Una simple anécdota, batallita del abuelo. En unas maniobras conjuntas, una especie de juegos de guerra con la participación de equipos de operaciones especiales de varios países OTAN, se planteo un supuesto, de conquistar una colina fuertemente fortificada. Cada grupo, SBS, GOE,KSK,FKSOD y alguno más presentaron una propuesta, maniobra de distracción, lanzamiento en paracaídas a cota alta, planeadores, etc.... hasta que tomaron la palabra unos "intrusos" invitados, no se muy bien por que, los USMC, que demostraron la "élite" que son y como piensan. Su propuesta era sencilla, bombardear una semana con artillería pesada y aviación, y cuando, LITERALMENTE, la colina haya dejado de existir, avanzar con los tanques y una división de marines, para acabar de limpiar..........
En fin, fuera bruta y derroche de recursos, sin más.
Saludos compañeros
Bombardeos sobre Japon.
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Herman Hoth
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Re: Bombardeos sobre Japon.
"Nadie se queda atras, todos volvemos a casa".
"El tanque del comandante al frente, como guía a seguir".
"El dolor es temporal. El orgullo dura toda la vida."
"Cuando golpeas al enemigo lo haces con el puño, y no con los dedos".
¡Por España! ¡Desperta ferro!
es mi lema, triunfar o morir.!
[url=http://img109.imageshack.us/i/escudomoe.gif/][img]http://img109.imageshack.us/img109/8744/escudomoe.gif[/img][/url]
"El tanque del comandante al frente, como guía a seguir".
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Re: Bombardeos sobre Japon.
Hola a todos 
; algo más......................................
Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - junio de 1944.
Las islas japonesas en llamas.
Bombardeo incendiario sobre Toyama, febrero de 1945.............................................
https://www.reddit.com/r/HistoryPorn/co ... an_feb_08/
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
Saludos. Raúl M
.
; algo más......................................Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - junio de 1944.
Las islas japonesas en llamas.
Los bombardeos nocturnos de bajo nivel cumplieron con las expectativas de los aviadores. Las cargas de bombas en cada avión se duplicaron. LeMay aumentó el número de misiones por mes, ahorró grandes cantidades de combustible por misión y perdió menos bombarderos. Más aviones bombardearon los nuevos objetivos primarios porque esos objetivos eran mucho más grandes: el bombardeo de área no requería mucha precisión. Aunque los analistas no pudieron medir con precisión la destrucción de los objetivos industriales y militares japoneses ocultos en las ciudades, pudieron ver en las fotografías de reconocimiento cuánto del área había sido destruida. LeMay estaba teniendo éxito donde Hansell había fallado. Los bombardeos de marzo convencieron al comandante de los bombarderos de que solo el poder aéreo podría forzar una rendición japonesa.
Durante abril de 1945, el XXI Comando de Bombarderos cambió su atención de las principales ciudades enemigas a los aeródromos de Kyushu. Desde allí, los kamikazes suicidas japoneses lanzaron ataques mortíferos contra la flota estadounidense durante la invasión de Okinawa (Operación Iceberg). Okinawa en las Islas Ryukyu iba a ser el hogar de las nuevas bases de los B-29 para el bombardeo estratégico de Japón. Entre el 08 de abril y el 11 de mayo, el 75 por ciento de las misiones del XXI Comando de Bombarderos apoyaron a Iceberg. Lamentablemente, estas incursiones contra los aeródromos no fueron muy efectivas porque las fuerzas enemigas escondieron a sus cazas y rápidamente reconstruyeron las pistas.
A mediados de mayo, LeMay estaba feliz de volver su atención a las ciudades e industrias japonesas. Se embarcó en un "Plan Imperio", que permitía que según las condiciones climáticas se determinaba si los bombardeos serían de precisión o de área. Los B-29 volaron misiones de precisión con luz diurna con buen tiempo e incursiones nocturnas incendiarias cuando los objetivos quedaban ocultos por las nubes. Por lo tanto, LeMay retuvo las partes relevantes de la doctrina del bombardeo estratégico de los Estados Unidos.
El bombardeo incendiario continuó produciendo los resultados más destructivos. En mayo y junio de 1945, el XXI Comando de Bombarderos incendió las seis ciudades industriales más grandes de Japón, eliminándolas como objetivos rentables. Siete de estas incursiones involucraron formaciones que excedían los 500 B-29. En la noche del 23 al 24 de mayo, no menos de 520 B-29, la mayor cantidad de Superfortalezas enviadas contra cualquier ciudad japonesa, volvieron a golpear a Tokio. Dos noches después, 464 B–29 regresaron a la capital japonesa con más de 3.000 toneladas de bombas incendiarias. Se quemaron casi diecisiete millas cuadradas, y el Palacio Imperial se incendió. Sin embargo, las bajas fueron más pequeñas que en la incursión de marzo debido a las evacuaciones al campo. Cincuenta y ocho ciudades y pueblos medianos sufrieron a continuación. Una tormenta de fuego generada por los B–29 en Toyama destruyó el 99 por ciento de la ciudad.
A lo largo de la ofensiva, las defensas aéreas japonesas se mantuvieron en gran medida ineficaces. Los B–29 pudieron operar libremente en altitudes más bajas porque el fuego antiaéreo era débil por la noche y el enemigo carecía de un caza nocturno de primera clase. Aun así, los cazas enemigos derribaron a veintiséis Superfortalezas durante la última incursión en Tokio la noche del 25 al 26 de mayo de 1945, la pérdida más alta en un solo día de B-29 en la guerra. Unos días más tarde, 454 B–29 golpearon Yokohama, esta vez acompañados por más de cien P–51 del VII Comando de Caza en Iwo Jima. Para el verano de 1945, LeMay estaba tan seguro de que sus bombarderos podrían atravesar las defensas antiaéreas y de caza japoneses que comenzó a advertir a las ciudades enemigas que podrían ser atacadas a través de lanzamientos de folletos y transmisiones de radio. Por supuesto, no atacó inmediatamente a todas las ciudades advertidas, pero la táctica demostró ser un daño psicológico y salvó algunas vidas.
El XXI Comando de Bombarderos dedicó el 75 por ciento de sus incursiones y tonelajes a los ataques incendiarios de áreas urbanas. Tal como lo habían predicho sus defensores, las incursiones incendiarios habían destruido muchos objetivos estratégicos que los bombardeos de precisión no habían alcanzado: un estimado de veintitrés fábricas de aviones importantes; seis arsenales principales; y una gran cantidad de plantas de acero, petróleo y gas. La 20º Fuerza Aérea lanzó casi 7.000 salidas de B-29 o vuelos en diecisiete incursiones incendiarias, dejando caer un total de 41.500 toneladas de bombas incendiarias. Solo se perdieron alrededor de 136 B-29 por todas las causas durante la campaña incendiaria, una tasa de pérdida para la misión de menos del 2 por ciento.
Durante abril de 1945, el XXI Comando de Bombarderos cambió su atención de las principales ciudades enemigas a los aeródromos de Kyushu. Desde allí, los kamikazes suicidas japoneses lanzaron ataques mortíferos contra la flota estadounidense durante la invasión de Okinawa (Operación Iceberg). Okinawa en las Islas Ryukyu iba a ser el hogar de las nuevas bases de los B-29 para el bombardeo estratégico de Japón. Entre el 08 de abril y el 11 de mayo, el 75 por ciento de las misiones del XXI Comando de Bombarderos apoyaron a Iceberg. Lamentablemente, estas incursiones contra los aeródromos no fueron muy efectivas porque las fuerzas enemigas escondieron a sus cazas y rápidamente reconstruyeron las pistas.
A mediados de mayo, LeMay estaba feliz de volver su atención a las ciudades e industrias japonesas. Se embarcó en un "Plan Imperio", que permitía que según las condiciones climáticas se determinaba si los bombardeos serían de precisión o de área. Los B-29 volaron misiones de precisión con luz diurna con buen tiempo e incursiones nocturnas incendiarias cuando los objetivos quedaban ocultos por las nubes. Por lo tanto, LeMay retuvo las partes relevantes de la doctrina del bombardeo estratégico de los Estados Unidos.
El bombardeo incendiario continuó produciendo los resultados más destructivos. En mayo y junio de 1945, el XXI Comando de Bombarderos incendió las seis ciudades industriales más grandes de Japón, eliminándolas como objetivos rentables. Siete de estas incursiones involucraron formaciones que excedían los 500 B-29. En la noche del 23 al 24 de mayo, no menos de 520 B-29, la mayor cantidad de Superfortalezas enviadas contra cualquier ciudad japonesa, volvieron a golpear a Tokio. Dos noches después, 464 B–29 regresaron a la capital japonesa con más de 3.000 toneladas de bombas incendiarias. Se quemaron casi diecisiete millas cuadradas, y el Palacio Imperial se incendió. Sin embargo, las bajas fueron más pequeñas que en la incursión de marzo debido a las evacuaciones al campo. Cincuenta y ocho ciudades y pueblos medianos sufrieron a continuación. Una tormenta de fuego generada por los B–29 en Toyama destruyó el 99 por ciento de la ciudad.
A lo largo de la ofensiva, las defensas aéreas japonesas se mantuvieron en gran medida ineficaces. Los B–29 pudieron operar libremente en altitudes más bajas porque el fuego antiaéreo era débil por la noche y el enemigo carecía de un caza nocturno de primera clase. Aun así, los cazas enemigos derribaron a veintiséis Superfortalezas durante la última incursión en Tokio la noche del 25 al 26 de mayo de 1945, la pérdida más alta en un solo día de B-29 en la guerra. Unos días más tarde, 454 B–29 golpearon Yokohama, esta vez acompañados por más de cien P–51 del VII Comando de Caza en Iwo Jima. Para el verano de 1945, LeMay estaba tan seguro de que sus bombarderos podrían atravesar las defensas antiaéreas y de caza japoneses que comenzó a advertir a las ciudades enemigas que podrían ser atacadas a través de lanzamientos de folletos y transmisiones de radio. Por supuesto, no atacó inmediatamente a todas las ciudades advertidas, pero la táctica demostró ser un daño psicológico y salvó algunas vidas.
El XXI Comando de Bombarderos dedicó el 75 por ciento de sus incursiones y tonelajes a los ataques incendiarios de áreas urbanas. Tal como lo habían predicho sus defensores, las incursiones incendiarios habían destruido muchos objetivos estratégicos que los bombardeos de precisión no habían alcanzado: un estimado de veintitrés fábricas de aviones importantes; seis arsenales principales; y una gran cantidad de plantas de acero, petróleo y gas. La 20º Fuerza Aérea lanzó casi 7.000 salidas de B-29 o vuelos en diecisiete incursiones incendiarias, dejando caer un total de 41.500 toneladas de bombas incendiarias. Solo se perdieron alrededor de 136 B-29 por todas las causas durante la campaña incendiaria, una tasa de pérdida para la misión de menos del 2 por ciento.
Bombardeo incendiario sobre Toyama, febrero de 1945.............................................
https://www.reddit.com/r/HistoryPorn/co ... an_feb_08/
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
Saludos. Raúl M
.Irse a pique, antes que arriar el pabellón. Alte G. Brown.
Re: Bombardeos sobre Japon.
Hola a todos ; algo más......................................
Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - junio de 1944.
Las misiones especializadas pasan factura.
B-29 de la 313º Ala de Bombardeo, 6º Grupo de Bombardeo, volando a Japón.....................
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
OPERATION STARVATION. AU/AWC/2002-02
Saludos. Raúl M.
; algo más......................................Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - junio de 1944.
Las misiones especializadas pasan factura.
El XXI Comando de Bombarderos dedicó el resto de sus incursiones y tonelajes a misiones especializadas realizadas por las Alas de Bombardeo 313º y 315º. El 26 de junio de 1945, la 315º comenzó una campaña contra las instalaciones petroleras japonesas. Durante las próximas semanas, destruyó o dañó gravemente las diez plantas petroleras y de petróleo sintético más grandes de Japón, incluida una gran capacidad de almacenamiento. Aunque los B-29 bombardearon de noche para que pudieran llevar más bombas y menos armas, lograron un grado razonable de precisión con la ayuda de un radar mejorado (APQ-7). A principios de agosto, los bombarderos de la 315º habían eliminado la mayor parte de la capacidad de refinación del enemigo. A pesar de este éxito, algunos cuestionaron las razones de los ataques porque el bloqueo naval aliado ya había restringido severamente la entrega de crudo suministrado a las refinerías.
Por su parte, la 313º Ala de Bombardeo en Tinian asumió otra misión especializada: el minado aéreo de aguas japonesas para complementar el bloqueo submarino. Denominada Operación Hambre (Starvation), el minado no era una misión aérea estratégica ortodoxa. LeMay apoyó a "Starvation", sin embargo, para demostrar la versatilidad del poder aéreo. El Ala 313º comenzó el minado sistemático a fines de marzo de 1945. Cada B–29 llevaba 12.000 libras de minas de media tonelada y una tonelada. A mediados de agosto, el ala de bombardeo había lanzado más de 12.000 minas, la mayoría en el estrecho de Shimonoseki entre Honshu y Kyushu, a través de las cuales pasaba el 80 por ciento de los buques mercantes japoneses. Los B-29 también minaron la laguna Nakaumi y las aguas alrededor de Sakai, Yonago, Hamada, Wonsan y otros puertos enemigos. En menos de cinco meses, la 313º Ala de Bombardeo llevó a cabo 1.528 salidas de minado, perdiendo solo nueve aviones ante la acción del enemigo. Después de abril, la enormemente exitosa campaña de los B-29, representó más pérdidas marítimas mercantes japonesas que los submarinos de los Estados Unidos. Las minas colocadas por las Superfortalezas hundieron la mitad del tonelaje que la marina mercante japonesa perdió durante la guerra. El enemigo perdió el 9 por ciento de sus naves ante la acción de la 20º Fuerza Aérea.
Para agosto, la 20º Fuerza Aérea había realizado 380 misiones de combate contra Japón. Las Superfortalezas lanzaron 147.000 toneladas de bombas, el 91 por ciento de todas las bombas lanzadas en las islas de Japón. Los ataques de los B–29 destruyeron la mitad de la capacidad de la planta de aviones del enemigo y probablemente le costó a los japoneses 7.000 aviones de combate en producción perdida. En el proceso, la 20º Fuerza Aérea perdió 512 B–29 y 576 miembros de sus tripulaciones aéreas. En agosto, más de 2.000 tripulantes estaban perdidos en acción, pero en el último mes de la guerra, cuando la 20º Fuerza Aérea tenía más de 1.000 B-29 en el Pacífico, solo se perdieron cuatro Superfortalezas.
La 20º Fuerza Aérea no tenía el monopolio del bombardeo de Japón. Después de que los Aliados expulsaron a las fuerzas enemigas de las Islas Aleutianas, la 11º Fuerza Aérea estableció bases allí. Empleando el B-24 Liberator, la 11º bombardeó instalaciones japonesas en las Islas Kuriles al noreste de Hokkaido ya en noviembre de 1943. Tras la caída de Okinawa a las fuerzas estadounidenses en abril de 1945, la Fuerza Aérea del Lejano Oriente (que comprenden la 5º, 7º y 13º Fuerzas aéreas) establecieron bases en las islas Ryukyu, al suroeste de las islas principales, desde las cuales bombardearon Kyushu en preparación para la invasión de Japón. Okinawa estaba lo suficientemente cerca de Japón para que las Fuerzas Aéreas del Lejano Oriente usaran el B–24 y otros aviones de combate más pequeños que el B–29.
Por su parte, la 313º Ala de Bombardeo en Tinian asumió otra misión especializada: el minado aéreo de aguas japonesas para complementar el bloqueo submarino. Denominada Operación Hambre (Starvation), el minado no era una misión aérea estratégica ortodoxa. LeMay apoyó a "Starvation", sin embargo, para demostrar la versatilidad del poder aéreo. El Ala 313º comenzó el minado sistemático a fines de marzo de 1945. Cada B–29 llevaba 12.000 libras de minas de media tonelada y una tonelada. A mediados de agosto, el ala de bombardeo había lanzado más de 12.000 minas, la mayoría en el estrecho de Shimonoseki entre Honshu y Kyushu, a través de las cuales pasaba el 80 por ciento de los buques mercantes japoneses. Los B-29 también minaron la laguna Nakaumi y las aguas alrededor de Sakai, Yonago, Hamada, Wonsan y otros puertos enemigos. En menos de cinco meses, la 313º Ala de Bombardeo llevó a cabo 1.528 salidas de minado, perdiendo solo nueve aviones ante la acción del enemigo. Después de abril, la enormemente exitosa campaña de los B-29, representó más pérdidas marítimas mercantes japonesas que los submarinos de los Estados Unidos. Las minas colocadas por las Superfortalezas hundieron la mitad del tonelaje que la marina mercante japonesa perdió durante la guerra. El enemigo perdió el 9 por ciento de sus naves ante la acción de la 20º Fuerza Aérea.
Para agosto, la 20º Fuerza Aérea había realizado 380 misiones de combate contra Japón. Las Superfortalezas lanzaron 147.000 toneladas de bombas, el 91 por ciento de todas las bombas lanzadas en las islas de Japón. Los ataques de los B–29 destruyeron la mitad de la capacidad de la planta de aviones del enemigo y probablemente le costó a los japoneses 7.000 aviones de combate en producción perdida. En el proceso, la 20º Fuerza Aérea perdió 512 B–29 y 576 miembros de sus tripulaciones aéreas. En agosto, más de 2.000 tripulantes estaban perdidos en acción, pero en el último mes de la guerra, cuando la 20º Fuerza Aérea tenía más de 1.000 B-29 en el Pacífico, solo se perdieron cuatro Superfortalezas.
La 20º Fuerza Aérea no tenía el monopolio del bombardeo de Japón. Después de que los Aliados expulsaron a las fuerzas enemigas de las Islas Aleutianas, la 11º Fuerza Aérea estableció bases allí. Empleando el B-24 Liberator, la 11º bombardeó instalaciones japonesas en las Islas Kuriles al noreste de Hokkaido ya en noviembre de 1943. Tras la caída de Okinawa a las fuerzas estadounidenses en abril de 1945, la Fuerza Aérea del Lejano Oriente (que comprenden la 5º, 7º y 13º Fuerzas aéreas) establecieron bases en las islas Ryukyu, al suroeste de las islas principales, desde las cuales bombardearon Kyushu en preparación para la invasión de Japón. Okinawa estaba lo suficientemente cerca de Japón para que las Fuerzas Aéreas del Lejano Oriente usaran el B–24 y otros aviones de combate más pequeños que el B–29.
B-29 de la 313º Ala de Bombardeo, 6º Grupo de Bombardeo, volando a Japón.....................
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
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Re: Bombardeos sobre Japon.
Hola a todos ; algo más......................................
Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - junio de 1944.
La cuestión de la rendición japonesa.
Una horrible visión nocturna del incendio de Toyama, Japón, el 1º de agosto de 1945, después de que los bombarderos estadounidenses lanzaran bombas incendiarias en la ciudad, que fue demolida en un 95%..............................................
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
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La cuestión de la rendición japonesa.
Luego de las incursiones en marzo y la invasión de Okinawa por Estados Unidos a principios de abril, el gobierno japonés finalmente mostró señales de movimiento hacia la paz. Cuando la Unión Soviética renunció a su pacto de neutralidad con Japón el 05 de abril, sugiriendo que se uniría a Estados Unidos contra Japón después de que Alemania fuera derrotada, el General Koiso se convenció de que había fallado al emperador y renunció como Primer Ministro. Kantaro Suzuki, ex Almirante de la Armada Imperial, tomó el lugar de Koiso. Suzuki estableció un pequeño consejo de guerra interno de seis miembros, incluido él mismo, el ministro de relaciones exteriores, el ministro de la marina, el ministro de guerra y los dos jefes de estado mayor. De estos, los tres primeros se inclinaron hacia la paz.
La muerte del Presidente Roosevelt como consecuencia de un derrame cerebral el 12 de abril y la rendición de Alemania el 07 de mayo tuvo algún efecto en el gobierno imperial. Los funcionarios japoneses que representaban al partido de la paz se acercaron a los soviéticos para buscar la neutralidad rusa y para ver si la Unión Soviética podría servir como mediadora con los Aliados. Los soviéticos se negaron. Se estaban preparando para invadir el territorio japonés en Asia y sabían que el nuevo presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, seguía la misma política que su antecesor al buscar una rendición incondicional de los japoneses.
En julio de 1945, Japón se estaba tambaleando ante los efectos del bloqueo naval y la ofensiva aérea de los Estados Unidos. La escasez de alimentos era tan grave que el gobierno instó a las personas a recolectar bellotas. Los ataques incendiarios desde el aire habían destruido 2,5 millones de casas, dejando a millones de personas sin hogar. Conscientes de la angustia de Japón, tanto Arnold como LeMay creían que el enemigo podría rendirse sin una invasión. El General Marshall no compartió su opinión. Creía que los japoneses continuarían resistiendo la presión desde el aire y el poder marítimo. Marshall le dijo a Truman que los bombardeos y el bloqueo por sí solo no habían derrotado a Alemania y que probablemente tampoco lo harían con Japón. Bajo la dirección del Presidente Truman, el Estado Mayor Conjunto siguió preparándose para la invasión de Japón.
Los planes de invasión requerían alrededor de cinco millones de tropas aliadas, la mayoría de ellas de los Estados Unidos. En la primera etapa, Operación Olímpica, las fuerzas aliadas invadirían Kyushu en noviembre de 1945. En la segunda etapa, la Operación Coronet, programada para marzo de 1946, las tropas invasoras atacarían a Honshu. Los planificadores de Estados Unidos no se hicieron ilusiones sobre los costos de las invasiones. Los japoneses habían reunido más de 8.000 aviones para utilizarlos como kamikazes contra la flota invasora. Cerca de dos millones de soldados japoneses, apoyados por veintiocho millones de civiles armados, esperaban a los invasores. Si la tasa de bajas estadounidenses de la invasión de Kyushu coincidía con la tasa de bajas del 35 por ciento experimentada en Okinawa, 268.000 estadounidenses podrían morir o resultar heridos solo durante la Operación Olímpica. Los expertos estimaron que toda la invasión de Japón, incluido el asalto a Honshu, mataría o heriría a un millón de estadounidenses y muchos más japoneses. Una alternativa a la invasión podría salvar vidas, y esa alternativa estaba esperando en las alas.
La muerte del Presidente Roosevelt como consecuencia de un derrame cerebral el 12 de abril y la rendición de Alemania el 07 de mayo tuvo algún efecto en el gobierno imperial. Los funcionarios japoneses que representaban al partido de la paz se acercaron a los soviéticos para buscar la neutralidad rusa y para ver si la Unión Soviética podría servir como mediadora con los Aliados. Los soviéticos se negaron. Se estaban preparando para invadir el territorio japonés en Asia y sabían que el nuevo presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, seguía la misma política que su antecesor al buscar una rendición incondicional de los japoneses.
En julio de 1945, Japón se estaba tambaleando ante los efectos del bloqueo naval y la ofensiva aérea de los Estados Unidos. La escasez de alimentos era tan grave que el gobierno instó a las personas a recolectar bellotas. Los ataques incendiarios desde el aire habían destruido 2,5 millones de casas, dejando a millones de personas sin hogar. Conscientes de la angustia de Japón, tanto Arnold como LeMay creían que el enemigo podría rendirse sin una invasión. El General Marshall no compartió su opinión. Creía que los japoneses continuarían resistiendo la presión desde el aire y el poder marítimo. Marshall le dijo a Truman que los bombardeos y el bloqueo por sí solo no habían derrotado a Alemania y que probablemente tampoco lo harían con Japón. Bajo la dirección del Presidente Truman, el Estado Mayor Conjunto siguió preparándose para la invasión de Japón.
Los planes de invasión requerían alrededor de cinco millones de tropas aliadas, la mayoría de ellas de los Estados Unidos. En la primera etapa, Operación Olímpica, las fuerzas aliadas invadirían Kyushu en noviembre de 1945. En la segunda etapa, la Operación Coronet, programada para marzo de 1946, las tropas invasoras atacarían a Honshu. Los planificadores de Estados Unidos no se hicieron ilusiones sobre los costos de las invasiones. Los japoneses habían reunido más de 8.000 aviones para utilizarlos como kamikazes contra la flota invasora. Cerca de dos millones de soldados japoneses, apoyados por veintiocho millones de civiles armados, esperaban a los invasores. Si la tasa de bajas estadounidenses de la invasión de Kyushu coincidía con la tasa de bajas del 35 por ciento experimentada en Okinawa, 268.000 estadounidenses podrían morir o resultar heridos solo durante la Operación Olímpica. Los expertos estimaron que toda la invasión de Japón, incluido el asalto a Honshu, mataría o heriría a un millón de estadounidenses y muchos más japoneses. Una alternativa a la invasión podría salvar vidas, y esa alternativa estaba esperando en las alas.
Una horrible visión nocturna del incendio de Toyama, Japón, el 1º de agosto de 1945, después de que los bombarderos estadounidenses lanzaran bombas incendiarias en la ciudad, que fue demolida en un 95%..............................................
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
OPERATION STARVATION. AU/AWC/2002-02
Saludos. Raúl M
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Re: Bombardeos sobre Japon.
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Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - 1944/45.
El Proyecto Manhattan.
La Era Atómica: La primera prueba de la bomba atómica cerca del Campo Aéreo de Alamogordo "cambió todo".................................
https://amp.businessinsider.com/images/ ... 50-683.jpg
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
OPERATION STARVATION. AU/AWC/2002-02
Saludos. Raúl M.
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El Proyecto Manhattan.
Desde finales de la década de 1930, los científicos habían estado explorando las aplicaciones militares de la energía atómica. Los científicos alemanes dividieron el átomo en un experimento de laboratorio en 1938. Al año siguiente, Albert Einstein, un destacado físico que había emigrado de Alemania a los Estados Unidos, advirtió al presidente Roosevelt que un arma atómica podría ser posible. Alarmado por el estallido de la guerra en Europa, Roosevelt autorizó un esfuerzo estadounidense para desarrollar la primera bomba atómica antes que los alemanes. Con el nombre en código de Proyecto Manhattan, se colocó bajo el liderazgo del Coronel Leslie R. Groves del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos. En poco tiempo, el Proyecto Manhattan construyó varias instalaciones para la producción de una bomba atómica. Entre ellos se encontraban Oak Ridge, Tennessee, donde enormes equipos separaban el uranio 235 del mineral de uranio 238; Hanford, Washington, donde los reactores produjeron plutonio; y Los Álamos, Nuevo México, donde se diseñó la bomba.
La flota de B-29 de la 20º Fuerza Aérea ofreció el vehículo obvio porque era capaz de dejar caer las nuevas armas donde tendrían el mayor efecto. En diciembre de 1944, mucho antes de que la primera bomba estuviera lista para ser probada, las Fuerzas Aéreas del Ejército activaron el Grupo Compuesto 509, con B–29 especialmente diseñados, bajo el mando del Coronel Paul W. Tibbets, Jr. Después de entrenar en Wendover Field, Utah, El grupo se mudó a North Field, Tinian, en mayo de 1945. La mayoría de los miembros del 509º no supieron sobre la bomba atómica hasta la primera misión, ya que solo se les había dicho que se prepararan para el lanzamiento de dispositivos especiales sobre objetivos japoneses seleccionados.
En Los Álamos, el físico estadounidense J. Robert Oppenheimer dirigió un equipo de científicos que diseñaron la primera arma atómica. En dos años, su equipo inventó dos tipos de bombas atómicas: "Little Boy", una bomba de uranio 235 que usaba un detonador común de cualquier arma; y "Fat Man", una bomba de plutonio que usaba un detonador de implosión. Ambas bombas operaron con el mismo principio: forzar suficiente material nuclear en un espacio lo suficientemente pequeño para lograr una masa crítica que produciría una reacción atómica en cadena. La explosión resultante empañaría a cualquiera que la humanidad haya logrado hasta ese momento.
Sólo cuando Truman llegó a la presidencia en abril de 1945, pudo conocer los detalles del Proyecto Manhattan. A pesar de la rendición de Alemania en mayo, Truman ordenó que continuara el Proyecto Manhattan y, a mediados de julio, la primera bomba atómica estaba lista para ser probada. Los ingenieros colocaron una de las bombas de plutonio "Fat Man" en una torre de acero de cien pies en un sitio llamado Trinity en el campo de bombardeo de Alamogordo, a unas 200 millas al sur de Los Álamos. El 16 de julio de 1945, la bomba detonó con una explosión equivalente a 17.000 toneladas de TNT.
La flota de B-29 de la 20º Fuerza Aérea ofreció el vehículo obvio porque era capaz de dejar caer las nuevas armas donde tendrían el mayor efecto. En diciembre de 1944, mucho antes de que la primera bomba estuviera lista para ser probada, las Fuerzas Aéreas del Ejército activaron el Grupo Compuesto 509, con B–29 especialmente diseñados, bajo el mando del Coronel Paul W. Tibbets, Jr. Después de entrenar en Wendover Field, Utah, El grupo se mudó a North Field, Tinian, en mayo de 1945. La mayoría de los miembros del 509º no supieron sobre la bomba atómica hasta la primera misión, ya que solo se les había dicho que se prepararan para el lanzamiento de dispositivos especiales sobre objetivos japoneses seleccionados.
En Los Álamos, el físico estadounidense J. Robert Oppenheimer dirigió un equipo de científicos que diseñaron la primera arma atómica. En dos años, su equipo inventó dos tipos de bombas atómicas: "Little Boy", una bomba de uranio 235 que usaba un detonador común de cualquier arma; y "Fat Man", una bomba de plutonio que usaba un detonador de implosión. Ambas bombas operaron con el mismo principio: forzar suficiente material nuclear en un espacio lo suficientemente pequeño para lograr una masa crítica que produciría una reacción atómica en cadena. La explosión resultante empañaría a cualquiera que la humanidad haya logrado hasta ese momento.
Sólo cuando Truman llegó a la presidencia en abril de 1945, pudo conocer los detalles del Proyecto Manhattan. A pesar de la rendición de Alemania en mayo, Truman ordenó que continuara el Proyecto Manhattan y, a mediados de julio, la primera bomba atómica estaba lista para ser probada. Los ingenieros colocaron una de las bombas de plutonio "Fat Man" en una torre de acero de cien pies en un sitio llamado Trinity en el campo de bombardeo de Alamogordo, a unas 200 millas al sur de Los Álamos. El 16 de julio de 1945, la bomba detonó con una explosión equivalente a 17.000 toneladas de TNT.
La Era Atómica: La primera prueba de la bomba atómica cerca del Campo Aéreo de Alamogordo "cambió todo".................................
https://amp.businessinsider.com/images/ ... 50-683.jpg
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
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Re: Bombardeos sobre Japon.
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Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - 1944/45.
Potsdam.
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
OPERATION STARVATION. AU/AWC/2002-02
Saludos. Raúl M.
; algo más......................................Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - 1944/45.
Potsdam.
La noticia de la exitosa prueba de Alamogordo llegó a Truman cuando estaba en la Conferencia de Potsdam en Alemania con Winston Churchill de Gran Bretaña y Joseph Stalin de la Unión Soviética. Algunos de los científicos del Proyecto Manhattan sugirieron que la bomba atómica podría poner fin a la guerra sin una invasión del Japón. El General Arnold no creía que la nueva arma fuera necesaria si continuaban el bloqueo y el bombardeo incendiario. Como lo expresó el comandante de la AAF, "Con bomba atómica o sin bomba atómica, los japoneses ya estaban al borde del colapso". Sin embargo, Truman llegó a creer que tenía una opción entre la invasión y el uso de la bomba atómica.
Churchill contribuyó a este punto de vista. Después de enterarse del éxito en la prueba norteamericana, Churchill especuló que la nueva arma, tan diferente de cualquiera que haya sido desarrollada, podría dar a los japoneses una excusa para rendirse. Por lo tanto, los británicos y los estadounidenses podrían no necesitar la prometida entrada soviética a la guerra, lo que ampliaría la influencia de Stalin en el Lejano Oriente. El presidente Truman informó al dictador soviético acerca de la nueva bomba sin darle detalles.
Al mismo tiempo que Truman y Churchill estaban considerando las implicaciones de la nueva arma, Stalin se estaba preparando para declarar la guerra a Japón e invadir Manchuria. Los tres líderes pidieron a Japón que se rindiera incondicionalmente o enfrentara una "devastación total". Mientras aún se encontraba en Potsdam, Truman aprobó una orden para que los Jefes de Estado Mayor Conjunto autorizaran una incursión atómica en una ciudad japonesa después del 3 de agosto de 1945. Para entonces Japón habría tenido tiempo de responder a las decisiones de Potsdam. El gobierno japonés continuó resistiéndose a la rendición incondicional como una cuestión de honor. Tal vez temiendo un golpe militar si aceptaba rendirse, y esperando un acuerdo negociado, el Primer Ministro Suzuki respondió ambiguamente al ultimátum de Potsdam. Truman interpretó la respuesta de Suzuki como un rechazo.
Churchill contribuyó a este punto de vista. Después de enterarse del éxito en la prueba norteamericana, Churchill especuló que la nueva arma, tan diferente de cualquiera que haya sido desarrollada, podría dar a los japoneses una excusa para rendirse. Por lo tanto, los británicos y los estadounidenses podrían no necesitar la prometida entrada soviética a la guerra, lo que ampliaría la influencia de Stalin en el Lejano Oriente. El presidente Truman informó al dictador soviético acerca de la nueva bomba sin darle detalles.
Al mismo tiempo que Truman y Churchill estaban considerando las implicaciones de la nueva arma, Stalin se estaba preparando para declarar la guerra a Japón e invadir Manchuria. Los tres líderes pidieron a Japón que se rindiera incondicionalmente o enfrentara una "devastación total". Mientras aún se encontraba en Potsdam, Truman aprobó una orden para que los Jefes de Estado Mayor Conjunto autorizaran una incursión atómica en una ciudad japonesa después del 3 de agosto de 1945. Para entonces Japón habría tenido tiempo de responder a las decisiones de Potsdam. El gobierno japonés continuó resistiéndose a la rendición incondicional como una cuestión de honor. Tal vez temiendo un golpe militar si aceptaba rendirse, y esperando un acuerdo negociado, el Primer Ministro Suzuki respondió ambiguamente al ultimátum de Potsdam. Truman interpretó la respuesta de Suzuki como un rechazo.
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
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Saludos. Raúl M
.Irse a pique, antes que arriar el pabellón. Alte G. Brown.
Re: Bombardeos sobre Japon.
Hola a todos ; algo más......................................
Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - 1944/45.
Desatando el arma atómica.
El B-29 Enola Gay y el Coronel Tibbets...........................................................
https://www.worldwarphotos.info/wp-cont ... ibbets.jpg
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Desatando el arma atómica.
En preparación para el ataque, el Estado Mayor Conjunto reorganizó las organizaciones aéreas estratégicas en el Pacífico. El General Carl A. Spaatz, comandante de las Fuerzas Aéreas Estratégicas de los Estados Unidos en Europa, se convirtió en el líder de las Fuerzas Aéreas Estratégicas de los Estados Unidos en el Pacífico, comando que ejercería la jurisdicción no solo sobre la 20º Fuerza Aérea sino también sobre la 8º, que se estaba moviendo a Okinawa. LeMay, comandante de la 20º Fuerza Aérea por un breve tiempo después de que su cuartel general se mudó de Washington a Guam, sería el jefe de Estado Mayor de Spaatz. El comando de la 20º Fuerza Aérea pasó al Teniente General Nathan F. Twining, y la 8º al Teniente General James H. Doolittle. El General Arnold, como Comandante de la AAF, retuvo la autoridad sobre Spaatz, LeMay, Twining y Doolittle.
A fines de julio de 1945, casi al mismo tiempo que Spaatz llegó a Guam, los barcos y aviones entregaron los componentes de dos bombas atómicas a Tibbets en Tinian. De una lista de objetivos que comprendía a cuatro ciudades que se habían salvado de las incursiones convencionales para que los analistas pudieran medir los efectos de las bombas atómicas, LeMay seleccionó a Hiroshima para el primer ataque atómico porque era el Comando del Segundo Ejército japonés y contenía importantes fábricas de material de guerra. También creía, erróneamente, que la ciudad no tenía campos de prisioneros de guerra aliados.
El 06 de agosto de 1945, Tibbets voló el B-29 bautizado Enola Gay a 1.500 millas de Tinian para bombardear Hiroshima con la primera bomba atómica utilizada en combate. La misión siguió su plan casi exactamente. Mientras se acercaba al punto a apuntar del puente Aioi en el centro de Hiroshima, Tibbets dejó caer su carga mortal. Cuarenta y tres segundos después, explotó aproximadamente 1.890 pies sobre el puente, según lo planeado. La explosión provocó incendios que quemaron 4.7 millas cuadradas del centro de la ciudad. La explosión y los incendios mataron a entre 70.000 y 80.000 personas y dejaron un número similar de heridos. Cientos de personas más tarde murieron a causa de los efectos de la radiación, y el 80 por ciento de los edificios de Hiroshima fueron destruidos.
El presidente Truman anunció inmediatamente al mundo el primer ataque con una bomba atómica en Japón. Amenazó con más ataques de este tipo si el enemigo continuaba resistiendo a la rendición incondicional. Mientras tanto, los B–29 estadounidenses arrojaron folletos sobre Japón con el mismo mensaje, y los científicos japoneses que visitaron la ciudad en ruinas confirmaron que se había utilizado un arma radicalmente nueva.
El 09 de agosto, apenas tres días después del ataque de Hiroshima, el Mayor Charles W. Sweeney en el B-29 bautizado Bockscar lanzó una segunda bomba atómica en Nagasaki. El terreno más montañoso resultó en menos bajas: cerca de 40.000 muertos y 60.000 heridos. Aún así, hubo una destrucción masiva. Si solo una bomba podía destruir una ciudad, Japón enfrentaba la devastación total prometida en Potsdam.
A fines de julio de 1945, casi al mismo tiempo que Spaatz llegó a Guam, los barcos y aviones entregaron los componentes de dos bombas atómicas a Tibbets en Tinian. De una lista de objetivos que comprendía a cuatro ciudades que se habían salvado de las incursiones convencionales para que los analistas pudieran medir los efectos de las bombas atómicas, LeMay seleccionó a Hiroshima para el primer ataque atómico porque era el Comando del Segundo Ejército japonés y contenía importantes fábricas de material de guerra. También creía, erróneamente, que la ciudad no tenía campos de prisioneros de guerra aliados.
El 06 de agosto de 1945, Tibbets voló el B-29 bautizado Enola Gay a 1.500 millas de Tinian para bombardear Hiroshima con la primera bomba atómica utilizada en combate. La misión siguió su plan casi exactamente. Mientras se acercaba al punto a apuntar del puente Aioi en el centro de Hiroshima, Tibbets dejó caer su carga mortal. Cuarenta y tres segundos después, explotó aproximadamente 1.890 pies sobre el puente, según lo planeado. La explosión provocó incendios que quemaron 4.7 millas cuadradas del centro de la ciudad. La explosión y los incendios mataron a entre 70.000 y 80.000 personas y dejaron un número similar de heridos. Cientos de personas más tarde murieron a causa de los efectos de la radiación, y el 80 por ciento de los edificios de Hiroshima fueron destruidos.
El presidente Truman anunció inmediatamente al mundo el primer ataque con una bomba atómica en Japón. Amenazó con más ataques de este tipo si el enemigo continuaba resistiendo a la rendición incondicional. Mientras tanto, los B–29 estadounidenses arrojaron folletos sobre Japón con el mismo mensaje, y los científicos japoneses que visitaron la ciudad en ruinas confirmaron que se había utilizado un arma radicalmente nueva.
El 09 de agosto, apenas tres días después del ataque de Hiroshima, el Mayor Charles W. Sweeney en el B-29 bautizado Bockscar lanzó una segunda bomba atómica en Nagasaki. El terreno más montañoso resultó en menos bajas: cerca de 40.000 muertos y 60.000 heridos. Aún así, hubo una destrucción masiva. Si solo una bomba podía destruir una ciudad, Japón enfrentaba la devastación total prometida en Potsdam.
El B-29 Enola Gay y el Coronel Tibbets...........................................................
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Re: Bombardeos sobre Japon.
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Ofensiva Estratégica Aérea contra el Imperio del Japón - 1944/45.
La rendición.
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La rendición.
En el día de la incursión contra Nagasaki, la Unión Soviética declaró la guerra a Japón. Casi inmediatamente, alrededor de 1,6 millones de soldados soviéticos, muchos de ellos endurecidos por la guerra en Europa del Este, penetraron profundamente en Manchuria. Ahora las escalas estaban abrumadoramente inclinadas contra el Imperio japonés.
Incluso después de los dos ataques atómicos y la declaración de guerra soviética, el gabinete imperial se mantuvo en un punto muerto a aceptar el llamado de Potsdam a una rendición incondicional. El 14 de agosto, ocho días después de la incursión sobre Hiroshima y solo cinco días después del ataque a Nagasaki, el propio Emperador de Japón Hirohito rompió el punto muerto del gabinete y aceptó los términos aliados. Al día siguiente, Hirohito se dirigió directamente a los japoneses por primera vez para anunciar su decisión.
Aunque muchos factores contribuyeron a la victoria final, no cabe duda de que la perspectiva de un mayor bombardeo nuclear sacudió a Hirohito. Cuando el emperador anunció la rendición, se refirió a una "bomba más cruel". Pero, según el príncipe Fumimaro Konoye, "lo que provocó la determinación de hacer las paces fue el prolongado bombardeo de los B-29". El Premier Suzuki lo dijo de esta manera:
Me parecía inevitable que, a la larga, Japón fuera casi destruido por un ataque aéreo, de modo que solo sobre la base de los B-29 estaba convencido de que Japón debía demandar por la paz. Por sobre las incursiones de los B-29 vino la bomba atómica. . . que era solo una razón adicional para ceder. . . Yo mismo, sobre la base de las incursiones de los B-29, sentí que la causa no tenía esperanzas.
Cuarenta y cinco transportes estadounidenses C-47 aterrizaron en la base aérea de Atsugi en Tokio el 28 de agosto de 1945, para comenzar la ocupación estadounidense de Japón. Que los aviones, antes que las embarcaciones de desembarco anfibias, fueran los primeros vehículos aliados que toquen a Honshu simbolizan la importancia relativa del poder aéreo para evitar la invasión programada y asegurar la victoria definitiva.
Incluso después de los dos ataques atómicos y la declaración de guerra soviética, el gabinete imperial se mantuvo en un punto muerto a aceptar el llamado de Potsdam a una rendición incondicional. El 14 de agosto, ocho días después de la incursión sobre Hiroshima y solo cinco días después del ataque a Nagasaki, el propio Emperador de Japón Hirohito rompió el punto muerto del gabinete y aceptó los términos aliados. Al día siguiente, Hirohito se dirigió directamente a los japoneses por primera vez para anunciar su decisión.
Aunque muchos factores contribuyeron a la victoria final, no cabe duda de que la perspectiva de un mayor bombardeo nuclear sacudió a Hirohito. Cuando el emperador anunció la rendición, se refirió a una "bomba más cruel". Pero, según el príncipe Fumimaro Konoye, "lo que provocó la determinación de hacer las paces fue el prolongado bombardeo de los B-29". El Premier Suzuki lo dijo de esta manera:
Me parecía inevitable que, a la larga, Japón fuera casi destruido por un ataque aéreo, de modo que solo sobre la base de los B-29 estaba convencido de que Japón debía demandar por la paz. Por sobre las incursiones de los B-29 vino la bomba atómica. . . que era solo una razón adicional para ceder. . . Yo mismo, sobre la base de las incursiones de los B-29, sentí que la causa no tenía esperanzas.
Cuarenta y cinco transportes estadounidenses C-47 aterrizaron en la base aérea de Atsugi en Tokio el 28 de agosto de 1945, para comenzar la ocupación estadounidense de Japón. Que los aviones, antes que las embarcaciones de desembarco anfibias, fueran los primeros vehículos aliados que toquen a Honshu simbolizan la importancia relativa del poder aéreo para evitar la invasión programada y asegurar la victoria definitiva.
Fuente: Hitting Home. The Air Offensive Against Japan. The U.S. Army Air Forces in World War II.
Saludos. Raúl M
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Re: Bombardeos sobre Japon.
No cabe duda de que esta campaña fue un execrable crimen edulcorado con el típico cinismo aliado.
“¿Cómo se llora a seis millones de muertos? ¿Cuántas velas se encienden? ¿Cuántas plegarias se oran? ¿Sabemos cómo recordar a las víctimas, su soledad, su impotencia? Nos dejaron sin dejar rastro, y nosotros somos ese rastro. Contamos estas historias porque sabemos que no escuchar ni desear saber lleva a la indiferencia, y la indiferencia nunca es una respuesta.”
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