Hombres de Dios en los ejércitos de Hitler.
El nazismo y el cristianismo.
Los capellanes tenían oficialmente el rango de mayor en la Wehrmacht y vestían como tales. Sin embargo, no llevaban charreteras como los demás oficiales, pero sí un brazalete con una franja violeta entre dos franjas blancas sobre las que se colocaba una cruz roja. Además, también llevaban una cruz, de metal simple para los protestantes y de madera con un corpus Christi para los católicos. También llevaban una pistola en la cadera, que se les permitía usar para la autodefensa y para la defensa de los heridos, pero no en acciones ofensivas, según los artículos de la Convención de Ginebra relativos a los trabajadores de la salud.
Los capellanes a menudo se sentían incómodos con estos uniformes, debido a su similitud con los de las SS. Si bien la supervisión de cada capellán era indudablemente diferente, la Iglesia alentaba a los capellanes a hablar en ciertos términos. En concreto, se les aconsejaba que "fueran breves y sencillos" en lo que respecta a la doctrina. Se alentaban temas como la amenaza bolchevique y tomar acciones para "evitar las aventuras sexuales", pero "no se podía decir ni una palabra sobre antisemitismo o sobre conflictos entre el mando y la conciencia".
Como se ha señalado anteriormente, la relación del Estado nazi con las iglesias en Alemania era opresiva, no amistosa. Tanto el gobierno como el partido se esforzaban por cambiar la sociedad de maneras que eran destructivas para la Iglesia. Controlar la capellanía era importante para ambos bandos, por lo que estaba muy regulada a través del Concordato y el MCA. Como se ha mencionado, los capellanes prestaban servicios en el cuerpo médico o en una o más unidades en una función pastoral. Como era de esperar, la experiencia de los capellanes variaba mucho según dónde y cómo se los utilizaba.
Los capellanes a menudo se sentían incómodos con estos uniformes, debido a su similitud con los de las SS. Si bien la supervisión de cada capellán era indudablemente diferente, la Iglesia alentaba a los capellanes a hablar en ciertos términos. En concreto, se les aconsejaba que "fueran breves y sencillos" en lo que respecta a la doctrina. Se alentaban temas como la amenaza bolchevique y tomar acciones para "evitar las aventuras sexuales", pero "no se podía decir ni una palabra sobre antisemitismo o sobre conflictos entre el mando y la conciencia".
Como se ha señalado anteriormente, la relación del Estado nazi con las iglesias en Alemania era opresiva, no amistosa. Tanto el gobierno como el partido se esforzaban por cambiar la sociedad de maneras que eran destructivas para la Iglesia. Controlar la capellanía era importante para ambos bandos, por lo que estaba muy regulada a través del Concordato y el MCA. Como se ha mencionado, los capellanes prestaban servicios en el cuerpo médico o en una o más unidades en una función pastoral. Como era de esperar, la experiencia de los capellanes variaba mucho según dónde y cómo se los utilizaba.
Fuente: https://marcuse.faculty.history.ucsb.ed ... ins046.htm
Saludos. Raúl M .