Comida del soldado ruso
Moderador: José Luis
Comida del soldado ruso
Estoy buscando información a cerca de lo que comían los soldados rusos durante la WW2, pero no logro encontrar nada.
Veo que existían raciones de combate alemanas, americanas,inglesas pero no veo por ningún lado las rusas.
Alguien sabe si tenían o de donde puedo sacar información ?. Me interesaría alguna foto.
Gracias por la ayuda.
Veo que existían raciones de combate alemanas, americanas,inglesas pero no veo por ningún lado las rusas.
Alguien sabe si tenían o de donde puedo sacar información ?. Me interesaría alguna foto.
Gracias por la ayuda.
Re: Comida del soldado ruso
Encontré una empresa que vende reproducciones www.repro-rations
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Re: Comida del soldado ruso
Pues debió haber sido en gran parte raciones americanas debido al préstamo y arriendo
Re: Comida del soldado ruso
¡Hola a todos!
El 20 de septiembre de 1941 el Comité de Defensa Estatal estableció los ranchos (raciones de comida para las fuerzas armadas) para el ejército (aviación incluida) y la marina de guerra, dando el valor de calorías y la dieta diaria ideal para el soldado soviético. Decretó seis categorías dependiendo del tipo de tropas:
1.-Unidades de combate: cantidades en gramos: proteínas (103), grasas (67), carbohidratos (587). Calorías (3.450).
2.-Servicio activo en retaguardia: proteínas (84), grasas (56), carbohidratos (508), Calorías (2.954).
3.-Unidades de campaña y combate no asignadas al ejército de campaña: mismo orden anteriores: 87, 48, 489. 2.822.
4.-Unidades de guardia e instalaciones de retaguardia: 80, 48, 458. 2.659.
5.-Unidades aéreas del ejército en servicio activo: 171, 125, 694. 4.712.
6.-Pacientes de hospitales: 91, 69, 543. 3.243,
En general, los valores de calorías de los ranchos eran adecuados, aunque no generosos, y teóricos. En la práctica se quedaban cortos respecto a la cantidad oficial, sobre todo en las unidades de combate, donde la comida no llegaba regularmente y algunas veces los soldados se quedaban durante un par de días sin suministro de comida. Lo tenían mejor las unidades de retaguardia cuando no estaban combatiendo.
La fuente de toda esta información que he proporcionado, y adonde te remito para cualquier duda que tengas, es William Moskoff, The Bread of Affliction: The Food Supply in the USSR during World War II (Cambridge University Press, 1990), p. 127 y tabla 6.3.
Saludos cordiales
JL
Tal como lo preguntas pareciera que el soldado soviético no comía o vivía del aire. ¿Cómo no iba a tener su correspondiente rancho al igual que los demás soldados de los ejércitos enemigos y aliados?tagur escribió: Alguien sabe si tenían o de donde puedo sacar información ?. Me interesaría alguna foto.
El 20 de septiembre de 1941 el Comité de Defensa Estatal estableció los ranchos (raciones de comida para las fuerzas armadas) para el ejército (aviación incluida) y la marina de guerra, dando el valor de calorías y la dieta diaria ideal para el soldado soviético. Decretó seis categorías dependiendo del tipo de tropas:
1.-Unidades de combate: cantidades en gramos: proteínas (103), grasas (67), carbohidratos (587). Calorías (3.450).
2.-Servicio activo en retaguardia: proteínas (84), grasas (56), carbohidratos (508), Calorías (2.954).
3.-Unidades de campaña y combate no asignadas al ejército de campaña: mismo orden anteriores: 87, 48, 489. 2.822.
4.-Unidades de guardia e instalaciones de retaguardia: 80, 48, 458. 2.659.
5.-Unidades aéreas del ejército en servicio activo: 171, 125, 694. 4.712.
6.-Pacientes de hospitales: 91, 69, 543. 3.243,
En general, los valores de calorías de los ranchos eran adecuados, aunque no generosos, y teóricos. En la práctica se quedaban cortos respecto a la cantidad oficial, sobre todo en las unidades de combate, donde la comida no llegaba regularmente y algunas veces los soldados se quedaban durante un par de días sin suministro de comida. Lo tenían mejor las unidades de retaguardia cuando no estaban combatiendo.
La fuente de toda esta información que he proporcionado, y adonde te remito para cualquier duda que tengas, es William Moskoff, The Bread of Affliction: The Food Supply in the USSR during World War II (Cambridge University Press, 1990), p. 127 y tabla 6.3.
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JL
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)
sino como un hombre
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Re: Comida del soldado ruso
Esto no es así. Según las estadísticas manejadas por Moskoff (fuente citada en mi anterior intervención), los suministros de comida del Préstamo y Arriendo, cuantitativamente, fueron "lamentablemente pequeños: menos del suministro de grano y harina de un mes para el Ejército Rojo de un total del envío de Préstamo y Arriendo en todas las categorías que alcanzó cerca de los 11.000 millones de dólares en precios de 1940" (p. x del prólogo). Sin embargo, fueron importantes en cuanto a carnes y aceites.Miguel Panzerkorps escribió:Pues debió haber sido en gran parte raciones americanas debido al préstamo y arriendo
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JL
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Re: Comida del soldado ruso
Gracias por la información José Luis.
- Juan M. Parada C.
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Re: Comida del soldado ruso
Ante estas interesantes aportaciones agrego,si vale la ocasión,un pequeño aporte que hice en la sección de misceláneas sobre la comida en el frente que el ejército ruso tenía a su disposición,que dejo en el siguiente enlace:
Enlace: viewtopic.php?f=37&t=17349&start=45
Saludos y bendiciones a granel.
Enlace: viewtopic.php?f=37&t=17349&start=45
Saludos y bendiciones a granel.
"¡Ay,señor! Tú sabes lo ocupado que tendré que estar hoy.Si acaso te olvido por un instante,tu no te olvides de mi". Sir Jacob Astley antes de la batalla de Edge Hill el 23 de octubre del año de nuestro señor de 1642
Re: Comida del soldado ruso
¡Hola a todos!
Hay otro libro interesante que construye críticamente sobre Moskoff y otros, que quizá sea el estudio más completo en inglés sobre la situación de la producción y suministro de comida en la URSS durante la IIGM. Está editado por Wendy Z. Goldman y Donald Filtzer y lleva por título Hunger and War: Food Provisioning in the Soviet Union during World War II (Indiana University Press, 2015). El capítulo dos está escrito por Brandon Schechter, un especialista en Rusia, titulado "The State's Pot and the Sodier's Spoon: Rations [Paëk] in the Red Army" ("La Olla del Estado y la Cuchara del Soldado: Raciones [Paëk] en el Ejército Rojo"). Apenas lo he ojeado, pero llama la atención la importancia con la que Stalin se tomaba la provisión de comida al soldado. El 31 de mayo de 1943 firmó una orden que subrayaba el fracaso de los servicios del área de retaguardia del Frente Kalinin para alimentar adecuadamente a sus tropas. Entre otras quejas que iban desde una distribución desigual, un almacenamiento inadecuado, a fallos a la hora de proporcionar comida caliente o usar cuadros competentes para la preparación y suministro de raciones, Stalin describía la esencia de la "actitud criminalmente irresponsable y antisoviética hacia la comida del soldado", cargando sobre los comandantes:
Al parecer nuestros comandantes han olvidado las mejores tradiciones del Ejército Ruso, de eminentes comandantes como Suvorov y Kutuzov. Enseñaron a los comandantes de toda Europa y los comandantes del Ejército Rojo deberían aprender de ellos. Demostraron un cuidado paternal acerca de la vida diaria y las raciones de los soldados, y exigieron lo mismo de sus subordinados. Mientras tanto, en el Ejército Rojo, como es obvio a tenor de los hechos, se puede encontrar a comandantes que no creen que la preocupación por la vida diaria y las raciones de las tropas es su sagrado deber, demostrando por tanto una relación de anticamaradería e inaceptable con los combatientes. (p. 99).
Esta orden de Stalin, producto de varias inspecciones realizadas en los frentes durante 1942-43 sobre los ranchos de las tropas, fue distribuida a todos los frentes como advertencia, y debía ser leída incluso por los comandantes de batallón. Schechter escribe que el propio término ruso usado para las raciones o ranchos, paëk, implicaba obligaciones mutuas. Paëk podía considerarse como la encarnación física del adagio socialista "a cada uno de acuerdo con su trabajo", pues su raíz etimológica implicaba una parte ganada en una causa común (p. 100).
Saludos cordiales
JL
Hay otro libro interesante que construye críticamente sobre Moskoff y otros, que quizá sea el estudio más completo en inglés sobre la situación de la producción y suministro de comida en la URSS durante la IIGM. Está editado por Wendy Z. Goldman y Donald Filtzer y lleva por título Hunger and War: Food Provisioning in the Soviet Union during World War II (Indiana University Press, 2015). El capítulo dos está escrito por Brandon Schechter, un especialista en Rusia, titulado "The State's Pot and the Sodier's Spoon: Rations [Paëk] in the Red Army" ("La Olla del Estado y la Cuchara del Soldado: Raciones [Paëk] en el Ejército Rojo"). Apenas lo he ojeado, pero llama la atención la importancia con la que Stalin se tomaba la provisión de comida al soldado. El 31 de mayo de 1943 firmó una orden que subrayaba el fracaso de los servicios del área de retaguardia del Frente Kalinin para alimentar adecuadamente a sus tropas. Entre otras quejas que iban desde una distribución desigual, un almacenamiento inadecuado, a fallos a la hora de proporcionar comida caliente o usar cuadros competentes para la preparación y suministro de raciones, Stalin describía la esencia de la "actitud criminalmente irresponsable y antisoviética hacia la comida del soldado", cargando sobre los comandantes:
Al parecer nuestros comandantes han olvidado las mejores tradiciones del Ejército Ruso, de eminentes comandantes como Suvorov y Kutuzov. Enseñaron a los comandantes de toda Europa y los comandantes del Ejército Rojo deberían aprender de ellos. Demostraron un cuidado paternal acerca de la vida diaria y las raciones de los soldados, y exigieron lo mismo de sus subordinados. Mientras tanto, en el Ejército Rojo, como es obvio a tenor de los hechos, se puede encontrar a comandantes que no creen que la preocupación por la vida diaria y las raciones de las tropas es su sagrado deber, demostrando por tanto una relación de anticamaradería e inaceptable con los combatientes. (p. 99).
Esta orden de Stalin, producto de varias inspecciones realizadas en los frentes durante 1942-43 sobre los ranchos de las tropas, fue distribuida a todos los frentes como advertencia, y debía ser leída incluso por los comandantes de batallón. Schechter escribe que el propio término ruso usado para las raciones o ranchos, paëk, implicaba obligaciones mutuas. Paëk podía considerarse como la encarnación física del adagio socialista "a cada uno de acuerdo con su trabajo", pues su raíz etimológica implicaba una parte ganada en una causa común (p. 100).
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Re: Comida del soldado ruso
Copio la parte del capítulo que Schechter dedica al menú. No lo traduzco porque no tengo tiempo, y también omito las anotaciones.
The Menu
The menu at the front often impressed those who had been wasting away in the rear. Whenever possible, soldiers at the front were to be provided with hot, fresh food by field kitchens twice a day. Hot food was to be brought up just before dawn and just after dark with soldiers receiving bread and meat for a cold lunch in the morning. The soldier’s meal was supposed to consist of two dishes—a soup and a porridge—and tea, brought up in twelve-liter thermoses. In practice this could be reduced to one dish, often a kasha-based soup. Cooks were supposed to divide the ration so that every soldier received the same portion of meat in his soup or kasha. Front-line menus varied greatly, but could become monotonous as one type of soup or porridge became constant.
Red Army veteran and food historian Vil′iam Pokhlebkin noted that priorities during the war ignored assortment in favor of sufficiency and practicality in provisioning: “all production of foodstuffs is concentrated on the maximum expansion of so called basic products, without which not one person in the rear or at the front can exist . . . that being first of all bread and salt . . . [then] meat and fish, fats and vegetables. . . . What kind of meat, which kind of fats—this is all unimportant.” The state saw categories in terms of meat, bread, grains, vegetables, and so on, without attention to whether the meat was pork or beef or rabbit or fish, or whether it was canned or smoked or fresh or even took the form of powdered eggs. Meat was meat, fat was fat (and
sometimes “meat” too), bread was bread (whether dried into crouton-like sukhari or fresh-baked). The Red Army, while the best fed mass institution in the Soviet Union, was not intended to be a space of culinary discovery (although it became one). Provisioning, at least initially and primarily, was concerned with caloric, not culinary, value, although making food tasty had been a goal of prewar Soviet nutrition. Provisioning officers made concessions to taste over pure practicality with the continued use and inclusion of basic spices (bay leaf, salt, pepper, onions, and occasionally garlic) in norms, the only culinary “details” left intact in military provisioning. In part this reduction to bare minimums was forced on the state because of the logistical
nightmare that it faced. Everything from pork to pots was in short supply.
Field kitchens were supposed to service no more than 180 soldiers, but were soon forced to service 300 or more, due to a loss of 7,740 of them in the first year of the war. The kitchens consisted of three pots (soup, kasha, and tea) on wheels, with an oven. They were sometimes so close to the front as to endanger the cook’s life (in Lesin’s regiment, the first man killed was the cook), and sometimes so far away as to guarantee that food would be doled out cold, despite thermoses, at the front. Cooks were supposed to provide nourishment to their comrades a few hundred meters or a few kilometers in front of them, but their ability to do so varied depending on their skills, the resources available to the rear area, and conditions at the front.
In battle, in echelon, and whenever troops found themselves too far from a field kitchen, two types of ration were to provide them with sustenance: the NZ and dry rations (sukhpaëk). The neprikosnovennyi zapas (literally “untouchable reserve”; in the British and German armies referred to as “Iron Rations”), or NZ (sometimes referred to as nosimyi zapas—“portable reserve”), was supposed to be carried in a soldier’s knapsack at all times, but was to be consumed only upon a commander’s order. However, experience showed that soldiers would sometimes eat them without orders, and commanders sometimes kept
reserves under their own supervision (in a special dugout), out of the hands of the soldiers. The NZ typically consisted of canned or smoked meat, tea, sugar, salt, and dried bread. The sukhpaëk, often distinguishable only by not being labeled “NZ,” was slightly more generous. It consisted partially of things the soldier could prepare himself, such as concentrated soups and grains, and partially of ready-to-eat items, such as dried bread and canned food. Soldiers complained of both the taste and difficulty of preparing the concentrates issued at the beginning of the war. Preparation was a very serious problem, as the army failed to provide enough dry spirits (alcohol that burned without smoke) to allow soldiers to cook these concentrates, while
starting a fire could draw enemy fire and prove fatal. As the war progressed, dry rations came to resemble NZ more and more, as concentrates were reserved for field kitchens and soldiers were given foods that they could eat as is.
The contents of NZ and dry rations varied dramatically: they could be freshly killed boiled lamb, salt pork, lard, compressed animal fats, sardines, sausage, or American Spam (ironically referred to as “Second Front”), depending on what was available. Canned goods were often unlabeled. Vil′iam Pokhlebkin remembered different kinds of NZ and sukhpaëk that had been provided to him:
Usually fats were put into shchi [cabbage soup] ([or any] soup) and kasha. So whichever type they were in the army, it would be difficult to recognize them, unless, in connection with different extraordinary situations, it came down to giving out sukhpaëk or to open the NZ. In this situation the starshina [sergeant major] would give out along with dried bread and sugar a can of tushenka [stewed meat] or “fats.” Their character changed in relation to historical and military conditions. In 1942 I received in my dry rations some sort of hard, dingy, yellowish-gray chunks. This was kombizhir [“combined fats”]. I saw it for the first time (and of course, ate it up). At the end of 1943 they gave out in the dry ration a can of a very white, buttery substance. This was American lard, an artificial fat drawn from the processing of pork fat. It was perceived as a luxury. But at the end of 1944 I received in my dry rations a good-sized 500-gram [17.6 oz.] piece of smoked salt pork. To be exact, it was not peasant salt pork, but smoked, with a pretty brown skin, neat and with a [pleasant] smell. I think that this was from captured German stocks, or maybe, more likely Hungarian, captured in the course of the rout of some large enemy grouping.
The food that soldiers received depended on a variety of factors largely beyond their control, factors that blurred the line between meats and fats, but where calories were king. Even foodstuffs like kombizhir would be consumed without question in order to stay alive, though among this random assortment of foods, some memorable delicious meals were to be had.
During the war, food was perhaps the deficit resource, something that everyone needed. By creating a hierarchy of distribution, the state directly (and logically) ranked whose contribution was most significant to its continued survival, and made providing for those who were risking their lives for the state their first priority. Soldiers were keenly aware of being better fed than their families and sometimes felt twinges of guilt. Ibraghim Gazi wrote his wife and child in October of 1943, “I am very sorry that I can’t help you with anything except money. I wanted to send my ration of chocolate, but they don’t take parcels.” Later, he lamented, “As soon as we get a chance to eat something good, I say: this is for kids, and our children probably don’t have
this.” While soldiers might be racked with guilt, they certainly felt the pangs of hunger less acutely than their families in the rear or under German occupation.
>>
Saludos cordiales
JL
The Menu
The menu at the front often impressed those who had been wasting away in the rear. Whenever possible, soldiers at the front were to be provided with hot, fresh food by field kitchens twice a day. Hot food was to be brought up just before dawn and just after dark with soldiers receiving bread and meat for a cold lunch in the morning. The soldier’s meal was supposed to consist of two dishes—a soup and a porridge—and tea, brought up in twelve-liter thermoses. In practice this could be reduced to one dish, often a kasha-based soup. Cooks were supposed to divide the ration so that every soldier received the same portion of meat in his soup or kasha. Front-line menus varied greatly, but could become monotonous as one type of soup or porridge became constant.
Red Army veteran and food historian Vil′iam Pokhlebkin noted that priorities during the war ignored assortment in favor of sufficiency and practicality in provisioning: “all production of foodstuffs is concentrated on the maximum expansion of so called basic products, without which not one person in the rear or at the front can exist . . . that being first of all bread and salt . . . [then] meat and fish, fats and vegetables. . . . What kind of meat, which kind of fats—this is all unimportant.” The state saw categories in terms of meat, bread, grains, vegetables, and so on, without attention to whether the meat was pork or beef or rabbit or fish, or whether it was canned or smoked or fresh or even took the form of powdered eggs. Meat was meat, fat was fat (and
sometimes “meat” too), bread was bread (whether dried into crouton-like sukhari or fresh-baked). The Red Army, while the best fed mass institution in the Soviet Union, was not intended to be a space of culinary discovery (although it became one). Provisioning, at least initially and primarily, was concerned with caloric, not culinary, value, although making food tasty had been a goal of prewar Soviet nutrition. Provisioning officers made concessions to taste over pure practicality with the continued use and inclusion of basic spices (bay leaf, salt, pepper, onions, and occasionally garlic) in norms, the only culinary “details” left intact in military provisioning. In part this reduction to bare minimums was forced on the state because of the logistical
nightmare that it faced. Everything from pork to pots was in short supply.
Field kitchens were supposed to service no more than 180 soldiers, but were soon forced to service 300 or more, due to a loss of 7,740 of them in the first year of the war. The kitchens consisted of three pots (soup, kasha, and tea) on wheels, with an oven. They were sometimes so close to the front as to endanger the cook’s life (in Lesin’s regiment, the first man killed was the cook), and sometimes so far away as to guarantee that food would be doled out cold, despite thermoses, at the front. Cooks were supposed to provide nourishment to their comrades a few hundred meters or a few kilometers in front of them, but their ability to do so varied depending on their skills, the resources available to the rear area, and conditions at the front.
In battle, in echelon, and whenever troops found themselves too far from a field kitchen, two types of ration were to provide them with sustenance: the NZ and dry rations (sukhpaëk). The neprikosnovennyi zapas (literally “untouchable reserve”; in the British and German armies referred to as “Iron Rations”), or NZ (sometimes referred to as nosimyi zapas—“portable reserve”), was supposed to be carried in a soldier’s knapsack at all times, but was to be consumed only upon a commander’s order. However, experience showed that soldiers would sometimes eat them without orders, and commanders sometimes kept
reserves under their own supervision (in a special dugout), out of the hands of the soldiers. The NZ typically consisted of canned or smoked meat, tea, sugar, salt, and dried bread. The sukhpaëk, often distinguishable only by not being labeled “NZ,” was slightly more generous. It consisted partially of things the soldier could prepare himself, such as concentrated soups and grains, and partially of ready-to-eat items, such as dried bread and canned food. Soldiers complained of both the taste and difficulty of preparing the concentrates issued at the beginning of the war. Preparation was a very serious problem, as the army failed to provide enough dry spirits (alcohol that burned without smoke) to allow soldiers to cook these concentrates, while
starting a fire could draw enemy fire and prove fatal. As the war progressed, dry rations came to resemble NZ more and more, as concentrates were reserved for field kitchens and soldiers were given foods that they could eat as is.
The contents of NZ and dry rations varied dramatically: they could be freshly killed boiled lamb, salt pork, lard, compressed animal fats, sardines, sausage, or American Spam (ironically referred to as “Second Front”), depending on what was available. Canned goods were often unlabeled. Vil′iam Pokhlebkin remembered different kinds of NZ and sukhpaëk that had been provided to him:
Usually fats were put into shchi [cabbage soup] ([or any] soup) and kasha. So whichever type they were in the army, it would be difficult to recognize them, unless, in connection with different extraordinary situations, it came down to giving out sukhpaëk or to open the NZ. In this situation the starshina [sergeant major] would give out along with dried bread and sugar a can of tushenka [stewed meat] or “fats.” Their character changed in relation to historical and military conditions. In 1942 I received in my dry rations some sort of hard, dingy, yellowish-gray chunks. This was kombizhir [“combined fats”]. I saw it for the first time (and of course, ate it up). At the end of 1943 they gave out in the dry ration a can of a very white, buttery substance. This was American lard, an artificial fat drawn from the processing of pork fat. It was perceived as a luxury. But at the end of 1944 I received in my dry rations a good-sized 500-gram [17.6 oz.] piece of smoked salt pork. To be exact, it was not peasant salt pork, but smoked, with a pretty brown skin, neat and with a [pleasant] smell. I think that this was from captured German stocks, or maybe, more likely Hungarian, captured in the course of the rout of some large enemy grouping.
The food that soldiers received depended on a variety of factors largely beyond their control, factors that blurred the line between meats and fats, but where calories were king. Even foodstuffs like kombizhir would be consumed without question in order to stay alive, though among this random assortment of foods, some memorable delicious meals were to be had.
During the war, food was perhaps the deficit resource, something that everyone needed. By creating a hierarchy of distribution, the state directly (and logically) ranked whose contribution was most significant to its continued survival, and made providing for those who were risking their lives for the state their first priority. Soldiers were keenly aware of being better fed than their families and sometimes felt twinges of guilt. Ibraghim Gazi wrote his wife and child in October of 1943, “I am very sorry that I can’t help you with anything except money. I wanted to send my ration of chocolate, but they don’t take parcels.” Later, he lamented, “As soon as we get a chance to eat something good, I say: this is for kids, and our children probably don’t have
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Re: Comida del soldado ruso
Gracias por la información, siempre creí que por haber perdido Ucrania en 1941 pasaron a depender de los suministros americanos.José Luis escribió:Esto no es así. Según las estadísticas manejadas por Moskoff (fuente citada en mi anterior intervención), los suministros de comida del Préstamo y Arriendo, cuantitativamente, fueron "lamentablemente pequeños: menos del suministro de grano y harina de un mes para el Ejército Rojo de un total del envío de Préstamo y Arriendo en todas las categorías que alcanzó cerca de los 11.000 millones de dólares en precios de 1940" (p. x del prólogo). Sin embargo, fueron importantes en cuanto a carnes y aceites.Miguel Panzerkorps escribió:Pues debió haber sido en gran parte raciones americanas debido al préstamo y arriendo
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Re: Comida del soldado ruso
Repasando un poco mis libros,como parte de mi constante afan de no perder el buen hábito de la lectura,me he topado con un ineresante artículo titulado "El esfuerzo agrícola" del corresponsal galo A. Guillaume que denota la titánica acometida de los rusos por mantener el sustento de sus tropas y ciudadanos durante la guerra,que dice así:
"En el dominio de la agricultura el esfuerzo de la URSS en el curso de la guerra es,en todos los puntos,comparable al realizado en el dominio industrial.Ahí también se trató,primero,aumentando la producción de las provincias del Este,para compensar las pérdidas causadas por la invasión de una parte importante de su territorio.
"Mein Kampf" (Mi Lucha) había revelado hacía ya mucho tiempo las vistas de Hitler con respecto a las ricas tierras de Ucrania.Es Ucrania la que en 1938 asegura a la URSS uno de los primeros lugares en la producción mundial de cereales (31% para el trigo; 56% para el centeno; 31% para la avena; 24% para la cebada).La invasión de Ucrania,en el curso del verano de 1941,priva a la URSS de cerca de la mitad de sus cosechas normales.Por otra parte,sobre 90.000 tractores que disponen los kolkjozes ucranianos solamente 6.000 se evacúan en tiempo útil.También Hitler presume que el hambre contribuirá a abatir el espíritu de resistencia de las poblaciones y,por consecuencia,la moral de los ejércitos soviéticos.En efecto,si bien la población fue sometida a un racionamiento extremadamente severo,el ejército fue,hasta el fin,perfectamente avituallado.Mientras que en el curso de la guerra 1914-1918,la requisición de los bienes se había efectuado al precio de las más grandes dificultades,el sistema kolkjoziano que permite al Estado,desde los tiempos de paz,almacenar en sus depósitos la mayor parte de la cosecha,debía facilitar la recolección de los cereales y otros bienes agrícolas necesarios,no solamente al ejército sino además a las poblaciones de las ciudades y centros industriales.
Asístese durante los primeros dos años de guerra a una extensión considerable de los cultivos en la provincia del Este;después,a partir de 1943,a una rápida restauración de los kolkjozes saqueados por los alemanes en el curso de su retirada.Diversos medios son puestos concurrentemente en acción:
-Formación,en muy grande escala de cuadros de especialidades agrícolas (ingenieros,jefes de equipos,conductores de tractores y camiones,y mecánicos),siendo mayoría en el nuevo personal,el elemento femenino.
-Modernización,de los medios y procedimientos de cultivo en las planicies siberianas,segundo granero del trigo de la URSS después de Ucrania.
-Fertilización del suelo.
-Desecamiento de las tierras lacustres.
Además todos los medios de cultivo,aún los más primitivos,son puestos en acción en los kolkjozes que no disponen de material moderno alguno.
Para la URSS,la producción agrícola,como la producción industrial,era una cuestión de vida o muerte.Los resultados fueron proporcionados al esfuerzo.Se concretaron por el cultivo en 1942,de 1.700.000 hectáreas y en 1943,de 600.000 nuevas hectáreas.A partir de 1944,la restitución agrícola de las regiones liberadas fue acelerada gracias a los progresos llevados a cabo en el Este,que permitieron el traslado inmediato de material agrícola y ganado a estas regiones.
Hay que anotar,finalmente,los resultados obtenidos en el cultivo del "koksaguis",la planta de caucho; estos resultados permitieron a los soviéticos,concurrentemente con la producción de caucho sintético,hacer frente a las necesidades de los primeros años de la guerra,esperando que se manteniese la ayuda de los aliados".
Espero que tal artículo,que he tomado de la enciclopedía de la editorial Codex sobre la segunda guerra de 1972 del tomo noveno página 158,sea de alguna utilidad en este tema aqui discutido.
Saludos y bendiciones a granel.
"En el dominio de la agricultura el esfuerzo de la URSS en el curso de la guerra es,en todos los puntos,comparable al realizado en el dominio industrial.Ahí también se trató,primero,aumentando la producción de las provincias del Este,para compensar las pérdidas causadas por la invasión de una parte importante de su territorio.
"Mein Kampf" (Mi Lucha) había revelado hacía ya mucho tiempo las vistas de Hitler con respecto a las ricas tierras de Ucrania.Es Ucrania la que en 1938 asegura a la URSS uno de los primeros lugares en la producción mundial de cereales (31% para el trigo; 56% para el centeno; 31% para la avena; 24% para la cebada).La invasión de Ucrania,en el curso del verano de 1941,priva a la URSS de cerca de la mitad de sus cosechas normales.Por otra parte,sobre 90.000 tractores que disponen los kolkjozes ucranianos solamente 6.000 se evacúan en tiempo útil.También Hitler presume que el hambre contribuirá a abatir el espíritu de resistencia de las poblaciones y,por consecuencia,la moral de los ejércitos soviéticos.En efecto,si bien la población fue sometida a un racionamiento extremadamente severo,el ejército fue,hasta el fin,perfectamente avituallado.Mientras que en el curso de la guerra 1914-1918,la requisición de los bienes se había efectuado al precio de las más grandes dificultades,el sistema kolkjoziano que permite al Estado,desde los tiempos de paz,almacenar en sus depósitos la mayor parte de la cosecha,debía facilitar la recolección de los cereales y otros bienes agrícolas necesarios,no solamente al ejército sino además a las poblaciones de las ciudades y centros industriales.
Asístese durante los primeros dos años de guerra a una extensión considerable de los cultivos en la provincia del Este;después,a partir de 1943,a una rápida restauración de los kolkjozes saqueados por los alemanes en el curso de su retirada.Diversos medios son puestos concurrentemente en acción:
-Formación,en muy grande escala de cuadros de especialidades agrícolas (ingenieros,jefes de equipos,conductores de tractores y camiones,y mecánicos),siendo mayoría en el nuevo personal,el elemento femenino.
-Modernización,de los medios y procedimientos de cultivo en las planicies siberianas,segundo granero del trigo de la URSS después de Ucrania.
-Fertilización del suelo.
-Desecamiento de las tierras lacustres.
Además todos los medios de cultivo,aún los más primitivos,son puestos en acción en los kolkjozes que no disponen de material moderno alguno.
Para la URSS,la producción agrícola,como la producción industrial,era una cuestión de vida o muerte.Los resultados fueron proporcionados al esfuerzo.Se concretaron por el cultivo en 1942,de 1.700.000 hectáreas y en 1943,de 600.000 nuevas hectáreas.A partir de 1944,la restitución agrícola de las regiones liberadas fue acelerada gracias a los progresos llevados a cabo en el Este,que permitieron el traslado inmediato de material agrícola y ganado a estas regiones.
Hay que anotar,finalmente,los resultados obtenidos en el cultivo del "koksaguis",la planta de caucho; estos resultados permitieron a los soviéticos,concurrentemente con la producción de caucho sintético,hacer frente a las necesidades de los primeros años de la guerra,esperando que se manteniese la ayuda de los aliados".
Espero que tal artículo,que he tomado de la enciclopedía de la editorial Codex sobre la segunda guerra de 1972 del tomo noveno página 158,sea de alguna utilidad en este tema aqui discutido.
Saludos y bendiciones a granel.
"¡Ay,señor! Tú sabes lo ocupado que tendré que estar hoy.Si acaso te olvido por un instante,tu no te olvides de mi". Sir Jacob Astley antes de la batalla de Edge Hill el 23 de octubre del año de nuestro señor de 1642
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Re: Comida del soldado ruso
¡ Saludos a tod@s !
Es importante comprender que la situación alimenticia de la URSS era ya bastante insatisfactoria antes de que la misma guerra comenzara. Tras el cataclismo humano y agropecuario de la colectivización a primeros de los años treinta el país se estaba recuperando muy lentamente del desastre. Para que nos hagamos idea el número de caballos a finales de 1939 era de 17.7 millones cuando había sido de 32.6 mill. en 1929, el del vacas era 22.8 mill. cuando había sido de 29.2 mill. en 1929. Excepto en cerdos todas las cabañas ganaderas eran menores en 1939 que en 1929.
La situación de cereales era parecida, en 1929 se recolectaron 73.3 mill. de t que había sido prácticamente la misma cantidad en 1929. El inconveniente era que la población había crecido de 165 a 194 millones de habitantes -estadisticas soviéticas que aunque sean inexactas dan idea de que el consumo per capital de prácticamente todos los productos agropecuarios cayó de 1929 a 1939-.¡ En otras palabras el ciudadano soviético estaba peor nutrido en 1939 que en 1929 !
La caída de Ucrania en manos alemanas fue un desastre sin paliativos: en el curso de unos pocos meses se perdió la región que proveía a grosso modo del 40% de cosechas de cereales y productos agropecuarios junto a la zona del Cáucaso norte. Esto constriñó aún más lo que era una base agroalimenticia insuficiente y causó terribles penalidades en la retaguardia soviética. Aunque se diera prioridad total a las fuerzas armadas y a algunos grupos de trabajadores en sectores clave, la falta de recursos hizo que en general el soldado soviético estuviera peor alimentado que el alemán. No hablemos de la situación de los civiles soviéticos, mucho de los cuales no tendrían acceso a un racionamiento garantizado. Para muchos de ellos su destino fue la inanición a menos que pudieran conseguir acceso a algún establecimiento productivo que les garantizara algo de comida.
Y en la retaguardia alemana, la situación de los civiles soviéticos fue en general de hambruna debido a las exacciones cometidas por la Wehrmacht sobre el terreno.
Así pues la superficie sembrada de cereales pasó de 110 mill. en 1940 de has a tan sólo 67.3 mill de has en 1942, o sea una caída del 40%. En 1945 a pesar de la reconquista del territorio soviético en el año anterior la superficie sembrada era tan sólo de 85 mill. de has, o sea todavía un 25% por debajo del nivel de preguerra y con una productividad bastante menor.
Aunque la situación fue mejorando muy lentamente y paulatinamente, los soviéticos combatirían en general con raciones más parcas que sus oponentes germanos. Y como ha señalado Jose Luis la aportación angloamericana fue modesta: importante en el azúcar, grasas, carnes y concentrados cárnicos enlatados pero casi irrelevante en cereales y harinas así como vegetales. Tengamos en cuenta que el grueso de esa ayuda llegó a la URSS a partir de 1943 con lo que en 1941 a 1942 no hubo prácticamente aportación de importancia.
Nota: las cifras son del libro de William Moskoff: The Bread of Affliction: The Food Supply in the USSR During World War II.
Es importante comprender que la situación alimenticia de la URSS era ya bastante insatisfactoria antes de que la misma guerra comenzara. Tras el cataclismo humano y agropecuario de la colectivización a primeros de los años treinta el país se estaba recuperando muy lentamente del desastre. Para que nos hagamos idea el número de caballos a finales de 1939 era de 17.7 millones cuando había sido de 32.6 mill. en 1929, el del vacas era 22.8 mill. cuando había sido de 29.2 mill. en 1929. Excepto en cerdos todas las cabañas ganaderas eran menores en 1939 que en 1929.
La situación de cereales era parecida, en 1929 se recolectaron 73.3 mill. de t que había sido prácticamente la misma cantidad en 1929. El inconveniente era que la población había crecido de 165 a 194 millones de habitantes -estadisticas soviéticas que aunque sean inexactas dan idea de que el consumo per capital de prácticamente todos los productos agropecuarios cayó de 1929 a 1939-.¡ En otras palabras el ciudadano soviético estaba peor nutrido en 1939 que en 1929 !
La caída de Ucrania en manos alemanas fue un desastre sin paliativos: en el curso de unos pocos meses se perdió la región que proveía a grosso modo del 40% de cosechas de cereales y productos agropecuarios junto a la zona del Cáucaso norte. Esto constriñó aún más lo que era una base agroalimenticia insuficiente y causó terribles penalidades en la retaguardia soviética. Aunque se diera prioridad total a las fuerzas armadas y a algunos grupos de trabajadores en sectores clave, la falta de recursos hizo que en general el soldado soviético estuviera peor alimentado que el alemán. No hablemos de la situación de los civiles soviéticos, mucho de los cuales no tendrían acceso a un racionamiento garantizado. Para muchos de ellos su destino fue la inanición a menos que pudieran conseguir acceso a algún establecimiento productivo que les garantizara algo de comida.
Y en la retaguardia alemana, la situación de los civiles soviéticos fue en general de hambruna debido a las exacciones cometidas por la Wehrmacht sobre el terreno.
Así pues la superficie sembrada de cereales pasó de 110 mill. en 1940 de has a tan sólo 67.3 mill de has en 1942, o sea una caída del 40%. En 1945 a pesar de la reconquista del territorio soviético en el año anterior la superficie sembrada era tan sólo de 85 mill. de has, o sea todavía un 25% por debajo del nivel de preguerra y con una productividad bastante menor.
Aunque la situación fue mejorando muy lentamente y paulatinamente, los soviéticos combatirían en general con raciones más parcas que sus oponentes germanos. Y como ha señalado Jose Luis la aportación angloamericana fue modesta: importante en el azúcar, grasas, carnes y concentrados cárnicos enlatados pero casi irrelevante en cereales y harinas así como vegetales. Tengamos en cuenta que el grueso de esa ayuda llegó a la URSS a partir de 1943 con lo que en 1941 a 1942 no hubo prácticamente aportación de importancia.
Nota: las cifras son del libro de William Moskoff: The Bread of Affliction: The Food Supply in the USSR During World War II.
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Re: Comida del soldado ruso
¡ Saludos a tod@s !
Como colofón a mi intervención anterior que pretendía comprender las circunstancias a las que se enfrentaron los soviéticos quería hacer unos comentarios de orden "práctico" para comprender la comida del soldado soviético.
- Las raciones teóricas no se cumplieron en el primer periodo de la guerra y especialmente de finales de 1941 hasta principios de 1943. Las razones son las que he comentado antes y no por falta de voluntad política sino por falta de recursos. En ese período el soldado soviético en general recibía menos calorías que las de sus oponentes alemanes. Y desde luego los civiles soviéticos recibían raciones menores que las de los alemanes. La comparativamente escasa ración recibida por los soldados soviéticos no se circunscribía sólo a ciudades sitiadas como Leningrado y Sebastopol con dificultades de suministro sino incluso en frentes cercanos a Moscú. Sólo de manera gradual y a partir de 1943 comenzó a mejorar muy lentamente la ración.
- La dieta del soldado soviético se componía en gran medida de gachas de avena, centeno, alforfón o cualquier cereal disponible, pan negro, té, sopas de coles, remolacha y patatas en diversas formas, algo de pasta y legumbres así como pequeñas aportaciones de grasas y carnes ya fueran frescas o procesadas. Era una dieta bastante monótona con pocas vitaminas y además sin casi aportaciones de dulces a excepción de un poco de azúcar y en poca cantidad. No había casi vegetales en la dieta si exceptuamos nabos, coles y remolacha y las otras verduras se recibían en muy pequeña cantidad y a veces en forma deshidratada. A partir de 1943 se empezaron a disponer de algunas cantidades de grasas y carnes enlatadas procedentes del Préstamo y Arriendo angloamericano que fueron muy apreciadas por su sabor y aporte nutritivo, como por ejemplo el famoso Spam.
- Además los soldados soviéticos apenas recibían suministros que en cualquier ejército se daban por contados como cerillas, papel, tinta para escribir, linternas y un sinfín de artículos que en las primitivas condiciones del frente hacían la vida mucho más agradable. Hay múltiples testimonios de soldados soviéticos saqueando posiciones alemanas conquistadas comentando la "riqueza" de sus enemigos frente a tremenda austeridad propia.
Como colofón a mi intervención anterior que pretendía comprender las circunstancias a las que se enfrentaron los soviéticos quería hacer unos comentarios de orden "práctico" para comprender la comida del soldado soviético.
- Las raciones teóricas no se cumplieron en el primer periodo de la guerra y especialmente de finales de 1941 hasta principios de 1943. Las razones son las que he comentado antes y no por falta de voluntad política sino por falta de recursos. En ese período el soldado soviético en general recibía menos calorías que las de sus oponentes alemanes. Y desde luego los civiles soviéticos recibían raciones menores que las de los alemanes. La comparativamente escasa ración recibida por los soldados soviéticos no se circunscribía sólo a ciudades sitiadas como Leningrado y Sebastopol con dificultades de suministro sino incluso en frentes cercanos a Moscú. Sólo de manera gradual y a partir de 1943 comenzó a mejorar muy lentamente la ración.
- La dieta del soldado soviético se componía en gran medida de gachas de avena, centeno, alforfón o cualquier cereal disponible, pan negro, té, sopas de coles, remolacha y patatas en diversas formas, algo de pasta y legumbres así como pequeñas aportaciones de grasas y carnes ya fueran frescas o procesadas. Era una dieta bastante monótona con pocas vitaminas y además sin casi aportaciones de dulces a excepción de un poco de azúcar y en poca cantidad. No había casi vegetales en la dieta si exceptuamos nabos, coles y remolacha y las otras verduras se recibían en muy pequeña cantidad y a veces en forma deshidratada. A partir de 1943 se empezaron a disponer de algunas cantidades de grasas y carnes enlatadas procedentes del Préstamo y Arriendo angloamericano que fueron muy apreciadas por su sabor y aporte nutritivo, como por ejemplo el famoso Spam.
- Además los soldados soviéticos apenas recibían suministros que en cualquier ejército se daban por contados como cerillas, papel, tinta para escribir, linternas y un sinfín de artículos que en las primitivas condiciones del frente hacían la vida mucho más agradable. Hay múltiples testimonios de soldados soviéticos saqueando posiciones alemanas conquistadas comentando la "riqueza" de sus enemigos frente a tremenda austeridad propia.
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