Mensaje
por José Luis » Mar Jul 28, 2009 3:54 pm
¡Hola a todos!
Desconozco si las enfermedades de Hitler, supuestas o reales, tienen cabida en este hilo, pero acordemos que su título ("Un día cualquiera en la vida del Führer") da pie para hablar de todo.
La supuesta sífilis de Hitler es un tema recurrente, sobre todo entre quienes pretenden ver en la persona de Hitler todo tipo de desgracias (quizás por la desgracia de que, con su suicidio, se escapó a la justicia de los hombres), pero lo cierto es que no hay ninguna prueba para suponer que Hitler padeció sífilis (o neurosífilis, que es una consecuencia o derivación de la sífilis no tratada).
En primer lugar, no hay ninguna prueba de que Hitler contrajese la sífilis en Viena en 1908 (y, para saciar nuestro desprecio hacia Hitler, con una prostituta judía). Es un "rumor" que nunca se ha podido sustanciar fehacientemente. Luego está la historia, salida del masajista de Himmler (Felix Kersten, en sus memorias), de que Himmler había llamado a Kersten a su oficina un día de 1942 para mostrarle un manuscrito azul de 26 páginas, que había sacado de la Gestapo, para que lo interpretase (tras haberle exigido el más absoluto secreto). Según esta historia, el manuscrito azul contenía un informe médico de Hitler de su etapa hospitalaria en Pasewalk en la IGM. Este informe convenció a Kersten más allá de toda duda de que Hitler era víctima de una parálisis progresiva asociada con la neurosífilis. También había otro rumor, según se cuenta extendido entre los círculos médicos alemanes, de que Hitler había sido tratado en 1932 en una clínica de Jena por un tal doctor Bodo Spiethof por causa de desórdenes mentales asociados con la sífilis.
Ahora bien, el manuscrito azul de 26 páginas jamás ha dado señales de vida, y Kersten no era médico ni estaba capacitado para emitir ese supuesto diagnóstico, mientras que sus memorias hay que cogerlas con muchas reservas. Por otra parte, Waite (1) recibió información del equipo médico de Jena asegurando que no existía documentación alguna que indicase incluso que Hitler hubiese sido tratado en su vida en Jena.
Sin embargo, sí tenemos una prueba de que Hitler no padecía sífilis, cual es su expediente médico que revela una prueba Wassermann negativa de fecha 15 de enero de 1940 (la prueba Wassermann consistía en la detección de anticuerpos en personas infectadas por el Treponema pallidum, la bacteria que causa la sífilis. El propio Wassermann trabajó en el servicio de higiene y bacteriología del Ministerio de Guerra Prusiano).
El doctor Heston (2) ha escrito lo siguiente con respecto a Hitler y la sífilis (espero que no sea necesario traducirlo):
[Heinrich Himmler believed that central nervous system syphilis caused Hitler's mental decline. Syphilis is protean in its manifestations, a notorious imitator of other diseases. Hitler did have negative serological tests for syphilis, which make syphilis most unlikely but does not eliminate it. A critical point in the evidence against a diagnosis of syphilis affecting the brain is that there was no dementia, and in particular, no loss of memory. Dementia invariably occurs in neurosyphilis usually as a first manifestation, but if not initially, it appears within a few months. Hitler's course was over years. Also, neurosyphilis produces distinctive eye signs. Hitler had a competent eye examination by Dr. Loehlein that discovered no abnormalities. Syphilis produces such variable effects that it warrants diagnostic consideration for some aspects of Hitler's decline as recently suggested by Hayden. But it is a highly unlikely case of his behavioral syndrome].
(1) Robert Waite, The Psychopathic God: Adolf Hitler (Da Capo Press, 1993), p. 354
(2) Leonard L. Heston, The Medical Casebook of Adolf Hitler: His Illnesses, Doctors and Amphetamine Abuse (Lincoln: Universe, Inc., 2007), p. 32
Las teorías (incluida la del Dr. Bassem Habeeb, del texto traducido por Pitivw) sobre la supuesta sífilis de Hitler sólo se basan en especulaciones construidas sobre rumores (lo que es inaceptable) y diagnósticos a posteriori en base a ciertos transtornos físicos conocidos de Hitler (lo que es discutible y, como sus propios autores reconocen, siempre no-concluyente). En cambio, hay una prueba (Wassermann) que nos indica que es muy improbable que Hitler padeciese la sífilis, y ciertas manifestaciones de la neurosífilis, como indica Heston, no concurren en Hitler, por lo que el diagnóstico de sífilis en Hitler es de lo más improbable.
Saludos cordiales
José Luis
"Dioses, no me juzguéis como un dios
sino como un hombre
a quien ha destrozado el mar" (Plegaria fenicia)