Léon Degrelle et la Legión Wallonie: la fin d'une légende , de Eddy de Bruyne
Formato : Format Kindle
Tamaño del fichero : 2414 KB
Numero de paginas de la edición impresa : 199 pages
Editor : Bebooks; Édition : 1 (1 septembre 2013)
Lengua : Français
ASIN: B00F2NN304
Esta es la historia y vicisitudes de los más de 8000 voluntarios valones francófonos que llegaron a pasar por el frente ruso
vistiendo el uniforme alemán desde que comenzó la invasión de la Unión Soviética por parte del Tercer Reich en 1941.
Liderados política y en ocasiones militarmente por su líder máximo, Léon Degrelle , su presencia en la URSS siempre estuvo marcada por la polémica y por un deseo de hacerse un hueco entre los vencedores, a su vez las razones de orden interno constituyeron también un motivo más que importante a la hora de decidir el compromiso de estos hombres en el mencionado frente ruso.
Bélgica es un país con unas características muy especiales, una nación donde dos comunidades lingüísticas, o tres si incluimos a la Gran Bruselas entre éstas, conviven y conforman este territorio siempre difícil de entender. La Segunda Guerra Mundial sirvió de nuevo como espoleta para salir a flote todas estas divergencias internas siempre a flor de piel.
En Bélgica sigue existiendo todavía hoy en día una cierta confrontación cuando se menciona el tema de la colaboración con el invasor alemán, Flandes, la zona norte del país, ha pasado a la historia como un territorio y una comunidad civil donde la cooperación con el Tercer Reich se desarrollo de una manera más estrecha que la llevada a cabo en la zona sur del país, la Valonia francófona. Pues bien, autores como Eddy de Bruyne viene, en cierta manera, a destruir ese mito y a situar en su justa medida la colaboración que cada una de esas comunidades aportó al esfuerzo de guerra alemán. En este caso, Bruyne se acerca a el voluntariado francófono y a su líder más destacado, Léon Degrelle.
Para comenzar podemos partir de una premisa que el autor quiere dejar claro antes de desarrollar el tema: sin Degrelle no habría habido Legión Valona y viceversa. Ambas se necesitaron y, sobre todo uno, hizo de esa formación militar su herramienta más preciada para medrar políticamente y redirigir su ambición política siempre insaciable. Este fue sin ninguna duda Léon Degrelle.
Por supuesto, la formación de esta unidad militar no fue sencilla, y como viene siendo habitual cuando nos dedicamos a estudiar esos grupos, o grupúsculos colaboracionistas, las rencillas y rivalidades internas marcan en ocasiones muy decididamente el posterior desarrollo de la vida y obra de dicho colectivo.
En este caso, la Legión Valona, no fue una excepción, aquí se sucedieron momentos y acontecimientos que obligaron a una toma de posiciones políticas que acusaron los voluntarios valones. Degrelle, y su movimiento político REX de base católica, evolucionaron conforme la situación político-militar de Europa lo hacían. Desde la derrota de junio de 1940, REX y Degrelle parecen buscar en un movimiento autoritario de carácter belga el status particular de este movimiento, cuando esta vía fracasa, la invasión alemana de la URSS les ofrece otro camino hacia el poder en Bélgica, la colaboración armada con el invasor, es aquí donde entra en juego por primera vez la Legión Valona. La apuesta es muy fuerte, ya que Degrelle y los valones son menospreciados por los alemanes y por sus compatriotas flamencos, pero la ambición de Degrelle no tiene límites.
Degrelle ya ha tomado partido y decide la máxima colaboración con el nacionalsocialismo y, de una manera descarada, se decide a alienarse con las tesis racistas alemanas y proclama la germanidad de los valones , un hecho que siembra de nuevo la discordia entre sus filas. Degrelle no tiene límites y pone su ambición personal por encima de todo, de ahí que la Legión pase en un principio a ser una unidad voluntaria donde un cierto nacionalismo belga era omnipresente, a posteriormente reunirse apropiándose de otros valores, en este caso su germanidad . El cambio resulta radical, ahora ya no se lucha por una Bélgica con peso propio en el Tercer Reich, sino como un futuro territorio unido y con los mismos derechos que cualquier otro territorio alemán en el que se denominó el Tercer Reich. El cambio es sin duda significativo: Bélgica pasaba a suponer un error histórico.
De todo esto, de cómo evolucionó el reclutamiento de los voluntarios valones de la Legión y los obstáculos surgidos con la población belga en general y entre sus propias filas, además de descubrir sus relaciones con los alemanes a la hora de hacer frente a la puesta en marcha de esta legión de combatientes belgas bajo uniforme alemán, conforman el eje central de este magnífico trabajo de Eddy Bruyne , uno de los más cualificados estudiosos de la figura de Degrelle y la Legión Valona.
Un saludo.vistiendo el uniforme alemán desde que comenzó la invasión de la Unión Soviética por parte del Tercer Reich en 1941.
Liderados política y en ocasiones militarmente por su líder máximo, Léon Degrelle , su presencia en la URSS siempre estuvo marcada por la polémica y por un deseo de hacerse un hueco entre los vencedores, a su vez las razones de orden interno constituyeron también un motivo más que importante a la hora de decidir el compromiso de estos hombres en el mencionado frente ruso.
Bélgica es un país con unas características muy especiales, una nación donde dos comunidades lingüísticas, o tres si incluimos a la Gran Bruselas entre éstas, conviven y conforman este territorio siempre difícil de entender. La Segunda Guerra Mundial sirvió de nuevo como espoleta para salir a flote todas estas divergencias internas siempre a flor de piel.
En Bélgica sigue existiendo todavía hoy en día una cierta confrontación cuando se menciona el tema de la colaboración con el invasor alemán, Flandes, la zona norte del país, ha pasado a la historia como un territorio y una comunidad civil donde la cooperación con el Tercer Reich se desarrollo de una manera más estrecha que la llevada a cabo en la zona sur del país, la Valonia francófona. Pues bien, autores como Eddy de Bruyne viene, en cierta manera, a destruir ese mito y a situar en su justa medida la colaboración que cada una de esas comunidades aportó al esfuerzo de guerra alemán. En este caso, Bruyne se acerca a el voluntariado francófono y a su líder más destacado, Léon Degrelle.
Para comenzar podemos partir de una premisa que el autor quiere dejar claro antes de desarrollar el tema: sin Degrelle no habría habido Legión Valona y viceversa. Ambas se necesitaron y, sobre todo uno, hizo de esa formación militar su herramienta más preciada para medrar políticamente y redirigir su ambición política siempre insaciable. Este fue sin ninguna duda Léon Degrelle.
Por supuesto, la formación de esta unidad militar no fue sencilla, y como viene siendo habitual cuando nos dedicamos a estudiar esos grupos, o grupúsculos colaboracionistas, las rencillas y rivalidades internas marcan en ocasiones muy decididamente el posterior desarrollo de la vida y obra de dicho colectivo.
En este caso, la Legión Valona, no fue una excepción, aquí se sucedieron momentos y acontecimientos que obligaron a una toma de posiciones políticas que acusaron los voluntarios valones. Degrelle, y su movimiento político REX de base católica, evolucionaron conforme la situación político-militar de Europa lo hacían. Desde la derrota de junio de 1940, REX y Degrelle parecen buscar en un movimiento autoritario de carácter belga el status particular de este movimiento, cuando esta vía fracasa, la invasión alemana de la URSS les ofrece otro camino hacia el poder en Bélgica, la colaboración armada con el invasor, es aquí donde entra en juego por primera vez la Legión Valona. La apuesta es muy fuerte, ya que Degrelle y los valones son menospreciados por los alemanes y por sus compatriotas flamencos, pero la ambición de Degrelle no tiene límites.
Degrelle ya ha tomado partido y decide la máxima colaboración con el nacionalsocialismo y, de una manera descarada, se decide a alienarse con las tesis racistas alemanas y proclama la germanidad de los valones , un hecho que siembra de nuevo la discordia entre sus filas. Degrelle no tiene límites y pone su ambición personal por encima de todo, de ahí que la Legión pase en un principio a ser una unidad voluntaria donde un cierto nacionalismo belga era omnipresente, a posteriormente reunirse apropiándose de otros valores, en este caso su germanidad . El cambio resulta radical, ahora ya no se lucha por una Bélgica con peso propio en el Tercer Reich, sino como un futuro territorio unido y con los mismos derechos que cualquier otro territorio alemán en el que se denominó el Tercer Reich. El cambio es sin duda significativo: Bélgica pasaba a suponer un error histórico.
De todo esto, de cómo evolucionó el reclutamiento de los voluntarios valones de la Legión y los obstáculos surgidos con la población belga en general y entre sus propias filas, además de descubrir sus relaciones con los alemanes a la hora de hacer frente a la puesta en marcha de esta legión de combatientes belgas bajo uniforme alemán, conforman el eje central de este magnífico trabajo de Eddy Bruyne , uno de los más cualificados estudiosos de la figura de Degrelle y la Legión Valona.
Fuente imagen: http://www.amazon.fr/L%C3%A9on-Degrelle ... +de+bruyne