Problemas con la producción de munición antitanque soviética en vísperas y principios de la II Guerra Mundial
Uno de los principales problemas sufridos por el Ejército Rojo en el periodo inicial de la guerra y en especial en la segunda mitad de 1941 fue la lucha antitanque. En 1941 el Ejército Rojo contaba con dos tipos de pieza artillera diseñadas para la lucha anticarro: el cañón de 45 mm antitanque modelos 1932 y 1937 así como la pieza de 76 mm divisionaria modelos 1902/30, 1936 y 1939. Para la lucha antitanque debían disparar los proyectiles perforantes y no los explosivos para sus respectivos calibres.
La cuestión es que el proyectil perforante de 76 mm tenía una espoleta (la MD-5) que era débil para su cometido. A mediados de 1930 la única manera de producir proyectiles perforantes con TNT era verter el material dentro de la carcasa. Sin embargo la espoleta daba un empuje débil para causar la detonación del TNT, problema que no sufría el proyectil de 45 mm. Se hizo evidente la necesidad de otro tipo de producción pero el sistema de estampación del acero no estaba depurado y se pasó gran parte de 1939 intentando resolver esta cuestión técnica. Sólo a principios de 1940 se logró refinar el método y pasarlo a la fase industrial. La blitzkrieg alemana había puesto de manifiesto la urgente necesidad de fabricar munición perforante anticarro. Puesto que era un método industrial novedoso hubiera sido necesario el asignar esta producción a las mejores fábricas del Comisariado del Pueblo de Municiones. Y sin embargo ocurrió justo lo contrario: la producción de estos proyectiles fue confiada a la fábrica no. 55 en la ciudad de Pavlograd, región de Dnepropetrovsk en Ucrania que era una de las peores en términos de productividad y personal.
Pronto se vió que la producción era en general muy deficiente con gran cantidad de piezas defectuosas. Las piezas que no pasaban el control de producción se dejaban al aire libre oxidándose en vez de retirar el explosivo de sus carcasas, limpiarlas y rehacer las carcasas. Debido a la presión para alcanzar las cifras de producción se requería el suministro de carcasas nuevas en vez de reutilizar las defectuosas. Como resultado durante año y medio desde principios de 1939 a julio de 1940 la planta acumuló 708.675 carcasas no utilizadas de las cuales 285,000 (40.21%), incluyendo 237.000 carcasas de acero y aleaciones de un buen acero quedaron inservibles debido al almacenaje sin cuidado. En su carta al Departamento Especial del NKVD del 3 de agosto de 1940, el responsable del 3 Departamento del GAU del Ejército Rojo, el ingeniero military de primera, I. A. Gerasimenko anotaba con indignación que “Teniendo en cuenta el alto coste de las carcasas terminadas ese tipo de acciones de la fábrica debían ser consideradas como actitudes antiestatatales, depredatorias y anti soviéticas en especial a la propiedad estatal de defensa"
El resultado fue que la planta 55 que debería de haber fabricado 155.000 proyectiles perforantes antitanques de 76 mm en 1940 tan sólo había entregado 20.000. La razón principal fue la producción defectuosa. Así pues en el mes de julio de una partida de 5.000 proyectiles nada menos que 4.000 (el 80%) fue rechazado por los inspectores militares por ser defectuosos. La consecuencia fue que no sólo no se produjo la cantidad planeada sino que se acumuló una cantidad enorme de carcasas sin utilizar fabricadas en un costoso acero. A mediados de julio había nada menos que 107.000 carcasas vacías de las cuales unas 34.000 (el 32%) se volvieron inservibles por estar almacenadas al aire libre y de paso convirtieron en inútil el trabajo de una serie de fábricas encargadas de la fabricación de las carcasas de acero (las fábricas 70,73 y 77)
En general el plan de 1939 para la producción de carcasas para proyectiles perforantes de 76 mm que debería de haber llegado a 188.000 unidades quedó en menos de la mitad con una producción de 90.000 unidades (el 47.8%) Puesto que la fábrica 55 no podía manejar las cantidades de carcasas fabricadas por las otras fábricas, en vez de emplear otras fábricas para suplirlas lo que se hizo fue disminuir la producción total de carcasas dejando sólo una fábrica funcionando (la 73) deteniendo la fabricación en las fábricas 70 y 77 en 1940.
Esto detuvo la acumulación y deterioro de carcasas vacías en la fábrica 55 pero al precio de disminuir drásticamente la cifra de producción de proyectiles perforantes para todas las fuerzas armadas.
La situación mejoró un poco durante la primera mitad de 1941 aunque el progreso fue pequeño. De enero de 1940 a finales de mayo de 1941 la industria soviética de municiones sólo produjo 150.000 unidades de proyectiles perforantes de 76 mm. Esta era una cantidad irrisoria. El decreto no. 299 del Comité de Defensa estatal determinaba que las necesidades eran de 250.000 unidades para agosto de 1941, 400.000 unidades para septiembre del mismo año.
Debido a la incapacidad de la industria para producir proyectiles perforantes de 76 mm, el NKO (Comisariado de Defensa) se vió forzado a jugar con una mera fracción de la munición perforante necesaria para los cañones divisionarios de 76 mm y de carros de combate (como el T-34) en mayo de 1941. Así por ejemplo en la carga básica (140 proyectiles) del cañón divisionario, tan sólo 8 de ellos eran perforantes. En los carros de combate 28 proyectiles por carro. Y sin que hubiera prácticamente reservas de tales proyectiles.
Se había estimado que la necesidad de proyectiles perforantes para el parque artillero y de carros disponibles en unas 797.000 unidades pero sólo se disponía de 132.000 (un 16%) en mayo de 1941. El distrito militar de Leningrado sólo contaba con 400 proyectiles por ejemplo. Aunque los distritos militares en Bielorrusia y Ucrania contaban con mayor cantidad, ésta no dejaba de ser claramente insuficiente.
Debido a ello el peso de la lucha antitanque la llevaría el cañón de 45 mm del modelo 1937 que si contaba con proyectiles perforantes pero este aunque efectivo contra los carros ligeros alemanes ya no lo era tanto contra el Pz III y el Pz IV muchos de los cuales habían sido modernizados y dotados de blindaje adicional tras la campaña de Francia. Esto pondría en desventaja a los soviéticos en la lucha anticarro poco después.
Tan pronto como en julio de 1941, el Jefe de Artillería del Frente Oeste, teniente general de artillería N. A. Klich, reportaba al Jefe del Directorado Principal de Artillería (GAU en el Ejército Rojo) que el frente necesitaba desesperadamente proyectiles perforantes de 76 mm para combatir a las formaciones blindadas enemigas. El teniente general de artillería M.A. Parsegov escribió lo mismo en un informe del 14 de julio de 1941 al jefe del GAU y al jefe de artillería del Frente Suroeste. Reseñó la necesidad acuciante de proyectiles perforantes de 176 mm en la lucha contra los carros enemigos. Al mismo tiempo de acuerdo con M. A. Parsegov, persistía el anormalmente bajo suministro de de proyectiles perforantes. Se intentó poner fuera de combate a los tanques alemanes mediante proyectiles explosivos y de fragmentación. El comandante del Frente Oeste más tarde, Mariscal de la URSS, S. K. Timoshenko ordenó disparar granadas explosivas a las orugas de tanques enemigos debido a la falta de proyectiles perforantes. Esto rompía las cadenas pero era extremadamente difícil acertar a un objetivo tan pequeño a distancias de 500-1.000 m. De igual manera el jefe de artillería del Frente Sur, general mayor de artillería I. A. Ustinov reportaba el 30 de julio de 1941 al jefe de artillería del Ejército Rojo, coronel general N. N. Voronov: “Ninguno de los cañones divisionarios tiene proyectiles perforantes y el disparar a los tanques con proyectiles de fragmentación no tiene efecto. Ha habido casos donde el tanque enemigo continuó moviéndose tras recibir 6 impactos directos.”(21)
Esto tendría consecuencias dramáticas para los soviéticos gran parte de cuyas fuerzas serían embolsadas y destruidas en una serie de envolvimientos realizados por las fuerzas acorazadas alemanas.
Los tanquistas alemanes sólo empezaron a sufrir el efecto del cañón divisionario y de tanque de 76 mm en la segunda mitad de 1942 cuando la producción de proyectiles perforantes se recuperó gradualmente. Entretanto como sabemos se produjeron grandes derrotas, una tremenda pérdida de territorio y recursos industriales. La evacuación industrial impuso parones temporales en la producción que llevó meses superar. Los pedidos a la industria aumentaron (el 03.07.1941 se acordó revisar al alza los planes productivos y se pidieron 240.000 proyectiles para julio y un total de 840.000 para todo el año restante) aunque eso no significara que se entregaran esas cantidades. A finales de julio se revisaron los planes al alza y se decretaron 250.000 unidades para agosto y 400.000 para septiembre. En la práctica el desarrollo de la guerra y la evacuación convirtieron en papel mojado estos planes: en octubre sólo se lograron fabricar 80.000 proyectiles. Posteriormente se logró aumentar la producción y para octubre de 1942, un año después, se consiguió fabricar 700.000 proyectiles mensuales.(22)
Notas:
(21) Balysh A.N., Khartova E.S.: Producción de munición antitanque en la URSS en la víspera y comienzos de la Gran Guerra Patriótica mencionado en
https://rostislavddd.livejournal.com/373356.html
(22)
https://katmoor.livejournal.com/2229379.html