La conciencia de Alemania

La vida cotidiana en la Alemania del Reich

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beltzo
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La conciencia de Alemania

Mensaje por beltzo » Lun Feb 19, 2007 8:43 pm

Helmuth James von Moltke (1907-1945) y su Círculo de Kreisau se convirtieron en uno de los más importantes focos de resistencia a Hitler. Moltke que había apoyado a la república de Weimar, llevaba trabajando desde finales de los años veinte en la tarea de unir jóvenes de diferentes orígenes para que cooperaran entre sí en el análisis de los problemas contemporáneos en grupos de trabajo ad hoc. Como sus ideas políticas le vetaron posteriormente su carrera como juez, (debía afiliarse al NSDAP algo a lo que no estaba dispuesto), se convirtió en jurista internacional estudiando y titulándose en Inglaterra, pero prefirió regresar a Alemania, donde trabajó como abogado de la sección de países extranjeros de la Abwerh. Poco antes del progromo de noviembre de 1938 colaboró activamente ayudando a judíos a abandonar Alemania porque una lectura detenida de medios de comunicación nazis que hablaban de guetos y confiscación de propiedades le llevaron a temer lo peor antes de que sucediese. Durante la guerra consideró que era su deber librar una lucha diaria por mantener algún vestigio de decencia en el desarrollo de las hostilidades.

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fuente http://protestantedigital.com/upload/im ... 09-43.jpeg

Una de sus más profundas preocupaciones eran las consecuencias políticas de la irreligiosidad de las masas; en 1939 escribió: "Una masa incrédula se venderá a cualquier político, pero una clase de creyentes no lo hará".. En una carta a su esposa Freya, fechada el 25 de agosto de 1940, se podía leer:

"El nacionalsocialismo nos ha enseñado una vez más a venerar a lo que está por debajo de nosotros, es decir, las cosas materiales, la sangre, los antepasados, nuestros cuerpos. En esa medida, es válido y no deberíamos olvidar la lección. Pero ha matado la veneración por lo que está por encima de nosotros, es decir, dios, o como se le quiera llamar, y ha intentado situarlo por debajo de nosotros mediante la deidificación de las cosas de este mundo comprendidas bajo la rúbrica de la veneración debida a lo que está por debajo de nosotros. El nacional socialismo ha destruido asimismo la veneración por lo que es igual a nosotros, intentando poner por debajo de nosotros a algunos que son al menos iguales que nosotros... El ser humano sólo puede ser libre en el marco del orden natural. Y un orden sólo es natural si deja libre al hombre. No seremos capaces de describir en qué punto se alcanza ese equilibrio, pero lo veremos y lo sentiremos, nadie puede decir como se alcanza eso. Tenemos que intentarlo. Es un proceso de tanteo".

La barbarie nazi en Rusia también preocupaba a Moltke desde el punto de vista profesional y personal. Se oponía a los sofismas jurídicos utilizados para legitimar los malos tratos a que sometían a civiles y prisioneros rusos. Señalaba que los precedentes del siglo XVIII en el tratamiento de prisioneros y los recientes decretos soviéticos que se atenían al derecho internacional desmentían las afirmaciones nazis de que los soviéticos no hacían prisioneros. Cuando se retuvieron las cartas de los prisioneros alemanes deliberadamente para ocultar su existencia, miembros de la Abwerh robaron una partida de ellas y las hicieron llegar personalmente a los destinatarios. El inicio de la deportación y el asesinato de los judíos en 1941 provocó esta pregunta: "¿Puedo saberlo y seguir sentado en mi mesa en mi piso con calefacción y tomar té? ¿No me convierto también en culpable por ello? ¿Qué diré cuando me pregunten: y qué hacías tú mientras sucedía eso?". De vez en cuando se felicitaba por sus éxitos así escribió: "Cuando considero estos cuatro meses, me doy cuenta de que nunca había impedido tanto mal y conseguido tanto bien. Me asombra. Y lo más agradable es que nadie se enterara nunca de ello, ni tomará nota de ello, así que nadie verá los medios de oponerse". Pero lo más común es que fuese sumamente autocrítico y captara con precisión las ambigüedades y defectos de sus propias reacciones ante los acontecimientos:

"¿Cómo puede alguien saber estas cosas y seguir andando por ahí libre? ¿Con qué derecho? ¿No es inevitable que nos llegue un día el turno y que seamos arrojados también a la cloaca? Todo esto no es más que un relámpago de verano, porque aún no ha llegado la tormenta. Si pudiese librarme del sentimiento terrible que tengo de que estoy dejándome corromper, de que no reacciono con la suficiente fuerza ante semejantes hechos, que me atormentan sin producir una reacción espontánea. Me he preparado mal porque también en estas cosas reacciono con la cabeza. Pienso en una posible reacción en vez de actuar".

A pesar de estas afirmaciones, Moltke no era un Hamlet paralizado por las dudas y la racionalidad. El 7 de noviembre de 1941 tuvo su único contacto oficial con la burocracia ramificada de la solución final, en una conferencia del ministerio de asuntos exteriores convocada para discutir el undécimo decreto promulgado al amparo de la ley nacional del reich que dejaba a los judíos alemanes que estaban en el extranjero sin nacionalidad, incluidos los ya deportados. Se mantuvo firme en su posición contra los 24 participantes, con el resultado de que el decreto quedó aplazado. Los otros le parecieron camaleones, "en una sociedad sana, parecen sanos; en una enferma como la nuestra, parecen enfermos. Y en realidad no son ni lo uno ni lo otro. Son como la masilla". En las noches se quedaba desvelado en la cama pensando en los rusos y judíos. Convenció a tres generales para que escribiesen a otro rescindiendo la aprobación por la wehrmacht de las medidas más extremas. Tras ello escribió: " Esto demuestra la regla general de que en cuanto un hombre toma posición, lo hace también un número sorprendente de otros hombres. Pero siempre tiene que haber uno que lo haga primero. Si no, no pasa nada". Moltke mantuvo contactos durante la guerra con el obispo noruego de la oposición Berggrav y con los círculos de la resistencia de Dinamarca y Holanda. En octubre de 1943, comunicó a un contacto danés la inminente deportación de los judíos. Aparte de estas medidas, procuró ayudar a los comandantes del ejército de Bélgica y de Francia que intentaban bloquear las órdenes de Hitler sobre los fusilamientos de rehenes como represalia. Tanto von Moltke, como von Trott Zu Solz trataron, de obtener la colaboración de Inglaterra y de Suecia para trabajar conjuntamente con los Aliados pero fracasaron en la labor por causa de la desconfianza de estos.

Continua...
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Mensaje por beltzo » Mar Feb 20, 2007 3:15 pm

Los planes más desarrollados para el futuro postnazi de Alemania salieron de la pluma prolífica de Goerdeler y de las reuniones del círculo de Kreisau de von Moltke. El círculo de Kreisau incluía una gama impresionante de individuos de orígenes diversos, cuyo principal atributo era trascender las fidelidades tribales del pasado. Muchos tenían experiencia en el movimiento juvenil o en la lucha contra la pobreza en zonas de miseria. Un número significativo de ellos tenía parientes o amigos en Inglaterra y los EEUU, sobre todo Moltke y Adam von Trott zu Solz, o habían estudiado en el extranjero y viajado por diversos países, en algunos casos estaban interesados por el confucianismo o el misticismo indio. Algunos habían servido con distinción en la I gm, sobre todo el jesuita Augustin Rosch y el socialista Carlo Mierendorff, que habían sido condecorados con la cruz de hierro de primera clase. Otros eran destacados administradores, economistas y teólogos, con un sentido de la responsabilidad social muy desarrollado. No se trataba ni mucho menos de radicales de salón. El círculo de Kreisau incluía individuos para los que el nazismo había supuesto el final de su carrera. Sacerdotes jesuitas que habían tenido hasta un centenar de entrevistas con la gestapo, o socialistas heterodoxos como Theo Haubach y Carlo Mierendorff, que estaban en libertad tras pasar años en campos de concentración.

Los debates de Kreisau se iniciaron en el otoño de 1941; por razones de seguridad se formaron pequeños grupos de trabajo temáticos que actuaban independientemente, y luego nutrían de ideas a las reuniones más amplias disfrazadas de fiestas familiares los fines de semana. En la correspondencia utilizaban mucho los eufemismos y nombres en clave. Se establecieron contactos con la resistencia militar y el alto clero, en especial con el obispo católico de Berlín Konrad Graf von Preysing y el obispo luterano de Wuttemberg, Theopil Wurm. Un resultado de esto es que Moltke pudo influir en el contenido de sus cartas pastorales. Discutían sus diferencias durante largas horas hasta encontrar una base elemental de confianza y cooperación. Uno de los puntos delicados era si se debía asesinar a Hitler o no, Moltke fuguraba entre los contrarios a esta idea: "¿Por qué nos oponemos al tercer reich, por qué nos oponemos al nacionalsocialismo? ¿No es precisamente porque es un sistema sin ley? No podemos ponernos a crear algo nuevo, iniciar una renovación, cometiendo nosotros mismos un acto ilegal. Y el asesinato siempre es contrario a la ley".

Las relaciones con notables de la resistencia, agrupados en torno a Goerdeler fueron decepcionantes. Goerdeler era demasiado impulsivo y lenguaraz para ser un conspirador nato y parecía demasiado vinculado al pasado para hombres que intentaban romper el molde del pensamiento político. No se trataba sólo de que fuese monárquico, sino de que intentaba salvar todo lo posible de Alemania de las garras de la derrota, actitud que Moltke rechazaba en favor de partir de cero sobre una base completamente nueva. La reunión clave entre ambos círculos se celebró el 8 de enero de 1943, fue enconada y un gran fiasco en cuanto a resultados.

Goerdeler y Trott querían dividir las grandes haciendas, mientras que Moltke y Stauffenberg creían en una política de renuncia voluntaria a parte de sus propias herencias y la practicaron. Los trabajadores tenían que participar en las decisiones y en los beneficios. Pero los sindicatos nacionales podían significar una vuelta al conflicto de clases, los sindicatos debían actuar solo al nivel de fábrica individual. El planteamiento de Kreisau de que lo pequeño es bello se apartaba del de Goerdeler que quería restaurar los sindicatos nacionales porque eran intrínsecamente conservadores. Goerdeler en general se oponía a la intervención del estado en la economía, mientras que Moltke y los suyos creían en las ventajas de una economía mixta.

Sobre el futuro de Alemania, Goerdeler era partidario de la idea tradicional de una hegemonía benevolente alemana y sólo más tarde aceptó las virtudes de Europa. En este aspecto, Moltke fue de un idealismo mucho mayor. Una tradición común clásica, cristiana y socialdemócrata debía constituir la base de un estado federal supranacional, con las naciones existentes de Francia, Alemania e Italia divididas de modo que surgiesen una serie de órganos autónomos históricamente condicionados aproximadamente iguales. Tenía que haber un parlamento europeo, dos gobiernos (uno ejecutivo y otro consultivo), un secretariado, una conferencia de embajadores y órganos para dirigir la macroeconomía europea. Moltke no era capaz de decidir del todo si Inglaterra debería incluirse o excluirse, como Rusia, de una federación que llegaría hasta el Báltico incluyendo Polonia. Pensaba que Inglaterra debía tener estrechos lazos económicos con Europa reteniendo su imperio y sus estrechos vínculos con los EEUU; Europa por su parte debía hacerse cargo de las colonia francesas e italianas, y consideraba vital crear una organización internacional después de la guerra y fortalecer el tribunal internacional de la Haya. Lejos de ser anacrónicas e irrelevantes la mayor parte de estas propuestas permanecen vigentes en una Europa que aún sigue debatiendo la relación de los centros nacionales con las regiones; la posición de Inglaterra; los problemas del poder y el tamaño de algunos de sus miembros o la creación de jurisdicciones internacionales para proteger los derechos humanos. Las críticas de los años sesenta a este programa son la que resultan ahora bastante anticuadas.

Moltke que estaba en custodia desde enero de 1944, fue juzgado a raíz del atentado del 20 de julio de 1944 pese a no tener ninguna vinculación determinable con él. El juicio contra Moltke afectaba a sus relaciones con los jesuitas, acusándosele sólo de pensamiento independiente. Moltke indicó como habrían reaccionado sus padres: "El que yo debiese morir como mártir por San Ignacio de Loyola [...] es realmente cómico; y tiemblo ya pensando en la indignación de papá, que siempre fue tan anticatólico. El resto lo aprobará, ¡pero eso...! Ni siquiera mamá estará del todo de acuerdo". Moltke sería asesinado judicialmente por pensar lo que no debía.

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Se puede afirmar con toda justicia que en esos años oscuros von Moltke fue uno de los depositarios de la conciencia de Alemania; George F. Kennan enjuicio así a von Moltke: “Una gran figura moral y, al mismo tiempo, un hombre con ideas amplias y claras, como no he encontrado ningún otro en ambos lados del frente durante la segunda guerra mundial”. (Citado en “Hitler, una biografía” de Joachim Fest)


Bibliografía: Michael Burleigh "El tercer reich" ed. taurus-santillana Madrid 2002
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Mensaje por José Luis » Mar Feb 20, 2007 6:03 pm

¡Hola, Beltzo!

Estoy gratamente sorprendido de que hayas abierto este topic, aunque en mi opinión el título del mismo unido exclusivamente a Moltke me parece excesivo. Moltke fue uno más de un grupo selecto de prohombres (entre quienes se incluía el Círculo de Kreisau, del que Moltke era uno más), que tenían diferentes visiones sobre el futuro político de Alemania una vez liberada del régimen nazi. Lo que los unía a todos era el rechazo a ese régimen criminal, y en este sentido, cada cual a su manera, podía ser llamado por igual "conciencia de Alemania". Por ejemplo, Goerdeler, Schmid Noerr, Popitz, Hassell, cualquiera de los prohombres del Círculo de Kreisau, los socialistas, los demócratas o, como no, los hermanos Stauffenberg.

Es prácticamente imposible definir un programa político preciso del Círculo de Kreisau sin caer en las generalidades o simplificaciones. El círculo no tenía líderes, y de los encuentros y discusiones que sostuvieron se elaboraron un número de borradores -que no eran más que guías para conducir el cambio político que deseaban en Alemania- firmados por el "Círculo de Kreisau" entre los que sobresalen el de julio de 1941, mayo y octubre de 1942 y junio de 1943.

Puede decirse que los objetivos esenciales de Kreisau eran asentar la Cristiandad como base de la sociedad, restablecer el imperio de la ley, e igualmente la libertad de creencia y conciencia.

Políticamente era un grupo elitista y autoritario. En el borrador de 1943, titulado "Principios de Reorganización", se afirmaba la inviolabilidad de la dignidad del hombre y su derecho al trabajo y a la propiedad, que debían estar "bajo la protección del estado con independencia de la raza, nacionalidad o creencias". Afirmaban que al "trabajo debe estar de tal forma organizado que promueva una rápida aceptación de la responsabilidad", aunque no explicaban cómo.

Partiendo del trabajo, los representantes elegidos debían participar en la construcción del estado y una comunidad de pueblos. Este proceso partía de la familia hacia la parroquia, y de aquí hacia el Land y el Reich, siendo de aplicación en cada etapa los principios y métodos de autogobierno. Según el borrador de Fritz-Dietlof Graf von der Schulenburg, los Länder no deberían ser demasiado grandes para asegurarse de que fueran manejables, aunque debían tenerse en cuenta los antecedentes culturales e históricos.

El sistema electoral concedía elecciones directas hasta los niveles de parroquias y distritos. Podía votar cualquier persona mayor de 21 años; los padres de familias tenían un voto adicional por cada hijo (a diferencia de Goerdeler, que sólo concedía un voto adicional para un mínimo de tres hijos). No explicaban, en cambio, cómo se nominaban a los candidatos, ni su numero o extracto social. Tampoco se explicaba la mayoría requerida (si relativa, abosulta o de otra proporción).

Ya a nivel de Land o Reich las elecciones eran indirectas. Los parlamentos Land eran elegidos por consejos de parroquias y distritos, y se preveía un procedimiento similar para las grandes ciudades. A excepción de personal militar, cualquier persona mayor de 27 años de edad podía ser elegida; sin embargo, los funcionarios políticos no podían ser candidatos a consejos municipales (que eran elegidos por los consejos de distrito), a parlamentos Land o al Reichstag. Además, la mitad al menos de los representantes así elegidos no podían ser miembros de los consejos de parroquia o distrito que los elegían.

El parlamento Land tenía el derecho no sólo de administrar la propiedad Land, sino también de establecer impuestos, presupuestos y la posibilidad de promulgar leyes. Elegía al Landeshauptman (ministro superior del Land), y al Landesverweser (administrador del Land), que dirigía la administración del Land por un periodo de 12 años. El ministro superior dirigía un gobierno compuesto por consejeros. El administrador Land tenía que ser confirmado por el Regente del Reich (Jefe del Estado); supervisaba toda la administración en el Land y nombraba a los funcionarios del Land; también era responsable de que la política del Reich se implementara en el Land. Era finalmente el Presidente del Consejo Land, cuya composición no se explica pero que presumiblemente estaría formada por líderes de la industria y profesiones, y líderes de comunidades y sindicatos de trabajadores.

Los parlamentos Land tenían que elegir a los miembros del Reichstag por un procedimiento realmente complicado. Su objetivo esencial no era llevar la voluntad de la mayoría de los ciudadanos para influir en la política del Reich, sino colocar en posiciones dirigentes al máximo número de hombres capaces y deseosos de aceptar responsabilidad. Aunque no dan cifras, se supone que al menos la mitad de los elegidos no debían pertenecer a parlamentos Land.

El Reichstag era responsable de decidir sobre impuestos, presupuestos y leyes del Reich, aunque el papel del gobierno, en algunos aspectos fundamentales como el de la presentación para la aprobación de presupuestos por el Reichstag, no tenía muy clara su capacidad de acción. Esto es, Kreisau no especificaba si en caso de ser rechazados los presupuestos del gobierno por el Reichstag, cuál sería la actitud del gobierno. ¿Debía dimitir como en la época guillermina?

El Reichstag élegía al Regente del Reich, que no del gobierno. El Canciller, jefe de gobierno, era nombrado por el Regente; el primero nominaba a los ministros, que debían ser nombrados por el segundo. En este proceso no había, como se ve, responsabilidad parlamentaria (Reichstag). El Canciller podía ser cesado por el Regente, y también a instancia del Reichstag, aunque no se especificaba cómo.

Además del Reichstag, cámara baja, también debía haber una cámara alta, el Reichsrat, compuesta de administradores Land. El Regente del Reich era elegido por el Reichstag por un mandato de 12 años a propuesta del Reichsrat. El Regente representaba al Reich, sancionaba la legislación, era el comandante en jefe de las fuerzas armadas y Presidente del Reichsrat, nombraba y cesaba cancilleres, y probablemente, aunque no se especifica, también podía disolver el Reichstag. Demasiada concentración de poder en una persona.

En esencia, Kreisau buscaba la concentración del poder en la autoridad máxima del Reich y su perpetuación por una élite.

Pero todas estas ideas eran pura teoría que el propio grupo de Kreisau sabía impracticable después de un coup d'état. Exceptuando la última evolución del pensamiento político de los hermanos Stauffenberg, que apuntaban por la democracia parlamentaria, y los llamados demócratas (Leuschner et al), el resto de los prohombres que formaban la resistencia anti-nazi tenían un proyecto político conservador y autoritario. Todos vivieron una época convulsa, extraordinariamente difícil, bajo un régimen totalitario criminal, con su patria en guerra, con la sociedad desgarrada, engañada, manipulada.

Todos ellos fueron, en mayor o menor grado, "conciencia de Alemania".

Saludos cordiales
José Luis
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Mensaje por beltzo » Mar Feb 20, 2007 8:09 pm

Amigo José Luis:

Lo que realmente me sorprendía es que nadie hubiese abierto un hilo sobre una personalidad, a mi juicio, tan extraordinaria como la de Moltke, habiéndose por el contrario debatido bastante sobre Goerdeler, Beck o Stauffenberg que son mucho más conocidos.

Asociar la conciencia de Alemania con Moltke no me parece en absoluto exagerado, si te fijas al final he expuesto: [Se puede afirmar con toda justicia que en esos años oscuros von Moltke fue uno de los depositarios de la conciencia de Alemania], de esta afirmación se desprende que no era el exclusivo portador de esta, por ejemplo, los miembros de la Rosa Blanca también lo fueron, de quien por cierto, su última hoja fue Moltke quien la hizo llegar a los ingleses.

No estoy tan seguro de que Moltke fuese simplemente uno más dentro del círculo de Kreisau por el hecho de que las reuniones se produjeran en una propiedad suya; pero lo que sin duda distingue a Moltke dentro del círculo es que su pensamiento y talla moral se pueden rastrear en las cartas a su esposa que fueron publicadas tras la guerra, aunque yo sólo haya podido leerlas de forma fragmentaria, lo que queda claro es que su oposición era fundamentalmente un problema de conciencia (de ahí el título del topic).

Saludos
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Mensaje por Akeno » Lun Jun 02, 2008 7:42 pm

beltzo escribió:No estoy tan seguro de que Moltke fuese simplemente uno más dentro del círculo de Kreisau por el hecho de que las reuniones se produjeran en una propiedad suya;
Por lo que he leído, el grupo de jovenes intelectuales idealistas que formaban el círculo de Kreisau (nombre debido a la propiedad que los Moltke poseían en Kreisau, en Silesia), estaba reunido en torno a los vástagos de dos familias aristocráticas de las más renombradas: el conde Helmuth James von Moltke, un nieto-sobrino del mariscal que condujo al Ejército prusiano a la victoria contra Francia en 1870, y el conde Peter Yorck von Wartenburg, descendiente directo del famoso general de la época napoleónica, quien, con Clausewitz, firmó con el zar Alejandro I la Convención de Tauroggen, a consecuando de la cual el Ejército prusiano cambió de bando, contribuyendo a la caída de Napoleón.

Parece que ellos eran el "alma máter" del grupo.
beltzo escribió:pero lo que sin duda distingue a Moltke dentro del círculo es que su pensamiento y talla moral se pueden rastrear en las cartas a su esposa que fueron publicadas tras la guerra, aunque yo sólo haya podido leerlas de forma fragmentaria, lo que queda claro es que su oposición era fundamentalmente un problema de conciencia
"Vamos a ser ahorcados por haber pensado juntos", escrbía Moltke a su mujer poco antes de su ejecución.

Moltke y sus amigos tenían el valor de hablar (y por ello fueron ejecutados), pero no el de actuar.

Saludos!

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Mensaje por beltzo » Lun Ago 11, 2008 4:23 pm

Hola de Nuevo:
Moltke y sus amigos tenían el valor de hablar (y por ello fueron ejecutados), pero no el de actuar.
En su día se me pasó por alto esta apreciación con la que no puedo estar de acuerdo en su última parte, Moltke actuaba dentro de sus medios como se puede ver en estas líneas del post original:
A pesar de estas afirmaciones, Moltke no era un Hamlet paralizado por las dudas y la racionalidad. El 7 de noviembre de 1941 tuvo su único contacto oficial con la burocracia ramificada de la solución final, en una conferencia del ministerio de asuntos exteriores convocada para discutir el undécimo decreto promulgado al amparo de la ley nacional del reich que dejaba a los judíos alemanes que estaban en el extranjero sin nacionalidad, incluidos los ya deportados. Se mantuvo firme en su posición contra los 24 participantes, con el resultado de que el decreto quedó aplazado. Los otros le parecieron camaleones, "en una sociedad sana, parecen sanos; en una enferma como la nuestra, parecen enfermos. Y en realidad no son ni lo uno ni lo otro. Son como la masilla". En las noches se quedaba desvelado en la cama pensando en los rusos y judíos. Convenció a tres generales para que escribiesen a otro rescindiendo la aprobación por la wehrmacht de las medidas más extremas. Tras ello escribió: " Esto demuestra la regla general de que en cuanto un hombre toma posición, lo hace también un número sorprendente de otros hombres. Pero siempre tiene que haber uno que lo haga primero. Si no, no pasa nada". Moltke mantuvo contactos durante la guerra con el obispo noruego de la oposición Berggrav y con los círculos de la resistencia de Dinamarca y Holanda. En octubre de 1943, comunicó a un contacto danés la inminente deportación de los judíos. Aparte de estas medidas, procuró ayudar a los comandantes del ejército de Bélgica y de Francia que intentaban bloquear las órdenes de Hitler sobre los fusilamientos de rehenes como represalia. Tanto von Moltke, como von Trott Zu Solz trataron, de obtener la colaboración de Inglaterra y de Suecia para trabajar conjuntamente con los Aliados pero fracasaron en la labor por causa de la desconfianza de estos.
También fue Moltke quien dio amplia difusión a los escritos de la Rosa Blanca y todo eso es algo más que hablar, yo lo llamó actuar.

Saludos
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Mensaje por Akeno » Jue Ago 14, 2008 5:02 pm

beltzo escribió:En su día se me pasó por alto esta apreciación con la que no puedo estar de acuerdo en su última parte, Moltke actuaba dentro de sus medios como se puede ver en estas líneas del post original...
Ciertamente, Moltke rechazaba la acción y el recurso de la violencia y se mantuvo al margen de los proyectos de golpe de Estado. Temía que el pueblo alemán resucitara una vez más la leyenda de la puñalada en la espalda y sirviera a la causa de Hitler convirtiéndolo en una víctima inocente de una izquierda enemiga del pueblo alemán.

Moltke actuaba conforme a sus medios, cierto, aunque ante la reiterada incomprensión de los aliados occidentales ¿no debería haber renunciado a esperar un apoyo extranjero que no llegaba? ¿no debería haberse unido a la conjura del 20 de julio como hicieron algunos miembros de su grupo?

Saludos cordiales.

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Mensaje por beltzo » Dom Ago 17, 2008 5:33 pm

Hola de Nuevo:
Moltke actuaba conforme a sus medios, cierto, aunque ante la reiterada incomprensión de los aliados occidentales ¿no debería haber renunciado a esperar un apoyo extranjero que no llegaba? ¿no debería haberse unido a la conjura del 20 de julio como hicieron algunos miembros de su grupo?
¿Y eso porque?, si lo hubiese hecho desde luego el post no se se titularía como se títula, Moltke actuaba conforme a su conciencia y como jurista coherente consigo mismo actuaba dentro de ley, si lees en el post dice:
"¿Por qué nos oponemos al tercer reich, por qué nos oponemos al nacionalsocialismo? ¿No es precisamente porque es un sistema sin ley? No podemos ponernos a crear algo nuevo, iniciar una renovación, cometiendo nosotros mismos un acto ilegal. Y el asesinato siempre es contrario a la ley".
Hay más razones, aunque en el post no se cuenta, Moltke era de la misma opinión de Rommel, intentar asesinar a Hitler era peligroso en extremo, si salía bien se crearía un martir que como mínimo podría hipotecar el futuro, y si se fallaba, la represión acabaría con los miembros más cualificados para conducir a Alemania en una era post-nazi.

Además de esta diferencia de por si importante había otras, el círculo si intentó un acercamiento con la resistencia del 20 de Julio, el problema es que las ideas no eran exactamente las mismas, por ejemplo en la resistencia había muchos partidarios de que Alemania ejerciera, una llamémosla, especie de dominación benevolente sobre sus vecinos, mientras que Moltke era partidario decidido de una Europa federal:
Las relaciones con notables de la resistencia, agrupados en torno a Goerdeler fueron decepcionantes. Goerdeler era demasiado impulsivo y lenguaraz para ser un conspirador nato y parecía demasiado vinculado al pasado para hombres que intentaban romper el molde del pensamiento político. No se trataba sólo de que fuese monárquico, sino de que intentaba salvar todo lo posible de Alemania de las garras de la derrota, actitud que Moltke rechazaba en favor de partir de cero sobre una base completamente nueva.

[…]Sobre el futuro de Alemania, Goerdeler era partidario de la idea tradicional de una hegemonía benevolente alemana y sólo más tarde aceptó las virtudes de Europa. En este aspecto, Moltke fue de un idealismo mucho mayor. Una tradición común clásica, cristiana y socialdemócrata debía constituir la base de un estado federal supranacional, con las naciones existentes de Francia, Alemania e Italia divididas de modo que surgiesen una serie de órganos autónomos históricamente condicionados aproximadamente iguales.
Moltke y el círculo se ocuparon sobre todo del futuro de Alemania, una vez acabados sus trabajos allá por el verano de 1943, su deber estaba cumplido y algunos miembros del círculo se adhirieron a esta resistencia, Moltke nunca lo hizo, aparte de lo expuesto anteriormente también hay que tener en cuenta que fue detenido pocos meses después. En todo caso parece ser que los planes del círculo si eran del agrado de Stauffenberg, pero sobre todo, hay que tener siempre muy presente que la oposición al nazismo iba mucho más allá de la conspiración del 20 de julio.

Saludos
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Mensaje por Akeno » Dom Ago 17, 2008 6:23 pm

Ha quedado muy claro, estimado Beltzo. Ahora lo comprendo mucho mejor.

Saludos cordiales!

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