No me parece que este asunto sea de gran trascendencia. La victoria de Franco en la Guerra Civil Española, no tuvo prácticamente ninguna influencia en el devenir de la Segunda Guerra Mundial. Del mismo modo una victoria del bando republicano tampoco creo que hubiese supuesto un serio revés para Hitler.Grossman escribió:Como tal contaría, según la mía, la postura británica durante la Guerra Civil Española, con una neutralidad que favoreció a Franco, con la consecuencia de inclinar la balanza europea en favor de los aliados de Alemania. Ahí, con su ayuda a la República Española, suma Stalin.fermat escribió:No creo que Gran Bretaña tuviese dudas, creo que le disgustaba tanto el nazismo como el comunismo, pero como dije antes esas dudas que mencionas no le llevaron a pactar con Hitler, y en cambio a Stalin si. Eso debe contar como demérito, en mi opinión.
Por contra, Stalin con su postura de considerar a los partidos socialdemócratas como los principales enemigos de los partidos comunistas, impidió una posible alianza de la izquierda alemana que quizás, solo quizás, se hubiera podido oponer con éxito al nazismo.
Insisto en que yo no he puesto las condiciones. Solo he planteado las que me parece que se deben exigir pero evidentemente cada uno puede poner o quitar, a ser posible justificándolo, las que crea conveniente.José Luis escribió:Tú has abierto el hilo y has puesto las condiciones, aunque no hayas cerrado el abanico de las mismas.
Tu mismo lo has dicho, con tales condiciones se puede señalar a Churchill. Luego entonces no es imposible cumplirlas todas. El hecho de que Churchill se vea ayudado por la circunstancia de que no tuvo responsabilidades de gobierno hasta 1939, no le resta mérito ya que desde su puesto en la Cámara de los Comunes no dejó de advertir del peligro que representaba el nazismo desde 1934; y se opuso claramente tanto al Acuerdo Naval como al Pacto de Munich.José Luis escribió:Lo que quiero significar es que dichas condiciones (en su conjunto) impiden, probablemente, señalar a nadie como el mayor enemigo nazi, salvo a quien haya salido a la palestra del poder político (o militar) una vez ya iniciada la guerra, como el caso de Churchill.
En efecto se pudo haber acabado con el régimen nazi mucho antes, y con un menor coste, si se hubieran hecho las cosas de otra forma. Pero el hecho es que no se hicieron, y aquí estamos hablando de lo que pasó, no de lo que pudo haber sido y no fue. Para mi es evidente que no se puede considerar el mayor enemigo nazi a ningún gobierno de entonces (marzo de 1936), pero eso no tiene nada que ver con mis condiciones. Es algo de sentido común. ¿Que méritos podrían alegar tales gobiernos, si lo único que hicieron fue ceder ante los nazis, permitiéndoles violar una tras otra de forma unilateral las cláusulas de Versalles?José Luis escribió:En cuanto al tema de los periodos de tiempo, en mi opinió sí tienen importancia. ¿Por qué? Porque, en principio, se pudo acabar con el régimen nazi, de haber esa voluntad política para ello, en diversos momentos antes de la guerra, como por ejemplo en el de la remilitarización de la Renania. Si los gobiernos francés y británico del momento no tuvieran intereses divergentes o los sometieran al interés primordial de cortar en seco la amenaza nazi, marzo de 1936 bien podría haber sido el final de Hitler y su régimen. Pero es evidente que, aplicando tus condiciones, ningún gobierno (o sus líderes) de entonces podría ser considerado como el mayor enemigo nazi.
En cuanto al tema de los tiempos, repito que no había pensado en plantear así el debate; sino que lo había concebido de una forma global considerando un periodo de tiempo único de 1933 a 1945. Bajo esos parámetros sigo considerando a Churchill como el Campeón de Campeones. Ahora bien, si introducimos el factor tiempo entonces, lógicamente, las condiciones hay que retocarlas. Así, las condiciones segunda y cuarta no tienen sentido una vez más que en fechas anteriores a la declaración del estado de guerra entre Alemania y el pais de que se trate. Una vez en guerra esas condiciones se cumplen casi automáticamente, sin que eso suponga ningún mérito añadido. Del mismo modo la quinta condición, y hasta cierto punto la tercera y la sexta solo tienen sentido a partir de que se ha llegado al conflicto armado contra Alemania. Para fechas anteriores no tiene sentido exigirlas. Aqui las fechas a las que me refiero son las de la entrada en guerra de cada pais, contra Alemania. O sea para Gran Bretaña y Francia, septiembre de 1939; para la URSS junip de 1941, para USA diciembre de 1941, etc.
Otro segundo problema sería delimitar los intervalos de tiempo considerados. ¿Cada cuanto tiempo vamos a decidir quien fue el mayor enemigo nazi? ¿Cada año? ¿Cada dos años? ¿Cada tres? No se me ocurre una buena respuesta.
Considerando los dos puntos anteriores el problema de señalar al mayor enemigo nazi, se complica. Aún así me atreveré a dar mi opinión.
Para el periodo 1933-34, yo diría que fueron los partidos de izquierda alemanes. Cumplen las condiciones primera, segunda y cuarta; con lo que creo que en esta época nadie les aventajaba.
Para el año 1934, o al menos parte de él, el mayor enemigo nazi fue, seguramente, la cúpula de la SA. Paradójicamente no cumplen ninguna de las condiciones expuestas, pero con su actitud que provocaba el rechazo, tanto de gran parte de la población, como de amplios sectores del ejército y la industria, hubieran podido provocar un golpe de estado del Reishswehr que se hubiera llevado por delante al régimen nazi.
Entre 1935 y 1938 creo que el mérito se podría compartir entre Churchill por sus continuas advertencias sobre el peligro nazi, y sus exigencias de rearme (condiciones 1, 2 y 4) y los sectores del ejército alemán que se oponían a las políticas expansionistas de Hitler.
A partir de 1938 y hasta 1941 yo veo a Churchill en solitario como el mayor enemigo nazi. Entre 1942 y 1943, no hay duda de que Stalin merece ese honor. No a partir de 1941, ya que su ceguera ante los indicios que le advertían de la inminente agresión nazi, a punto estuvo de provocar la derrota de la URSS.
Por último entre 1944 y 1945 creo que el título debe ser para Roosevelt. A partir de 1944, y sobre todo tras el Desembarco de Normandía, la contribución americana al esfuerzo de guerra y, por tanto a la derrota nazi fue inconmensurable.
De forma consciente yo no puse en la tercera condición la capacidad de oponerse en solitario. Si la hubiera puesto, creo que nadie las habría podido cumplir todas; y en todo caso, la realidad es que nadie las cumplió ya que para acabar con el nazismo se debió recurrir a una alianza. Lo de la capacidad para derrocar en solitario al régimen nazi me parece enormemente restrictiva. Tanto, que si se aplica, nos quedamos sin candidatos.José Luis escribió:Churchill podría incumplir, según se mire, la condición tercera, pues Gran Bretaña, por sí sola, no tenía la suficiente fuerza para derrocar (o derrotar) al régimen nazi. Y si rizamos el rizo, tampoco Churchill se mostró dispuesto, una vez ya en guerra, a colaborar o apoyar a la resistencia alemana en su afán de acabar con Hitler y, quizás como consecuencia, con el nazismo. Esto es debatible, por supuesto, pero viene a a poner de relieve que las prioridad de Churchill, durante la guerra, fue derrotar completamente a Alemania, más que eliminar al líder nazi.
En cuanto a lo de no apoyar a la resistencia, creo que forma parte de otro debate. Estaremos de acuerdo en que la derrota de Alemania implicaba necesariamente la caida del nazismo. Ahora bien el apoyo a la oposición no está muy claro que hubiera podido significar; tal vez un nazismo sin Hitler, tal vez continuar la guerra contra la URSS pero la paz en Occidente...
Sin duda el camino elegido por Churchill era el más seguro para conseguir la liquidación efectiva del nazismo, aunque pudiera ser más largo y más duro.
En este punto discrepo de tu opinión. Yo creo que al mayor enemigo nazi se le debe exigir hasta donde sea posible una cierta dimensión moral. Aquellos que pueden presentar dicha dimensión; es decir aquellos que se opusieron al nazismo, entre otras razones, en nombre de una serie de principios, creo que ocupan una posición más elevada que aquellos que solo se opusieron por intereses o componendas tácticas.José Luis escribió:En mi opinión particular, no considero tan importantes las condiciones como las explicaciones que acompañen a cada candidato presentado. Un enemigo nazi, a mi juicio, era aquél que, teniendo poder o influencia para ello, podía enfrentarse al régimen nazi y oponerse, resistirse, combatirlo o derrotarlo (según la época), y así lo haya hecho, independientemente de sus intereses o componendas tácticas.
Yo no diría desde junio de 1941 en adelante, sino solo hasta 1943; porque a partir de 1944 la contribución americana tanto en la guerra aérea como en la terrestre a partir de Overlord, fue abrumadora.José Luis escribió:Sin embargo -y aunque la victoria final de los aliados fue eso, una cuestión de alianza-, Stalin y la URSS sobresalen por encima de los demás como símbolo, querido u odiado, de la resistencia contra el nazismo desde junio de 1941 en adelante y el mayor contribuyente, en los campos de batalla, a la derrota final de nazismo.