el libro está lleno de anécdotas sobre la vida de los Goebbels. Estuve buscando alguna información sobre el contenido del libro en internet, creo que leí que el autor entrevistó a Eleonore Quandt (hermana del primer esposo de Magda), quien permaneció cercana a Magda durante su vida, y a la madre de Magda, quienes imagino serían la principal fuente de las anécdotas familiares reseñadas por el autor.

Pude conseguir este link (en inglés) que resume algunos aspectos del libro:
http://www.fsmitha.com/review/r-meisner.htm

Saludos.
Efectivamente, Meissner conversó muchas veces con Ello Quandt, gran amiga de Magda Goebbels, la menciona varias veces a lo largo de esta interesante biografía. En uno de los primeros capítulos de la obra, narra la manera en la cual se conocieron:
[b][i][color=#FF0000]Hans-Otto Meissner[/color][/i][/b] escribió: "La visita al hermano de su prometido, Werner Quandt, fue para Magda una sorpresa muy reconfortante. Werner había contraído matrimonio recientemente con una mujer joven de la misma edad que Magda, Eleonore Quandt, conocida por su familia como "Ello". Desde el momento en que ambas se miraron una a la otra, Magda y Ello sintieron una simpatía mutua la cual se desarrolló en una firme amistad que duraría por décadas, sobreviviendo el divorcio de Magda (de Günther Quandt) y prevaleciendo la prueba de su matrimonio con Joseph Goebbels, hasta el espantoso final (de Magda)"

Sobre el otro tema que mencionas:
axmann escribió: Parece que el autor pretende justificar la decisión de Magda Goebbels de matar a sus hijos en su supuesta creencia budista (reencarnación), a lo que, sin embargo, parece que los historiadores no dan mucho crédito (según el mismo traductor del libro indica).
La filosofía budista siempre estuvo presente en la mente y el espíritu de Magda Goebbels, desde que la conoció de manos de su padre biológico y a lo largo de toda su vida.

Sin embargo la traductora de esta obra desestima la importancia que esas enseñanzas orientales pudieron haber tenido sobre su decisión de asesinar a sus seis hijos y luego quitarse la vida.


axmann escribió: Aunque quizás mi pregunta sería más propia de otro hilo (según juzgue conveniente el moderador), aprovecho a formularte esta duda, pues, quisiera tener un poco más claro qué debo esperar del libro, pues, ya se ha escrito mucho sobre Goebbels y su difícil relación matrimonial, así que quizás no haya mucho más que agregar al tema.
Tienes razón, estimado Axmann: el tema de Magda Goebbels corresponde a otro Hilo, por lo cual sería inapropiado el continuar refiriéndonos "in profundis" al mismo en este Hilo.

Por tanto, he decidido releer la obra en los próximos días y subir una recensión de la misma, por supuesto que te lo haré saber de inmediato, en ella procuraré referirme "in extenso" a tus preguntas.

Les anticipo una disculpa a los amigos foristas y al Moderador por haber hecho estas referencias a Magda Goebbels en este Hilo; me permití hacerlo solamente para contestar brevemente a las preguntas del distinguido compañero.

Saludos cordiales desde Nueva York hasta las Islas Británicas,


Antonio Machado :sgm65:
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.

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