Hola von Rundstedt, estimado amigo:
Muy interesantes tus comentarios, aquí los míos:
VonRundstedt escribió:A Hitler le entusiasmaban las maquetas, ya que siempre tenía maquetas de reconstrucción para las ciudades para cuando la guerra acabase con victoria.
Efectivamente: en su mente siempre estaban presentes los grandes edificios en proceso de construcción, así como los que planeaba construir después de la guerra.
El Arquitecto Albert Speer menciona que la acendrada admiración de Hitler por la Arquitectura fue lo que facilitó la comunicación entre ellos -al grado de que muchos historiadores consideran a Speer como la única persona a quien Hitler consideraba su amigo personal. Relata que algunas reuniones llegaban a prolongarse por ocho horas contínuas.
Cuando Speer le presentó su esposa al Führer, éste le dijo "Mi estimada Señora Speer, su esposo construirá para Alemania los mejores edificios que la humanidad ha conocido".
El Arquitecto Speer explica en sus libros que Hitler poseía una memoria admirable para recordar dimensiones, distribuciones en planta y muchos detalles de las obras. Cuenta que en una ocasión él (Speer) y otros allegados le prepararon como sorpresa de cumpleaños una gran maqueta del futuro edificio del Parlamento Alemán, en una sala grande contiguo al lugar en que se celebraba la fiesta y luego abrieron las puertas para deleite del Führer, quien luego de la reunión social dedicó muchas horas a estudiarla y comentarla con los Arquitectos involucrados.
Speer también comenta que cuando la guerra llegaba a su final y era obvio que Alemania estaba siendo derrotada inexorablemente, Hitler permanecía horas admirando las maquetas de los edificios que él sabía nunca llegarían a construírse: era su refugio ante la cruda realidad, el mundo de fantasía que le sirvió como evasión ante el brutal fin de todos sus planes para Alemania.
VonRundstedt escribió:Le gustaba la historia, ya que desde pequeñito en el colegio siempre hablaba de historia, y en Viena se empapó de libros históricos.
Ciertamente: en sus discursos hacía constantes referencias al pasado histórico de Alemania, Europa, el Imperio Romano, etc.; no creo que haya podido calificarse como "erudito en historia" pero sí conocía de la historia mundial, tanto reciente como remota.
VonRundstedt escribió:También le gustaba el arte, como habéis dicho, pero no le fue muy bien en ese aspecto, y en Viena llegó a tener que ser portamaletas al no entrar en la Academia de Bellas Artes de Berlín.
Hitler llegó a ser solamente un simple aficionado y fue rechazado no una vez sino dos veces de la Academia de Bellas Artes de Berlín. Algunos biógrafos afirman que durante un tiempo vendió sus pinturas en la calle.
Hitler nunca llegó al nivel artístico de Winston Churchill, cuyas acuarelas se vendían por sí mismas en varias Galerías de Arte londinenses -las firmaba con su seudónimo "Charles Morin". La producción artística de Hitler (si pudiera llamarse así) nunca alcanzó ni llegó cerca de la de Churchill, ni en calidad ni en cantidad.
Su gusto por la Historia, la Arquitectura y el Arte se reflejó en la visita que hizo a París: los lugares visitados fueron el Mausoleo de Napoleón Bonaparte, la Casa de la Opera de Paris y la Torre Eiffel.
En el Mausoleo de Napoleón permaneció de pié más de una hora en completo silencio ante la tumba del Emperador.
En la Casa de la Opera le formuló muchas preguntas al guía, al tiempo que le mencionaba muchos aspectos de su interior, los cuales conocía desde hacía muchos años por haber leído libros sobre ese edificio; le preguntó al guía sobre una modificación estructural que se había efectuado, sobre lo cual el guía le manifestó ser la primera vez que escuchaba de ello. Al finalizar la visita, Hitler indicó a uno de sus colaboradores que facilitara una generosa propia al guía pero éste declinó aceptarla.
En la famosa fotografía de Hitler contemplando la Torre Eiffel desde el Trocadero, aparece flanqueado por el Arquitecto Albert Speer a un lado y por el gran escultor Arno Breker al otro lado. A éste último lo llamaban "El Miguel Angel teutón" por la belleza de sus esculturas, dos de las cuales adornaban la entrada principal de la Cancillería del Reich; luego de la guerra creó varias obras para Rusia y otros países.
VonRundstedt escribió:Y los deportes no le gustaban, en las Olimpiadas del 36 en Berlín, estaba a disgusto, y solo iba para ver si la raza aria conseguía ganar a las demás razas, pero no por el deporte, como lo refleja Goebbels en sus diarios.
Y mejor se hubiera abstenido de asistir a las Olimpíadas pues hubiera evitado la vergonzosa, humillante escena que provocó al negarse a saludar a Jesse Owens, atleta norteamericano de raza negra y ganador de cuatro medallas olímpicas en ese evento.
Hitler indicó que recibiría solamente a los atletas ganadores alemanes, a lo cual el Comité Olímpico se opuso, indicándole que debía saludarlos a todos o a no saludar a nadie. Hitler optó por no saludar a nadie, lo cual fue interpretado mundialmente -muy correctamente- como un desprecio rampante, público, a la raza negra.
Entiendo que el único deporte que le gustaba era el boxeo y apoyaba programas para fomentarlo en Alemania.
Saludos cordiales desde Nueva York,
Antonio Machado.
Con el Holocausto Nazi en contra de la Raza Judía la inhumanidad sobrepasó a la humanidad.