Cuando leí el libro de Frieser, The Blitzkrieg Legend, me fascinó el subcapítulo (del Capítulo 4) "The Myth of the Impenetrable Ardennes" (El Mito de las Ardenas Impenetrables), pp. 139-140, en lo tocante al ejercicio de mapa realizado en mayo-junio de 1938 por el general Prételat, entonces comandante en jefe del Segundo Ejército. Este ejercicio fue casi un calco de lo que ocurriría realmente dos años después con la ofensiva alemana a través de las Ardenas. Prételat, como narra Frieser, llegó a la conclusión de que los alemanes estarían en condiciones de alcanzar el Mosa en 60 horas, y cruzarlo en un día. Sólo erró en 3 horas, pues los primeros tanques alemanes llegaron al Mosa, en St. Menges, al norte de Sedán, en 57 horas y no 60 como calculó Prételat. Frieser concluye que Gamelin, cuando se enteró de los alarmantes resultados del ejercicio, acusó a Prételat de pesimismo.
Hace unos cuantos días, mientras buscaba cierta información sobre la “batalla metódica” francesa (tal como se acuñó la doctrina militar francesa de entreguerras), me topé casualmente con un texto de Frèdèric Guelton titulado Comprendre la défaite: “Les fôrets des Ardennes sont impénétrables...”. El texto forma parte del primer capítulo ("Faire la guerre") del libro La guerre de 1940. Se battre, subir, se souvenir, editado por Stefan Martens y Steffen Prauser, y publicado por Presses Universitaires du Septentrion el 16 de septiembre de 2014. El libro me parece muy interesante y seguramente me haré con él, pues, al margen del estupendo capítulo de Guelton, cuenta con muchos autores de prestigio, franceses y extranjeros. Pero a lo que iba, el texto de Guelton es, para mi agradable sorpresa, un análisis más profundo que el de Frieser sobre el tema de la supuesta impenetrabilidad de las Ardenas.
Resumir brevemente lo principal del texto de Guelton es lo que me lleva a abrir este hilo. Sin embargo, para quienes se desenvuelvan en francés podré al final de mi intervención el enlace donde se puede leer el texto completo.
La cuestión de las Ardenas, narra Guelton, fue planteada por primera vez por el general Weygand en 1931, cuando fue nombrado vicepresidente del Consejo Supremo de la Guerra (CSG). Weygand tenía dudas sobre la capacidad de resistencia, más allá de unos pocos días, de la fuerza de cobertura francesa que hacía frente a las Ardenas, en el límite occidental de la Línea Maginot. En consecuencia pidió al general Walch, a la sazón miembro del CSG, “estudiar la batalla defensiva sobre una parte de la posición de cobertura que incumbe al Destacamento de Ejército de las Ardenas (DDA), en particular para el caso de que éste se hubiera visto presionado por un ataque repentino en la región al este de Longuyon”.
Al leer los resultados del estudio, Weygand creyó que un ataque repentino alemán a través de las Ardenas podía sorprender y derrotar a la "cobertura" francesa. Sin embargo, teniendo en cuenta el desequilibrio de fuerzas existentes en 1932 entre Francia y Alemania, Weygand estimó que los alemanes necesitarían dos semanas para llevar a cabo esa ofensiva, tiempo suficiente para el despliegue y ejecución de una contraofensiva victoriosa por parte de los franceses.
Con la llegada de Hitler al poder en enero de 1933 y la expansión militar que empieza a llevar a cabo, la cuestión de las Ardenas adquiere nueva relevancia y lleva a Weygand en el verano de 1933 a retomarla con un nuevo estudio sobre una posible ofensiva alemana a través de las Ardenas. Este estudio llevó por título “Hiver 1933/34”.
El estado mayor de Weygand debe estudiar -a partir del supuesto de una guerra general entre Francia, Alemania e Italia- los resultados de una ofensiva repentina alemana que puede cruzar fácilmente las Ardenas, barrer la “cobertura francesa”, desbordar el sistema fortificado francés “sin tener que romperlo”, y luego correr hacia París: “una vez que cruza el Mosa, la ofensiva se desarrollaría en un país abierto, adecuado para maniobras rápidas, con un mínimo de cortes transversales que puedan favorecer nuestra recuperación. Esta es la ruta directa hacia París”.
El estado mayor de Weygand, poniéndose en el lugar de los alemanes, comienza su estudio concentrando las unidades del ataque (140.000 hombres y 10.000 vehículos) sobre la ribera derecha del Rin, fuera de la zona desmilitarizada a fin de darle realismo político y mantener el secreto de la acción. El ejercicio concluye con el éxito alemán en llegar al Mosa en 48 horas, cruzarlo y abrir el camino a París. La derrota francesa queda consumada. Para hacer frente a esta amenaza con una respuesta adecuada, el estado mayor de Weygand -increíblemente, comenta Guelton- confía en disponer de 15 días (como sucediera en el ejercicio de Walch) para reorganizar su dispositivo general, poner en línea las unidades resultantes de la movilización y detener el esfuerzo alemán en el Mosa y el Semoy, o, en el peor de los casos, en la línea Tergnier, Laon, Reims, Sainte-Menehould, Verdun, habiendo unido, frente a ella, 34 divisiones organizadas en tres ejércitos.
Esta demora de 15 días, se sorprende con razón Guelton, es una contradicción absoluta con los resultados del ejercicio “Hiver 1933/34”, en el que los alemanes llegan al Mosa en 48 horas. La respuesta está en la esperada resistencia belga, que, caso de fallar, terminaría con la derrota francesa. Creen necesario reforzar la bisagra de Sedan en el espacio que separa la línea Maginot de las grandes unidades destinadas a entrar en Bélgica en caso de guerra. El razonamiento es correcto, afirma Guelton, pero en enero de 1935 Weygan se retiró, y fue sucedido por su rival, el general Gamelin, que desechó toda la cuestión.
Guelton pasa finalmente a examinar los ejercicios llevados a cabo por el coronel Bourguignon y el general Prételat, ambos comentados brevemente por Frieser.
Estos dos oficiales pertenecían al Segundo Ejército, el primero al mando de los tanques del ejército, y el segundo el comandante en jefe.
En 1937 Bourguignon efectuó, siguiendo un trabajo de estado mayor normal, un reconocimiento de las Ardenas para estudiar las ventajas y desventajas que ofrecía esta región al desplazamiento de grandes unidades blindadas, así como los medios a disposición de los defensores para oponerse a un ataque súbito, frenarlo e incluso rechazarlo. Los resultados de su estudio fueron similares a los que, varias décadas después, llegó Frieser al estudiar las fuentes alemanas sobre el cruce de las Ardenas con masas blindadas. Es una “Empresa peligrosa, llena de numerosos y graves peligros, porque es difícil de ejercer el mando de los tanques, la maniobra delicada de montar y ejecutar, el material es engorroso y sujeto a imperiosas restricciones que limitan su uso y su rendimiento”.
Sin embargo, Bourguignon se muestra honesto. Constatando que no tiene información suficiente sobre la organización, los medios materiales y la doctrina alemana sobre el empleo del blindaje, decide continuar su estudio realizando un examen que deviene "imprescindible" y que procede "sin exagerar y con sentido común". ¿Cuales son sus conclusiones? Según él, las grandes unidades blindadas en las Ardenas pueden llevar a cabo, con sorpresa, velocidad y violencia, "incursiones a gran escala [en] áreas amplias y profundas de 100 a 120 kilómetros. Incluso cree que el ejército alemán "puede hacerlo mejor". Luego concluye, centrándose es cierto en el sector fortificado de Montmédy que “una noche puede ser suficiente para la ejecución de este movimiento”.
Finalmente, en 1938 entra en liza el jefe de Bourguignon, Prételat, quien decide junto con su estado mayor realizar un ejercicio “de cuadros”, que parece una reflexión actualizada de los estudios anteriores de Weygand y Bourguignon.
El general Prételat quiere saber si y en qué condiciones "su" 2º Ejército puede detener un repentino ataque alemán y luego aferrarse a su principal posición de resistencia hasta la llegada de las grandes unidades francesas resultantes de la movilización. Narra Guelton: “Todo el sentido del ejercicio que diseña y 'juega' con su estado mayor radica en el paralelismo casi total que existe entre la maniobra que imagina, efectivos y medios materiales comprometidos, cronología, avance y ritmo de operaciones., espacio geográfico cubierto ..., y la maniobra alemana tal como se desarrolló en mayo de 1940”.
En su estudio, Prételat decide atacar a través de las Ardenas con el fin de penetrar en Francia al borde de la Línea Maginot, aunque incluye en su principal esfuerzo el sector fortificado de Montmédy. Fija la fecha para el comienzo de la ofensiva para el 30 de mayo de 1938. Estima la concentración de unidades de ataque de forma similar a las ponderadas por Weygand en 1933, Y realiza el cruce de las Ardenas sobre cinco rutas en 60 horas sin “incidentes significativos”. La resistencia belga es débil y las pocas bajas causadas por los Chasseurs no obstaculiza el progreso de las unidades “alemanas” de Prételat. El papel de las fuerzas aéreas, la alemana y la francesa, es realista, si bien montado sobre la falsa información (por totalmente exagerada) de la enorme superioridad alemana suministrada por la inteligencia del 2e Bureau. El enfrentamiento contra la principal posición de la resistencia francesa comenzó el 1 de junio por la tarde en "un frente de 15 kilómetros, con cuatro divisiones en el primer escalón cada una con dos artillerías divisionales", a las que hay que sumar 2 batallones de tanques que se "comprometen de inmediato después de un recorrido de 120 kilómetros”, lo que significa que cruzar las Ardenas es sólo un trámite para ellos. En pocas horas cayó la principal posición de resistencia francesa.
Entre sus conclusiones, Prételat subrayó que “Sería muy deseable contar con una división blindada en tiempos de paz en la 2ª región capaz de intervenir inmediatamente en beneficio del 2º Ejército”.
Cuando Prételat informó a Gamelin del ejercicio que había realizado y las conclusiones extraídas, el comandante en jefe del ejército francés se enojó y despachó a Prételat con desdén.
Esto es lo sustancial; lo demás podéis leerlo en https://books.openedition.org/septentrion/7346?lang=es
Sospecho que esta información suscitará cierta sorpresa entre mis compañeros de foro.
Saludos cordiales
JL