¡Hola a todos!
Creo que hay bastantes cuestiones que matizar sobre los mensajes que anteceden de Angel y míos.
Angel escribió:.
La ofensiva soviética comenzó el 09 de agosto y el lanzamiento de la primera bomba atómica por EEUU sobre Hiroshima fue tres días antes, es verdad, pero ello se habría debido a un asunto de espionaje del más alto nivel. Al parecer Churchill le preguntó a Stalin (en la Conferencia de Postddam si mal no recuerdo) la fecha exacta del inicio del ataque soviético a Japón requiriéndole que como aliados debían conocerla, y Stalin -no obstante sus recelos y luego de confirmar la fecha con Vasilevsky-, le reveló que sería el 09 de agosto.
En primer lugar, yo no tengo constancia de que Churchill preguntara tal cosa a Stalin durante la Conferencia de Potsdam (nada dice en su historia de la IIGM al respecto, pese a que se detiene bastante en la cena que mantuvo con Stalin, solos los dos con la única presencia de Birse y Pavlov, la noche del 18 de julio), y mucho menos que Stalin le diera esa respuesta tan precisa, de que le ofensiva soviética iba a comenzar el 9 de agosto. Me gustaría que me dieras esa fuente, si te es posible.
En segundo lugar, tú sitúas (aunque escribes de memoria) que Churchill preguntó eso a Stalin durante la Conferencia de Potsdam, y que Stalin, tras confirmar la fecha con Vasilevsky, le dio la respuesta de marras. Fue ese contexto el que me llevó a pensar, erradamente por lo que veo de tu siguiente mensaje, que situabas a Vasilevsky en Potsdam, y de ahí que yo escribiera que no hubo tal cosa, que quien había asistido a Potsdam fue Antonov.
Angel escribió:
Lo de Vasilevsky sí fue tal. Al menos de acuerdo a lo que señala dicho militar: “El 16 de junio Stalin me telefoneó desde Postdam el E.M. de las tropas de Medio Oriente, ubicado a 25 km al suroeste de la ciudad de Chitá. Preguntó cómo iban los preparativos de la operación y quiso saber si era posible acelerarla unos diez días. Informé que la concentración de tropas y el acarreo de todo lo más importante no lo permitirían y pedí mantener el plazo anterior. Stalin dio su asentimiento”
Aclarado que interpreté mal lo de Vasilevsky, y advirtiendo que has debido cometer un gazapo en la fecha que has citado “16 de junio” (Vasilevsky escribe 16 de julio, al menos en el original ruso), es evidente que esa llamada de Stalin a Vasilevsky no tuvo nada que ver con la bomba atómica probada en Alamogordo, pues la prueba tuvo lugar a las 05:29 horas de la mañana del 16 de julio (13:29 de la tarde hora de Berlín). El primero en enterarse fue Stimson, que recibió un telegrama de máximo secreto en su cuartel de Babelsberg a las 19:30 de la noche, telegrama enviado desde Washington por George Harrison. Luego Stimson le entregó el telegrama a Truman. Esa misma noche llegó Stalin a Potsdam y al día siguiente, 17 de julio, se reunió con Truman, y en esa reunión Stalin informó al anterior que a mediados de agosto el Ejército Rojo estaría en guerra con Japón: “
Then, abruptly, and entirely on his own initiative, Stalin said that as they had agreed at Yalta, the Soviets would be ready to declare war on Japan and attack Manchuria by mid-August...Truman said he was extremely pleased. But Stalin, as if to be sure Truman understood, repeated that by the middle of August the Red Army would be in war with Japan, 'as agreed at Yalta'...” (1).
Por tanto, la llamada de Stalin a Vasilevsky de 16 de julio nada pudo tener que ver con Churchill, a quien Stalin aún no había visto, ni con Truman, al que tampoco vio hasta el día siguiente. Ni con la prueba de la bomba atómica de Alamogordo del 16. De hecho, si continúas la lectura de Vasilevsky en esa misma frase que has citado, verás que Vasilevsky se pregunta por qué Stalin le planteó esa cuestión en víspera de la conferencia, cosa que no le aclaró. Dice que sólo se enteraron más tarde de que según los planes americanos para derrotar a Japón, desarrollados antes de la celebración de la conferencia y aprobados por Truman el 29 de junio, el desembarco de tropas americanas en Kyushu iba a tener lugar el 1 de noviembre de 1945 y el de Honshu después del 1 de marzo de 1946.
Finalmente, Stalin consintió, en esa llamada a Vasilevsky, mantener los planes previstos para la ofensiva, es decir, para algún día entre el 20 y 25 de agosto.
No hay ninguna relación en todo esto con la supuesta pregunta que dices hizo Churchill a Stalin, ni la supuesra respuesta que éste le dio.
Angel escribió:
Convengo, eso sí, que la determinación de la fecha del inicio de la ofensiva rusa era para los altos jefes militares difícil de precisar con exactitud, pero sí creo que la URSS estaba determinada -días más, días menos- a cumplir con su compromiso de Yalta de lanzar el ataque a los 2 ó 3 meses de la derrota de Alemania, lo que en efecto hizo el 08 de agosto anunciando que desde el 09 de ese mes entraría en estado de guerra contra Japón. Sobre la fecha de marras era evidente que los aliados occidentales tenían conocimiento, de eso no cabe duda, y los rusos nunca trataron de ocultar a sus aliados dicho plazo o la citada fecha. Es más, ya el 28 de mayo de 1945 Stalin habría comunicado a Harry Hopkins que se declararía la guerra a Japón el 08 de agosto:
“El 28 de mayo Stalin comunicó a Harry Hopkins, que intentaba suavizar en Moscú las relaciones entre Stalin y Truman, que en virtud del acuerdo de Yalta la Unión Soviética declararía la guerra a Japón el 8 de agosto”(2).
Ya he dicho en mi anterior mensaje que ni Stalin, ni Antonov, ni Vasilevsky tenían por las fechas de la primera semana de la conferencia de Potsdam una fecha precisa para el comienzo de su ofensiva contra Japón. Sus planes, tal como dijeron a los americanos, consideraban la ofensiva para mediados de agosto, pero no habían establecido todavía una fecha fija.
Truman dio la noticia de su arma de inusual poder a Stalin el 24 de julio, después de la reunión que Stimson tuvo con Marshall el día anterior por orden de Truman y tras saber la opinión que Marshall dio a Stimson. Cuando Truman dijo a Stalin lo de su superarma, éste ya imaginó, por su información de inteligencia (espías Harry Gold, Klaus Fuchs y Leonid Kvasikov) que Trunam estaba aludiendo a una prueba atómica que los americanos habían previsto realizar el 10 de julio (inicialmente se había programado para el 4 y luego se pospuso al 16 por el mal tiempo). Fue esta alusión de Truman el 24 de julio a la bomba atómica lo que hizo que Stalin comenzara a preocuparse ante la posibilidad de quedarse fuera de la guerra, una vez que los aliados occidentales ya no necesitaban de su participación a causa de la bomba atómica. Y también fue pocas horas antes de que Truman hiciera a Stalin su alusión a la bomba atómica, que Antonov se reunió con Leahy y, ante la pregunta de éste, le respondiera que los soviéticos “estarían preparados para comenzar las operaciones en la última mitad de agosto” (“
Antonov answered that the Soviets 'would be ready to commence operations in the last half of August'”) (2).
Como comprenderás, Angel, difícilmente podían precisar los soviéticos una fecha exacta para el comienzo de su ofensiva contra Japón durante la primera semana de la Conferencia de Potsdam, y menos aún el 28 de mayo. Stalin pudo haber dicho a Hopkins que la URSS declararía la guerra a Japón el 8 de agosto “en virtud del acuerdo de Yalta”, pero eso no era más que una confirmación por parte de Stalin de lo que prometió en Yalta: que entraría en guerra con Japón tres meses después de que la guerra terminara en Europa. De hecho, ya antes de Yalta, Stalin había afirmado en la Conferencia de Teherán en noviembre de 1943 que la URSS entraría en guerra contra Japón. Pero asegurar a finales de mayo de 1945 a Hopkins que la URSS declararía la guerra a Japón el 8 de agosto, no era lo mismo que afirmar a Truman (o a sus militares) a finales de julio de 1945 que la ofensiva soviética comenzaría el 8 de agosto. Esto no lo hicieron ni Stalin ni Antonov, como hemos visto. Sólo informaron, uno y otro, que las operaciones comenzarían a mediados de agosto (Stalin) o en la última mitad de agosto (Antonov). Y si no dieron fecha precisa fue porque por entonces aún no la tenían decidida, sino en algún momento a partir de mediados de agosto, tal como se desprende de la historia oficial soviética de la guerra con Japón [V. N. Vartanov et al.,
Velikaia otechestvennanaia: Sovietsko-iaponskaia voina 1945 goda; istoriia voenno-politicheskogo protivoborstva dbukh derzhav v 30-40-e gody: Dokumanty i materially, vol. 7, pt. 1 (Moscow: Terra-Terra, 1997); vol. 7, pt. 2 (Moscow: Terra-Terra, 2000)], que Hasegawa anota como VO.
Según este material oficial, el 30 de julio de 1945, un día después de que Truman rechazara la petición de Stalin para añadir su firma a la Proclamación de Potsdam, Stalin nombró a Vasilevsky comandante supremo de las tropas soviéticas en Extremo Oriente, efectivo el 1 de agosto. El 2 de agosto, el Stavka ordenó la formación de tres frentes: el Primer Frente de Extremo Oriente, mandado por el mariscal Kirill Meretskov, el Segundo Frente de Extremo Oriente, mandado por el general Maksim Purkaev, y el Frente Transbaikal, mandado por el mariscal Rodion Malinovsky (Hasegawa, 177, nota 2. Document 318, Stalin’s and Antonov’s Order, No. 11120, 30 July 45,
VO, vol. 7, pt. 1, p. 336; Dmitrii A. Volkogonov Papers, Microfilm Reels 5, Library of Congress.).
El 3 de agosto, el Jefe del Estado Mayor coronel general S. P. Ivanov y el coronel general Vasiliev (seudónimo del mariscal Vasilevsky) enviaron un importante informe a Stalin y Antonov. Vasilevsky declaraba que por el 5 de agosto las fuerzas soviéticas en el primer y segundo frentes de Extremo Oriente completarían su avance hacia los puntos designados de concentración a unos 50-60 kms de la frontera. Para maximizar el efecto de la sorpresa, subrayaba que sería importante que el ataque comenzara “en el mismo día y a la misma hora” en los dos frentes. Estimaba que una vez recibieran la orden de atacar, llevaría de tres a cinco días cruzar la frontera. Así el momento óptimo para el ataque sería entre el 9 y el 10 de agosto. Pedía además que el Stavka le diera instrucciones finales sobre el preciso momento en que debería comenzar la acción militar, así como instrucciones relativas a cuestiones de “naturaleza política y diplomática” (Hasegawa, 177-178, nota 3. Document 321, Vasil’ev and Ivanov to Stalin, 3 August 45,
VO, vol. 7, pt. 1, pp. 337–338; S. Shtemenko, “Iz istorii razgroma Kantunskoi armii,”
Voenno-istoricheskii zhurnal, no. 5 (1967): 54.).
Este informe, dice Hasegawa, revela dos hechos importantes. Primero, fue enviado claramente en respuesta a previas instrucciones de Stalin para adelantar la fecha del ataque de diez a catorce días de la fecha previamente acordada de entre el 20 y 25 de agosto. Ya que este informe fue enviado el 3 de agosto, la orden de Stalin tuvo que haber sido enviada antes de esa fecha, muy probablemente desde Potsdam antes de que partiera para Moscú el 2 de agosto. Hay pocas dudas de que Stalin apuró la fecha del ataque en respuesta a lo que percibió como una maniobra americana para lograr la rendición de Japón antes de la entrada soviética en la guerra. La referencia de Vasilevsky a cuestiones de una “naturaleza política y diplomática” asociada con la fecha del ataque refuerza este punto.
Segundo, aunque la fecha del ataque quedó establecida en algún momento del 9 ó 10 de agosto, el momento preciso se dejó indeciso. En algún momento entre el 3 y el 7 de agosto, el Stavka debió haber decidido que el momento preciso del ataque iba a ser a medianoche (hora Transbaikal) del 11 de agosto (6 pm hora de Moscú el 10 de agosto). (Hasegawa, 178, nota 4.
VO, vol. 7, pt. 1, p. 322; Document 325, Vasilevskii to Commander of the Transbaikal Front, 7 Aug 45, VO, vol. 7, pt. 1, p. 341.).
Y fue, como dije en mi anterior mensaje, el 7 de agosto, cuando Stalin comprobó que los japoneses no se rendían, que ordenó adelantar el comienzo del ataque en 48 horas.
Angel escribió:
El que los soviéticos no firmaran la Proclamación de Postdam no fue ningún desdén para la URSS, y no debería haberla firmado puesto que en ese momento no se encontraban en guerra con Japón; por el contrario, “… su contenido estaba en plena consonancia con los intereses de la Unión Soviética, y por ello se sumó a la Declaración el 8 de agosto de 1945”
No es así como yo veo el asunto. Como indica Hasegawa, la delegación americana llegó a Potsdam con un borrador de la Proclamación de Potsdam que incluía a la URSS como una posible nación firmante. Pero ni incluso una sola vez fueron consultados sobre este asunto Stalin o Molotov. De hecho, tras la prueba atómica de Alamogordo, el gran objetivo de Truman y Byrnes fue excluir a la URSS de esa proclamación, y tuvieron éxito, pues al parecer hasta que la proclamación fue anunciada a la prensa, nada se informó de ello a los soviéticos. Tras el anuncio a la prensa el 26 de julio, Byrnes envió una copia del ultimátum a Molotov como cortesía diplomática. Sorprendido, Molotov pidió inmediatamente a Byrnes que pospusiera el anuncio durante dos o tres días, pero Byrnes le dijo a Molotov que ya era demasiado tarde, pues la proclamación ya había sido entregada a la prensa. De hecho, tal como descubrió el historiador ruso Viacheslav Safronov, la delegación soviética había llevado a Potsdam su propio borrador para la Proclamación de Potsdam (3).
De hecho, uno de los principales intereses del gobierno soviético para discutir con los aliados occidentales el texto de la Proclamación de Potsdam y firmar la misma era de naturaleza de argumentación legal para poder denunciar el Tratado de Neutralidad que tenía firmado, ratificado y en vigor con Japón (4). En realidad, la decisión de no incluir a la URSS entre los firmantes de la proclamación, como confesó el propio Truman, fue: “
None obliging the United States and the Allies to provide Russia with a reason for breaking with Japan”, pese a que así se había acordado en Yalta y Stalin había reafirmado en Potsdam antes de la Proclamación (5).
(1) David McCullough,
Truman (New York: Simon & Schuster, 1992), pp. 436-439. Véase también Tsuyoshi Hasegawa,
Racing the Enemy. Stalin, Truman, and the Surrender of Japan (The Belnak Press of Harvard University Press, 2005), p. 137, y para las diferentes versiones (soviéticas y americanas [notas de Bohlen]) de dicho encuentro.
(2) Hasegawa, p. 155.
(3) Buena parte puede leerse en Hasegawa, p. 161 y ss.
(4) Véase Hasegawa, 163.
(5) Hasegawa, 164.
Saludos cordiales
JL