El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Una invitación mensual a la reflexión y discusión, sobre temas escogidos por los usuarios invitados a escribir.

Moderador: Francis Currey

Responder
Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por David L » Dom May 01, 2016 1:31 pm

En 1992 con el Tratado de Maastricht se definió definitivamente la orientación europea y su clara vocación política, hecho que abría las puertas a una nueva fundación de la misma. En 1999 se confirmó la unión monetaria y en el año 2004 la Unión Europea (UE) acogió en su seno a diez nuevos países de la Europa del Este concretándose a su vez el marco constitucional que regiría la misma. Si uno ha leído estas primeras líneas se preguntará ¿esto es un foro de la Segunda Guerra Mundial? ¿Qué tiene que ver la UE con la guerra mundial? Pues precisamente la idea de Europa va a ser el eje central de este artículo, su concepción desde los años de la primera posguerra mundial hasta el final de la IIGM en 1945 va a vertebrar el mismo. Para ello no serviremos de la microhistoria y nos situaremos en la Francia ocupada, en concreto en una asociación de intelectuales que decidieron en septiembre de 1940 crear el llamado Groupe Collaboration.

¿Quiénes eran y qué querían ofrecer a la ciudadanía francesa este grupo tan curioso? El Groupe Collaboration fue hijo de la ocupación alemana en Francia, pero con unos objetivos que ya habían sido elaborados y tratados durante el período de entreguerras, es decir, la situación bélica ofreció una plataforma sin igual para llevar a cabo sus deseos políticos e ideológicos discutidos años atrás. El Grupo estuvo compuesto principalmente de parisinos que anhelaban convertirse en un polo atractivo de reflexión y de promoción cultural para todos aquellos intelectuales deseosos de estimular cualquier proyecto que significara una unión europea, que era como decir entonces incentivar la unión franco-alemana que sería el primer paso para la definitiva cohesión continental. Este movimiento quería desligarse totalmente de los partidos políticos, es decir, debía ser una especie de laboratorio de ideas ajeno a la política, no debía intoxicarse con las nuevas formas de orientar el país desde la óptica ultra parisina. Es difícil poder encontrar mucha información al respecto sobre este Grupo elitista creado por el escritor francés Alphonse Van Bredenbeck de Châteaubriant, un aristócrata al que no se le dio nada mal escribir y que fue en aquellos momentos una celebridad intelectual, su papel como elite ideológica hizo que su presencia siempre estuviese envuelta en sombras que determinaban ambigüedad y pragmatismo por igual.

Debemos partir de la base de que la idea de una Europa unida no fue algo que llegó con la Segunda Guerra Mundial , el europeísmo siempre estuvo latente en muchas de las elites intelectuales y en numerosos asociaciones de excombatientes de la Gran Guerra tanto en Francia como en Alemania, aunque tal vez podamos destacar a la primera con una figura que fue determinante en este aspecto, el que fuera uno de los políticos más importantes de la Tercera República francesa y Premio Nobel de la Paz en 1926, Sr Aristide Briand. Él fue uno de los impulsores de lo que podríamos denominar Europa federal, a partir de aquí hay un antes y un después en el europeísmo como idea política.

La idea europea definida como una corriente europeísta que agrupara en su seno a todo aquel que deseara la ansiada unión continental parece tener un freno con la presencia nazi en Europa, su peculiar aportación a esta idea ha dejado un vacio que ha repercutido en un salto histórico durante 1939-1945 en lo que podríamos denominar génesis de la configuración de Europa. Uno podría preguntarse si existía sustento ideológico en la Nueva Europa que deseaban los nazis, seguramente habría algo más que la idea hitleriana de Europa, pero no hay duda de que hay que ser muy ingenuo para creer que toda ella no era sino la voluntad de Adolf Hitler. Partiendo de esta premisa indiscutible, todo lo que vamos a relatar a continuación no deja de resultar una ilusión baldía, cándida si se me permite el uso de este término, por no denominarlo de una manera más franca y detallada. Es curioso que antes de la guerra la idea paneuropea agrupara a un gran número de personalidades de izquierdas y derechas, pero posteriormente, con la invasión y sumisión de Europa a la ocupación nazi, esta idea supusiera algo así como un acercamiento a las tesis colaboradoras con el mencionado ocupante, ofreciendo de esta manera otro punto de vista totalmente alejado de aquellos primeros acercamientos. Algunos pueden preguntarse el por qué de este hecho, pero es difícil no poder caer en la percepción, no muy alejada de la realidad, de que sin la ayuda nazi esta unión resultaba imposible. Los colaboracionistas hicieron de la idea de Europa un tema privilegiado y clave para sus relaciones con los germanos. La Europa como garante de unidad de los pueblos pasaba a constituir una concepción política con entidad propia, casi podríamos estar hablando de que era una tercera vía, es decir, se situaba por encima del nacionalsocialismo o del comunismo imperante en aquella desolada Europa. Alguien también puede pensar que nos olvidamos de la democracia, desgraciadamente no tenía su sitio en ese momento y su papel era testimonial una vez confirmada la supremacía nazi en el continente.

La Alemania nazi dominaba Europa, su “unificación” había sido lograda con las armas, la Wehrmacht era la garante de la misma, pero aún y así el Groupe Collaboration veía en este delicado momento una oportunidad única para llevar a buen término la unión continental, Europa como mito había nacido. Si anteriormente nos preguntábamos si existía sustento ideológico en la concepción de Europa entre los nazis, ahora podríamos hacer lo mismo con esta asociación surgida de la ocupación alemana, el Groupe Collaboration. Ciertamente, la idea europeísta envuelta en una nebulosa de concepciones era parte esencial de este grupo, lo complicado era decidir si subirse a este tren que comandaban las ideas nazi-fascistas y apostar por un realismo impuesto por las circunstancias. Este grupo de personas decidió hacer uso del pragmatismo más severo y aproximar su dualidad Europa-mito siguiendo la órbita marcada por la guerra.

El Groupe Collaboration, aunque ellos pretendiesen siempre alejarse de cualquier calificativo político, siempre estuvo marcado por este último componente. ¿Cómo si no podríamos entender que su ingreso era negado a judíos y francmasones? Por mucho que ellos decidieran situarse como una élite intelectual por encima de luchas políticas no lo consiguieron, si bien lograron mantener esa idea de alejamiento de los grupos políticos ultra colaboracionistas parisinos como fueron el RNP, con el ex socialista Marcel Deat a su cabeza, y el mayoritario PPF del ex comunista Jacques Doriot. Su función debía únicamente centrarse en la reflexión política, ellos debían crear y hacer extender a través de la sociedad civil la idea-mito de Europa como garante de la paz en el continente. En definitiva mantenían un deseo de influencia política, pero no con la intención de “tocar” a las masas, ahí surgía su vertiente más elitista, a pesar de la ambición a la hora de popularizar sus ideas. Parece algo contradictorio, pero creo que este término es el que más se ajusta a la hora de calificarlos. Intentaban también desligarse de todo aquello que hiciese suponer, ingenuamente, que eran parte de la propaganda nazi. Para ello promovían las relaciones “espirituales” entre alemanes y franceses a través de conferencias, lecturas, organización de manifestaciones culturales como eran la emisión de películas o la interpretación de obras teatrales.

Transcribo literalmente los cuatro puntos esenciales definidos por el Groupe Collaboration en su reunión del 7 de febrero de 1941 y que marcaban sus objetivos y la finalidad por la que había sido creado*:

1) Reunir a todos los buenos franceses de buena voluntad que deseen sinceramente establecer una Francia Nueva en una Europa Nueva.
2) Realizar ese deseo tal y como se ha expuesto en los mensajes del mariscal Petain
3) Sostener la política exterior e interior de Francia tal y como ha sido definida en el mensaje del Jefe del Estado de 10 de octubre de 1940 y su necesidad de defender dicha colaboración.
4) Establecer en las relaciones franco-alemanas ese espíritu de colaboración tal y como ha sido preconizado en la entrevista de Montoire y para hacer mejor conocer a los franceses la Alemania real.

*.Julien Prévotaux. Un Européisme nazi. Paris, Histoire Essentielle, 2010, p. 41.


Como podréis comprobar la figura del Mariscal Pétain como garante de la Colaboración queda patente, ¿por qué eligieron la figura del héroe de Verdun? Por una razón muy sencilla, la unión franco-alemana debía lograrse partiendo inicialmente de una Revolución Nacional asociada a una Renovación de la idea de Francia como tal. Renovación francesa nos haría llegar a construcción europea, así veía el Groupe Collaboration la mejor manera de acariciar esa idea de Europa.

Por supuesto esta ligazón del Groupe con los vichystas no era muy del agrado de los colaboracionistas parisinos, pero el acuerdo de Montoire entre Petain y Hitler en octubre de 1940 debía ser la línea a seguir





Otro aspecto interesante sobre esta peculiar asociación es la cuestión de preguntarse si eran nazis o fascistas, como he mencionado anteriormente, ellos deseaban permanecer fuera de cualquier calificativo ideológico, pero no hay duda de que la democracia les producía cierta aversión. Todo aquello que supusiera el precepto de que cantidad es equiparable a calidad les parecía una aberración. Sus orígenes políticos, al menos de algunos de sus más destacados dirigentes, provenían de la extrema derecha o de la derecha extraparlamentaria, los principios de Igualdad, Fraternidad y Libertad no iban precisamente con ellos, tampoco el nacionalismo extremo, por eso resulta difícil poder calificarlos de fascistas en su término más político. Colaboración más que adhesión parecía ser su lema. A través de la primera, ambicionaban situar a Francia como pilar indiscutible de la Unión Europea. El país galo podía aportar esa magnificencia cultural que poseía y, de esta manera, convertir a Paris en la capital del arte de la Nueva Europa aunque sin desechar la supremacía alemana como modelo a seguir.

La diferencia entre Colaboración y Colaboracionismo fue para el Groupe Collaboration determinante, ellos se veían a sí mismos y a sus actividades como una Colaboración respetable alejándose del colaboracionismo de los ultras de París, aunque como podremos comprobar no lo lograron del todo, sobre todo una vez la guerra fue radicalizándose en Francia conforme la misma iba evolucionando. La Resistencia y sus continuos ataques, la intervención Aliada en el norte de África con la operación Antorcha en 1942, actuaron de acicate para los miembros más extremistas del Groupe Collaboration de cara a un acercamiento al nacionalsocialismo, pero esto siguió siendo la eterna contradicción de esta asociación, su inicial colaboracionismo se acercaba más al marcado por Vichy que al ultra parisino. Por supuesto, todo ello fracasó con la derrota de los nazis en Europa y, en el caso particular de Francia, con el protagonismo de la Resistencia, que curiosamente estuvo más asociada a sentimientos nacionalistas que a europeístas, la sola idea de una Europa unida les hacía ver al nazismo como catalizador de la misma y su aversión a esa idea de Europa era rechazada.

Para concluir esta microhistoria del Groupe Collaboration, me gustaría destacar y resumir algunos de los aspectos más importantes de éste. Sin duda, estamos ante una asociación donde el autoengaño fue una constante, para ellos colaboración no era lo mismo que colaboracionismo. ¿Hitler pensaba igual? Me temo que no. Su idea principal era la de ser un grupo de reflexión y de laboratorio de ideas que concluyeran en una unión continental. Su europeísmo frente a la supremacía nazi era cuanto menos ingenuo. Su concepción de Europa debía estar marcada por una superación del marco nacional y a su vez el rechazo a una globalización desmesurada, su creencia en una Europa sin fronteras aprovechando la coyuntura histórica del momento les cegó totalmente, no había Europa sin fronteras….solamente para los nazis….

Idea ilusa pensar que una destrucción del Estado-Nación llevaría consigo la paz, el gran espacio económico era la solución a todos los problemas que habían llevado a Europa a su destrucción en la primera mitad del siglo XX. La economía política debía transformarse en política económica, ello podría acercar a los europeos sin necesidad de utilizar la guerra como garante de la supremacía continental.

Los miembros del Groupe Collaboration creyeron que aprovechando el dominio nazi de Europa podría llevarse a cabo todas aquellas ideas por las que habían luchado en el periodo de entreguerras, pero muchas de esas ideas nacieron ya contaminadas por su sumisión al nazismo imperante en Europa, y desde luego, se alejaban de los primigenios pensamientos de lo que sería una unión franco-alemana que era tanto como decir una Unión Europea.
Fuentes bibliográficas:

Brunetau, Bernard, L'Europe nouvelle de Hitler, editions Rocher, 2003.
Prévotaûx Julien, Un européisme nazi. Le Grooupe Collaboration et l'idéologie européenne dans la Seconde Guerre Mondiale, editorial F-Xavier de Guibert, 2010.
Lambauer Barbara, Otto Abetz et les Français ou l'envers de la Collaboration, editorial Fayard, 2001.
Faraldo, José M, La Europa clandestina. Resistencia a las ocupaciones nazi y soviética 1938-1948, editorial Alianza, 2011.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Avatar de Usuario
Juan M. Parada C.
Miembro distinguido
Miembro distinguido
Mensajes: 8161
Registrado: Jue Ene 20, 2011 12:18 am
Ubicación: Ejido-Estado Mérida-Venezuela.

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por Juan M. Parada C. » Lun May 02, 2016 5:05 pm

Desearía expresar,en primer lugar,mis más sinceras felicitaciones por esta feliz iniciativa que se ha tenido a bien de hacer en nuestro querido foro.Por otorgar una nueva faceta en la que se pueda expresar los distintos puntos de vista sobre lo que originaría este segundo gran conflicto en su momento y sus secuelas posteriores.
No cabe duda,como lo afirmaría una vez el gran Voltaire, "que el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones" sobre lo aqui señalado.Es indiscutible que tal grupo,ante las circunstancias imperantes,trataría de hacer lo mejor para un futuro más acorde a sus expectativas a la luz de tales ideas de una Europa unidad.Es evidente que en nuestros tiempos tal acometida pareciera muy utópica y poco realista ante el ideal que el régimen de Hitler pensaba imponer a través de su paradigma central,como era la supremacía racial germana.
Vale decir,sin embargo,que un primer esbozo de dicho ideal se vería en 1925 con el Tratado de Locarno en el que se buscaba una verdadera reconciliación franco-germana,iniciada por Alemania pero no impuesta a ella en la que le daba un gran valor a dicha acción.Todo esto con el fin de imponer la inviolabilidad de sus fronteras para evitar así nuevas agresiones futuras,que lamentablemente se producirían más tarde.El eminente político galo,como bien se ha mencionado,Brian dijo en ese momento una interesante frase que vale repetir,como es:
"A Locarno..nous avons parlé européen.C'est une langue nouvelle qu'il faura bien que l'on apprenne" (En Locarno ...hemos hablado europeo.Es un nuevo idioma que convendría aprender)
Tal idea era buscar soluciones lejos del campo de batalla que en esos momentos parecían factibles pero los posteriores cambios políticos y económicos que darían paso al ascenso al poder de un Hitler y los problemas internos de Francia alejarían tales posibilidades que este grupo de intelectuales galos tratarían de retomar en el momento de ser ocupados durante la Blitz de 1940.No niego,como bien lo expresa nuestro amigo en su artículo,que tal iniciativa es difícil de catalogar,sólo como un mero hecho de "bona fide" para adelantar,si cabe tal expresión,la idea de una "Europa Unida".No obstante,tal concepción estaba de antemano condenada al fracaso por el nefasto ideal del régimen nazi tenía predestinado para los países ocupados si hubiesen obtenido la victoria final y su valor,si es menester resaltar,es el del acicate fundamental que daría después a este ideal su forma actual.A través de una política unitaria económica libre de toda atadura fronteriza como bien se observa en nuestros tiempos.
Sin más que agregar,y esperando que estos pobres comentarios sean de alguna utilidad,me despido hasta otra grata oportunidad en departir tan interesantes temas con tan distinguidos compañeros foristas.
Saludos y bendiciones a granel.
"¡Ay,señor! Tú sabes lo ocupado que tendré que estar hoy.Si acaso te olvido por un instante,tu no te olvides de mi". Sir Jacob Astley antes de la batalla de Edge Hill el 23 de octubre del año de nuestro señor de 1642

Avatar de Usuario
Chuikov
Administrador
Administrador
Mensajes: 696
Registrado: Mié Jun 15, 2005 9:38 pm
Ubicación: Granada, ESPAÑA

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por Chuikov » Mié May 04, 2016 4:01 pm

¡Hola!

Gran artículo, David. Me pasa al leer estas cosas, como mucho de lo que leo sobre la época, que siento que me falta empatía con los protagonistas para poder entenderlas. Por supuesto que gran parte de esta falta de empatía se debe a la falta de conocimiento. Supongo que estas personas lo que buscaban con esa iniciativa era un nuevo lugar bajo el sol en lo que por 1940 y parte del 41 parecía que sería el Reich de los mil años.

Sobre la construcción europea, más allá de estas astracanadas, hace poco leí la biografía de Konrad Adenauer, escrita por Ricardo Martín de la Guardia. El autor se centra mucho en esa faceta del canciller.

Saludos cordiales.
Carpe Diem

Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por David L » Mié May 04, 2016 8:35 pm

Como muy bien comenta Juan la idea de una Europa unida, o al menos un continente orientado hacia una estructura de corte federal como deseaba el que fuera Ministro de Asuntos Exteriores francés y Premio Nobel de la Paz en 1926 Aristide Briand, fue una constante desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta los años 30. Es curioso, pero a este proyecto, que como he comentado anteriormente se trataba principalmente de una unión franco-alemana, se adhirieron de una manera ferviente muchos colectivos entre los que se encontraban excombatientes de la Gran Guerra, miembros de las izquierdas de ambos países, y asociaciones pacifistas, el periodo de entreguerras fue un tiempo de esperanza….hasta que los nacionalsocialistas llegaron al poder. A partir de 1933 la situación ya no puede observarse con tanto optimismo, los egoísmos nacionales volvieron a surgir a la palestra.

Así pues, el Grupo Colaboración es producto de la derrota francesa ante Alemania en 1940, surge también con un espíritu de “Renovación Nacional”, es decir, para lograr su anhelada Nueva Europa junto a la Alemania vencedora primero deberían realizar una transformación de su propio país, es ahí donde podríamos comentar su cohabitación con el régimen de Vichy, aunque ellos siempre intentaron no ser asociados a ningún movimiento político. Realmente ellos se consideraban una élite intelectual, unos pensadores privilegiados con el objetivo de elaborar una serie de ideas que condujesen a un entendimiento europeo, pero no eran ellos quienes deberían ponerlas en práctica, eran un grupo de reflexión más que de acción. La oportunidad que les brindaba la nueva situación político-militar en Francia y en todo el resto del continente no la podían desaprovechar, al albor del dominio nazi estos pensadores deseaban una nueva reorganización europea, por supuesto bajo el predominio germano, pero intentando situar a Francia como un socio principal de Alemania. Estas son las bases principales de su proyecto.

Saludos.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Avatar de Usuario
Chepicoro
Miembro
Miembro
Mensajes: 321
Registrado: Dom Ago 24, 2014 8:20 pm

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por Chepicoro » Vie May 06, 2016 3:59 am

David L

Felicidades por el artículo que por cierto es bastante ameno de leer, por otra parte desconocía esta parte de la historia y siempre es bueno aprender algo nuevo, así que gracias por compartirlo.
¿Qué tiene que ver la UE con la guerra mundial?
Pienso que sin el desarrollo de la SGM, la UE nunca hubiera pasado de ser un proyecto, es decir, para que la UE pudiera funcionar se necesitaba de la cooperación de por lo menos Alemania y Francia, es este el núcleo de la UE y esta cooperación resultaba imposible, mientras Francia no aceptara la preponderancia económica de Alemania y mientras esta última intentara imponer su hegemonía por la fuerza al resto del continente.

Además durante la época de la guerra fría el que los europeos vieran como eran marginados como potencias de segunda clase en comparación con Estados Unidos y la URSS, estoy seguro que les hizo ver que de no existir un proyecto en común, estaban condenados a la insignificancia política.

por supuesto bajo el predominio germano, pero intentando situar a Francia como un socio principal de Alemania.
Y no es esto en lo que finalmente resulto la UE?

Por último, estoy más familiarizado con la propaganda de Goebbels y de como sobre todo a partir de Barbarroja, la propaganda alemana presenta la invasión a la URSS como una "cruzada" de Europa contra los bolcheviques y a medida de que las cosas se fueron complicando para el Eje, la propaganda en los países ocupados subrayó la necesidad de "defender Europa" de los comunistas y de los angloamericanos supuestamente controlados por los judíos. Que tan distintos eran los trabajos del Groupe Collaboration?

No tendrás algún fragmento de alguno de sus escritos?

Bueno excelente tema y buen trabajo, dejando alto el listón para los demás compañeros del foro.
Última edición por Chepicoro el Vie May 06, 2016 11:51 am, editado 1 vez en total.
"No creas todo lo que se escribe en internet" Abraham Lincon

Avatar de Usuario
José Luis
Administrador
Administrador
Mensajes: 9904
Registrado: Sab Jun 11, 2005 3:06 am
Ubicación: España

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por José Luis » Vie May 06, 2016 9:17 am

¡Hola a todos!

Es buen tema el introducido por David L. En mi opinión, el Grupo de Colaboración (GC) define, en esencia aunque con matices, las ideas neoliberales que hoy gobiernan la agenda europea. Digo con matices porque el GC fue una organización "activista" de la supremacía nazi, antidemocrático, antipluralista, y muchos de los -anti que definieron los fascismos, mientras que la UE actual, siendo antidemocrática de facto, no puede ser declarada fascista o nazi. Sin embargo, en la UE prima el apoderamiento económico y financiero por encima y contra su carácter teóricamente democrático y pluralista.

No, no estoy trasladando el debate, a raíz del artículo de David L, al tiempo actual, ni pretendo una deriva política o ideológica. Pero este resultado, en mi opinión, es la consecuencia indirecta de esas ideas defendidas por el GC, que tuvieron su primera plasmación en 1951 con la European Coal and Steel Community (ECSC) o Comunidad Europea del Carbón y el Acero, cuyo pretexto fue hacer inviable, si no imposible, una nueva guerra entre Alemania y Francia, a través de un pacto económico. Pretexto que en realidad escondia un verdadero objetivo político-ideológico logrado años después con el establecimiento de la UE: la supresión de las soberanías nacionales (de los países miembros) a favor de un ente supranacional de corte antidemocrático.

Un triste legado de una pérfida amalgama del ideario nazi y el fascismo francés.

Saludos cordialdes
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por David L » Dom May 08, 2016 2:15 pm

Hola a todos,
Intentaré responder y aclarar algunos aspectos que habéis mencionado en vuestros mensajes.
La palabra proyecto es la clave de toda esta cuestión, la IIGM y sus consecuencias fueron fundamentales para que esta aspiración acabase siendo una realidad, tal vez imperfecta, pero que ha conseguido que Europa disponga de uno de sus periodos de paz más duraderos de su historia. Muchos de los pioneros de los años 20, 30 y 40 que desearon llegar a este espacio común creo que estarían muy felices de poder contemplar la actual UE, y remarco nuevamente, a pesar de todos los defectos que pueda tener, pero es que este propósito está siempre en constante evolución…..y hay mucho trabajo todavía por delante.

Cuando he decidido abarcar el estudio del Grupo Colaboración, de esta microhistoria dentro de la grandiosidad de materias abarcables en el conocimiento de la IIGM, ha sido principalmente porque sus aspiraciones provenientes desde años atrás pudieron haber encontrado bajo el manto de la Alemania nazi su culminación. ¿No parece increíble que el éxito de esta empresa viniera bajo la dominación de un régimen tan malvado como la Alemania de Hitler? Qué ironía ¿no?. No nos engañemos, muchos de los que apostaron por esta Unión Continental aprovechando el contexto de la IIGM fueron verdaderos creyentes en el éxito del mismo, además no sólo se podría hablar de oportunistas, muchos de ellos llevaban desde los años 20 trabajando en esa dirección. Se podría también criticar su oportunismo, de eso no hay ninguna duda, la ocasión era demasiado jugosa para no aprovecharla, algunos llegaron a creer que la “Nueva Europa” como proyecto podría superar la dicotomía nazi-fascista y ofrecer a la sociedad europea una nueva corriente política que dejara atrás ambas ideologías….¡visto los acontecimientos posteriores uno no puede dejar pensar en la ingenuidad de tan “ilustres” pensadores! La Nueva Europa que estaba surgiendo de la guerra era la Europa de Hitler, no la de este grupo de intelectuales, a pesar de que entre algunos nazis también calara la idea de una unión económica y política, la posguerra ofrecerá la oportunidad a alguno de estos de aplicar esta asociación de intereses…por lo que y aunque pueda sorprender a más de uno esta UE se nutre en algunos aspectos de ese proyecto surgido en ese laboratorio de ideas que fue el Grupo Colaboración.

Cuando José Luis comenta que en la UE prima el aspecto económico y financiero por encima de todo, realmente está resumiendo una de las claves en las que este Grupo basaba su doctrina: el gran espacio económico sería la solución a todas los problema europeos, la acción política debería consistir principalmente en administrar la mencionada economía hecho que aseguraría el porvenir de la sociedad continental en su conjunto.. Transformar la economía política en política económica. Esa era la clave.

En cuanto a otro punto que ha mencionado chepicoro sobre el aporte de este Grupo a la lucha contra el bolchevismo soviético en consonancia con la propaganda de Goebbels he de decir que en ocasiones, y conforme fue evolucionando la guerra, sus semejanzas fueron más que palpables. La guerra se radicaliza, y el Grupo Colaboración no fue ajeno a ello, a pesar de que siempre intentaron posicionarse como un colectivo “apolítico”, en realidad no pudieron abstraerse de participar en la misma, de una colaboración elitista fue pasando a alentar su participación en la Milice francesa y en la propia Legión de Voluntarios Franceses (LVF) abarcando el primero la guerra contra el comunismo en Francia y el segundo llevando esta misma lucha hasta los confines de la URSS. Este hecho no deja de seguir demostrando que la contradicción en este Grupo era un hecho inerte a su propio nacimiento.

Transcribo literalmente un breve texto publicado en el bolletin Collaboration en agosto de 1944 y que bien puede resumir su proyecto de Europa como mito:

Si existe todavía un prejuicio que dispensa a un gran número de franceses de la voluntad de penetrar en el sentido profundo de los momentos que estamos viviendo, es aquel que consiste en creer que un hombre o un partido político llegaran, por mucho que ellos sean enérgicos y fuertes, a lograr la vía de la bonanza al azar de los hechos. Nosotros que estamos decididos a ser un grupo extra-político, que no cobijamos en nuestro seno a ningún aprendiz de dictador, que somos íntimamente persuadidos que es alrededor de los principios emitidos en el manifiesto de nuestra Sección económica y social donde aglomeraremos un equipo que, gracias a la larga brecha abierta por la guerra en el régimen liberal, realizará una estrecha colaboración con todos los pueblos el socialismo europeo con el cual cooperaran con fervor todas las patrias de nuestra nueva patria: Europa.

Fuente texto : Prevotaux, Julien, Un européisme nazi. Le Groupe Collaboration et l¡ideologie européenne dans la Seconde Guerre Mondiale, 2010.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Avatar de Usuario
Chepicoro
Miembro
Miembro
Mensajes: 321
Registrado: Dom Ago 24, 2014 8:20 pm

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por Chepicoro » Dom May 08, 2016 7:14 pm

David L

Gracias por la respuesta, pero tengo otras dos dudas.

La primera es si miembros de este "Grupo Colaboración" tuvieron influencia directa en la creación en 1951 de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero. Se que desde 1943 hubo intentos formales de Alemania y Francia de crear una especie de área de "libre comercio" para capital, trabajo y materias primas de tal forma que el hierro y trabajadores franceses pudieran aprovecharse en las fábricas de acero del lado alemán.

The culmination of this change was the visit of the French Minister of Industrial Production, Jean Bichelonne, to Berlin in September 1943 and the agreement there between him and Speer. By the agreement the production committees and rings which controlled German war production were extended into France by the creation of similar machinery there, so that raw material and other resource allocations could be made, at least in the principle, jointly for the two economies on the basis of a common war production program. This common program posited a great increase in coal and iron ore output in France for the use of French industry and it also posited on the German side certain financial, administrative, and technical aids to bring this about. In November Belgium was also integrated into the committee.

War, Economy, and society 1939-1945 Alan S. Milward páginas 151-152

Mi segunda pregunta es si ya existía en este Grupo Colaboración la idea de adoptar una moneda común y por lo tanto un Banco Central Europeo. La idea de una moneda en común ya estaba presente como proyecto a futuro en la comunidad del carbón y el acero, pero puede que la idea viniera de antes.

Finalmente, una reflexión personal. El concepto de una moneda en común tiene beneficios, pero entre sus importantes defectos, es que las economías de distintos países tienen ritmos distintos, lo cual es una obviedad, en condiciones normales si una economía tiene persistentemente un déficit comercial, devalúa su moneda para desalentar las importaciones y volver a sus exportaciones más competitivas hasta volver a balancear su balanza comercial. Pero eso es imposible dentro de la UE, para países con economías relativamente menos competitivas que han renunciado a tener política monetaria propia. El PIB de Alemania depende si no mal recuerdo alrededor de un 50% de exportaciones y de estas exportaciones, alrededor de la mitad son a otros países de la UE, que en su conjunto han tenido un déficit comercial casi permanente con Alemania desde hace décadas. En otras condiciones, los distintos países habrían ido devaluando sus monedas para mantener a su industria competitiva frente a la de Alemania, la solución para mantener estos déficit comerciales ha sido que Alemania dedicaba buena parte de su superávit comercial a prestar a los países deficitarios. Un ejemplo, la industria de Grecia se rezaga respecto a la de Alemania, por lo tanto se importa cada vez más de Alemania, Grecia al no tener moneda propia no puede devaluar, para volver competitiva su industria, pero para mantener el consumo griego los alemanes financian el gasto de Grecia, para que puedan seguir consumiendo productos alemanes... esto era evidentemente insostenible y finalmente estallo durante la crisis del 2008 y aun no se resuelve.

El problema es que no son solo países relativamente pequeños como Grecia los que tienen un déficit permanente con Alemania, también lo es España e incluso Francia.

Recientemente el BCE ha puesto su tasa de interés de referencia en 0% http://www.elmundo.es/economia/2016/03/ ... b4602.html Lo que significa que la rentabilidad de casi todos los instrumentos financieros es negativa o muy pequeña si descontamos la también muy pequeña inflación. Esta tasa de interés al 0% perjudica claramente a los acreedores y no hay acreedor más grande en Europa que Alemania. Que hace unos pocos años me dijeran que el BCE iba a tomar una posición opuesta a Alemania hubiera sido sorprendente, pero el BCE ha ignorado las airadas críticas de Wolfgang Schäuble ministro de Finanzas de Alemania http://economia.elpais.com/economia/201 ... 95375.html

Y no es el único caso en que Alemania tiene una posición ultraconservadora respecto al manejo de las finanzas, en el caso de Grecia, para este estado es matemáticamente imposible pagar su deuda y el BCE y el FMI abogan por una quita esa deuda a la que se opone Alemania que tiene de manera privada o pública la mayor cantidad de deuda griega y por lo tanto quien sería más afectado por esta medida.

Por otra parte Alemania ha sido la gran promotora de la idea de aceptar refugiados en la UE impulsando el establecimiento de cuotas para cada país. En teoría si llegan algunos millones de refugiados en edad de trabajar que puedan ser integrados, paguen impuestos y coticen para la seguridad social, el sistema de pensiones de la UE sería sostenible algún tiempo más, sin embargo muchos países se han negado a la iniciativa de Alemania y esta no ha podido hacer mucho más que protestar.

Lo que me lleva a que Hitler, pensaba que un desarrollo puramente comercial de Alemania la llevaría a ser una especie de "Holanda grande" es decir, un país con influencia económica, desarrollado, con buen nivel de vida para sus habitantes, pero paulatinamente envejecido por el control voluntario de su natalidad y sin los medios para imponer su opinión a otros países a la hora de la verdad. La agencia de inteligencia privada Stratfor predice algo similar, la continua decadencia de Alemania que culminaría con la adopción de medidas abiertamente proteccionistas de los países en déficit comercial con Alemania sin que esta pueda hacer mucho al respecto y si Alemania tiene problemas para colocar sus exportaciones, recordemos que la mitad de la economía alemana depende del comercio exterior, es decir, tendría que haber un ajuste muy fuerte del nivel de vida en Alemania si esta no tiene o se le dificulta el acceso a mercados para sus exportaciones.

Y Hitler tenía razón al respecto??
"No creas todo lo que se escribe en internet" Abraham Lincon

Avatar de Usuario
José Luis
Administrador
Administrador
Mensajes: 9904
Registrado: Sab Jun 11, 2005 3:06 am
Ubicación: España

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por José Luis » Lun May 09, 2016 7:55 am

¡Hola a todos!

Los últimos comentarios del compañero David L están mucho más en consonancia con el fondo de las ideas y maneras del GC y lo que devino su proyecto. Es un análisis agudo y sólido. Mi reconocimiento.

En cuanto a lo dicho por el compañero Chepicoro, le recomendaría, si gusta, que se sumerja un poco en el trabajo de Gustav Stresemann como ministro de Asuntos Exteriores de la República de Weimar, probablemente el estadista alemán más lúcido del siglo XX. Stresemann trabajó, en condiciones muy difíciles, para conseguir un camino realista hacia una unión económica europea. Si lees, por ejemplo, el libro de Jonathan Wright, Gustav Stresemann Weimar's Greatest Statesman (Oxford University Press, 2002), tendrás un buen resumen de sus aspiraciones y logros, y un capítulo titulado "Towards European Union?" del que entresaco:

From Berlin Stresemann went to Geneva for the meeting of the League assembly, where both MacDonald and Briand were also present. The occasion was given special significance by the agreements reached at The Hague. There was a sense that with the forthcoming evacuation of the Rhineland, Germany would be able to participate on a more equal basis as a truly sovereign power. Stresemann's aim, despite the new wave of opposition at home, was to maintain the policy of cooperation, a task he likened at a reception with journalists to the labours of Sisyphus. Briand, with similar motives and facing similar opposition, wanted to move forward with the plans for a European federation which he had first raised with Stresemann in June.

In his speech to the assembly on 5 September Briand proposed an association of the European states with both an economic and a political dimension. He was motivated partly by genuine idealism: a lasting horror of war -he had been the French premier during the battle of Verdun- and the desire to protect Europe from again falling prey to its divisions or to the news threats to its civilization, as he saw them, posed by the Soviet Union and the United States. In practical terms, a European federation would serve this larger purpose in several ways: it would provide a new political framework to make Germany's recovery as a great power more acceptable in France; economic integration would increase Europe's ability to resist American penetration and give it a stronger position in tariff negotiations
... (183-184).

Stresemann, ya enfermo, respondió positivamente al propósito de Briand en términos de cooperación económica, pidiendo al francés una aclaración de sus ideas para abrazar también la cooperación política. Lamentablemente, la prematura muerte de Stresemann (a los 51 años de edad) en 1929 (cuando ocurrían los hechos arriba citados) y la muerte, poco después, en 1932 de Aristide Briand (a los 70 años de edad) privaron a Europa de dos de sus más grande estadistas, defensores de la cooperación internacional y promotores de una federación europea.

Y en el caso de Stresemann, Alemania perdió con su muerte la última gran esperanza contra el radicalismo volkisch que allanó el camino para el despegue del partido nazi.

Saludos cordiales
JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)

maxtor
Colaborador económico
Mensajes: 325
Registrado: Vie Dic 03, 2010 3:12 pm

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por maxtor » Sab May 14, 2016 6:38 pm

Saludos cordiales.

Excelente artículo, y no sólo por lo que se dice claramente y bien explicado sino porque aporta una línea de debate fundamental sobre porqué mucha gente está interesada en la Historia de la Segunda Guerra Mundial y es por sus efectos y repercusión posterior. En los libros de historia y más al hablar de la Europa post 2GM, se hace lógicamente referencia a la Primera Guerra Mundial, pero fue lo que pasó durante la 2GM y después lo que ha condicionado la vida de millones de personas en todo el planeta.

Creo que, sin menospreciar aspiraciones internacionalistas previas a la década de los años 30 para unir a Europa en un proyecto común de carácter primariamente económico y posteriormente político, que el factor fundamental para que dicho proyecto naciera con éxito fue la implicación de los EEUU en las esferas de poder mundial tras 1945. Esa fue la gran diferencia respecto a la Primera Guerra Mundial. Sin el paraguas norteamericano, su implicación diplomática y militar en Europa no hubiera habido posiblemente un proyecto como la Unión Europea, tal y como la conocemos hoy.

La idea de Europa nazi, y de los grupos afines o colaboracionistas que de una forma u otra se plegaron a la situación de invasión, no puede considerarse el germen de la idea de una Europa transnacional o supranacional, más que como una idea nebulosa, al igual que ciertos antecedentes internacionalistas de entreguerras fueron débiles, por más que sean importantes.

Muchos de los grupos que colaboraron con Alemania durante la guerra fueron bastante oportunistas en el sentido de que contaban con la victoria total alemana, y estaban muy interesados en lo que podría ofrecer Alemania o de qué forma iba a estructuras las esferas de poder en Europa. Hitler, consideraba esas pretensiones y a esos grupos como mera palabrería inútil y pretenciosa, y durante la guerra trató con los colaboracionistas locales, sean fascistas claros o pseudofascistas de forma bastante distante. Hitler no ofreció una federación fascista paneuropea, en la línea de la Internacional fascista que ensayaron los italianos en los años treinta, ni estuvo dispuesto a moderar las demandas abrumadoras de productos y mano de obra para aliviar la suerte de los países invadidos o aliados.

La intransigencia alemana convirtió en un absurdo la pretensión de los colaboradores y no impidió que cuando tuvieron que aplicar medidas genocidas como en Polonia, las aplicaron; con independencia de que los alemanes veían a los habitantes de los países occidentales ocupados de forma totalmente diferente a como veían a los eslavos del Este. La idea de que un régimen títere como el de Vichy fue un tapón o escudo a las pretensiones nazis es una idea auto-interesada y creerlo es autoengañarse. Las vacuas especulaciones de los intelectuales resultaban aún más ridículas; según Ninetta Jucker, que vivió la ocupación, algunos de ellos creían que los franceses estaban destinados a ser los griegos de los romanos alemanes.

Es cierto que las ideas para un orden económico posliberal fueron populares en muchos artículos durante los años 20 y principios de los treinta, de ahí que en 1940-1941 se hablase mucho de algo llamado un Nuevo Orden en Europa con planes para abolir los pasaportes, para un bloque monetario del Reichsmark y para un sello postal europeo común. En realidad lo que se estaba considerando se parecía bastante más a la Esfera de Coprosperidad japonesa del Asia oriental y el Pacífico que a los acuerdos libremente aceptados desde 1945 por gobiernos europeos democráticamente elegidos. “Comparar los acuerdos actuales con el pasado es una simplificación tan exagerada que resulta ofensiva, pues hace caso omiso de los antecedentes de la UE en el idealismo de los movimientos de resistencia del periodo de guerra y de la nada desdeñable diferencia que hay entre disolver Alemania en una Europa de regiones y una dominación alemana directa. Lo que se tramaba era un trasnochado imperialismo económico, con un núcleo industrialmente desarrollado rodeado por una periferia que produciría alimentos y materias primas, en la línea de la relación que se decía que mantenía Inglaterra con su Imperio” (Michael Burleigh, “ El tercer Reich”.

Se hablaba más de dicha integración económica, en los años de victoria Alemana, y cuando el interés de la misma era menor, la economía del nuevo Orden no se quedó en teorías en un papel ya que sí se dieron algunos pasos durante la guerra. Cuando los reveses militares en el Este llevaron a Alemania a sustituir la coordinación económica limitada y un cierto grado de inversión interior por la cruda explotación, se habló ya menos de integración económica y más de la supuesta defensa de la civilización occidental frente al comunismo bolquevique.

La idea de Europa unida, es una combinación de política y de economía al unísono, gran parte de la retórica europea emanaba de colaboradores europeos, deseosos de afirmarse frente al poderío alemán mostrándoles orgullosamente sus tradiciones históricas del “Nuevo Orden” nacionalsocialista que estaba surgiendo. El rexista Degrelle resaltaba la hegemonía global alemana en Bélgica, y situar dicho país como “embarcadero” para los mercados norteamericanos y como una “plataforma giratoria” para Europa en su conjunto. En Noruega, Quisling hablaba claramente de una “federación pangermánica” con una bandera común y el Führer como presidente federal. Todos otorgaron el derecho a Alemania de organizar Europa, pero dicha idea chocaba con la noción excluyente de Hitler. Todos querían retener un trozo del pastel que Hitler no quería dar.

Hitler detestaba el incipiente movimiento europeo al atribuirle ideas pacifistas y un economismo mecánico y le recordaba la Confederación Alemana de antes de la unificación o el Imperio de los Habsburgo, cuyos conflictos internos la viciaron para proyectar su poder hacia el exterior. Lo que quería Hitler era un dominio alemán del continente, no una especie de asociación amistosa. Alemania no necesitaba la ayuda “europea” para vencer a los ingleses. Los dirigentes nazis, en el apogeo de su poder, más que necesitar aliados estaban considerando la desaparición de algunos de los Estados más pequeños de Europa y la disminución de la propia Francia, a la que consideraban un enemigo hereditario, eje de Versalles y fuente de ideales democráticos que acababan de ser completamente derrotados.

¿Qué concepto tenía Hitler de Europa?. No le importaba nada, la preocupación primordial era la diferencia entre la sangre alemana y la extranjera, cuando Hitler hablaba de la futura unificación europea, la asimilaba con la forja del imperio bismarckiano a partir de los estados de Alemania, un proceso que dividió a la nación alemana al excluir Austria. Ni siquiera mencionaba la Europa meridional. Europa no significaba nada para Hitler, cuyas ideas eran una mezcla de imperialismo brutal, prejuicio patriotero y racismo basado en la sangre. Lo básico para él era que Alemania dispusiese de un predominio permanente y absoluto del norte y este del continente, si comparamos sus ideas sobre Europa respecto al eje central de su ideología (odio al comunismo y a los judíos) lo que decía sobre el Nuevo Orden en Europa parece más ideas cínicas y fugaces de un desvariado mental. El pensamiento constructivo y unificador que supondría una Europa unida estaba fuera de su mente.

Parece más bien que la “idea europea” se empleó - por los apologistas nazis – en un primer momento como escudo para alejar a los europeos de las potencias extraeuropeas, como Inglaterra, los EEUU y la URSS, o como una compensación diferida para los vencidos por los nazis. Los nazis decían que estaban llevando la paz y la armonía a un continente amenazado por el bolchevismo del este, el imperialismo del dólar y la “americanización” cultural. A esta idea de una Europa que sólo dependiese de sí misma se le dio expresión teórica en la versión de Carl Schmitt de una “Doctrina Monroe” alemana, por la que Alemania tendría el derecho a excluir a otras potencias de sus esferas de influencia continentales, en las que podrían hacer lo que quisieran, incluso determinar qué pueblos reunían las condiciones para existir como Estados naciones individuales. Sólo el Reich, con sus escurridizas fronteras históricas tenía la verdad absoluta sobre la soberanía. Esta idea la empleó Hitler en una llamada a los no intervencionistas estadounidenses, y luego, después de que los EEUU se hubieran convertido en potencia beligerante, como una forma de propaganda antiestadounidense.

Cuando la Blitzkrieg contra la URSS se convirtió en una guerra de desgaste y puso al descubierto la escasez de recursos, se hizo uso de la retórica europea para conseguir hombres y movilizar las economías de todo el continente, así en marzo de 1943 un Goebbels bastante desesperado dijo a periodistas extranjeros que “la Nueva Europa no se mantendría unida a la fuerza sino que se lograría sobre una base voluntaria. Ninguna dictadura sobre países europeos individuales (…) No se obligaría a ningún país a adoptar un régimen determinado. Si los países quieren preservar la democracia tradicional, eso es asunto suyo”. La comunidad de objetivos europeos simplemente ocultaba un aumento de las exigencias y explotación alemana ante el recrudecimiento de la guerra.

Pero, ¿qué fue lo que cambió para que tras la Segunda Guerra Mundial, sí triunfara un proyecto común de UE?. Tras la primera guerra mundial, se produjeron cambios enormes, cayeron dos imperios, Alemania pasó a convertirse en una democracia parlamentaria, la revolución triunfó en la Rusia zarista y llamaba a las puertas, las condiciones de vida de la base industrial de las naciones eran durísimas, incluso una gripe causó casi más muertos que la Primera Guerra Mundial, pero es que acaso las condiciones de la Segunda Guerra Mundial fueron menores?. Se causó la mayor cantidad de muertes de la historia bélica mundial, se destruyó de forma increíble a la nación alemana, y se dividió en dos; hubo millones de personas deportadas en uno de los mayores limpiezas étnicas de la historia y porqué sí ahora hubo paz durante décadas?.

Hay muchos factores que explican la diferencia entre ambas situaciones, pero me atrevería a decir que la decisión norteamericana de afianzar un orden de posguerra y su decisión de mantenerlo – ante la polarización que el reto soviético supuso – fue el factor fundamental de ese nuevo orden internacional. Al término de la Primera Guerra Mundial, el presidente norteamericano Wilson no intentó afianzar ningún orden internacional claro y dicho país decidió retirarse de los asuntos europeos, el contraste con la decisión de 1945 no puede ser más evidente. Al término de la Segunda Guerra Mundial las otrora grandes potencia de Europa eran demasiado débiles, desde el punto de vista militar y económico para configurar un nuevo orden. En la primera guerra mundial, Francia y GB, aunque desgastadas se quedaron a medio camino y Alemania – pese a su derrota sintió que tenía fuerzas para volver a desafiar dicho orden o mejor dicho la ausencia de orden internacional claro – Y el concepto de una Europa unidad internacionalmente empezó a nacer desde ese momento, más bien como necesidad auto impuesta por la ya sí decidida decisión norteamericana de imponer un nuevo Orden internacional.

Estados Unidos y la URSS ocuparon el vacío de poder dejado en Europa por la desaparición de las grandes potencias del continente: Alemania destruida, y Francia e Inglaterra muy debilitadas. Las dos potencias mundiales que quedaban se vieron enormemente reforzadas de maneras muy diferentes por la guerra. Estos dos países definieron la nueva Europa y el Nuevo Orden Internacional bipolar llamado guerra fría, cada uno de ellos interpretó su papel de posguerra como si formara parte de una misión ideológica más general. La liberalización y la democratización americana chocaron con el control monopolístico comunista del estado y la dirección de la economía. La colisión de unos opuestos tan polarizados no tardaría mucho en producirse. Se convertiría en una pugna por el poder no sólo europea, sino global.

Pero en dicha lugar había un desequilibrio, y la Unión Europea fue fruto de dicho desequilibrio. Para los EEUU, pese a su importancia vital, estaba lejos del territorio americano, aunque el comunismo empezaba a perfilarse como una amenaza se sentía de lejos. Para Stalin, Europa estaba pegada a casa y había puesto en peligro la existencia de su país en dos ocasiones en una sola generación. El interés primordial de Stalin no fue exportar la revolución, sino salvaguardar la seguridad colectiva. Europa, sería el principal campo de batalla de la Guerra fría, y dentro de Europa, Alemania.

Al principio se había previsto que las tropas norteamericanas salieran de Europa en 1947, pero en un importante discurso del secretario de Estado norteamericano James F. Byrne, en 1946, comunicó que las tropas estadounidenses se quedaban. Byrne reconoció el fracaso de la administración unificada de Alemania a través del Consejo de Control Aliado, tal y como fue prevista en Postdam, e indicó que la recuperación económica de Alemania, era vital para toda la Europa occidental, y que tendría que llevarse a cabo sobre una base zonal, dada la virtual imposibilidad de gestión conjunto de los aliados. Con eso la división formal de Alemania en dos estados separados sería sólo cuestión de tiempo.

El momento decisivo para la división de Europa se produjo en junio de 1947 con el anuncio del Plan Marshall, tuvo un gran impacto psicológico al dar nuevas esperanzas a la población de Europa occidental, no creó la prosperidad de Europa, eso lo hicieron los europeos, pero el impulso fue tremendo. Y en este punto, creo que es justo señalar como otro de los factores básicos del éxito de Europa occidental y no es otro que la actitud de los diversos partidos socialistas que renunciaron por completo al marxismo. Tras la 2GM, hubo un auténtico “consenso socialdemócrata” como dijo Dahrendorf en su libro “Democracia en Europa”, y dicha renuncia al marxismo, a la revolución, y el intentar llegar al poder con medios legales y reformar el capitalismo desde dentro es uno de los aspectos claves de la historia de Europa, y habitualmente desdeñado en los análisis políticos. La democracia parlamentaria le debe mucho al movimiento socialista europeo.

Sin recuperación económica de Alemania el resto del continente seguiría lastrado, las perspectivas de recuperación se veían en gran forma perjudicadas por la inflación, pues la oferta de dinero era superior a los bienes disponibles para satisfacer la demanda reprimida, y especialmente por la escasez de dólares para pagar las importaciones de materias primas y de bienes de capital para las tan necesarias inversiones, precisamente en este aspecto es dónde más incidió el Plan Marshall, ya que los países europeos recibieron más de 12.000 millones de dólares – el 2 % del PNB de EEUU – durante un período de cuatro años. Pero donde mayor impacto tuvo el Plan fue en Alemania occidental, Italia y Austria, los países anteriormente enemigos. Semejante situación tenía un significado simbólico además de económico. Se hizo creer a estos países que ya no eran enemigos, sino que formaban parte de un proyecto patrocinado por los americanos que ofrecía perspectivas de recuperación y de estabilidad política a largo plazo.

El Plan Marshall no tuvo nada de altruista, fue útil para los negocios americanos como para los europeos, pues la mayoría de los bienes fueron adquiridos en los EEUU – de todas es conocido que sólo los europeos hacemos cosas gratuitas por los demás – Pero al margen de las consideraciones económicas, el Plan fue abiertamente político, y en mi opinión, fue la auténtica génesis de la actual Unión Europea, y del proyecto europeo común. Los 16 países europeos situados fuera del bloque soviético dieron un paso más y en abril de 1948 formaron la organización para la Cooperación Económica Europea – OCEE – para coordinar la ejecución del Plan.

El Plan Marshall se basaba en una serie de pasos dados en esa dirección, inicialmente hacia una unión aduanero europea, que, no obstante, implicaría una organización supranacional. Fueron los líderes europeos los que más problemas pusieron al principio. Francia veía – de forma lógica – que los intereses nacionales de su país se cifraban sobre todo en la seguridad frente a la perspectiva de una Alemania reconstruida y de un poderío militar renovado de los alemanes, capaz de hacer uso otra vez del poder económico de la industria pesada del Ruhr. La mejor forma de satisfacer este interés primordial no sería el tipo de integración económica de libre mercado buscada por los EEUU. Los propios planes de reconstrucción de posguerra de Francia se basaban en la internacionalización del Ruhr con vistas a garantizarse el acceso a la hulla y el coque alemanes, debilitando de paso permanentemente a Alemania. Pero cuando en junio de 1948 los aliados occidentales decidieron establecer un estado de Alemania occidental unitario, Francia se vio obligada a modificar su política y cambiarla por otra de futura cooperación en el destino de los recursos de Alemania en materia de combustibles y de su producción de acero. Ésta sería la génesis del trascendental convenio franco-alemán que constituiría la base de la posterior Comunidad Económica Europea.

La cooperación económica europea, fue fruto del acercamiento franco-alemán en torno al carbón y al acero del Ruhr. Durante un tiempo relativamente breve Alemania se transformó a los ojos de los occidentales y de ser una grave amenaza para la seguridad futura del continente se había convertido en un baluarte frente a la expansión soviética. Los franceses e ingleses en marzo de 1947 en Dunkerque firmaron un tratado de defensa dirigido todavía contra la posibilidad de una futura agresión alemana, pero fue la percepción del peligro soviético, y no de Alemania la que era considerada una amenaza principal.

El miedo al poderío soviético, junto con el compromiso de los EEUU de quedarse indefinidamente en el continente europeo, supuso que fuera trascendental incorporar formalmente a los americanos en los acuerdos de seguridad para la defensa de Europa occidental. La crisis de Berlín reveló qué expuesta estaba Europa occidental de no haber contado con la presencia militar norteamericana para sostenerla, y fue el acicate necesario para la creación de una alianza atlántica como barrera frente a cualquier eventual expansionismo soviético.

No es que existieran unos planes militares soviéticos de expansión por Europa occidental – al igual que al contrario – Pero sin el apoyo de los americanos a la reconstrucción de las economías occidentales, sin su respaldo a unos sistemas políticos frágiles, sin el paraguas defensivo que ofrecieron, y de no haber capitaneado el ataque propagandístico contra la amenaza del comunismo que emprendieron, los partidos comunistas de la Europa occidental quizá habrían conseguido un apoyo mayor y se habrían reducido las probabilidades de establecer una democracia plural estable. Es bastante dudoso, que de haberse retirado de Europa – como tras la Primera GM - en 1947 como inicialmente habían previsto los americanos, las antiguas grandes potencias europeas, GB y Francia, gravemente debilitadas, hubieran sido capaces de conducir con éxito la reconstrucción de la Europa occidental. La presencia de los americanos en Europa garantizó el triunfo del capitalismo en ella. Desde luego no todo el mundo la recibió con los brazos abiertos.

La izquierda especialmente la consideraba – y la considera – detestable, y a nivel de la intelectualidad se criticaba la “americanización” de Europa, y fue rechazada como un signo de la decadencia espiritual de Europa. “Fueran cuales fuesen las desventajas que trajera la prolongación de la presencia de los americanos en Europa, pesaron mucho más que las desventajas. Bajo el escudo de EEUU, la Europa occidental tuvo la oportunidad de encontrar sus propias formas de unidad y de empezar a dejar atrás los peligros nacionalistas de su pasado reciente" (I. Kershaw - "Descenso a los infiernos") Y fue el auténtico germen de la actual UE, y no pasados pseudofascista de grupos de colaboradores de los nazis.

Me atrevo a decir que la autocesión de la soberanía de los Estados – nación a favor de un Ente supranacional tipo CEE, puede considerarse como uno de los puntos de inflexión históricos más importantes de la historia contemporánea. La necesidad de que los brotes económicos no se marchitaran por las rivalidades nacionalistas contribuyeron a crear los inicios de la presión en pro de una mayor coordinación e integración de las economías y de la seguridad de la Europa occidental. Fue una combinación de ideales y pragmatismo, en una combinación de pasos cortos en el objetivo de lograr la conciliación de los intereses nacionales con unos mayores niveles de integración europea, pero junto al impulso económico norteamericano Europa ha disfrutado de varias generaciones del mayor incremento histórico en calidad de vida.

Fuente: Michael Burleigh - "El tercer Reich", e Ian Kershaw "Descenso a los infiernos".

Avatar de Usuario
Chepicoro
Miembro
Miembro
Mensajes: 321
Registrado: Dom Ago 24, 2014 8:20 pm

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por Chepicoro » Dom May 15, 2016 7:43 am

José Luis
le recomendaría, si gusta, que se sumerja un poco en el trabajo de Gustav Stresemann como ministro de Asuntos Exteriores de la República de Weimar, probablemente el estadista alemán más lúcido del siglo XX. Stresemann trabajó, en condiciones muy difíciles, para conseguir un camino realista hacia una unión económica europea. Si lees, por ejemplo, el libro de Jonathan Wright, Gustav Stresemann Weimar's Greatest Statesman (Oxford University Press, 2002)
Gracias por la recomendación, como siempre supongo será interesante y es otro de los temas donde apenas tengo una vaga idea de que sucedió, ya van dos recomendaciones tuyas que he seguido y es una de las razones por las que participo en el foro.

maxtor

Algunos puntos que me gustaría debatir, pero al hacerlo es imposible no tratar temas de la posguerra, si estoy cometiendo una falta no duden en decírmelo.
Historia de la Segunda Guerra Mundial y es por sus efectos y repercusión posterior.
Soy de la opinión que seguimos viviendo en el mundo creado por la posguerra, la hegemonía de Estados Unidos, el continuo declive de Europa incluida Rusia y la consolidación de China.
a los acuerdos libremente aceptados desde 1945 por gobiernos europeos democráticamente elegidos.
En serio son acuerdos de gobiernos democráticamente elegidos?? Algunos acuerdos, tal vez la mayoría si lo son, pero quien ha elegido al presidente del Banco Central Europeo?? ningún ciudadano de la UE le ha votado y esta institución es la que decide la política monetaria a seguir y gran parte de la política económica y de aquí se desprenden infinidad de decisiones. La política de austeridad impuesta a toda Europa por ejemplo y que no creo haya votado nadie.
Los nazis decían que estaban llevando la paz y la armonía a un continente amenazado por el bolchevismo del este, el imperialismo del dólar y la “americanización” cultural
Estoy al tanto de la hipocresía de los nazis, por otro lado yo me encuentro bastante feliz en la hegemonía norteamericana y estoy consciente de que la segunda mitad del siglo XX y hasta el 2008 ha sido la época de mayor creación de riqueza de la humanidad... pero respecto a Europa, en efecto se "americanizaron" pero para tratar de alcanzar el estándar de vida de los norteamericanos, los europeos han tenido una tasa de natalidad un poco más de medio punto porcentual inferior a la de los norteamericanos desde hace décadas y el control voluntario de la población para mejorar la calidad de vida, que era muy mal visto por un racista como Hitler (limitar voluntariamente la raza) en parte explica la "debilidad" económica de Europa hoy en día. Que la economía de Estados Unidos se haya recuperado relativamente mejor que la de Europa desde el 2008 y que tenga mucho mejores perspectivas tiene que ver con que su pirámide poblacional esta mucho más equilibrada, aun parece pirámide, mientras que en Europa hace tiempo que la base es más pequeña que la cúspide. Mientras que la población de Estados Unidos tiende a un crecimiento pequeño aunque constante, en Europa ya hay países que pierden población cada año.
porqué sí ahora hubo paz durante décadas?
Creo que en los primeros años de la guerra fría, porque la URSS y su núcleo Rusia eran más débiles de lo que parecían, recordar que de 5 millones de muertos que aceptaban al finalizar la guerra ahora aceptan 26-27 millones, así que de momento la URSS no estaba lista para otra guerra. Pasados los primeros años las armas nucleares son en mi opinión las grandes responsables de que la guerra fría se mantuviera fría.
Al término de la Primera Guerra Mundial, el presidente norteamericano Wilson no intentó afianzar ningún orden internacional claro y dicho país decidió retirarse de los asuntos europeos
Wilson intentó que Estados Unidos no se retirara de la política internacional, de hecho él propuso la Sociedad de Naciones sin embargo el congreso norteamericano no aprobó la idea. Como curiosidad en estos tiempos de la "Gran Recesión" los dos candidatos anti sistema en Estados Unidos Trump y Sanders plantean que Estados Unidos abandone buena parte de sus compromisos internacionales a menos que sus aliados pongan más dinero para defensa, incluyendo a Europa.
Plan Marshall, tuvo un gran impacto psicológico al dar nuevas esperanzas a la población de Europa occidental, no creó la prosperidad de Europa, eso lo hicieron los europeos, pero el impulso fue tremendo.
Dos puntos que generalmente no se mencionan sobre la recuperación económica de Europa y de Japón es que los Estados Unidos subvencionaron su defensa (y aun lo hacen), el mayor gasto militar de la OTAN dependiendo la época, entre 3 cuartos y la mitad lo ponían los norteamericanos y además los Estados Unidos al ser la potencia capitalista hegemónica abolió zonas económicas exclusivas al impulsar el libre comercio en el mundo capitalista, es decir los industriales de Japón y Alemania podían exportar a casi todo el mundo sin restricciones, incluyendo el mercado más grande, el norteamericano y ya no tenían necesidad de crear sus propias zonas económicas exclusivas. La política de libre comercio impulsada por Estados Unidos e impuesta a Gran Bretaña y Francia fue una gran diferencia con la política proteccionista de la década de los 30´s.
El Plan Marshall no tuvo nada de altruista, fue útil para los negocios americanos como para los europeos, pues la mayoría de los bienes fueron adquiridos en los EEUU
Hubo y aun hay norteamericanos que ven a Alemania y Japón como competidores económicos pero políticamente a nivel de satélites cuyos intereses están alineados con los de los Estados Unidos, por supuesto que el plan Marshall no fue altruista.
No es que existieran unos planes militares soviéticos de expansión por Europa occidental – al igual que al contrario
Claro que existían esos planes y puedo empezar a citarlos, por otra parte la OTAN no se planteaba más que contraataques y eso si se ponían optimistas. Había una potencia expansionista y agresiva entre 1946 y 1990 y esa fue la URSS, hay que decirlo claro.

Europa occidental tuvo la oportunidad de encontrar sus propias formas de unidad y de empezar a dejar atrás los peligros nacionalistas de su pasado reciente
Les deseo la mejor de las suertes pero toda proyección que he visto de los siguientes 10 años para Europa habla de un desempleo estructural en torno al 10%, (sin contar que se crean más empleos de relativamente bajos ingresos y a tiempo parcial que antes), crecimiento en torno al 1% y eso si hay suerte y ya no contemos los efectos de la recesión en la tasa de natalidad que agrava más los problemas en el mediano plazo... no es que vayan a volverse pobres, pero esta generación no va a vivir tan bien como la pasada y el pobre crecimiento no es algo temporal, parece ser permanente.

Finalmente respecto a la estrategia norteamericana de Estados Unidos respecto a Alemania en la posguerra adjunto el siguiente documento.

Guidance for the Peacetime Conduct of Peactime Activities in Support of US National Strategy with Respect to Germany

https://www.caja-pdf.es/2016/05/15/us-e ... -strategy/

El documento es de 1951 y trata de como los Estados Unidos formularon su estrategia para Europa que seguirían a grandes rasgos por 40 años hasta que les dio resultado, me parece digno de admirarse, solo pongo 4 extractos pero todo el documento vale la pena.

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
"No creas todo lo que se escribe en internet" Abraham Lincon

maxtor
Colaborador económico
Mensajes: 325
Registrado: Vie Dic 03, 2010 3:12 pm

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por maxtor » Lun May 16, 2016 10:39 am

Saludos cordiales.
Chepicoro escribió:
a los acuerdos libremente aceptados desde 1945 por gobiernos europeos democráticamente elegidos.
En serio son acuerdos de gobiernos democráticamente elegidos?? Algunos acuerdos, tal vez la mayoría si lo son, pero quien ha elegido al presidente del Banco Central Europeo?? ningún ciudadano de la UE le ha votado y esta institución es la que decide la política monetaria a seguir y gran parte de la política económica y de aquí se desprenden infinidad de decisiones. La política de austeridad impuesta a toda Europa por ejemplo y que no creo haya votado nadie.

Vaya por delante de que estoy de acuerdo en bastante de lo que ha comentado, únicamente me gustaría matizar el hecho de la legitimidad democrática de las políticas comunitarias o europeas, creo que en puridad constitucional no es cuestionable dicha legitimidad democrática dado que la acción de gobierno de política exterior viene recogida legalmente en la Constitución Española.

Todos los gobiernos - elegidos democráticamente - tiene el derecho y el deber de suscribir tratados internacionales, y nuestra Constitución Española en su art. 93 señala que mediante ley orgánica se podrá autorizar la celebración de tratados por los que se atribuya a una organización o institución internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución. Cuestionar la legalidad democrática del presidente del BCE, es como cuestionar la legalidad democrática del nombramiento de los jueces del Tribunal Supremo español o del Tribunal Constitucional simplemente porque han sido elegidos a posteriori por nuestros representantes libremente elegidos.. La democracia directa en la que se opine de toda la acción del gobierno es ilusoria y la democracia parlamentaria de carácter representativo indirecto - como la mayoría de las constituciones europeas - vienen legitimidas por el hecho de que el Parlamento representa la soberanía nacional.

La propia CE autoriza al gobierno a gobernar y dicho artículo está considerado como un artículo bisagra de apertura de nuestro ordenamiento jurídico al derecho comunitario. Todos votamos la CE - los que tenían edad, je, je... - y eso convierte toda acción de gobierno en democrática.

Avatar de Usuario
David L
Administrador
Administrador
Mensajes: 2382
Registrado: Mar Oct 11, 2005 4:23 am
Contactar:

Re: El Grupo Colaboración y la idea europea durante la Segunda Guerra Mundial.

Mensaje por David L » Lun May 16, 2016 2:14 pm

Gracias a todos por tan interesantes comentarios y disculpar la tardanza en las respuestas a vuestras cuestiones.

1) Creo Chepicoro que si partimos de la primera premisa básica que impulsaba el Grupo Colaboración, que no era otro que hacer de la economía su eje vertebral desde donde proceder a una soberanía supranacional, sí que podríamos afirmar que su influencia se dejo notar. Ese carácter técnico, el poder de los tecnócratas para plasmar sobre el papel la preponderancia de una política económica por encima de una economía política, aunque fuese a costa de maquillar la democracia que debía regir la creación de la misma, me parece muy cercano a lo que patrocinaban personajes tan importantes como el mismo Chateaubriand presidente del Grupo Colaboración.


2) En cuanto al tema de una moneda única este tema estaba muy ligado a la idea de una autarquía europea que expulsase de alguna manera la influencia anglosajona y con ello la utilización de el patrón oro como referente para las transacciones internacionales, de esta forma deseaban sustraer al continente europeo de la competencia de los mercados y a su vez controlar los precios, es decir, sería el gobierno europeo quien establecería los mismos y aplicarían una política proteccionista. Además tenían muy claro que debían ajustar las economías europeas a las necesidades del conjunto de las mismas, es decir, establecerían una Europa A, por ejemplo, donde primaría la industria, y una Europa B, donde el factor agrícola sería su prioridad, por supuesto todo ello ligado al potencial de cada uno de los países afectados. Todo ello debería estar supeditado a las necesidades del continente en sí….creo que todo esto suena muy cercano hoy en día… ¿no creéis?


3) En cuanto a lo mencionado por maxtor sobre las afinidades ideológicas nacionalsocialistas en otras partes de Europa estoy totalmente de acuerdo, para Hitler el nacionalsocialismo tal y como él lo entendía sólo podía ser aplicado por Alemania, nunca fue muy partidario de apoyar a favorecer a grupos similares, sólo lo hizo al final de la guerra en un acto desesperado por las circunstancias. ¿Ejemplos? La Guardia de Hierro rumana, los ultras parisinos en Francia, Leon Degrelle en Bélgica, etc...


4) Cuando Chepicoro menciona la falta de democracia en algunos de los aspectos de la propia UE no está tan alejado de lo que patrocinaba el Grupo Colaboración, para el cual la idea Europa debía estar por encima de cualquier método político, en la propia creación de la misma hay elementos a-democráticos que no hubieran disgustado al mencionado grupo, y en el fondo vuelve una y otra vez a la eterna cuestión de Europa, que no es otra que primar la idea de la misma por encima de otra serie de cuestiones aunque para ello cruce ciertos límites.


5) Sin querer desviarme del tema inicial de este post sí que me gustaría aportar algo más a este debate tan interesante. La Europa de posguerra le debe mucho a los EEUU, de eso no hay duda, pero no podemos obviar que cuando un país quiere, y resalto lo de querer, practicar una hegemonía en todos los aspectos posibles debe estar presente en todos los lugares del mundo donde sus intereses se puedan ver comprometidos. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que los EEUU, o mejor dicho, el Congreso de ese país decidió en la época wilsoniana desaparecer del escenario europeo, ejercer una política aislacionista que no pudo mantener mucho años, lo que pase en Europa les afecta, son parte de ella aunque no lo deseen, creo que la IIGM es la respuesta a todo, la guerra de Hitler es el motivo principal de la creación de la UE, de la presencia norteamericana en los asuntos europeos, así que los norteamericanos no deben ni pueden apartarse de los acontecimientos en Europa. ¡Bien lo sabían ellos! Ese documento de 1951 es una muestra más.

6) Y por último, y para que veamos el tema de Europa-Hitler-UE está todavía hoy tan en boga podéis leer las declaraciones del ex-alcalde de Londres Boris Johnson, quien precisamente acaba de salir en castellano una biografía suya de Churchill:

http://www.elmundo.es/internacional/201 ... b45ac.html


Saludos.
Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... elegisteis el deshonor y tendréis la guerra.

Winston Churchill a Chamberlain.

Responder

Volver a “Tribuna”

TEST