Bonjour,
Quiero aprovechar, herr Steiner, que ha teminado su relato para felicitarle cordialmente por el magnífico, completo y didáctico trabajo. Merci.
À bientôt
Bombas sobre Barcelona
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Pierre Le Gloan
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Kurt_Steiner
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Re: Bombas sobre Barcelona
Muchas gracias, monsieur Le Gloan.
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Kurt_Steiner
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Re: Bombas sobre Barcelona
He continuando leyendo sobre el tema y me he encontrado un material muy interesante en el libro "La Guerra Aèria a Catalunya (1936-1939) de David Gesalí y David Íñiguez (Rafau Dalmau- Editor; Barcelona 2012), de manera que, podría decirse, voy a añadir algunos anexos a este hilo. Por lo tanto, el libro citado es la fuente de todo lo que figure en los siguientes posts.
ANEXO 1.
Aviones en El Prat en los primeros momentos de la guerra. Pertenecen a la aviación militar y a la naval. A la izquierda parece que un Breguet XIX se prepara para alzar el vuelo y, en el centro y en la derecha, se observan dos Vickers Vildebeest de la naval llegados poco antes de partir para el frente de Aragón.
Fuente: la citada, página 31.
Un caza Loire francés comprado por la República (se adquirieron cinco), en el aeropuerto de El Prat, con los circulos franceses de la Armée de l'Aire todavía visibles. Detrás vemos un Latécoère 28 de la compañía Air France, que enlazaba Barcelona con Francia.
Fuente: la citada, página 65.
ANEXO 1.
Aviones en El Prat en los primeros momentos de la guerra. Pertenecen a la aviación militar y a la naval. A la izquierda parece que un Breguet XIX se prepara para alzar el vuelo y, en el centro y en la derecha, se observan dos Vickers Vildebeest de la naval llegados poco antes de partir para el frente de Aragón.
Fuente: la citada, página 31.
Un caza Loire francés comprado por la República (se adquirieron cinco), en el aeropuerto de El Prat, con los circulos franceses de la Armée de l'Aire todavía visibles. Detrás vemos un Latécoère 28 de la compañía Air France, que enlazaba Barcelona con Francia.
Fuente: la citada, página 65.
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Kurt_Steiner
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Re: Bombas sobre Barcelona
Anexo 2
Un Vickers Vildebeest en versión hidroavión de los usados por la República en misiones de reconocimiento y ASW en el litoral catalán. Estaban equipados con minas ASW fabricados por Elizalde. El ejemplar muestra un curioso camuflaje destinado a mimetizarle con las olas.
Fuente: la citada, página 85
Efectos del bombardeo maritimo sobre la Barceloneta (13 de febrero de 1937)
Fuente: la citada, página 90
Un Vickers Vildebeest en versión hidroavión de los usados por la República en misiones de reconocimiento y ASW en el litoral catalán. Estaban equipados con minas ASW fabricados por Elizalde. El ejemplar muestra un curioso camuflaje destinado a mimetizarle con las olas.
Fuente: la citada, página 85
Efectos del bombardeo maritimo sobre la Barceloneta (13 de febrero de 1937)
Fuente: la citada, página 90
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Kurt_Steiner
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Re: Bombas sobre Barcelona
Las primeras bombas sobre Barcelona. -1-
El Prat
Los primeros bombardeos aéreos, antes de los ataques italianos, tuvieron lugar el 19 y el 20 de julio, durante la rebelión de la guarnición.
Tan pronto como se supo que los soldados habían dejado sus cuarteles, en El Prat el teniente coronel Felipe Díaz Sandino, comandante de la base, ordena que despegue un avión. Es un Breguet XIX con el comandante José Castro de piloto y el capitán Alberto Bayo como observador. A su regreso informan de los movimientos de tropasp or la ciudad y Díaz Sandino ordena que despeguen de nuevo para bombardear a los insurgentes, a lo que se niega Castro, que será detenido junto al comandante Eugenio Frutos y, posteriormente, conducidos al buque prisión Uruguay.
Unos instantes después salta la alarma al informarse de un supuesto movimiento de tropas de caballería en las próximidades de la base. Aprovechando la confusión, los capitanes Luis Pardo y José Calderón despegarán en un Breguet y partirán a Pamplona. Esta será la última manifestación rebelde en la base.
Cuando llega noticia de que el Regimiento de Artillería de Montaña con base en el cuartel de la avenida Icària se ha rebelado, se envía un Breguet al mando del alférez Rodolfo Robles y el comandante Alfonso De Los Reyes (De los Reyes, militar de carrera y antiguo legionario, había montado un bar, el Pan American, en la calle Consell de Cent, donde se reunían los militares republicanos) a bombardear la caserna, pero Robles, por la falta de entrenamiento (había sido arrestado hasta marzo de 1936 por no haberse sumado a la Sanjurjada), no localiza el edificio.
Las salidas siguiente resultarán más exitosdas. Los pilotos realizan vuelos sucesivos con los tres Breguet restantes. Bayo, Ponce de León, Robles, García Herguido, Roig, Cabré y Villaceballos, se suceden a los mandos de los aviones, realizando entre cuatro y cinco vuelos el 19. Se bombardea el cuartel de San Andreu, el de Icaria y el de Atarazanas.
El 20, mientras los combates se centran en torno a este último acuartelamiento, la avión de la Aeronáutica Naval interviene en los ataques contra los insurgentes. El efecto moral, más que el efectivo (muchas bombas no explotan al ser lanzada desde muy poca altura) será decisivo para causar la rendición de los sublevados.
El Prat
Los primeros bombardeos aéreos, antes de los ataques italianos, tuvieron lugar el 19 y el 20 de julio, durante la rebelión de la guarnición.
Tan pronto como se supo que los soldados habían dejado sus cuarteles, en El Prat el teniente coronel Felipe Díaz Sandino, comandante de la base, ordena que despegue un avión. Es un Breguet XIX con el comandante José Castro de piloto y el capitán Alberto Bayo como observador. A su regreso informan de los movimientos de tropasp or la ciudad y Díaz Sandino ordena que despeguen de nuevo para bombardear a los insurgentes, a lo que se niega Castro, que será detenido junto al comandante Eugenio Frutos y, posteriormente, conducidos al buque prisión Uruguay.
Unos instantes después salta la alarma al informarse de un supuesto movimiento de tropas de caballería en las próximidades de la base. Aprovechando la confusión, los capitanes Luis Pardo y José Calderón despegarán en un Breguet y partirán a Pamplona. Esta será la última manifestación rebelde en la base.
Cuando llega noticia de que el Regimiento de Artillería de Montaña con base en el cuartel de la avenida Icària se ha rebelado, se envía un Breguet al mando del alférez Rodolfo Robles y el comandante Alfonso De Los Reyes (De los Reyes, militar de carrera y antiguo legionario, había montado un bar, el Pan American, en la calle Consell de Cent, donde se reunían los militares republicanos) a bombardear la caserna, pero Robles, por la falta de entrenamiento (había sido arrestado hasta marzo de 1936 por no haberse sumado a la Sanjurjada), no localiza el edificio.
Las salidas siguiente resultarán más exitosdas. Los pilotos realizan vuelos sucesivos con los tres Breguet restantes. Bayo, Ponce de León, Robles, García Herguido, Roig, Cabré y Villaceballos, se suceden a los mandos de los aviones, realizando entre cuatro y cinco vuelos el 19. Se bombardea el cuartel de San Andreu, el de Icaria y el de Atarazanas.
El 20, mientras los combates se centran en torno a este último acuartelamiento, la avión de la Aeronáutica Naval interviene en los ataques contra los insurgentes. El efecto moral, más que el efectivo (muchas bombas no explotan al ser lanzada desde muy poca altura) será decisivo para causar la rendición de los sublevados.
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Kurt_Steiner
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Re: Bombas sobre Barcelona
Las primeras bombas sobre Barcelona. -2-
Badalona
A diferencia de lo ocurrido en El Prat, la lealtad a la República de la Aeronáutica Naval es muy dudosa, pues, mientras la oficialidad se inclinan por participar en la revuelta, los suboficiales y la tropa simpatizan con la causa republicana. La base se hallaba situada bajo la montaña de Montjuich, cerca de El Morrot. Así, cuando el mando con más antiguedad, el capitán de corbeta Antonio Núñez Rodriguez, subleva la base, prescinde de los trabajadores civiles de la misma a causa de sus tendencias políticas. Con la llegada de un capitán y un teniente desde la División comienza la espera del general Goded. Éste recibe una guardia de honor y parte hacia Capitanía General para dirigir la rebelión. Cuando revista a la tropa, un practicante de la escuela intenta disparar contra el general. el capitán de corbeta Núñez Rodriguez se lo impide arrebatándole el arma y lo arresta. A continuación recibe instrucciones de Madrid para que ataque con sus aviones a los rebeldes y de Goded, indicándole lo contrario. Núñez ignora a Madrid y responde a Goded que tiene los aviones, pero no bombas. Sus cuatro hidroaviones se limitarán a ametrallar timidamente la base de El Prat.
La presión contra la base crece. Primero es tiroteada desde Montjuich y el Muelle del Carbón. Esa tarde llegarán dos oficiales contrarios a los rebeldes, el oficial de primera Antonio Molina y el de segunda Juan José Armario, que desempeñarán un papel vital para acabar con la revuelta.
El 20 empeora la situación para los rebeldes, que son sobrevolados por los aviones procedentes de El Prat. El efecto desmoralizante es inmediato y Molina, con la marineria y el personal auxiliar, detiene a los rebeldes. De inmediato despega un hidroavión para bombardear el cuartel de Atarazanas, pilotado por el oficial de segunda Juan José Armario, que luego, con un M-18, vuela a El Prat para informar a Díaz Sandino de lo sucedido en la base de hiodraviones. Diaz Sandino no se fía totalmente de Armario, y lo envía de vuelta a la base para que traiga a Núñez. De no hacerlo, los aparatos de El Prat bombardearán la Aeronáutica Militar. Núñez es enviado a El Prat pero, para asegurar las instalaciones, Díaz Sandino envía tres camiones cargados con milicianos a la base de hidroaviones, donde proceden a detener a todos, tanto a los rebeldes como a los leales, que comparten celda esa noche.
Badalona
A diferencia de lo ocurrido en El Prat, la lealtad a la República de la Aeronáutica Naval es muy dudosa, pues, mientras la oficialidad se inclinan por participar en la revuelta, los suboficiales y la tropa simpatizan con la causa republicana. La base se hallaba situada bajo la montaña de Montjuich, cerca de El Morrot. Así, cuando el mando con más antiguedad, el capitán de corbeta Antonio Núñez Rodriguez, subleva la base, prescinde de los trabajadores civiles de la misma a causa de sus tendencias políticas. Con la llegada de un capitán y un teniente desde la División comienza la espera del general Goded. Éste recibe una guardia de honor y parte hacia Capitanía General para dirigir la rebelión. Cuando revista a la tropa, un practicante de la escuela intenta disparar contra el general. el capitán de corbeta Núñez Rodriguez se lo impide arrebatándole el arma y lo arresta. A continuación recibe instrucciones de Madrid para que ataque con sus aviones a los rebeldes y de Goded, indicándole lo contrario. Núñez ignora a Madrid y responde a Goded que tiene los aviones, pero no bombas. Sus cuatro hidroaviones se limitarán a ametrallar timidamente la base de El Prat.
La presión contra la base crece. Primero es tiroteada desde Montjuich y el Muelle del Carbón. Esa tarde llegarán dos oficiales contrarios a los rebeldes, el oficial de primera Antonio Molina y el de segunda Juan José Armario, que desempeñarán un papel vital para acabar con la revuelta.
El 20 empeora la situación para los rebeldes, que son sobrevolados por los aviones procedentes de El Prat. El efecto desmoralizante es inmediato y Molina, con la marineria y el personal auxiliar, detiene a los rebeldes. De inmediato despega un hidroavión para bombardear el cuartel de Atarazanas, pilotado por el oficial de segunda Juan José Armario, que luego, con un M-18, vuela a El Prat para informar a Díaz Sandino de lo sucedido en la base de hiodraviones. Diaz Sandino no se fía totalmente de Armario, y lo envía de vuelta a la base para que traiga a Núñez. De no hacerlo, los aparatos de El Prat bombardearán la Aeronáutica Militar. Núñez es enviado a El Prat pero, para asegurar las instalaciones, Díaz Sandino envía tres camiones cargados con milicianos a la base de hidroaviones, donde proceden a detener a todos, tanto a los rebeldes como a los leales, que comparten celda esa noche.
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