¡Hola a todos!
beltzo escribió:
La verdad es que cuanto más lo pienso (y lo he pensado mucho y durante mucho tiempo) más me convenzo de que la intervención alemana en Noruega fue un error y de los gordos, y es que nada de lo que se ha dicho en este hilo me ha dado ninguna razón, siquiera mediana, para pensar otra cosa.
Saludos
Je, je, je
. ¿Pretendes repetir el debate?
Claro que se te han dado razones y argumentos que demuestran claramente que la campaña de Noruega era de recibo para los intereses estratégicos alemanes. Otra cosa es que tú te cierres en banda.
Te he dado la opinión de Dönitz (dejando a un margen las opiniones de los historiadores que he citado). Ahora te pongo la de Raeder:
[
Aunque la potencia naval británica había destruido completamente nuestro mercado exterior, Alemania no estaba completamente bloqueada. Dos importante rutas de comercio permanecían todavía abiertas: la ruta de mercado a lo largo de la costa noruega hasta Narvik, y la ruta comercial a través del Báltico a Suecia y otras naciones limítrofes de ese mar.
A través de esos canales recibíamos materiales vitalmente necesarios, especialmente los diez millones de toneladas anuales de mineral sueco para el acero que era el corazón de nuestra economía de guerra y sin el cual nuestras industrias de armamento colapsarían repentinamente. Este mineral venía de las minas de Suecia septentrional vía “ferrocarril de Lapland” hasta el puerto sueco de Lulea en el Báltico y al puerto noruego de Narvik en el Mar del Norte. Allí se cargaba a bordo de barcos para Alemania. El puerto de Narvik está libre de hielo todo el año, pero el de Lulea en la parte septentrional extrema del Báltico está congelado desde diciembre a mayo. Por tanto, un tercio del mineral o de dos a cuatro millones de toneladas anuales se embarcaban vía Narvik….] Erich Raeder,
Grand Admiral (Da Capo Press, 2001), p. 300.
Raeder cuenta que jamás tuvieron intenciones de ocupar Noruega (pues respetaban su neutralidad) hasta que el almirante Canaris informó a finales de septiembre de 1939 de las intenciones británicas de desembarcar tropas en Noruega. Raeder manifiesta la importancia del comunicado al subrayar que fue el mismo Canaris quien, excepcionalmente, le entregó la nota. Si los británicos ocupaban Noruega levantando bases navales y aéreas, escribe Raeder, la parte septentrional del Mar del Norte estaría entonces flanqueada a ambos lados por la RN y la RAF, que cerrarían definitivamente ese sector a los alemanes excepto para sus submarinos. Los barcos alemanes, continúa Raeder, ya no podrían alcanzar el Atlántico, mientras que la salida de submarinos, debido a las minas, sería muy dificultosa.
Pero peor sería el efecto sobre el mineral. Con la ruta costera de Narvik bloqueada, Alemania sólo podría importar el vital mineral sueco a través del puerto de Lulea, y solamente durante seis o siete meses al año. Pero además, la ocupación de Noruega por tropas británicas ejercería una enorme presión sobre Suecia, corriéndose el riesgo de que no saliera ni una sola tonelada de mineral de Suecia. Además, dice Raeder, una vez establecidos los británicos en Noruega, su extensión a Suecia no estaría lejos, lo que daría acceso a la RAF sobre el Báltico. Esas amenazas suponían, de ser efectivas, la derrota alemana para Raeder. Así se lo hizo ver a Hitler en el encuentro que mantuvieron el 10 de octubre de 1939, asunto en el que Hitler jamás había reparado hasta el momento.
Por otra parte están las realidades económicas que padecía Alemania en el invierno-primavera de 1940, especialmente en el sector del acero. Cuando tenga tiempo, detallaré esta situación crítica.
Por supuesto, no pretendo convencerte de nada, Beltzo.
Pero que digas que no se te han dado razones poderosas y sólidos argumentos
Saludos cordiales
José Luis